viernes, 29 de junio de 2012

La Parcela (7): Semen y llanto

Gabo trató de adivinar la anatomía desnuda de Nando, pero la escasa luz de los corredores apenas si le dejó percibir su musculosa silueta: amplios pectorales, una cintura pequeña, las prominentes nalgas, las gruesas piernas… y su recto y erecto miembro de 18 centímetros, proyectándose hacia la ventana donde minutos antes David había tirado con, o mejor dicho a, Jano.
Nando arrojó la colilla de cigarro al jardín que empezaba a sus pies y que había disimulado su presencia.
A través de la ventana, se pudo ver cómo David salía desnudo del baño de Jano: contextura normal pero de músculos firmes, un incipiente abdomen en cuadritos, totalmente lampiño, y con el vello púbico recortado, que le destacaba un pene normal, y unos huevos de tamaño mediano.
David se acercó a la ventana y Nando, en un solo acto reflejo, escapó de su posición de espía agarrando a Gabo por uno de sus brazos.
Cuando David cerraba la cortina completamente, Jano salió de su baño, DESNUDO.
-         ¿Hace cuánto que no lo haces?
-          No sé. Más de un mes, creo.
-          No me digas que desde la fiesta de Año Nuevo.
-          Sí creo. ¿Por qué?
-          No. Por nada… Vi que el condón estaba repleto de semen.
-          Ah, era por eso. Pensé que era por el tiempo que duré. Puede ser que estaba aguantado, y que esa vez estábamos borrachísimos.
Jano sonrió, apagó la luz, y, tomando de la mano a David, se echó en la cama Ambos permanecían desvestidos.
En la oscuridad, el administrador acomodó su cabeza en el pecho amplio y velludo del dueño de la parcela.
-         ¿Crees que Jerry nos haya escuchado?
-          Normal. Si lo hizo, seguro que se pajeó.
-          ¿Cómo lo conociste?
-          Cuando me asignaron la parcela como herencia, fui a comer al pueblo, y el primer local que me pareció decente fue el suyo. Mejor dicho, el primero al que entré y me pareció decente.
-          ¿Y cachaste con él?
-          Esa misma tarde. Lo invité a que venga, y lo hicimos en la sala. Comenzamos con un 69, y luego se la clavé, y él me la clavó.
-          ¿Y qué tal?
-          Chévere. Medio violento para meterla, pero rico.
En las duchas del personal, Nando estaba de pie dentro del espacio enlosetado bajo una de las regaderas, contemplándose en los espejos de la pared de enfrente. Tenía los brazos levantados, y con la luz que se filtraba de los corredores, intuía su masividad, lo hinchado de su pecho, el acabado de su peinado, la tinta negra de uno de sus tatuajes.
De rodillas, a sus pies, Gabo se había encargado de que la erección del musculoso no decayera, usando su boca como herramienta. Minutos antes, ambos habían entrado escapando de que David los descubriera, y sin mediar más orden que pedir una mamada, el más joven de la parcela obedeció.
Claro que para Gabo, todo eso le parecía surrealista. Pero nada podía negar que el pene del chico más sexy de ahí estuviera aprisionado entre sus labios, mientras que sus manos acariciaban sus muslos y grandes nalgas llenas de vellos.
-         Chúpame los huevos.
Gabo dejó la verga y se concentró en los testículos de Nando, también llenos de vello.
Sin dejar de mirarse en el espejo, Nando comenzó a pajearse., lento al inicio, pero poco a poco le fue incrementando intensidad.
En la penumbra reflejada en el espejo, trató de ver cómo su rostro cambiaba de una narcicista expresión de soberbia a un arrecho gesto de auto-satisfacción, mientras comenzaba a jadear despacio pero profundo.
-         Apriétame las nalgas.
Sin soltar sus huevos, Gabo incrementó la presión de sus manos sobre los duros glúteos de Nando, quien, en un espasmo, disparó cuatro potentes chorros de semen hacia la oscuridad. Cuando ya había dado el cuarto, siguió sobándose su miembro mientras abandonaba su rigidez.
-         Ya… suficiente por hoy.
Gabo aprovechó para robar una gota de semen mientras dejaba los huevos de Nando. Apenas si detectó el sabor ocre del fluído.
El musculoso abrió una de las duchas, se lavó de pies a cabeza, se pasó algo de jabón que encontró a tientas, y, sin secarse, salió de esa habitación sin cruzar más palabras con un Gabo que se quedaba solo, y extrañado por algo raro en su cabello. Al pasarse las manos, notó que era una de las ráfagas de semen de Nando. Se la limpió con la mano, y la lamió. Se quedó allí algunos minutos más, se lavó y se fue al cuarto de Wilfredo, quien seguía ausente de la cama que ambos compartían.
Cuando Gabo abrió los ojos de nuevo, la mañana estaba ya empezada, con sol radiante. Se puso su ropa velozmente y fue a la cocina. Jerry estaba preparando el almuerzo.
-         Hola, dormilón.
-          ¿Todos ya desayunaron?
-          Sí. Son las nueve. ¿Qué te pasó? ¿Por qué se te pegaron las sábanas?
Gabo iba a revelar los detalles de la fellatio de la noche anterior a Nando, pero la primera oración se estancó en su garganta y no pudo salir.
Durante el almuerzo, Gabo ayudó a Jerry a servir la mesa. Cuando colocó el plato, el vaso y los cubiertos a Nando, buscó por todos los medios de cruzar su risueña mirada con la del fortachón… sin éxito. El aludido no dejaba de conversar con Jano y Wilfredo, mientras Raúl y Pancho les escuchaban atentamente.
David no estaba porque había salido a abrir las cuentas de ahorro para depositar los sueldos de los chicos.
Gabo se sentó a comer callado, decepcionado, desanimado. Casi no probó bocado.
Cuando todos abandonaron la mesa, Jerry se le acercó.
-         ¿Me vas a decir qué tienes?
Gabo alzó sus ojos brillantes, a punto de soltar lágrima.
-         Nada.
Gabo se levantó de la mesa y se fue a su cuarto, se tendió sobre su cama, boca abajo.
Por largo rato, lloró desconsoladamente.

CONTINUARÁ...

©2012 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres, lugares o situaciones es mera coincidencia.
Escríbenos a hunks.piura@gmail.com o comnéntalo aquí.

jueves, 28 de junio de 2012

La Parcela (6): Fiesta de mirones

Jano dice que vayas a la reunión.
Raúl y Pancho se miraban fijamente a los ojos. el primero no pudo evitar bajarlos suyos al enorme cipote del moreno.
- Ahora me cambio.
Mientras Pancho se vestía, al fondo Gabo sudaba frío, desnudo, especialmente cuando Raúl lo miró, quien se sonrió y salió.
- Te espero allá.
- Ya.
Pancho se puso un polo de algodón, un short deportivo y unos yanques.
- ¿No te dije que cerraras bien la puerta?
Gabo temió que el moreno fortachón tomara represalias.
- Perdón.
Sin decir más, Pancho se fue. Gabo se mantuvo inmóvil por un rato, hasta que se puso su ropa y salió corriendo al único refugio que conocía: la cocina.
- No puede ser. ¿Otra vez Raúl? ¿Cómo lo hace?
Gabo le narró la escena a Jerry, apareciendo como una víctima seducida por Pancho.
- ¿Y dices que es moreno, cuerpón y aventajado?
- Ayshh. Sí, Jerry. No sabes qué miedo da su pinga.
- Pero bien que la querías dentro, ¿no?
Jerry nalgueó suavemente a Gabo.
Ese mediodía la cocina fue un jolgorio total  entre comentarios de la campaña, chistes, y anécdotas que tenían a Jano como común denominador, quedando claro que él seleccionó a los tres chicos que irían a trabajar a la parcela, porque Jerry ya estaba en el pueblo cercano, pero terminó entrando al saco porque en algún momento se conoció con Jano.
- Bueno, caballeros, brindemos con esta limonada helada por el éxito de la campaña... y la memoria de mi viejo, que me dejó esta parcela.
Todos chocaron vasos. El último en hacerlo, y de cierta mala gana fue Nando. Casi nadie lo reparó.
esa tarde, Jano estaba descansando antes de una breve jornada vespertina, cuando tocaron la puerta de su habitación. era david, su vecino del cuarto del lado.
jano vestía un boxer blanco, que no ocultó fácilmente sus 18 centímetros de erección. Cuando David vio la estampa, creyó haber tocado a la puerta del dios griego de la fertilidad... o el placer.
- Mañana les abriré sus tarjetas de débito aquí en la ciudad.
- OK, David. ¿Tú no descansas?
- No, estuve haciendo una lista de cosas que faltan... para comenzar, Internet.
- Tranquilo. sí lo he considerado.
- Jano, este personal que has elegido, ¿es el adecuado?
- Bueno. Los chicos son empeñosos... ya los oíste.
- Me pareció que el único calificado es Nando. Además es su carrera: Agronomía. Pero los otros... no sé.
La erección de Jano había desaparecido.
- Ya veremos. Si no rinden, les decimos: hasta aquí nomás.
- eso espero. Bueno, de aquí voy a la oficina.
Esa noche, Jano organizó una reunión de confraternidad con todo el personal, con bocaditos, bebida y juegos.
Dividió a todos en dos equipos: David, Nando, Jerry y él, en uno; Gabo, Pancho, Raúl y wilfredo en el otro.
Jugaron charada de prendas, es decir, por cada equivocación, el equipo completo tenía que desnudarse de una prenda, y como acto seguido, el grupo perdedor jugaría Twister, sin nada de ropa encima.
El equipo de Gabo perdió, así que a la orden de sus contrincantes fueron mostrando cuán flexibles eran en el juego de los círculos de colores. Era divertido ver las anatomías multicolores contorsionándose y enredándose entre sí, rozando penes, huevos, y dejando ver los ojos de los culos en una exhibición digna de pela porno, tanto que Wilfredo no pudo aguantar una erección y Raúl estaba en ese proceso. Pero a todos parecía importarles poco, casi anesteciados o entusiasmados por el vodka y el vino.
A las diez terminó todo, y los ocho se fueron a dormir. Como era tarde, David cedió su cuarto a Jerry, mientras que él compartiría la cama con Jano.
- ¿Sigues pensando lo mismo de los chicos?
- sí. Pero sería de irlos viendo luego.
Jano se desnudó por completo. David lo vio, sonrió, y lo imitó. Se acostaron de lado, dándose la cara. Jano acarició la mejilla de David, mientras que el resto de los cuerpos se rozaba esporádicamente.
- Verás que las cosas saldrán bien.
- eso espero.
Jano besó a David, y éste, al corresponderle, saboreó el aliento a licor. se abrazaron.
En el cuarto del costado, Jerry también estaba completamente desnudo e inexplicablemente erecto. Sintió un leve toque en su puerta, abrió.
- Estás al palo, huevón.
- Igual que tú jugando Twister. El más viejo y dando mal ejemplo.
wilfredo, quien no se había puesto su ropa, se acercó a Jerry, lo empujó a la cama, y se acostó sobre él, comenzando a mover su cadera y recuperando su enorme erección.
En el cuarto del costado, el pene de David (16 centímetros, algo curvados hacia la izquierda) estaba dentro de la boca de Jano, mientras sus nalgas eran apretadas por las manos del dueño de casa, amenazando con meter sus dedos en el ano. La luz eléctrica estaba encendida, al igual que los gemidos de ambos.
El cuadro entre Jerry y wilfredo no era distinto: el cocinero se las ingenió para que el enorme falo del guardián entrara en toda su boca. Luego de eso, Jerry se sentó sobre la verga encondonada de wilfredo y comenzó a rebotar tratando de no hacer sonar la cama, y arrechándose con los sonidos que venían desde la otra pared, donde David penetraba a Nando en una rara pose de perrito, algo así como un fox-terrier caramelo montando a un pitbull blanco. Ambos no se ahorraron las expresiones de placer, sino que las  derrocharon al máximo.
Cuando wilfredo se vino sobre el pecho y el abdomen marcados de Jerry, sintió que el Paraíso completo se había apropiado de su envidiable pene, y que a punto de rozar los 40, no había perdido el toque. Total, el jueguito de los círculos de colores ya lo había dejado al palo.
Cuando David disparó su semen sobre la espalda de Nando, sintió que la borrachera se le había ido como en un soplido. Jano, entonces, aún con los chorros de leche en su espalda, se volteó a ver a David, lo agarró piernas al hombro, y se masturbó hasta acabar sobre el pecho, y casi la cara de su administrador.
Cuando ambos se fueron a duchar juntos en el baño del cuarto, afuera, en la ventana que daba directamente a ese espectáculo, un inusual voyeur acababa un cigarro y un vaso descartable con vodka, con la complicidad de la negra noche rural.
Al igual que espectador en cine porno, su pene estaba erecto, pero difícilmente podría ver una película sin tener una prenda sobre el cuerpo, cosa que aquí sí, a pesar de la amenaza de zancudos.
Una leve y casi aguda voz a su costado lo desconcentró.
- ¿Nando?

CONTINUARÁ...

©2012Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres, lugares o situaciones es mera coincidencia.

viernes, 22 de junio de 2012

Chapa tu diccionario

La Real Academia de la Lengua española incluyó la entrada "matrimonio homosexual" en su conocido diccionario: http://www.larepublica.pe/22-06-2012/matrimonio-homosexual-entra-en-el-diccionario-de-la-real-academia

La Parcela (5): El bulto de Pancho

A la mañana siguiente, un muchacho moreno, algo zambo, alto, bien agarrado, y con una mochila de mezclilla al hombro, esperaba en el cruce de las carreteras, mirando en dirección de Piura.
Su polo alicrado moldeaba unos pectorales prominentes, bíceps y tríceps hinchados, cintura pequeña. su gruesa pantaloneta sólo dejaba notar unas nalgas no tan grandes, pero tampoco faltas de notoriedad.
Alrededor, algunas vendedoras de chifles y agua mineral, especialmente las más jóvenes, lo veían como bicho raro. Él estaba preocupado por los carros que venían hacia él.
Entonces, identificó una camioneta negra, que se detuvo justo donde él estaba.
Un chico mestizo, de cabello lacio recortado al estilo militar, polo ceñido, pero sin tanta masa muscular como él, bajó la ventana del asiento del copiloto.
- ¿Pancho?
El moreno sonrió.
- ¡Sube!
Jano conducía la camioneta.
- ¿qué hay, compadre?
- Ahí.
Jano vestía un polo con diseño de Looney Tunes, bermuda estilo surfer y zapatillas; El otro chico, David, lucía un jean y zapatos tipo botín. En la cabina, un suave reggae musicalizaba el trayecto.
- ¿Dónde desayunaremos?
- ¡Suaave, Davico! ¿Ves ese cerro? A la vueltita nomás, hay otro cruce. Allí podemos tomar algo sin tanto vendedor encima.
Cuando llegaron a ese punto, Jano invitó a Pancho.
- Normal. Ya desayuné.
- ¿En serio no quieres nada?
- Normal, Jano. Desayunen ustedes. Mas bien yo les cuido el carro.
Jano sonrió y lo dejó encerrado. Pancho aprovechó para recostarse un poco en el asiento de atrás, pues aún tenía sueño. Se quedó dormido en segundos.
Cuando Jano y David acabaron, el primero se quedó conversando con la dueña del negocio. De lejos se le veía robusto, de admirable físico, blanco. Por algo, cierta vez intentó hacer una carrera de modelo, pero los escrúpulos paternos se lo impidieron. Llevaba cabello corto, tenía ojos claros, boca carnosa, cuerpo recio, como de luchador greco-romano...
David llegó a la camioneta y se asomó al asiento de atrás. Contempló a Pancho dormido, y por un momento envidió su estampa, y en especial el bulto que destacaba en su pantaloneta. ¿La tendrá grande?
Jano lo trajo de vuelta a la realidad, al abrir la puerta del piloto. Pancho se despertó, y como acto reflejo, se cubrió su erección con ambas manos.
- ¿Cuánto falta para llegar?
- Una hora más. ¿Por qué eres tan impaciente, Davico? Ya sabemos que quieres trabajar, hombre.
Los tres rieron.
El resto del camino estuvo marcado por la transición de las tierras planas a los valles donde la sierra comenzaba, con campos de cultivo y pastizales a izquierda y derecha.
Pancho no disfrutó de la vista, y siguió durmiendo.
De vez en cuando, david se volteaba a ver si la tenía parada. Jano se dio cuenta.
- 18, gruesa... como la mía.
Jano sacó una de sus manos del volante y se la llevó a la entrepierna: la tenía parada.
Cincuenta minutos después llegaron al portón de la parcela. Jano tocó el claxon tres veces. En segundos, la entrada se abrió.
Wilfredo y Gabo, como abrieron, cerraron el portón.
Cuando Jano y David bajaron del vehículo, Nando y Raúl los esperaban en la puerta de la oficina. Jano, como dueño de la parcela, presentó a todo el mundo, e ingresó a la oficina con Wilfredo, Nando y Raúl a ver detalles de la campaña agrícola, no sin antes pedirle a Gabo que guiara a Pancho hasta el dormitorio donde los tres colchones estaban en el suelo.
Al ingresar, Pancho suspiró, colocó su mochila en el primer colchón, y se sentó sobre él para sacarse las zapatillas.
- Ojalá esté libre.
Gabo estaba en el cuarto con él.
- No sé. A lo mejor. Me pareces conocido. ¿Tú no estabas trabajando como profesor?
- sí, de Educación Física. En realidad, haciendo mis prácticas.
Pancho se quitó el polo y dejó ver un torso voluminoso y definido a la vez, como si un escultor lo hubiera cincelado.
- Ah, con razón. siempre te veía por la calle.
- ¿Tú vives acá nomás?
Pancho se quitó la pantaloneta. debajo no tenía nada. Nada, excepto unas poderosas piernas, velludas, grandes pantorrillas, sus huevos le colgaban tapando toda su entrepierna y su pene flácido se imponía a su tupida masa de vello púbico. Gabo tragó saliva.
- sí, papi...
Pancho subió la mirada súbitamente, y sonrió divertido.
- Ah, ya me acordé quién eres. ¿Terminaste el colegio hace dos años?
- Sí. Pero tú no trabajaste allí.
- Allí no, pero iba al gym del centro, donde Carlos hace coreografías.
- Yo era parte de su grupo.
- ¿Crees que venga alguien?
- ¿Por qué?
- Cierra la puerta.
Ya encerrados, Pancho se acostó encima del colchón, totalmente desnudo.
- Chúpamela.
Gabo, tras segundos de inmovilidad, se arrodilló entre las dos piernas del moreno y tomó la pinga entre sus labios, succionándola.
- Eso, así.
De pronto, Gabo trataba de meterse todo el palo duro y grueso, pero apenas podía hacerlo con una porción, debido a que la de Pancho era cabezona.
- Chúpame los huevos.
Eso fue más fácil para Gabo. Tomó el derecho, luego el izquierdo. Intentó los dos, sin éxito.
- Lame debajo de mis huevos.
Mientras Gabo ejecutaba la orden, Pancho comenzaba a masturbarse.
- Baja.
el moreno alzó más sus piernas y le ofreció su ano. Gabo se detuvo, miró el pequeño agujero rodeado de vellos, y después lo miró a los ojos.
- ¿qué pasa? Lámelo.
- es que... nunca lo hice.
- Sólo lámelo.
- Ayshhh. Me da... asco.
Pancho sonrió.
- Entonces calatéate al toque.
gabo se desnudó, y se sentó encima de la verga enorme de Pancho, comenzando a frotarla con la raja de su culo.
- Te mueves rico.
- ¿Te gusta, papi?
- Me arrechas bien, huevón. ¿Tienes forros?
- aquí no.
- ¡Mierda!
- Pero puedo ir...
- No. Sigue sobándola.
LA cadera de Gabo aceleró haciendo que sus nalgas le dieran un masaje placentero al recién llegado.
- Ponte en perrito.
Gabo tomó la postura, y Pancho ´se agarró de sus caderas, punteándolo primero y luego sobando sus 19 (Jano se equivocó por uno) centímetros contra el trasero que, aunque deseaba, no quiso penetrar. Gabo no dejaba de mover sus caderas, haciendo que su cachero de turno comenzara a gemir.
- ¿Ya las vas a dar?
- No, falta un montón.
- ¿Te gusta mi culo?
- es de la puta madre.
- La tienes bien grande.
- Y tú lo tienes bien redondito, carajo.
- Más fuerte, papi.
- Todo a su tiempo.
Gabo se dejó envolver por la magia erótica y la cadencia del moreno. ¿Lo estaba cachando o estaba ensayando un viejo baile, de esos que escandalizaron a la Inquisición? Comenzó a gemir, a entregarse, a dejar de lamentar el haber seguido a su tío.
En eso, la puerta se abrió, y el coito simulado tuvo que interrumpirse abruptamente. Gabo se refugió en la esquina del cuarto, mientras Pancho, sentado sobre el colchón, y sin vergüenza alguna, hacía latir su verga.

(CONTINUARÁ...)

©2012 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres, lugares o situaciones es mera coincidencia.

jueves, 21 de junio de 2012

H4HR Report - Junio | June 2012

ESCORTS
(ninguno | none)

HOTELES | HOTELS
Venus (Piura): 4 ****
Fantasía (Piura): 4
La Primavera (Sullana): 3 **

Información basada en sus calificaciones y reportes. | Information based on your ratings and reports.
hunks.piura@gmail.com

©2012 Hunks of Piura Entertainment.

miércoles, 20 de junio de 2012

SxEC 10: Una visita placentera

Déjenme presentarles al chico de esta semana: moreno, 1m68, 17 cm de verga, delgado pero un poco agarrado... aún tiene cuerpo de chibolo... bueno así es... ah, y cabello negro crespo. es amigo de la familia, que, de vez en cuando llega a tomar unas cervezas o tipo visita médica. Tiene 33 años, está casado y ya tiene familia.
Ese día mis papás y hermanos no estaban en casa. Él llegó y pasó de frente a mi sala.
- ¿Solo?
- sí, no hay nadie.
- Um. Interesante.
se sentó en mi mueble y me palmeó la espalda. Comenzó a sobarse su bragueta y se me acercó; entonces, me agarró la mano.
Hizo que le abriera el cierre.
- Chúpala.
Le saqué su verga, y comencé a succionársela.
Él se echó a lo largo del sofá y se sacó el pantalón. a medida que se la chupaba, se la masajeaba con mi mano.
Él me quitó el polo, y me acariciaba el culo. allí también aprovechó para quitarse la camisa, con lo que sólo terminó sobre mi sofá con el calzoncillo abajo. a pesar de estar sobre los 30, tenía un cuerpo rico. Yo se la seguía chupando.
- Chúpala así. sigue.
Me bajé mi short y mi calzoncillo.
Lo tomé de la mano, hice que se levantara y lo llevé a mi cuarto. Justo antes de entrar ahí, se quitó su calzoncillo.
el camino de mi sala a mi cuarto estaba lleno de ropa tirada, igual que esas escenas de las parejas recién casadas cuando se van a hacer el amor. Me gustó esa escena.
Ya en mi cuarto, me acarició mi cuerpo, y, en especial, mis tetillas.
me empujó a la cama, y él se acostó a mi lado.
- Síguela chupando.
Yo lo hice. él se sentó sobre mi cama, y yo me puse en cuatro para probar ese cipote moreno y gruesito.
Luego me empujó hasta que me puso boca arriba, se levantó y se sentó sobre mi pecho.
- Chupa.
Mientras lo hacía, comencé a acariciarle sus lampiñas nalgas, y él comenzó a respirar con más fuerza. Fue cuando me agarró mis pies y me levantó las piernas.
- ¿qué haces? ¡Suave!
Fue bajando, paseando su culo por mi abdomen, mi verga dura, hasta que se colocó de tal modo que su verga estaba lista para penetrarme... y lo hizo de un solo tirón.
Como la había chupado bien, no me dolió tanto. Él comenzó a jadear y a sususrrar cosas que no entendí. estaba arrecho... y yo también.
Me folló así por buen rato, con las piernas levantadas tanto como pudo.
- ¡Qué rico huevo tienes!
Yo me dejaba llevar.
Me la sacó y escupió en mi culo.
- Para que te entre toda y te resbale fácil, huevón.
Luego él se dio la vuelta, dándome la espalda.
- Te la quiero meter toda.
Me la metió toda, de tal forma que veía cómo su culo se movía, y sus huevos chocaban con los míos. Qué rica pose.
En ese momento en que disfrutaba al máximo a ese hombre, me preguntaba y alucinaba cómo lo haría con su mujer.
Me la quitó, se echó a mi costado e hizo que me acostara de lado, me levantó una pierna, y me la metió otra vez.
Yo le acariciaba sus huevos, su espalda, su cuerpo.
Él comenzó a besarme el cuello y la nuca, lo que hizo que me arrechara más y más.
Luego me puso boca arriba, y él se puso encima mío, y mientras me bombeaba , puso sus piernas de tal forma que brincaba sobre mi cama, a medida que su pija me entraba y salía de mi ano.
- ¿Te duele?
- No. sigue así.
- ¡qué rico culo tienes!
- Cuidado me quiebres la cama de tanto salto.
sonreímos.
Me siguió follando así un rato.
De ahí me puso piernas al hombro, siguió meciéndose como loco, hasta que me la sacó, y se vino sobre mi estómago y mi pecho.
- Córretela.
Yo comencé a masturbarme hasta que mi leche se mezcló con la suya.
Con la mano que tenía libre, le apretaba una de sus nalgas, y le acariciaba su espalda.
Me hizo levantar y me abrazó, y las dos lechadas se esparcieron entre su cuerpo y el mío. Mientras me abrazaba, me acariciaba la espalda.
Fuimos a ducharnos al toque. Volvió a acariciarme, se vistió y se fue.
Ha sido una de las mejores cachadas que haya tenido. ¿O ustedes que piensan?
Ah, la huevada fue cuando llegó mi viejo, y encontró el calzoncillo tirado en la puerta de mi cuarto.
Hasta ahora no logran explicarse cómo apareció allí...
©2012 Hunks of Piura Entertainment. siempre practica sexo seguro.

lunes, 18 de junio de 2012

Vive l'France!

¿Recuerdan a los jugadores de rugby? ahora son reconocidos a nivel mundial por ser un arquetipo de la perfección masculina... ¿o alguien tiene otra opinión?
http://www.youtube.com/watch?v=JnLlAWsdV1E

Me quiere, no me quiero

¿qué sucede cuando en una relación de pareja donde las dos partes tienen claros sus sentimientos, tenemos un problema de autoestima en uno de ellos?
Ya sabes que la autoestima es la manera cómo te quieres basado en la baloración que tienes de ti mismo.
Pero, ¿qué pasa cuando esa valoración es mínima, y no reconoces quien realmente eres? ¿Y qué pasa si estás en una relación y tienes esos problemas?
Dicen los especialistas que esas relaciones no funcionan porque finalmente una de las dos partes termina siendo arrastrada por la otra, y si no hay respeto en esa relación, puede haber manipulación al punto de la humillación permanente.
Si te has dado cuenta que tienes un problema de autoestima baja, y estás en una relación, lo ideal es que pares a analizar que está pasando contigo, y comiences a revalorarte, no porque seas más bonito o más feo, más rico o mas pobre, más alto o más bajo, el alma de la fiesta o el ignorado olímpico... el punto está en que eres persona, que tienes dignidad, y que si no la respetas, no puedes esperar que el resto lo haga; aunque por otro lado, por encima de lo que diga el resto, tu autoconcepto debe ser lo más importante.
si tienes problemas para ubicarlo, debes acudir a un especialisa que te ayude a trabajar este aspecto. Si no tienes confianza en alguno, te podemos recomendar gente con la que te podrás abrir sin problemas.
hunks.piura@gmail.com

domingo, 17 de junio de 2012

Sam J. Jones

He ever wanted show his weapons' power, so he entered U.S. Navy. However, in that place, officials considered the wapons he wanted to use were not appropriated to Military purposes, so he show all his arsenal as a model.
His top performance -in our opinion- was when he posed naked for Playgirl, were his most powerful weapon was shown to intimidate the enemy - a big-geaded cock.
After that, those weapons were reserved only for special times, like this http://www.youtube.com/watch?v=SjFE9V0CB9Q
By the way, if you want to see those weapons, search him as "sam j jones naked playgirl".
Good luck, sir!

(Video can be available only for adult profiles)

viernes, 15 de junio de 2012

El Baúl de la Felicidad

Hace 15 años, la tele peruana sacó al aire un programa concurso que se caracterizó por ser entretenido, fuera de lo común... y mostrar chicos musculosos en tanga.
si no lo creen, allí va el video: http://www.youtube.com/watch?v=47DvaVN96BY
Gracias por sus visitas.

La Parcela (4): Nando y Raúl

En la oficina de la parcela, las manos temblorosas de Jerry habían dejado caer el contenido del envoltorio.
- ¿qué pasa jerry? Mucha paja te estás haciendo.
- Dis-dis-disculpa.
Wilfredo levantó lo caído: una libreta de espiral.
- El joven Alejandro me dijo que la uses para registrar quiénes comen, cuándo, y esas cosas, para que luego te paguen a fin de mes.
- Claro.
Jerry sudaba frío.
- ¿qué pasa Jerrycito?
- Nada.
- ah, ya sé.
Jerry miró a los ojos de Wilfredo, atemorizado. El ´guardián cerró la puerta de la oficina, se aflojó el cordón de su pantaloneta, y se la bajó, junto con su calzoncillo, hasta medio muslo. Comenzó a acariciarse la pinga.
- Esto es lo que te hace falta, ¿no?
- ¿Qué?
- Desde anoche me la estás buscando. Quieres que te cache. aprovechemos.
El miembro de Wilfredo  comenzaba a crecer hacia los famosos 20 centímetros en medio de su pubis velludo. Comenzó a acercarse a un petrificado Jerry.
En el dormitorio de Nando y Raúl, los dos muchhachos seguían desnudos.
Nando se limpiaba el vientre lleno de semen con una considerable cantidad de papel higiénico.
- Asu, huevón, has botado como mierda de leche. ¿Desde cuándo no cachas?
- Hace quince días, después que salimos de la disco.
- ¿Con quién?
- Contigo, pues, huevón. ¿Y tú, desde cuándo no cachas?
- Desde ayer por la tarde.
- ¿Y te ordeñó bien?
- Un par de veces... pero no te preocupes: yo también lo ordeñé bien.
- ¡Ya vas!
- ¡No es floro! ¿De dónde crees que salió lo del pasaje para acá, y las... provisiones?
- Bueno...
- Pero ya quiero dejarme de huevadas. Y ésta es mi oportunidad.
Raúl se acababa de limpiar el blanco fluído.
- Mejor me voy a bañar.
- ¡Nos vamos a bañar! De una vez, que quiero que me ayudes a hacer los cuadros.
Cada uno se puso una toalla acabada de comprar, anudada a la cintura, abrieron la puerta y se fueron a la contigua, donde estaba la ducha.
Ellos ingresaban y Gabo salía. Raúl cruzó su mirada con la del chibolo, quien se fue raudo al cuarto de Wilfredo.
- Parece que le gustas a la bebita, Raulito.
El trigueño se rió, dando un leve puñete en el hombro de Nando.
En la oficina, mientras tanto, Wilfredo se acercaba con su verga erecta a un indeciso Jerry, quien miraba el rostro arrecho del guardián, y el falo babeante que estaba a sólo centímetros de sí.
El teléfono sonó.
Como si alguien lo hubiera visto, Wilfredo se levantó pantaloneta y calzoncillo, se frotó las manos y contestó la llamada.
- ¿Aló?... ¡Joven Alejandro!... Bien, bien... Si, ya están en su cuarto... sí, sí... También, acabo de dárle...
se volteó a buscar a Jerry, pero éste había aprovechado para abrir la puerta de la oficina y escapar hacia la cocina, donde se refugió agitado. No estuvo allí mucho tiempo y salió en dirección al cuarto de Nando y Raúl. Tocó, sin resultado.
En la puerta del costado, apareció Gabo.
- Están bañándose los dos juntos.
- ¿Los dos juntos?
- Sí... parece que son pareja.
Jerry miró a Gabo con cara de asombro.
Al anochecer de ese día, Wilfredo fue a interrumpir el trabajo de Nando y Raúl en la oficina, quienes se liaban entre papeles cuadriculados tamaño oficio y una calculadora científica.
- Ingenieros, ya está la merienda.
- Gracias, don wilfredo. Cuadramosésto último y vamos. Gracias por avisar.
Raúl se asomó a ver al cielo.
- Ya es casi oscuro. ¡Cuatro horas de trabajo!
- si Jano tuviera compu, nos demoraríamos media, a lo mucho.
- ¿Le dijiste eso?
- No sabía que esto no tenía más que un teléfono fuera de moda.
Raúl sonrió.
Terminaron unos diez minutos después. Nando se estiró mostrando su musculatura.
- Ordena los papeles, Raúl. Me adelanto a cenar.
- Ya.
Una vez que el trigueño atlético terminó, y se iba a apagar la luz, jerry se apareció en la puerta.
- Al tiempo, Rulo. ¿Te acuerdas cuando te decíamos Rulo?
- Tenía 15 años, y el pelo más crecido.
- ¿Recuerdas cuando fuimos al canal con los chicos luego de jugar voley?
- Fuimos a concursar a ver quién la daba más lejos; luego los chicos nos dejaron solos, y fue... mi primera vez... contigo...
- Eras el más aventajado de todos... Oye, ¿tú y ese Fernando... son... pareja?
- ¿Por qué dices eso?
- Bueno, llegaron juntos, duermen juntos, trabajan juntos... se duchan juntos.
- No te entiendo.
- No hace falta. Mira, yo quería pedirte algo muy encarecidamente.
- Sí... dime.
- Yo sé que lo que hice con Gabo estuvo mal.
- Normal, Jerry. Es tu vida.
- Por favor, no vayas a comentar nada de eso a nadie.
- Tú sabes que yo no soy chismoso.
- ¿qué quieres decir?
- ¡Nada, huevón!
Raúl palmeó el hombro delgado pero torneado de Jerry, quien evitó como pudo la muestra de afecto.
- Hasta mañana.
Raúl se quedó confuso en la puerta de la oficina.
Al llegar a la cocina, sólo estaba Nando saboreando la cena.
- Oye, desde mañana, planchas, sentadillas, ranas, barras... si seguimos comiendo así, vamos a terminar chanchos.
- Ajá... ¿y el resto?
- se quitaron a jatear. Tú sabes que la gente del campo jatea temprano.
- Pero apenas son las siete.
La luz eléctrica iluminaba la fachada de la casa grande en la parcela. Nando la aprovechó para pasear buscando un lugar donde pudiera hacer sus ejercicios, pero se quedó con el cobertizo de la parte posterior. Encontró una ruma de sacos de polietileno, los sacudió bien, y le colocó una franela que encontró por ahí. se desnudó hasta quedarse en boxer, y comenzó a hacer abdominales, luego planchas, sentadillas, y toda una rutina de isométricos.
Raúl pasó hacia las duchas, y cuando salió de ellas, Nando no llegaba ni a la mitad de su rutina.
Cuando ésta acabó, entró a las duchas, abrió una de las llaves y se quitó el sudor. Tomó un pedazo de jabón que allí dejó esa tarde, y se rodeó de fragante espuma. Pensaba, pensaba y pensaba, mientras sus manos acariciaban su amplio pecho y grandes brazos, su abdomen duro y cuadriculado, su cintura pequeña, sus grandes nalgas, macizos muslos y gordas pantorrillas.
Al secarse, y verse en el espejo con la débil luz, notó que la barba comenzaba a poblar su rostro. Cada dos días tenía que rasurarse. Esta noche no lo haría.
al regresar al cuarto, la luz estaba apagada, pero pudo ver la silueta de Raúl, desnudo, parado en la ventana, viendo hacia el cielo.
- ¿Lloverá?
- No. ¿quieres ver las Tres Marías?
- A ver.
Nando se acercó por la espalda de Raúl y le arrimó su cuerpo.
- ¿Cuáles son?
Raúl le señaló  los tres puntos de luz, pero Nando, en vez de verlos, comenzó a besarle la nuca, y a bajar con sus labios toda la médula espinal, lentamente. Al llegar a la raja del culo, se desvió a cada nalga, y las besó y lamió. Raúl se estremecía y se aferraba fuerte de los fierros de la ventana.
Nando se puso de pie y arrimó sus 17 centímetros en medio del culo de Raúl.
- Gracias por ayudarme. Te pasaste.
- Somos compañeros, ¿verdad?
- Más que eso, Raulito. Tú lo sabes.
El trigueño se removió todo, mientras su pene marcaba sus 18 centímetros de largo y un considerable grosor.
Nando besó sus orejas, y hablaba susurrando.
- ¿Te cacho?
- Sí.
Cuando el blanco musculoso y velludo regresó al asalto de la espalda de Raúl, traía la pija forrada en un condón, y un pomito de lubricante.
- Para el culo.
Raúl le ofreció su trasero, y Nando fue introduciendo su dura verga en el interior del ano de ¿su compañero?, ¿su amigo?, ¿su amante?
Agarrándolo de las caderas, Nando trató de que las suyas danzaran ofreciendo lujurioso placer a un chico que tenía una mezcla de sentimientos en su interior, pero algo clarísimo: ese cuerpón, fantasía de cualquier hombre o mujer con gusto por un 'hunk', le atraía mucho.
Jadeando, Nando incrementó la velocidad en el culo de Raúl, quien sin dejar de mantenerlo parado, y aferrado a los barrotes de la ventana, se cimbraba tratando de sentir la penetración al máximo.
Raúl comenzó a masturbarse su aventajado miembro.
el jadeo se incrementó hasta que su semen se disparó contra la toalla que estaba colgada, secándose en el filo de la ventana. Ahogó un gemido, aviso de su orgasmo.
- ¿qué pasó?
- Ya las di.
- ahora me vengo.
Nando hizo un brusco movimiento, y hundió su pene de golpe en el culo de Raúl.
- Las di.
- sí. Siento cómo late.
- me voy a bañar.
Raúl lo siguió.
Esa noche, los dos durmieron desnudos, compartiendo el mismo colchón, abrazados.
Y así amanecieron, sudorosos.

(CONTINUARÁ)

©2012 Hunks of Piura Entertainment. esta es una obra de ficción: los nombres, situaciones y lugares son pura coincidencia.
Escribe: hunks.piura@gmail.com o deja tu comentario aquí.

jueves, 14 de junio de 2012

Un negro desnudo... ¿y milagroso?

En enero pasado, el portal factortierra.net publicó una increíble historia de una aparición reportada cerca de la ciudad de sullana.
Varios campesinos contaron que ciertas noches se aparecía un negro junto a un canal, que al cruzarse con las personas, las levantaba en el aire y las echaba a un canal de irrigación que corre por la zona.
El dato curioso es que la única indumentaria de esta aparición era un grillete o grueso collar con cadenas que tenía al cuello. el resto del cuerpo estaba completamente desnudo. Además, las descripciones hablan de lo que aquí llamamos un 'hunk'.
Cuando parecía que sería una leyenda más entre las muchas que forman el patrimonio cultural de Piura, los editores publicaron una ampliación de ese relato y que correspondería a un líder negro que buscó la libertad de sus hermanos hace más de cuatro siglos, aquí en Perú.
La historia es fascinante y vale la pena que la visites; además, la producción fotográfica te gustará. aquí te dejamos los enlaces en secuencia, para que sigas la hilación:
www.factortierra.net/2012/0106
www.factortierra.net/2012/0606
www.factortierra.net/2012/0613

miércoles, 13 de junio de 2012

SxEC 09: Mi orto y la ducha

El chico con el que estuve mide 1m68, contextura promedio, y una polla de 16 cm. se trata de un amigo que vive cerca de mi casa.
Hace unos días llegó para joder un rato. Mi hermano había llegado mareado, y se fue a dormir la mona, en su cuarto.
- Oye, me voy a bañar.
- ¿Y por qué no nos bañamos juntos?
- Ya pues.
Nos calateamos. Lo primero que me llamó la atención fue su pinga, tan rica. Yo tuve que aguantarme para no decir ni hacer nada.
Nos metimos a la ducha. Yo comencé a enjabonarme.
- ¿Te enjabono el culo?
Los dos nos reímos. Se la pasó todo el rato jodiendo y jodiendo.
- ¿Te paso el jabón por la espalda?
- Hablas huevadas.
En ese momento me volteé de tal forma, que casi le doy un beso en la boca.
- Sorry.
- No hay problema... ¿Saves? Tienes el culo bien redondito, mejor que de una jerma.
- ¿qué?
- Tienes culito de puta.
Los dos nos reímos.
- Tienes un culo tan grande que sobrado se aguanta dos pijas.
Mientras nos seguíamos bañando, sentí como un airecito sobre mis nalgas: él me había pasado las manos rápidamente, pero sin tocármelas.
- ¿No te vas a enjabonar el culo? ¡Yo te lo enjabono!
- ¿Cómo?
- Normal. Habla.
Entonces, su verga comenzó a pararse. Yo no le dije nada. seguí bañándome, cuando sentí que me sopló el cuello. Me volteé, y mi verga chocó con la suya. Las dos estaban armadazas.
Lo quise evadir, pero él me agarró de la cintura, y pegó su cuerpo al mío. ¡qué rica sensación, por Dios!
Áún así, le quité sus manos de mi cuerpo, pero él me volvió a tomar y me arrinconó contra la pared de la ducha, rozando su pecho, su vientre, sus piernas y su verga parada contra las mías. Era definitivamente rico.
- Chúpamela.
Me arrodillé a hacerlo, mientras el agua de la ducha caía, y me suavizaba el fuerte sabor de su pinga. se la succioné con fuerza, antes de pasar a comerme sus huevos.
Él me tomó del cabello y me metía y sacaba su pinga de mi boca. Por un momento, sentí que me ahogaba, y no pude articular palabra.
- Cómetela toda. qué rico la chupas. Tienes una boquita calientita. Si así tienes la boca grande, ¿cómo tendrás el orto?
Yo paré en seco, y lo miré extrañado.
- ¿Qué es orto?
- ¡Tu ano, pues, huevón!
Nos reímos.
Se la seguí chupando y chupando, y comenzó a hacer unos gemidos bien arrechos.
- Puta madre. sigue. Sigue.
se inclinó a tocarme el culo, y aprovechando la humedad de la ducha, me metió los dedos a mi... orto.
salió un toque a ver su ropa y regresó con un condón, se lo puso. Se sentó sobre el piso de la ducha, pero debajo de la lluvia. El agua seguía cayendo.
- siéntate despacito. quiero abrirte ese... orto.
Mientras la metía y bajaba, me dio dos fuertes nalgadas. su pene entró sin problemas en mi culo, quizás por el agua que caía.
Comencé a subir y bajar, a ir para adelante y para atrás, a apretársela con mis nalgas.
- Uyyy, ¡qué rico la aprietas! ¿quieres comértela toda?
Él me acariciaba la espalda. Entonces me senté dándole la espalda, y él empezó a besármela, lo que me provocaba cosquillitas placenteras.
 
me daba besos en la espalda que sentia cosquillitas ............
- Muévete.
Lo hice con fuerza.
Luego nos pusimos de pie, y él me cachaba con fuerza. El agua caía. qué rico se sentía, era espectacular.
Mientras me follaba, me abría las nalgas.
- es para que te entre y la sientas toda.
Me agarró de los hombros para bombearme el culo con más fuerza, y lo consiguió.
- No gimas fuerte, que mi hermano te puede escuchar.
Comenzó a gemir despacio, pero se le olvidó, me sacó la pinga, casi arrancó el condón, y disparó su leche sobre mi espalda.
Terminamos de bañarnos, pero él no dejaba de acariciarme.
Antes de salir de la ducha, se arrodilló, y me dio un beso en la nalga derecha, en la izquierda, y abriéndomelas, en... el orto.
- qué rico ortazo que me he comido.
se levantó y me quiso dar un beso en la boca, pero se lo esquivé y terminó dándomelo en la mejilla.
Mi hermano seguía durmiendo la mona. Cuando pasamos y lo vimos de reojo, notamos que su verga estaba parada.
 
©2012 Hunks of Piura Entertainment. Comenta este relato aquí.

Cuidado con tu leche

La calidad del semen podría estar asociada a vestir cierta ropa interior. http://www.larepublica.pe/13-06-2012/usar-calzoncillos-ajustados-puede-debilitar-la-calidad-del-semen

lunes, 11 de junio de 2012

Las fantasías sexuales como aliadas de una relación

Todas las personas tenemos fantasías sexuales, es deci´r, formas cómo idealizamos nuestros encuentros de amor o lujuria, y que favorecen nuestra satisfacción sexual.
Desde espiar a alguien corriéndosela mientras se baña hasta participar en una orgía donde todo el mundo está bañado en yougurt, las fantasías son absolutamente normales. El provlema es que cuando las personas inician una relación de pareja, suelen censurar y reprimirlas.
Esto sucede porque las parejas suelen considerar que la relación es el límite para sentir más allá de lo usual.
Hace poco, una pareja decidió ir al cine porno, ya que una de ellas tenía la fantasía de ver cómo los patas tiraban en los baños.
Las reglas que se pusieron es que irían, verían, pero por nada dejarían ser tocados por una tercera, o terceras, persona, y que tampoco participarían de ninguna interacción sexual con quienes estaban allí. O sea, fueron de mirones, nada más.
Las reglas se cumplieron al punto que, cuando uno de ellos estaba mirando, alguien quiso tocarlo, y fue rechazado.
Luego de asistir, esta pareja salió, se fue por su lado, y pasó un fin de semana divertido, relajante y sensual-romántico... pero ellos solos.
Incluso, hay más confianza entre ambos para cualquier cosa que les suceda.
¿qué pasó aquí? Primero, las cosas quedaron claras al inicio, de ese modo no hay lugar a sorpresas, y si aparecía alguna violación a las reglas, entonces sí habrían problemas. segundo, la apertura permite mayor apertur, por lo tanto, el mejoramiento de la relación. Y tercero, de ahora en adelante, la comunicación y la compenetración de ambos será mejor y garantizará la relación en calidad y cantidad.
Claro está, que el reto de uno de ellos fue vencer los celos, pero la otra parte cumplió, y felices ambos.
El otro gran secreto pudo ser que la fantasía fue compartida por ambos, aunque sólo uno de ellos era el más motivado; pero, se supone que las relaciones de pareja son para compartir y enriquecerse en el compartir.
en este mismo caso, el otro pata no tiene problemas en posar desnudo, y su fantasía es hacer una sesión de ese tipo; pero la pareja no le atraca, porque tiene miedo del destino que puedan tener las imágenes en terceras manos. además, no necesita las fotos, porque lo ha visto desnudo varias veces.
El chico ha dicho que mientras no haya consenso con su pareja, no posará desnudo (incluso, sugirió que lo ideal sería posar juntos).
Claro que cualquiera pensaría que esto no es equitativo, y que si alguien tiene un sueño, que lo cumpla. pero, en eso se basa la relación de pareja, en respetarse individualmente y en conjunto, de tal modo que las cosas salgan bien, en dialogar de tal manera que haya entendimiento, en comprender y en saber ceder pues de lo contrario serían dos egoísmos compitiendo por ver quién es el más fuerte.
Y ese es el error en que caen muchos: creer que uno es más fuerte que el otro e imponer criterios. La cosa no funca así. Debe haber equidad, reglas, acuerdos, compensaciones, y por qué no, penalidades si hay incumplimientos.
Pero la base de todo, es ese viejo adagio de "hablando se entiende la gente".
¿Qué piensas tú?

sábado, 9 de junio de 2012

¿quieren horóscopo?

hemos tenido el agrado  de conocer a un astrólogo aficionado a nuestra página, que identificaremos como Profesor Nii. Nos pasó una consulta que se las hacemos a Uds. para ver si les interesa que, desde la próxima semana publiquemos un horóscopo adaptado a nosotros, y que tenga validez de siete días. Además, qué cuestiones concretas les interesa saber. Por supuesto que habrá opciones de consultas privadas, pero sería un servicio de paga.
Dejen sus comentarios aquí.

viernes, 8 de junio de 2012

10000 hits

Gracias a todos ustedes por habernos permitido lograr esta meta. Recuerden que este blog se hace con sus comentarios, críticas y aportes. Y para celebrar, aquí les dejamos ?carne masculina!

Thanks to your visits, we could get this goal. Remember you're part of this blog, fed by your comments, critics and contributions. And to celebrate it... male meat!

http://www.youtube.com/watch?v=J2-6fiawpxM

hunks.piura@gmail.com

La Parcela (3): Un cocinero ahuevado

En ese momento, Jerry sintió un espasmo insólito, que hizo vibrar su pene dentro del culo de Gabo.
La silueta en la puerta dio un paso más y dejó ver sus facciones.
- Dis-dis-disculpen... yo... yo... yo venía a ver... unas... botellas plásticas... sí, unas botellas plásticas.
Gabo se incorporó de un tirón, al mismo tiempo que se levantaba su bermuda y calzoncillo, y se iba a refugiar a la esquina de la cocina junto a la estufa.
Jerry se quedó parado con los pantalones y boxer por las rodillas, mientras su pene comenzaba a perder rigidez, forrado en el condón, cuyo extremo estaba inundado con semen.
- Pa-pasa.
Raúl fue a la esquina opuesta de la cocina, cogió un par de botellas que habían en el suelo, y que vio cuando Wilfredo les mostraba la casa más temprano.
- Permiso.
Entonces, Jerry tomó conciencia del trance que acababa de pasar y lentamente se subió el boxer y el pantalón... olvidando desenfundarse su pene que había regresado a sus 10 centímetros de flacidez.
Volteó a ver a Gabo.
- La cagamos, huevón.
- ¡No, mierda! ¡Tú la cagaste!
Gabo salió rápidamente.
Durante el almuerzo, Wilfredo y Nando conversaban animadamente sobre la visita de la mañana, mientras al costado del blanco musculoso, Raúl les oía con interés.
- Lo importante es que se conserve el distanciamiento, ¿no?
- Claro, don wilfredo, si no, los mangos no tendrán un buen tamaño.
Raúl, al escuchar esta expresión, miró de reojo a Gabo, quien enrojeció, y clavó su mirada en el plato casi lleno que tenía delante.
jerry estaba en la misma actitud, y trataba de buscar la mirada de Raúl, pero éste le daba la espalda, a pesar de estar sentado a su costado.
Los dos interlocutores seguían comentando las incidencias, cuando se quedaron en silencio. Entonces, Wilfredo volteó a ver al cocinero y a su sobrino.
- Qué milagro los dos calladitos.
- Es que... su conversación está interesante.
- ¿Y tú Gabo, no tienes hambre?
- No, tío.
Gabo se levantó y se fue.
- ¿Y a ese chico qué le pasó?
Jerry se puso de pie también y recogió los platos.
- Seguro... el calor. Ya sabes cómo es aquí.
Nando se limpió las manos con la servilleta, una vez más, y se levantó.
- Tengo suficiente información para hacer mis cuadros esta tarde. Pero antes, debemos acomodar el cuarto.
Un timbre largo y repetitivo sonó desde la habitación detrás de la cocina y wilfredo se levantó a atender casi corriendo.
- ¡Permisito!
Nando palmeó el redondo hombro de Raúl.
- Hay que acomodar esos colchones. ¿Hará calor por la noche?
- ahorita hace calor.
- ¡Jerry! ¿Te llamas Jerry, no?
- Sí.
- ¿tú eres de acá, no?
- No. soy del Bajo Chira, pero ya vivo acá hace seis meses.
- ¿Bajo Chira? ¡Igual que tú, Raúl!
 El aludido sonrió forzadamente.
- ¿Nunca se conocieron?
- Estéeee... ¿y tú Fernando, de dónde eres?
- Dime Nando. soy de Piura.
- ¿De Piura? ¡De Piura! Tu cara se me hace familiar.
- a lo mejor. ¿De dónde?
- No me acuerdo.
- ¿Hará calor esta noche?
- Depende, pero yo, al menos, duermo destapado.
Wilfredo entró.
- Era el joven Alejandro. Dice que llega mañana, y que usted ingeniero Fernando avance con lo de los cuadros. ah, y que pongan los tres colchones sobre el suelo, porque llegará con alguien más.
- Ya, don Wilfredo, pero dígame nando. Así me llaman mis amigos.
Wilfredo sonrió.
- Jerry, de aquí búscame en la oficina. Tengo que hablar contigo.
El cocinero lo vio, y comenzó a sudar frío.
Nando y Raúl regresaron a su cuarto, y ambos se quitaron la camiseta y el jean. Nando vestía un boxer blanco ceñido, y Raúl, un slip de rayitas marrones sobre fondo crema.
- Bueno, arreglemos esto.
Gabo se apareció con un rollo de plástico por la puerta trasera de esa habitación, y se quedó unos segundos a ver ambos cuerpos definidos. Su respiración se cortó al ver el enorme trasero de Nando, y el prominente paquete de Raúl.
- Hola.
- Ah, ho-hola, ingenieros. Aquí les manda mi tío para que asienten los colchones. ahora les traigo las 'almuadas'.
Nando y Raúl extendieron el plástico, colocaron los colchones uno a continuación del otro, dejando espacio libre para transitar por las dos puertas. Pusieron las sábanas que encontraron cuando llegaron. Gabo llevó tres almohadas y otras tres sábanas, que Nando y Raúl extendieron.
Entonces, Nando se arrojó sobre uno de los colchones y comenzó a rebotar.
- ¡De la puta madre! Jano ha tenido gusto, carajo. Hasta puedes cachar a tus anchas aquí, ¿qué dices Gabo?
Y comenzó a mover su pelvis y a acuencar las manos como si contuviera el trasero de alguien. Raúl sonreía, divertido. Gabo estaba abochornado y confundido: ¿Raúl habrá contado lo que vio más temprano?
Mientras tanto, Jerry entraba a la oficina de la parcela, no sin antes dar un profundo suspiro para ralentizar sus latidos del corazón.
- Wilfredo. aquí estoy.
- Quiero hablar contigo.
El guardián de la parcela abrió un cajón de un escritorio. Jerry sintió la necesidad de correr. Wilfredo metió la mano y sacó  un extraño paquete envuelto en una bolsa negra.
Jerry pensó que era el fin.
En el cuarto, Gabo estaba confundido por los coqueteos evidentes de Nando.
- Ven, acuéstate en el colchón del medio. Pruébalo.
- ¿Probar qué?
- El colchón... o depende de ti.
Gabo enrojeció. La invitación del musculoso semidesnudo, velludo, y con dos grandes tatuajes en el brazo izquierdo y el pectoral del mismo lado, parecía buena para ser cierta.
- Normal Gabo. Nando no muerde.
Gabo se echó tímidamente. Vio a ambos costados. nando se puso de costado, levantando una pierna.
- ¿qué tal está?
- Buenazo.
Nando posó su mano sobre el vientre de Gabo, cuando a lo lejos se oyó un ruido seco.
Gabo salió disparado del cuarto, ante el desconcierto de los dos muchachos en paños menores, que luego se transformó en risas burlonas.
- Oe, mejor cierra la puerta.
Raúl se levantó y aseguró que las dos entradas estuvieran bien cerrradas.
Nando se quitó el boxer.
- Por fin. No aguantaba más. Ven, Raulito.
- Cuidado, huevón, vaya a estar la bebita por allí.
- Como las huevas. ésta es la parcela de Jano, ¿te olvidas?
Raúl se sacó el calzoncillo, y se acostó junto a Nando, se abrazaron y comenzaron a besarse mientras sus penes comenzaban a prepararse para una esgrima vespertina.
Nando giró hasta colocarse sobre Raúl, sin dejar de besarlo en la boca, las mejillas y el cuello.
- Tócame las nalgas.
Raúl acarició la amplia espalda de su amigo hasta que sus manos comenzaron a manosear las duras, redondas y velludas corvas de Nando.
Los dos penes estaban totalmente erectos, y aprisionados uno contra el otro.
Raúl se excitó más, y abrió sus piernas como intentando aprisionar la cintura de Nando. Jadeaba más rápido y más profundo.
Entre besos, roces de pelvis y caricias generales, una pegajosa humedad inundó los vientres duros y esculpidos de ambos varones, a pocos minutos de haber iniciado el caliente juego.
Nando se arrodilló.
- ¡Asu, cuánta leche!
Ambos estaban empapados en sudor.

(CONTINUARÁ...)
©2012 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido o semejanza con nombre, lugares y situaciones es pura coincidencia.
Escribe: hunks.piura@gmail.com o deja tu comentario aquí.

jueves, 7 de junio de 2012

Ahora Dinamarca

Otro país europeo que aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo... acá nos hemos estancado.
http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2012/06/120607_ultnot_dinamarca_matrimonio_gay.shtml

¿Cuándo la pasión se convierte en adicción?

No es fácil conservar un cuerpo atractivo... y saludable. Aunque el ejercicio es la estrategia más eficaz, muchos de nosotros apelamos a ayuditas extra que permitan que lo ya logrado se mejore, ya sea en volumen o definición, o ambos.
¿es legítimo aspirar a mejorar usando los llamados suplementos?
depende mucho de cuál sea el objetivo que buscamos, pero lo primero en lo que debemos pensar es en la conservación de nuestra salud.
en todos los materiales relacionados con cultura física, hemos hecho hincapié en que el consumo de estas sustancias, que son químicas al fin, deben ser bajo supervisión y cuidado médico.
Pero, la verdad es que es al médico al último que escuchamos, y, para ser honestos, en Piura, son contados los que pueden dar una orientación especializada, comenzando porque muchos de ellos no son, precisamente, ejemplos de vida saludable, si no, mira las panzas.
De cualquier manera, tampoco esto es justificación para caer en manos de varios instructores que dan consejos a este nivel más por ganarse la comisión que ofrecen las firmas de suplementos que por verte mejor. Algunos incluso pueden introducirse al peligroso mundo de los anabólicos esteroides, medicamentos que incrementan la potencia física para cargar más peso, y generar más masa muscular, pero, que según varios estudios serios, termina jodiendo el organismo hasta causar la muerte... y sabemos de varios casos.
Las personas que son más proclives a ser víctimas de este afán compulsivo de consumir cosas para mejorar la figura son las que no tienen una personalidad desarrollada o definida, y siempre están a merced de la opinión o aprobación de los demás.
entonces, llegan a cometer verdaderos atentados contra el propio cuerpo sólo por tener un voto a favor.
Está probado que el consumo de esteroides achica los huevos (no la pinga porque eso ya viene en tu ADN, pero ppuede provocar que ya no se te pare), puede generar disfunciones del corazón, los riñones, el páncreas y el hígado, además de acumular grasa que puede taponar los vasos y generar infartos.
Y no hay que ser mayor de 40 para caer en esa condición. Hay varios casos sospechosos de chicosque a los 25, por culpa de los esteroides y hasta el mal uso de los suplementos, ha puesto su vida en alto riesgo.
No es malo desarrollar nuestra musculatura, pero mil veces mejor sería desarrollar nuestra personalidad y nuestro sentido común. eso nos permitirá tomar la mejor decisión a la hora de vernos mejor, y es mejor vernos bellos desde dentro hacia afuera, y no al revés.
¿qué piensas tú? Comenta aquí.

¿Estás siguiendo La Parcela?

Ya vamos publicando dos capítulos de nuestra nueva serie, La Parcela, y este viernes se viene el tercero. ¿Lo has leído? ¿qué te gusta? ¿qué no te gusta? Recuerda que tú también puedes escribir la trama... Escríbenos a hunks.piura@gmail.com y ubícalo en Google como "hunks piura la parcela".

miércoles, 6 de junio de 2012

El acto sexual alargaría la vida

Un estudio dice que habría que practicarlo, al menos, tres veces por semana.
http://www.larepublica.pe/06-06-2012/tener-relaciones-sexuales-tres-veces-por-semana-alarga-en-diez-anos-la-vida
¿Con qué frecuencia lo haces tú? Comparte aquí.

SxEC 08: Mientras llega papá

Veamos, esta vez les presento a un simpático chico de 1m68 y una verga de 19 cm, algo agarradito, cuerpón mas bien, con unas manos gruesas y grandes. es súper simpatiquísimo. ¿O serán sus 24 años de edad?
Hace unos días me quedé solo en casa, porque toda mi familia salió. Este chico tocó la puerta y preguntó por mi papá.
- No está. Regresa en media hora.
- Ya pues, regreso en media hora.
Y así pasó.
- ¿Llegó tu papá?
- Aún no. Creo que tienes para rato, porque se va a demorar.
- ¿Lo puedo esperar?
- Claro, por qué no.
Lo hice pasar, y le di una silla. Como tengo algo de confianza con él, comenzamos a conversar.
- ¿Estás solo?
- sí, ¿por qué?
- No, por nada.
La conversación seguía, el tiempo pasaba. Yo miraba la tele, cuando noté que su tono de voz cambió, como si se estuviera arrechando. Me miraba fijamente. No le di importancia.
Tenía una pelotita en mis manos. Se me cayó por un esquinero  encima del que estaba mi tele y mi equipo de sonido.
Cuando me agaché a recogerla, él me pasó el pie por mi culo. Regresé a mirarlo.
- ¿Te gusta?
Me reí.
seguimos conversando unos minutos más, cuando comienza a tocarse la verga.
- Me ha provocado cachar, pero no hay con quién.
Regresé a mirarlo seriamente, y él aprovechó  para masajearse el paquete, haciéndome un gesto de invitación.
Me acerqué y puso mi cara sobre su entrepierna, rozando su pantalón. Luego, comenzó a acariciarme la cara.
Entonces, metió un dedo en mi boca, luego dos. Nunca antes me había pasado eso.
- ¿Te gustan mis dedos? Mejor cómete toda mi mano... si así  los chupas, debes hacer lo mismo con mi verga.
se desabrochó su pantalón, se bajó su ropa interior y saltó una verga trigueña pero semi-dura. se veía rica así que me la metí en mi boca. se la había labado recién así que se la chupé con gusto.
se bajó su pantalón hasta las rodillas, y aproveché para chuparle los huevos.
Él gemía y gemía.
Comencé a morderle la verga, que ya estaba dura.
- así, huevón. Me gusta cómo me la chupas. Qué bien te la comes toda.
Me sacó su pinga y comenzó a azotarme las mejillas. El sonido me hizo reír.
- ahora te ríes, pero te voy a hacer llorar atorándote el culo.
Entonces me bajó el pantalón y mi ropa interior. Comenzó a abrirme y cerrarme mis grandes nalgas.
se la volví a chupar.
Después me puso contra la pared, me abrió las piernas, sacó un condón, se lo puso y comenzó a meterme sus 19 cm en el culo. empezó a bombearme y a metérmela y sacármela. Me hizo gracia la forma cómo gemía.
Me acariciaba, me tocaba mis tetillas. ¡qué excitación para más rica!
Me sacó su verga, me volteó y co´menzó  a chuparme las tetillas, mientras no cesaba de acariciarme. Me pasaba su lengua de un modo que nadie lo hizo antes. Bajé a chupársela de nuevo, con todo y condón.
- Vuelve a agacharte como cuando recogiste tu pelotita, para meterte mis pelotas de verdad.
Lo hice, me la metió toda. se sentía deliciosamente rico, mientras me abría mis nalgas.
- qué rico la aprietas. No la aprietes tanto.
Me agarraba fuerte.
- Siéntela toda.
Yo decidí arrodillarme en esa posición. Él se apoyó encima mío para seguirme bombeando el culo.
- Me vengo, me vengo, ahhh, me vengo. ¿La quieres  en tu culo o en tu boca?
Se sacó el condón y se vació en mi espalda. Qué rico sentir su leche caliente.
Entonces me la sobó entre mis nalgas, mientras yo le agarraba los huevos.
- Chúpala.
Lo hice.
- ¡Puta madre, qué rico la chupas! ¿quieres tu leche?
Antes de venirse me la sacó y disparó su semen en mi cara.
Fuimos a bañarnos y cambiarnos.
Regresamos a la sala a conversar... y de mi papá, ni señas.
- qué rico que fue esperar a tu viejo. qué rica cachada.
se fue.
Después de varias horas regresó mi papá.
- Te vinieron a buscar. 
En mi mente decía que venga más seguido, porque, efectivamente, sí que cacha rico ese pata.
 
©2012 Hunks of Piura Entertainment. Deja tus comentarios aquí.

martes, 5 de junio de 2012

¿Y qué hay de malo en que hagan porno?

Hace poco comentábamos con uno de los chicos, cuyos enlaces a sus fotos hemos puesto aquí antes, acerca de algunos físicoculturistas (que también hemos puesto sus enlaces aquí) que se quitaron todo, lo mostraron todo y hasta han tenido performances porno en la web.
se escandalizó por el hecho de que él nunca lo haría. Por supuesto, es una elección personal.
Pero, ¿qué hay de malo en que hunks como Ko Ryu o Pedro Bomba lo hayan hecho y otros no? ¿Los descalifica?
Creemos que una cosa son los logros deportivos, y otra son el desarrollo de los talentos artísticos, porque, eso de andar desnudándose y hasta tener sexo frente a cámara no es fácil y requiere técnica.
De cualquier manera, no vemos nada de malo en que ninguna persona mayor de 18 años, con toda la información del mundo, con buen cuerpo, buen culo o buena pieza, plenamente libre y por lo legal incursione en el porno como una opción laboral.
Deberíamos cambiar nuestra mentalidad al respecto, ya que, al fin y al cabo, es una manifestación artística, si no, ¿por qué antiguamente sí se representaba, y como si nada?
¿O qué piensas tú? ¡Opina aquí!

lunes, 4 de junio de 2012

La cultura gay prehispánica de piura

Hay una preocupación reciente en los colegios secundarios de la región, que no se dice públicamente, pero que se comenta en voz baja: el aumento de ciertas conductas en varios chicos que revelan  una tendencia a lo gay.
Y no se trata de amaneramientos: muchachos de apariencia recia y masculina experimentan y hasta mantienen relaciones con chicos de su mismo sexo, encubierto en medio de la bisexualidad, o de forma muy disimulada.
¿Son más los futuros varones gay, o qué estaría pasando aquí?
Si retrocediéramos casi medio milenio, o un poco más, esto no sería tanto problema, y hasta se vería como algo divino.
Hay varios documentos en la red que explican que en las culturas de la antigüedad, lo gay no era mal visto, e incluso tenía un espacio en los cultos locales panteístas, como en los moches, y luego en los chimúes (bastará que pongas en Google: gay antiguo peru, y saldrás de dudas).
Las referencias más impactantes son las relacionadas a los vicús, que vivieron cerca de lo que hoy es Chulucanas.
algunos datos sugieren que las relaciones entre varones sí se practicaban tanto como las hetero, y que hasta se representaron en cerámica.
La vaina fue que, cuando llegaron los españoles, destruyeron toda evidencia al respecto, prohibieron el homosexualismo ritual (como se lee en varias crónicas, donde se condena el 'nefando pecado') y ajusticiaron a quienes sorprendían en prácticas homosexuales reiteradas.
Allí, al ampparo de la religión católica, parece haber nacido la intolerancia y la discrimianción, así como los mitos más descabellados sobre los gays (y las lesbianas también).
Como si fuera un chiste, ahora, españa es una de las naciones donde lo gay está en la vanguardia, incluyendo la exportación de pornografía al respecto (¿quién no ha visto las Visado?), y los casos de relaciones homosexuales dentro de la iglesia católica son más numerosos.
Claro que hay grupos conservadores que aún seguirán diciendo que es una enfermedad, contra la opinión de psiquiatras y psicólogos que dicen lo contrario, y hasta habrá alguien que seguirá invocando ala religión para 'curar' esa 'desviación'.
La represión es la respuesta la ignorancia, y eso también aplica para la forma cómo se trata la homosexualidad en todos los espacios.
si estos datos sobre la cultura gay en Piura, antes de los españoles, se confirma, expresiones del tipo "antes todos éramos machos" quedarían invalidadas al toque.
Pero no se trata de revancha,sino de saber apreciar que la orientación de la persona no la califica o descalifica, sino su personalidad, su trascendencia y su afán de vivir en paz.
Te animamos a que busques por ti mismo esa información, y a que descubras que eso que sientes, hasta podría ser parte de una herencia que se quiere ocultar, como si se pudiera tapar al sol con un dedo.

viernes, 1 de junio de 2012

La Parcela (2): Sazonando un culo

Wilfredo estaba a punto de blandir la varilla de fierro como objeto disuasivo ante los dos extraños, mientras que su fierro de la entrepierna había regresado a ser ese pacífico músculo blando de 9 centímetros de largo, moreno con manchitas marrones.
Era evidente que los dos tipos agarrados que estaban esperando afuera eran supremamente mas fuertes que él.
- Nando, parece que nos equivocamos.
- ¿Nando?
Wilfredo se relajó, dudó. El desconcertado blancón fornido trató de explicar.
- Sí, yo soy Nando. Fernando, pero más me dicen Nando. ¿En serio Jano no le dijo sobre mi?
- Esteee... bueno sí, el joven alejandro mencionó que vendría un Nando con un amigo.
- Ése soy yo. Y este es mi amigo, Raúl.
- Ah, mierda. Disculpe la equivocación. Es que he oído sobre los asaltos, y...
Wilfredo sacó la llave de su bolsillo, cuyo peso le dejaba media nalga derecha velluda al descubierto. Jaló el picaporte, y abrió la puertecilla.
Los dos muchachos entraron, y era como estar en un mundo distinto: un hermoso y tupido jardín enmarcaba una casa de material noble, enlucido, pintada de blanco, con tejas en el techo, de un solo piso. Pero justo a la derecha del portón, había una especie de casa más pequeña de un solo piso con la ppuerta y la ventana cerradas.
- Pasen para llevarlos a su cuarto.
Entraron por el costado izquierdo de la casa grande. Wilfredo les abrió una puerta.
- Ésta es la cocina y el comedor.
Bajo una ventana cubierta con blancas cortinas, una estufa a gas, una mesa de mayólica celeste y un lavavo de aluminio en la pared del fondo. Al medio de la habitación una mesa de madera con dos bancos en hilera a cada costado y una silla solitaria de madera en el lado más angosto, con una ventana también cubierta con blancas cortinas, que daba a un jardín interior, y que servía como separador a la otra ala de la casa, donde habían tres puertas.
- La de la izquierda es mi cuarto, la de la derecha es el water, y al centro está su cuarto.
Entró allí y abrió la ventana.  El espacio tenía paredes de un color crema cálido, suelo de cemento rojo con cuadrícula, y una puerta del otro lado. En el suelo se apiñaban tres colchones y trapos que parecían ser sábanas blancas.
- Yo mismo limpié el cuarto ayer, pero como ustedes vivirán acá, se encargarán de eso.
- Y... ¿hay dónde bañarse?
Ante el requerimiento del alto, blanco y fortachón, Wilfredo abrió la otra puerta. Había una especie de patio con un cobertizo, algunos sillones de paja raída, y una puerta al fondo tapada por una cortina plástica.  A sus espaldas, toda la parcela delineada por una fila de limoneros.
Wilfredo abrió la cortina.
- Hola.
En la habitación forrada de mayólicas blancas bajo un cielo raso se veían dos regaderas, y un pequeño foso, colgadores del otro lado.
Debajo de una de las duchas, Gabo, mojado, desnudo, y de espaldas a los visitantes, se enjabonaba las nalgas.
Mientras Wilfredo tragaba saliva ruidosamente, Nando y Raúl se miraron brevemente, y contestaron el saludo al unísono.
- Es-es-este es mi sobrino Ga-Gabo.
- Hola chicos. Disculpen.
- Descuida.
Nando, el blanco fortachón, le lanzó una mirada pícara.
Los tres regresaron al cuarto, y dejaron sus mochilas. Nando se estiró, luciendo toda la musculatura debajo de una camiseta manga cero y un jean ceñidos.
- Será necesario inspeccionar toda la plantación. ¿qué están produciendo?
- Limón, mango, frejol chileno, palta...
- Palta o aguacate... ¿y qué tal palta da acá?
- Buena; pero no es temporada aún.
- Claro... ¿Puede acompañarnos para hacer una especie de catastro?
- Pero, primero desayunemos.
Los dos muchachos aceptaron. Wilfredo pidió retirarse. salió hacia su cuarto, y justo detrás de él, iba Gabo en una breve toalla. Miró hacia el cuarto de los recién llegados y buscó de nuevo los ojos de Nando. Fue correspondido al menos por unos segundos.
- Una bebita ese huevón.
- ¿Buen culito tiene.
- Tranquilo, 'on. Mejor prepárate para ver el terreno.
- ¿Cuanto te dijo Jano que era?
- 25 hectáreas. Nos tomará un par de horas. Casi son las nueve. Antes de mediodía nos desocupamos, y por la tarde hago los cuadros.
En el cuarto del costado, Wilfredo regañaba en voz baja a Gabo por el roche.
- Ten cuidado, so mierda.
- ¡Ayshh! Seguro se van a bañar juntos y se verán calatos, ¿no?
- Yo me voy con ellos a ver el terreno. quédate aquí atento para cuando llegue Jerry. Dile que se haga algo suave nomás. Ah, y limonada en cantidad.
- Ya, tío.
Todos desayunaron velozmente un plato con cuatro humitas recalentadas, un generoso pedazo de queso y café negro pasado algo tibio. Lo devoraron en un cuarto de hora y salieron al fondo de la propiedad, menos Gabo, quien se quedó solo en la cocina, alucinando con el cuerpazo de Nando.
La campana sonó unos veinte minutos después. Gabo, vistiendo un bibidí desteñido y una bermuda de tela, que resaltaba sus glúteos fue a atender.
Era Jerry, un chico de unos 27 años, delgado pero con una incipiente masa muscular, aunque sin llegar a ser atlético; era trigueño, no tan alto, peinado en copete modelado con fijador. vestía un polo de mangas cortitas con un curioso diseño de una cruz en llamas, y un jean que, sin pegarse al cuerpo, revelaba unas piernas poderosas y fuertes, amén de un trasero levantado.
- ¡Gabito, amigo!
- ¡Hola Jerry!
Gabo le ayudó con una canasta de nylon donde llevaba algunas cosas para cocinar.
- ¿Y el resto?
- aquí en mi mochila.
Jerry le mostró el objeto de color negro, colgado de su hombro izquierdo.
Ya en la cocina, Jerry dispuso todo para preparar los alimentos.
- Dijo mi tío que algo ligero. Ah, y mucha limonada.
- ¿Cuántos son?
- A ver... mi tío, yo, el chico blanco agarrado, el otro moreno cuerponcito, y tú.
- Cinco en total. Así que ya llegaron los chicos. ¿Y Janito?
- No sé. No ha llamado todavía.
- ¿Cómo es eso que hay dos cuerpones?
- Ah sí. Si los vieras. Uno blanco alto, musculoso; el otro moreno, algo más bajo, pero no tan cuerpón.
Jerry se rió.
- Ay, ese Jano. espero que no se le haya olvidado que necesita jornaleros, no modelos. ¿Y dónde están?
- se fueron a ver toda la parcela, hace como media hora.
- Ah... ¿y cuál te gusta?
- Aysh, ¿qué dices?
- Ay, Gabito, Gabito, Gabito. Y eso que no te pregunté cómo te fue con el arrecho de tu tío, anoche.
- Pueeessss... cachamos.
Jerry se acercó a Gabo, en actitud intimista.
- O sea, ya te rompió ese culito, ¿no?
- ¿qué dices?
- Anoche, con el cañazo, también te pusiste arrecho. ¿Te acuerdas cuando se fue el Wilfredo al baño, y te dejaste tocar las piernas?
- Estaba borrachito.
- Tienes ricas piernas.
Jerry se acercó hasta que su torso hizo contacto con el de Gabo. Juntó su boca a la del chico y le dio un beso francés. Gabo reaccionó sobresaltado.
- Pueden venir.
- Se han ido a ver la parcela. Demorarán.
Gabo se relajó y se unió en un abrazo, mientras sellaba sus labios con los del cocinero. Comenzó a sentir un gran bulto en sus pantalones, pero no pudo precisar si era suyo.
- ¿Ayer cumpliste 18, cierto?
- Sí. ¿Por qué?
Volvieron a besarse. Jerry acarició la espalda y el trasero a Gabo.
- Tienes el culo rico. ¿Te comiste la anaconda de Wilfredo?
- ¿Cómo sabes que es grande?
- Los chicos del pueblo lo saben: lo han visto calato bañándose en el canal luego del fútbol.
Jerry comenzó a besar el cuello a Gabo, quien sentía una excitación creciente, pero diferente de la que experimentó la noche anterior, y esa mañana temprano con su tío.
Los dos avanzaron hasta llegar al borde de la mesa de la cocina.
- Voltéate.
Gabo obedeció. Jerry juntó su cuerpo y comenzó a sobar su bulto duro contra las nalgas del otro muchacho, mientras las manos le exploraban el duro abdomen, y pellizzcaban las tetillas erectas.
Entonces, de un solo tirón, bajó la bermuda y el calzoncillo tipo suspensor, hasta dejarle las nalgas al aire.
- Agáchate y abre tus piernas.
Jerry tomó cada nalga con sus manos, las separó y, arrodillado, le practicó un beso negro. Su lenguas se hacía una cuña de carne queriendo horadar el ano dilatado de Gabo, quien se retorcía de placer, mientras se apoyaba en la mesa del comedor.
- ¡Ay. Así. Ajjj. Ay, qué rico. sigue. Sigue!
Jerry siguió metiéndole lengua al ano unos minutos más, se puso de pie, abrió uno de los bolsillos de su mochila, sacó un condón, se desabotonó el pantalón y se lo bajó  hasta las caderas, boxer con pretina incluído, se colocó el preservativo, sacó un chisguetito y se untó un gel a lo largo de su falo de 18 centímetros, y comenzó a magreárselo.
- Quédate como te dejé. No te va a doler.
Se levantó su camiseta, descubriendo su abdomen de tabla de lavar, puso el glande en el ano de Gabo y poco a poco comenzó la penetración. El lubricante hizo sencilla la maniobra, y en diez segundos, el orificio del chico era placenteramente invadido por segunda vez en menos de cuatro horas.
Los dos comenzaron a gemir y a jadear.
- ¿Te gusta, Gabito?
- Sí, Jerry. sigue. Cachas rico, huevón.
- Ahhh... me encanta tu culo.
- Tienes una pinga rica.
- Claro, Gabito, ideal para sazonarte ese culito.
Jerry, poco a poco, le daba más velocidad a su penetración, en tanto que Gabo paraba más el culo, como queriendo recibir más que el pene.
Con el movimiento, la bermuda y el jean cayeron a las rodillas de cada quien.
Jerry procuraba demorar tanto como podía, total, lo que iba a hacer esa mañana, teniendo en cuenta el requerimiento de Wilfredo, no tomaría mucho tiempo. Sin embargo, su cerebro no pudo aguantar lo planeado. Cuando Jerry se disponía a disparar su semen dentro del culo de Gabo, una silueta esbelta y recia se apareció en la puerta.
Jerry se quedó helado.

(CONTINUARÁ...)
©2012 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres, lugares o situaciones son mera coincidencia.
escribe: hunks.piura@gmail.com  o deja tu comentario aquí.