viernes, 29 de julio de 2016

ALFREDO ¡Verdad y Atrevimiento!


Intenta, me dije. He trabajado tan duro para obtener un cuerpo atlético, pasar tiempo en el gimnasio, manteniendo la alimentación y cada rutina. ¿Por qué no ?, me preguntaba. Tal vez no soy el típico top model, pero ¿Qué me impide experimentar lo que siente un modelo cuando posa ante una cámara? Y dije adelante, me animé. Estudié mis mejores poses, mostré mi cuerpo como a una obra maestra, mi obra maestra ... ¿Qué puede decir el mundo de mí? ¿Que no lo haga? ¿Por qué tú? ¡No! Este soy yo y estoy muy orgulloso de compartir. Espero que lo disfruten como yo disfruté ... como mi piel disfrutó ... Ahora, intenta!

Try, I said myself. I worked out so hard to getan athletic body, spending time at the gym, keeping my feeding and every routine. why not?, I wondered. Maybe I'm not the typical top model, but what does it unallow to experience a model feel when poses before a camera? Go ahead, I cheered. Then, I studied my best poses and showed my body like a masterpiece - my masterpiece... What can the world say to me? Don't try? Why you? Don't go? No! This is me and I'm very proud to share it. I hope you enjoy like I enjoyed... like my skin enjoyed... Now, you try!

sábado, 14 de mayo de 2016

La Agencia (22)

Por Hunk01

 

El lío iniciado por Josías duró más de dos años. Aunque Carlos y Rodrigo lograron reducir el proceso por el que se abía denunciado a La Agencia cediendo la totalidad del usufructuo del resort a los tres chicos contagiados a manera de indemnización (sin deshacerse de la propiedad), algo no cuadraba en el esquema: Josías iba mensualmente al lugar a pasar un fin de semana. Hubiera sido parte de la compensación hasta que notaron que los tres muchachos se reuniían con él. Tras Investigarlo, lograron entender que Josías había organizado una enredada intriga en la que terminó pidiendo parte de las ganancias a los tres chicos como ‘agradecimiento’ por haber logrado que prácticamente controlaran el fundo.

Entonces, Rodrigo activó las redes gay de Piura, que funcionan mejor que la Internet. Descubrió que Josías había presentado ante La Agencia, pruebas fraguadas que lo daban como seronegativo, pero que ya venía recibiendo tratamiento, incluso cuando había grabado la escena con él, quien rápidamente se tamizó: dio un real negativo.

Sentó a Josías para conversar y le pidió que dejara de vivir a costa de los tres chicos, pues ya lo sabía todo, y amenazó con denunciarlo. Josías se rió y le dijo que si él lo denunciaba, saldría a decir a todo el mundo que violó la confidenccialidad de los exámenes contra el VIH, y la situación legal de su exjefe sería algo mas débil de la que ya estaba. Carlos ideó una salida rápida aunque dolorosa.

El día antes que Rodrigo cumplió 30, firmó un contrato de alquiler-venta con los tres chicos, mediante el que el resort dejaría de ser su propiedad. Sin saber qué significaría eso, Josías fue a un periódico sensacionalista y contó la historia del contagio, a su manera.

XXX 

La fiesta de 30 años de Rodrigo fue íntima. Todo lo contrario a lo que él había pensado inicialmente. Algunos amigos, Carlos y Andrés. Todo terminó en una orgía, como siempre terminaban sus fiestas. La novedad fue que Carlos se estrenó como gay activo.

XXX

 

Unas semanas después, la productora en Los Angeles rompió su acuerdo con La Agencia luego que se destapara todo el lío del VIH. Rodrigo sabía que todo era parte de la  venganza de Josías, pero decidió no hacer nada, excepto que el tiempo ponga todo en su lugar. Afortunadamente, La Agencia produciía una película por mes y ya tenía su propio canal de distribución. Paralelamente, Rodrigo organizaba tours solapas hacia Matalaché y la casa de playa donde los fans conocían a sus actores y podían tener sexo con ellos. Con eso, contrarrestaba la piratería.

Algunos visitantes terminaban yendo al resort por recomendación del propio Rodrigo.

XXX 

Estaba en Chiclayo por unos días para buscar unos insumos que en Piura eran más caros, cuando un amigo lo invitó a un concurso de fisicoculturismo. Aceptó. Su presencia en el local arremolinó a la concurrencia, pero él ya estaba acostumbrado. A pesar de su edad, nunca dejó de entrenar. La cosa se movió más cuando le presentaron al ganador, un chico de unos 21 años, sencillo, con un gran cuerpazo, una cinturita y un culo que parecía tener dos pelotas debajo de cada nalga. Era Cristian. Juzgando que su presencia ya comenzaba a escandalizar, se fue de allí aunque logró intercambiar teléfonos con el muchacho. Regresó a Piura y olvidó el asunto.

Un mes después,  estaba revisando unos papeles cuando le entró una llamada al celular. Era Cristian.

-          estoy por Piura. ¿Qué haces?

-           Nada, huevón. ¿Ya almorzaste?

-           No.

-           Te invito.

Mandó a Andrés por él, y fueron a comer a un lugar discreto. Todo su historial, incluyendo los escándalos, convirtieron a Rodrigo en una especie de ermitaño. Mientras comían, se enteró que Cristian vino para una exhibición a Piura y que estaba viendo cómo reunir dinero para seguir entrenando. Era complicado hallar un auspiciador. Rodrigo no ofreció nada, pero era obvio que el cuerpo del culturista podía generar buen dinero, claro está si el muchacho estaba dispuesto a posar desnudo. Y fue grande la sorpresa de Rodrigo cuando Cristian dijo que sí.

Lo coordinaron bien y un mes después se fueron a Colán para producir la sesión. Cristian se desnudó, erectó y se masturbó hasta eyacular arrechamente. Y no solo se hicieron fotos sino videos, tres en total. Rodrigo pagó cerca de diez mil dólares por las piezas y los derechos. Lo siguiente fue editar y ponerlos en pago-por-ver mediante la web de La Agencia. Obviamente no lo nombró como Cristian. Inventó un raro nombre oriental: Hunk Kown Do. Pensó que sus ojos rasgados podían despistar su origen peruano. Varias personas que vieron los videos pidieron que el chico hiciera porno con otros actores. Rodrigo lo pensó aunque el tamaño del pene del culturista no lo convenció, además que el musculoso no se atrevía; sin embargo, un amigo de él, Juan, sí se animó, así como otro conocido del deportista, un Daniel. Lo renombró como Pablo explosión y Greg Latino respectivamente, y los metió en dos o tres producciones straight y gay (como activos).

Rodrigo sobrevivió un año sin escándalos, hasta que alguien le avisó algo que lo alarmó un poco: las fotos de Hunk Kown Do habían sido pirateadas por un blog limeño que las relacionó con Cristian. El segundo susto vino cuando leyó los comentarios, donde varios chicos acusaron al culturista de prostituirse como moderno.

Esta vez se dejó de candideces. Denunció al blog por piratear su material, y, por más que trató de ser discreto, la historia salió en los medios. A Cristian le quitaron el título, aparecieron los videos de Juan y Daniel, y la prensa volvió a recordar el pasado porno de Rodrigo desde la novela con Saurus hasta ese momento.

Su denuncia procedió y el blog se vio obligado judicialmente a borrar las fotos. Cristian no volvió a dirigirle la palabra.

El padre de Rodrigo, quien había entrado en contacto con él después de ocho años, pospuso su regreso a Piura por tiempo indefinido.

Rodrigo se hizo más ermitaño aún. De hecho, prefirió encerrarse en la casa d playa en Colán.

Tras pensarlo mucho y detenidamente, regresó donde Carlos.

-            ¿sabes qué? Este es el último año de La Agencia. Ya me cansó esta huevada.

-            Rodrigo, hay alguien que te ha estado buscando.

-           No quiero ver a nadie…

-           Sí querrás verlo.

Sonó el timbre del departamento. Carlos, a pesar de la negativa de Rodrigo, fue a abrir.

-           ¡¡Te dije que no quiero ver a nadie, huevón!!

Cuando iba a desaparecer de la sala, un rostro afable lo detuvo. Rodrigo frenó en seco.

-           Hola Rodri.

Era Lugo.

 

(CONTINUARÁ)

 

© 2016 Hunks of Piura entertaiment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres, lugares o situaciones es pura coincidencia.

sábado, 7 de mayo de 2016

La Agencia (21)

Por Hunk01

 

Rodrigo se lamentaba una y otra vez haber aceptado la idea de Josías, quien estaba sentado enfrente suyo con la cabeza gacha mientras Carlos revisaba los contratos de trabajo una y otra vez, y luego revisaba los resultados de los tamizajes desde que el chico fue aceptado en La agencia. Rodrigo lo había conocido año y medio atrás en una fiesta. Josías era un estudiante de enfermería que se prostituía para pagarse sus cclases y su gimnasio porque sus padres no vivían con él. Medio año después, Rodrigo y Josías grabaron su primera escena juntos y ese fue su inicio, que se repitió en otras cinco producciones hasta el video en Mec-Non. Carlos al fin terminó de revisar todos los documentos.

-          Josías, La Agencia obliga a todos sus actores a usar condón hasta que tú le pediste a Rodrigo a hacer escenas sin condón. ¿Sabías que el estudio nos rechazó esas escenas porque hay una ley en California que impide hacer porno sin condón? ¿Sabes que la empresa asumió riesgos económicos? Si se empieza a regar que tienes VIH, nos van a penalizar, y no es una multita, sino cientos de miles de dólares.

-           Yo no sabía.

Rodrigo reaccionó al fin.

-           Josías, tú estudiaste enfermería. Tú sabías el riesgo de cachar sin jebe. No entiendo cómo todos tus tamizajes dan negativo, te largas a Brasil y sales positivo. ¿Sabes qué significa? Que estabas haciendo ventana y tuviste sexo sin condón cuando ya estabas trabajando aquí. Tú fuiste el de las escenas sin condón. ¿Con quién lo hiciste?

-           No… lo recuerdo.

-           ¡No me jodas, huevón! ¿Sabes qué me tiene mal ahora? Los tres huevones con quienes hiciste las escenas. ¡Ya los contagiaste!

Carlos trató de calmar la situación.

-           Josías, lo mejor será que regreses a casa por ahora, pero estaremos en contacto mientras decidimos qué hacer. Mi sugerencia, por ahora, es que ya no trabajes para La Agencia haciendo porno.

-           Pero tengo un contrato.

-           Se te seguirá pagando, pero ya no más escenas contigo. Lo siento.

Rodrigo no dijo nada. Josías se fue de la oficina.

-           Rodrigo, tenemos que actuar rápido y seguro. Lo primero es evitar que se sepa lo de Josías.

-           No podemos. No sé ni para qué productora fue a trabajar. Lo que me jode es que si avisan a Los Angeles, ya fuimos. Mas bien, ¿cómo hacemos con los dos chicos en Chulucanas y el otro actor?

-           No esperes a que se enteren. Habla con ellos. Solo así nos evitamos una denuncia.

-           ¿Denuncia?

-           Los tres se contagiaron mientras fueron tus empleados.

-           Pero la negligencia no fue mía.

-           Pero recuerda que ellos trabajan con sus cuerpos. Esa es su herramienta de trabajo, y ya no podrá serlo más.

-           Si se protegen, pueden seguir grabando.

-           Yo no correría ese riesgo, Rodrigo.

Dos semanas después, Rodrigo y Carlos reunieron a los tres afectados para que Josías les dé la mala noticia. Uno de ellos casi agrede al muchacho, pero Rodrigo tuvo que aguantarse el puñetazo. Se les ofreció seguir trabajando en la empresa, pero ya no ante cámara o en puestos que implicaran contacto con el público. Rodrigo no quería discriminarlos pero tampoco quería poner en riesgo todo su negocio, aunque un día le confió a Carlos que eso lo estaba desanimando de seguir en la industria para adultos.

-           El resort está funcionando, tienes películas hasta el fin de año, las tres propiedades se han disparado de precio. Tienes para vivir.

-           Me gustaría invertir en otro rubro. Dicen que la inmobiliaria está creciendo. Puedo asociarme en un proyecto o construir algo.

-           Pero nunca terminaste tu carrera.

-           Yo no. Pero Lugo sí. Voy a buscarlo.

Rodrigo empleó los siguientes días en localizar a su ex compañero de modelaje y fue en la agencia para la que él trabajó donde inició la pesqquisa. Negativo. Amigos en común. Negativo. Alguien le contó que Lugo ya no estaba por Piura.  Le mandó varios correos electrónicos. Negativo. entonces, Rodrigo desistió.

El muchacho decidió concentrarse en su resort y planeó la fiesta de fin de año con una gran orgía. “Con condón y lubricante gratis” decía el aviso en Internet. Para Navidad  de ese año había recuperado sus primeros cien mil dólares pero la noticia no fue tan alegre porque confirmó que los tres chicos con quienes Josías hizo bareback estaban infectados. Aún así, Rodrigo participó de la orgía con la que se recibió el amanecer del nuevo año, aunque tuvo que recurrir a una vieja conocida suya: la marihuana. Solo así consiguió disfrutar del momento. Igual, todo ese día no durmió hasta la noche. La mañana del segundo día del año lo recibió en su cuarto del resort. Andrés y Carlos estaban con él en la cama, desnudos. Andrés se le acercó a la cara y lo besó en la boca.

-           Tu primo es tan vergón como tú.

-           Creo que en seis años te he vuelto gay de tanto andar conmigo.

-           No, Rodri. Ya me vacilaba esto, sino que me reprimía.

Carlos abrazó a Andrés y comenzó otra vez a sobarle su pinga dura entre la raja del culo. Andrés se proyectó.

-           Tranquilo, Andresito. Solo me quiero pajear. No te la meteré.

Rodrigo se rió, y juntó su pecho y su verga a la de su amigo el chofer. Entonces entendió que era la continuación del trío iniciado tras la borrachera de la noche anterior.

A finales de ese enero, los tres muchachos contagiados por Josías denunciaron penalmente a Rodrigo por exponer su salud ante el VIH.

 

(CONTINUARÁ)

 

© 2016 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres, lugares o situaciones es pura coincidencia.

sábado, 30 de abril de 2016

La Agencia (20)

Por Hunk01

 

La película grabada en el campo comenzó a distribuirse dos meses después de que fuera terminada, pero la escena bareback de Josías no fue incluída. Para recuperar la inversión, Rodrigo decidió venderla a un sitio web porno gay y ofrecerla mediante pago-por-ver. Sobre las ganancias proyectadas de la película completa, decidió invertir unos 20 mil dólares en comprar y habilitar un fundo cerca de Chulucanas para tenerlo como otra propiedad de respaldo (junto a la casa de playa y los estudios Matalaché), usarlo como otro estudio de grabación y como un resort ecológico. Ahora ya podía lucir su nombre en todos los títulos.

Acababa de almorzar con Carlos en el departamento.

-          ¿Sabes cuál sería mi siguiente inversión, primo? ¡Comprar este edificio!

-           ¿en serio, Rodrigo? Vas a tener que trabajar duro otros cinco años más o un poco más. Son cuatro pisos, ocho departamentos más la cochera.

-           No dije que lo haré de aquí. Es algo a largo plazo. Quizás departamento por departamento.

Rodrigo notó que la mujer de Carlos y sus sobrinos no estaban allí. Siempre que llegaba a visitarlos, casi no le hablaba aunque lo miraba y admiraba de hurtadillas.

-           Rodrigho, Escuché que tu papá quiere regresar a Piura…

-           Si quiere su casa de vuelta, normal. No tengo problemas en que me la alquile, me la compre o la ocupe. Ya te dije que si compré Matalaché fue para evitar que el esfuerzo de mi familia caiga en otras manos.

-           Primo, ¿te pasa algo? Hace rato te  noté mirando hacia el pasillo.

Rodrigo no pudo más con su curiosidad.

-           ¿Por qué no está tu mujer, Carlos?

-           La reconchasumadre de Bere me mandó un mensaje preguntando cuándo cachábamos de nuevo… y mi mujer lo descubrió. Ahora quiere divorciarse de mí.

-           ¿Cuándo pasó eso?

-           La semana pasada.

-           ¿Por qué no me contaste nada?

Carlos quiso llorar, por lo que  Rodrigo se quedó toda esa tarde y noche con él.

XXX

Una semana después, Rodrigo convocó un casting para grabar una película en el fundo cerca de Chulucanas. Había pensado en talento moreno, de buen cuerpo, con todo el aire afromestizo de la zona. Acababa de colocar un tronco con una curiosa saliente al medio que semejaba un pene erecto. Llamó Mec-Non al lugar, en honor a un dios tallán. El talento no tardó en llegar: chicos de recio cuerpo, culo parado y redondo, buenas piernas, pingas grandes, lampiños, músculos en volumen. De los veinte que se presentaron se quedó con una docena.

Estaba arreglando todo para el inicio de las grabaciones cuando apareció Josías.

-          Quiero participar en tu película, Rodrigo.

-           Pero no quiero blanquiñosos; prefiero esta gente del campo.

-           Pero puedo hacer como que llego a visitar y cacho con todos ellos.

Rodrigo lo pensó. Le pareció una buena idea. Lo aceptó.

-           Prepárate que comenzamos en dos días.

-           Esteee… Rodrigo… ¿y si incluyes escenas a pelo?

Rodrigo volvió a pensarlo. Este proyecto ya no era del estudio en estados Unidos, sino su video promocional para lo que sería el futuro resort. Aceptó.

-           Pero, asegúrate que nadie tenga VIH.

Josías sonrió y asintió. Dos días después, cuando se acababa de grabar la segunda escena, el actor seleccionó a cuatro de los talentos improvisados con quienes haría el bareback y les propuso la idea. Dos aceptaron y se fueron con él a tamizarse. Como la grabación duró cuatro días, se agregó un quinto para las tres escenas de Josías: dos dúos y un trío. Rodrigo archivó los papeles de los tamizajes sin mayor cuidado, y regresó a Piura para revisar las  casi 30 horas de video. En ellas, los chicos de Chulucanas lucían chupando verga, lamiendo el culo, dejándose meterla por el culo, por ahí haciendo un 69, y hubo uno que se animó a recibir dos pingas al mismo tiempo. “Nada que hacer”, se decía Rodrigo, “la sensualidad innata vende más”.

El primer video íntegramente creado, producido y editado bajo el sello de La Agencia, estuvo listo y empaquetado en tres semanas más. Sin embargo, la distribución se encargó a Los Angeles, que no objetó el bareback.

Dos meses después, y a causa de este video, Josías fue a Brasil a grabar otro para un estudio en Río de Janeiro. Primero aprendería portugués,luego estaría en Sem Camisinha, que  era el nombre tentativo; mientras, Rodrigo seguía organizando lo necesario para lanzar el primer resort gay privado de Piura.

Por esos días, la esposa de Carlos presentó la demanda de divorcio pidiendo quedarse con el departamento más una jugosa pensión. Lo del departamento fue un escollo para la mujer porque el contrato de alquiler seguía a nombre de… Rodrigo. De lo otro, Carlos no se pudo escapar; pero la asesoría legal a La Agencia le dejaba buenos ingresos. Aunque la que salió perdiendo fue Berenice, pues el abogado la evadía y humillaba cada vez que se la encontraba. Por último, tras una noche de borrachera, terminó culeando con ella y fue el acabose.

-           Carlitos, amorcito, ahora que te dejaron, podremos ser felices, ¿no?

-           ¿Feliz yo con una puta de mierda como tú? Chúpame el huevo, zorra de mierda.

Berenice le dio una bofetada y se fue de ahí en medio de la madrugada.

A la tarde siguiente, Rodrigo no quiso dejar solo a su primo y le propuso vivir con él en Matalaché.

-           No, Rodrigo. Si tu viejo quiere regresar, tendrías que dejarle la casa.

-           Entonces, compartamos el depa, huevón. ¿Qué haces ahí solito, emborrachándote?

-           ¿Pero qué? ¿Durmiendo en la misma cama? No soy gay, tú lo sabes, jajajajaja.

Mientras ambos se carcajeaban llegó Andrés, el chofer, muy afectado. Berenice había sido hallada muerta en su cuarto, aparentemente por suicidio.

XXX

Un mes después de eso, el resort Mec-Non se inauguró discretamente recibiendo a sus tres primeras parejas que gozaron de un fin de semana al desnudo, con Rodrigo como anfitrión. La gente que fue era de billete, y muchos de los chicos del video eran los botones (vestidos con diminutos y ceñidos shorts), personal de servicio o mozos… todos prestando servicios sexuales. El menor tenía 20 años y el mayor tenía 28. de hecho, la actividad de despedida fue una orgía en la que también participó Rodrigo. Notó que uno de sus muchachos no se hizo problemas en meterle la verga a pelo a uno de los huéspedes, que se caía de borracho. Le llamó la atención después y le exigió usar condón, como él.

Al segundo fin de semana, apareció Josías. Rodrigo lo recibió alegre hasta que notó un gesto extraño en su cara. Fueron a hablar aparte.

-          ¿Te fue mal en Brasil?

Josías comenzó a llorar.

-           Me contagié.

-           ¿Qué, Josías?

-           Tengo VIH.

 

(CONTINUARÁ)

 

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sábado, 23 de abril de 2016

La Agencia (19)

Por Hunk01

 

Cuando Rodrigo cumplió 27 años tenía algo más de cien mil dólares ahorrados. No había visto esa cantidad desde que recibió la compensación por las imágenes filtradas de la novela, la que ya era un tema olvidado. Ahora al joven se le etiquetaba como el empresario junior de la pornografía peruana. Dentro de los estudios Matalaché, habían desfilado casi 200 chicos y unas 350 chicas venidos de todas partes buscando hacer dinero rápido en películas para adultos de todos los géneros. Aún así, habían cuatro o cinco nombres que eran recurrentes.

Raúl ya no estaba con él. Al segundo año de trabajo de La Agencia, el actor decidió regresar a Miami para atender a su hija. Andrés seguía siendo su chofer personal y Carlos su abogado personal.

-          Primo, el contrato con los brasileños. Revisado y saneado. ¿en serio vas a posar calato para esa revista?

-           Sí. El modelaje es como el idioma. Si no lo practicas, mueres.

-           Y pensar que te parecía una mariconada. ¡Ahora hasta cachas con patas!

Rodrigo rió en silencio.

-           No quería aceptar que tengo un mariconcito dentro. Y me enorgullezco de ello.

-           Oye… ¿y la Bere? ¿Va a filmar otra pela contigo?

Berenice era una linda chica sureña de 20 años que había destacado en las más recientes producciones, para ese entonces, y se entendía bien con Carlos.

-           Ten cuidado con esa huevona, Carlos. Busca plata.

-           ¡Pero yo no siento nada por ella! Es… atractiva… ¡por… qué? ¿Se te lanzó?

-           Sí, sabiendo que soy bisexual, y ella detesta a los gays. Quiere plata. Ten cuidado.

Rodrigo le guiñó el ojo a Carlos; pero la advertencia fue en balde. Mientras Rodrigo posaba desnudo en Sao Paulo, Carlos frecuentaba a Berenice más seguido, al punto que se la llevó a la casa de playa en La esmeralda. Allí ambos vivieron su película porno propia: la chica no paraba de mamarle su no tan corta verga, él le besó hasta las puntas del cabello, culearon como locos hasta cinco veces por adelante y por atrás, y Carlos experimentó qué se siente recibir caricias linguales en pleno ano. Al regresar a su departamento, Carlos procuraba ser el esposo modelo y el padre modelo de una niña de cinco años y un niño de dos. Ahora Carlos enfrentaba un nuevo fantasma: enamorarse de la actriz porno más descollante de La Agencia.

Cuando Rodrigo regresó de Brasil, se preparó para participar en una nueva producción para mercado europeo. Viajó hasta un paraje perdido en la frontera con el ecuador, donde lo esperaba el equipo de producción que estaba grabando escenas de sexo en medio de los ceibales.

Josías era un chico de 20 años, quien destacaba por su físico perfecto y esa rara combinación de un culo como burbuja y una verga de 20 centímetros. La escena era más de lo mismo: Rodrigo se perdería en el monte, se encontraría a Josías quien le señalaría el camino, luego de cobrarle peaje, o sea, chupar la verga, dejarse chupar el culo, y luego dejarse meter la verga hasta eyacular sobre sus gloriosas nalgas.

La escena salió perfecta. Cuando terminaron de grabar, Josías se le acercó en plan amistoso.

-           Rodri, ¿cierto que se está pagando más por escenas a pelo?

Rodrigo se quedó pasmado.

-           Sí, pero yo no las hago.

-           ¿Las has prohibido o qué?

-           No. Nunca se me ocurrió hacerlas, pero yo, en lo personal, no las haría ni cagando.

-           ¿Por qué?

-           Por el VIH.

-           Pero eso si el otro chico está enfermo. Mira, yo estuve conversando con otro chico y está dispuesto a hacer una escena sin condón conmigo. Está sano.

-           ¿Y cómo lo sabes?

-           Lo sé. ¿Qué dices? ¿Puedo hacerlo?

-           Déjame consultar.

Cuando Rodrigo expuso el tema al estudio, no halló inconveniente, excepto que tomara todas las precauciones. Mandó a los dos actores a tamizarse contra VIH y salieron negativos. Entonces, autorizó la escena.

Estaba subiendo a su oficina, cuando en uno de los cuartos oyó los gemidos de Berenice. Fue a la pizarra para ver la planificación y notó que para ese día no estaba programada de grabar. Le pareció raro. Fue buscando a Carlos para comentarle una idea que se le ocurrió en el campo, pero no lo halló en el primer piso. “Juraría haberlo visto aquí”, se repetía. Volvió a subir. Apenas había llegado al segundo piso, cuando la habitación desde la que salían los gemidos se abrió. Efectivamente era Berenice, y detrás… Carlos.

Al ver a Rodrigo, los dos amantes quedaron petrificados del susto.

Un mes después, la casa de playa y los estudios Matalaché pasaban a ser formalmente propiedades de Rodrigo.

 

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sábado, 16 de abril de 2016

La Agencia (18)

Por Hunk01

 

El sol ocultándose en el mar de Piura siempre ha sido una toma idílica. Si en primer plano le pones a un hombre y una mujer cachando entre las rocas, tienes un cuadro excitantemente bello. Ni siquiera la eyaculación del varón es el acto final, sino el último cachito del astro rey perdiéndose en el horizonte tatuado en rojo… como el vals.

-          ¡Corten!

Rodrigo esperaba recostado en el taxi de Andrés mientras terminaban de grabar el crepúsculo. Junto a él, había un camarógrafo que fungía como director, una modelo, Raúl y dos vigilantes, además del segundo taxi.

Raúl entró al taxi y se sentó junto a Rodrigo.

-           ¿Cómo convenciste a ese estudio que tú podías hacerlo todo acá?

-           La cuarta o quinta parte de los costos que les saldría allá, piel latina y hermosas locaciones naturales.

Los dos taxis se fueron de regreso a la casa de playa que Rodrigo alquilaba a través de Carlos. Era un chalet sencillo al sur de La esmeralda, que por esos días, sirvió como oficina y alojamiento.

-           ¿Y cuándo te mudarás a la casa en Piura?

-           Primero quiero que me paguen por esta película. Me endeudaré y comenzaré con la otra casa; pero pienso vivir aquí.

-           Gracias por pensar en mí para este proyecto.

Rodrigo sonrió a Raúl, y aprovechando la oscuridad de la playa, lo besó en la boca.

-           Ya verás, Raúl. La Agencia EIRL llegará a ser una gran corporación.

-           ¿Soy parte de tu proyecto, Rodrigo?

El joven volvió a besar a su colega y amigo, le tomó la mano, lo llevó a su cuarto, le quitó la bermuda, se quitó el boxer, se acostaron en la cama y comenzaron a hacer el amor tiernamente. Era difícil determinar quién era el activo o el pasivo, porque ambos alternaron roles, ambos eyacularon solo una vez. Solo una vez porque al día siguiente esperaban otro par de modelos con quienes irían a otros sitios descampados a filmar el resto de las doce escenas que tenía la producción, la que, cuando terminó de editarse en Los Angeles, sumaba casi dos horas de duración. Coastal Latin Lovers comenzó a distribuirse casi de inmediato con la promesa de una historia con escenas hétero, bi y gay.

Rodrigo pudo ocupar su antigua casa  paterna al fin. En realidad es un caserón de 800 metros cuadrados a las afueras de Piura, donde se supone que quedó la casa hacienda descrita en Matalaché. Así le puso el padre de Rodrigo, y así la conservó él.

Antes de emplearla como oficinas y estudio, habilitó el amplio jardín para la boda de Carlos. La familia de Rodrigo no asistió. Sin embargo, algunos invitados criticaron al novio que Rodrigo estuviera entre ellos. ¡Qué situación embarazosa para Carlos por no poder decirles quién era el dueño en verdad… ni siquiera a su novia, ahora su esposa!

Rodrigo soportó estóicamente las miradas que lo condenaban, las murmuraciones que lo juzgaban, y alguna mirada que lo deseaba.

Dos días después de la fiesta, comenzó a adecuar todo. Comenzó a grabar una segunda película, y al mes siguiente otra, y al mes siguiente otras dos, y así…

Ese primer año los estudios Matalaché de La Agencia permitieron grabar casi veinte películas que rápidamente se dispersaron por todo el mundo. En ese tiempo, Raúl y Rodrigo no solo llegaron a ser productores ejecutivos sino amantes exclusivos, aunque eso no descartaba que cada uno viajara por su lado a grabar otras escenas en otras partes del continente.

Al término de ese año, ambos regresaron a Huancabamba donde Mateo, para pagarle a la laguna. Tras la mesada al desnudo, la caminata, el baño y el trío sin penetración, esta vez se incorporó algo nuevo al rito: echar al agua los pañuelos rojos que más de un año atrás recibieron el semen de los tres, y cambiarlos por pañuelos verdes donde los tres eyacularon.

-           ¿Por qué la diferencia de colores, Mateo?

Raúl carraspeó.

-           Tranquilo, joven Raúl. No es un secreto, joven Rodrigo. El color rojo es para pedir amor. El verde es para la prosperidad.

-           ¿Amor dijiste?

-           Sí, joven Rodrigo.

Mateo se levantó de la cama, se vistió y se fue. Rodrigo se quedó mirando cómo la luz del día se colaba por las rendijas del cuarto. Raúl estaba a su costado, nervioso, expectante.

-           Raúl, ¿estás enamorado de mí?

Hubo unos segundos de silencio.

-           Oye, Rodrigo, el hecho que tengamos buen sexo no significa que te ame.

-           Yo no pregunté eso.

-           Pues ya te respondí: no.

-           Espero que así sea, porque tampoco estoy enamorado de ti… ni siquiera estoy enamorado plenamente de mí.

Raúl halló el comodín perfecto.

-           A-a eso se refería Mateo… a-al amor propio.

Rodrigo se levantó y se vistió.

-           A pesar de todo lo que aprendí todos estos meses, aún no me quito una cosa de mi cabeza, Raúl, y es que cuando la gente me mira, siento que se enamoran de mi cara, de mi cuerpo, de mi pinga, mi culo o mi billetera; pero no siento que nadie se enamore de mí.

-           Es algo que tendrás que trabajar, Rodrigo.

-           Sí. Pero primero me debo enamorar de mí.

Rodrigo salió del cuarto. Raúl se quedó desnudo sobre la cama, increpándose por qué no fue valiente para reconocer que aquello de acompañar a Rodrigo como asesor y socio de La Agencia no fue más que un pretexto para estar cerca de él.

El mismo consejo que le dio hhacía más de un año a Rodrigo ahora le retumbaba en la cabeza: si quieres ganar, debes dejarte vencer.

 

(CONTINUARÁ)

 

© 2016  Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres, lugares o situaciones es pura coincidencia.

sábado, 9 de abril de 2016

La Agencia (17)

Por Hunk01

 

Tres meses después de ese viaje a Lima, Rodrigo viajó a Miami para asistir a la presentación de la novela. Al mismo tiempo, la sesión de fotos que Raúl hizo desnudo, erecto, masturbándose y eyaculando salió en una revista gay. Fueron casi 30 fotos seguidas de las que hizo Rodrigo, vestido en traje de cowboy, el que se fue quitando de apocos conforme se pasaba las páginas: camisa desabotonada, camisa abierta, sin camisa, quitándose el cinturón, desabrochándose el estrecho jean, bajándoselo, jugando con su cuerda en ropa interior suelta, bajándose la ropa interior, sin ropa interior pero cubriéndose con el sombrero, mostrando el culo, de frente y sin cubrirse con el sombrero, comenzándose a masturbar, excitado, disparando su semen sobre su abdomen de tabla de lavar.

La reunión se hizo en un hotel discreto en Miami Beach, donde Rodrigo fue el centro de atención. Durante la fiesta, se prostituyó con dos mujeres al mismo tiempo y un varón; por eso, casi ni se le vio en la celebración. Cuando terminaba de atender a su último cliente, y mientras se quitaba el condón, recibió una oferta inesperada: hacer un par de escenas porno straight. Se lo contó a Raúl.

-          Si te sientes cómodo con la escena y la oferta, hazlo. Pero si tienes dudas, piénsalo bien.

-           ¿Qué es lo peor que podría pasarme?

-           Bueno, famoso ya eres. En todo caso, que la actriz tenga alguna infección en su vagina o hasta VIH y te lo contagie.

-           Puta. Mi primera escena en la novela fue metérsela a pelo a la vedette.

-           Hazte la prueba. No es complicado. Si quieres te acompaño mañana a una clínica  en Key Biscayne donde tengo un médico de confianza.

Era la primera vez que Rodrigo se practicaba un ELISA. Las palabras del médico, si bien despejaron sus temores, no redujeron su inquietud. Raúl se lo llevó a comer (aunque Rodrigo ni probó bocado), y cuando regresaron… el resultado fue negativo: estaba sano.

Tres días después, viajó hasta Fort Lauderdale donde estaba la locación para sus escenas. La primera la hizo con una chica flaca y rubia que todo el tiempo gritaba “fuc me, fuck me”. A pedido de Rodrigo, se usó condón. Le pagaron menos, pero se sintió más seguro. La segunda escena fue… ¡con su amiga, la vedette! Casi no podían grabar porque se la pasaron riendo a carcajadas por las bromas de la experimentada mujer. Debido a que la mayor parte del equipo no hablaba castellano, ella decía cosas chistosísimas, mientras abría las piernas, que solo eran celebradas por su compañero de escena y algún técnico.

En el mes que Rodrigo se quedó en estados Unidos, visitó también Los Angeles, Boston y Nueva York. En todos los sitios tuvo uno o dos clientes que lo buscaron para prostituírlo y en Hollywood hizo una escena porno straight y otra gay, lo que le permitió tener un contrato por todo ese año para trabajar en un estudio que acababa de lanzarse. Su nombre straigt era Ultimate Juan, y el gay era Latin Jean.

Cuando la novela ya estaba al aire, mejor dicho disponible en el cable y sin censura, regresó al Perú. Tenía dos maletas de más respecto a la única que llevó de viaje. Al abandonar la salida internacional del Jorge Chávez, sintió que algunas miradas se clavaban sobre él. Se puso sus lentes oscuros (a pesar del cielo gris limeño) y salió a buscar un taxi. Al llegar al hotel, tomó una larga ducha y se acostó desnudo mirando al techo para ordenar su vida. No perdió mucho tiempo y fue a un banco a depositar el dinero extra que había traído gracias a la prostitución y la pornografía. Se prometió no cometer el mismo error de unos meses antes. Comenzaría a ahorrar.

Dos días después aterrizaba en Piura. Uno de los controladores de la línea aérea se lo quedó mirando con lascivia. Rodrigo le sonrió y siguió su camino. Obvió a los taxistas y se fue de frente al encuentro de su primo Carlos, a quien había encargado su departamento.

-           ¿Cómo quedó Piura?

-           Piura bien. Cuando se enteren que regresaste, será la jarana completa.

-           ¿A qué te refieres?

-           Hace como cuatro o cinco noches, unas tías fueron a rezar el rosario frente al edificio. Pensé que era una novena o esas huevadas, y no. Estaban rezando contra la perdición de la juventud piurana.

-           Jajaja. No me digas que soy el antihéroe de turno.

-           Opacaste a un alto gerente municipal que está acusado de malversación de fondos.

-           Somos una sociedad bien mierda, Carlos: apedreamos al que se calatea, absolvemos al que se cubre.

Al llegar a la puerta del edificio encontraron varias estampitas de san Judas Tadeo y María Auxiliadora regadas en el suelo. Rodrigo sonrió y subió.

-          La señora que meses antes gritó cuando Rodrigo salió desnudo tras Lugo lo vio y se persignó. Rodrigo no pudo guardarse una sonora carcajada. “Satanás ahbita aquí”, se oyó a lo lejos.

Rodrigo puso las cosas sobre su querida cama. En ese instante, tocaron el timbre de su departamento. Era el casero.

-           Joven, qué tal. Mire, hace unos días vino una pareja de esposos y están buscando departamento. Me ofrecieron una buena cantidad, y me preguntaba si… ahora que usted es famoso… si va a seguir ocupando este departamento.

-           ¿Me está desalojando? Mi contrato vence en cuatro meses aún.

-           Ehhh… no, no… es que…

-           ¿Cuánto le ofrecieron de más? Puedo pagárselo.

-           No, no… no es eso… es que…

-           ¿es que no quieren como vecino a un actor porno? ¿es eso?

-           No, joven… mire, no es por mí, pero los vecinos me dijeron….

-           Entiendo. Mire, déjeme organizar mis cosas y conversamos bien.

-          Cuando Rodrigo cerró la puerta, se fue a sentar tranquilamente en su sofá. Carlos, quien vio toda la escena, le palmeó el masivo bíceps.

-           Lo siento, primo.

-           No. No lo sientas. Me dejaré derrotar para poder vencer.

-           ¿Qué dices?

-           Dejaré el depa. ¿Sabes si algún empresario en quiebra está vendiendo su casa de playa?

-           Pues… tu viejo.

Rodrigo miró extrañado a Carlos.

-           Por favor, averigua a cuánto la vende. Esa casa estará más segura en mis manos que en las de un extraño.

-           Pero tu viejo no te quiere ver. Es más, después de la novela y esas fotos, ya ni sale a la calle. Dice que se irá a Lima.

Rodrigo respiró profundamente y se quedó en silencio largos minutos reflexionando lo que iba a decir y hacer. Tomó su celular y llamó.

-           It is about my contract. I’m wondering if you would be interested in producing the videos here in Peru. I can get a place.

Rodrigo colgó. Carlos ahora era quien miraba extrañado.

-           ¿Qué vas a hacer?

-           ¿es complicado crear una empresa?

-           No mucho; solo necesitas dinero y papeles y…

-           Porfa, necesito armar una empresa que le alquile la casa a mi viejo, con opción a comprarla. Aparte quiero para mí la casa de playa.

-           Rodrigo, pero es una inversión fuerte.

-           Los gringos tienen plata.

-           Pero, ¿y tu viejo?

-           Serás mi testaferro. No me mires así: todo será legal. ¡Quiero que todo sea legal!

-           Bueno, Rodrigo… siendo así… OK… entiendo… Creo…

Rodrigo se levantó y abrazó fuerte a su primo Carlos.

-           He cambiado. Ahora sé cómo orientar mi ambición.

-           Oye, con todo esto, olvidé decirte que me casaré en dos meses.

-           ¿Por qué tan pronto?

-           La cojuda no se cuidó.

-           Los dos cojudos no se cuidaron, je. Ya tengo tu regalo de bodas, entonces.

-           Ay, Rodrigo. Mientras no sea una curvilínea saliendo calata de un pastel…

-           No. Mejor que eso. ¡Mucho mejor que eso! ¡Este departamento!

 

(continuará)

 

© 2016 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres, lugares y situaciones es pura coincidencia.