jueves, 23 de enero de 2014

Crónicas de un moderno (11)

ACONSEJAMOS DISCRESIÓN DEL LECTOR: Algunas escenas que presentamos a continuación son inapropiadas.

 

Si este archivo adjunto contiene imágenes, no se mostrarán.  Descargar el archivo adjunto original

TRACK #11: UN DESCONOCIDO

 

Mis días avanzaban en la academia. Cada tarde después que salía de asesoramientos, había momentos en los cuales ingresaba a esas cabinas, otros días prefería caminar y raramente ir directamente a casa.

Un día miércoles, después de haber tenido una fuerte discusión con mis padres, por muchos motivos, salí a clase de asesoramiento, mientras iba en el carro, pensaba sobre muchas cosas y me contenía las ganas inmensas que tenía de llorar. Ante aquella situación, una vez más volvía a recordar a Carlos, lo extrañaba más y más, y quería tenerlo fuertemente para abrazarlo, me sentía pésimo, decidí no entrar a clases y me fui a la biblioteca.

Me la pasé allí desde las 4:00 pm hasta las 7:00 pm, todo ese tiempo mi pensamiento fue Carlos, recuerdo que esa vez si lloré por muchas cosas y le pedía a dios que me devuelva a Carlos y sino al menos me mandase a alguien que me comprenda y ayude a subir mi autoestima.

Salí de la biblioteca y comencé a caminar por la Av. Los cocos, llegué hasta la Av. Huánuco, donde estaban esas cabinas, aquella ocasión las miré y pasé de largo, continué  hasta llegar al malecón del río Piura, aquel que está cerca al puente Sánchez cerro, por ahí no pasa mucha gente, y los carros de vez en cuando transitan por aquella pista. El viento soplaba fuerte y se llevaba las lágrimas que aún se encontraban en mis ojos. Miraba el agua correr y poco a poco empezaba a calmarme.

Seguía muy concentrado mirando el agua, hasta que vi que la silueta de un hombre más o menos de mi tamaño y un poco más grueso que yo, se había posicionado justo a mi costado. Me dio un poco de temor, lo miré de reojo para ver si era alguien que podía ser peligroso y pues alcancé a ver que era también un estudiante.

Después de unos minutos de haber permanecido junto a mí, me miró también de reojo y me dijo:

  • ¿Qué hace un bebé como tú por acá?

Nada más lo miré y no le presté atención, me reventaba que un tipo desconocido me llame como se le daba la gana.

  • Ey, no seas descortés, al menos respóndeme- me volvió a decir
  • ¿Me hablas a mí?- le dije
  • Si, pues ¿a quién más?, al río seguro
  • Mmmm puede ser, yo hablo con el río, ¿sabías?, él se encarga de llevarse mis penas.

Me miró, se sonrió y se acercó un poco más a mí, y me dijo

  • No cabe duda que eres un niño, pero me da gusto tu forma de pensar, ya pues dime ¿Qué haces por acá?
  • Mmmm, nada que tenga importancia, cosas personales nada más- le contesté.
  • Creo que me tienes miedo ¿Verdad?, bueno, mucho gusto me llamo Darwin.
  • A ok
  • No sé si eres descortés, mal educado, no te han enseñado modales, o eres sobrado, merezco que también me digas cómo te llamas, ¿no crees?

Me reí, lo miré y bajé a sentarme por las veredas que hay allí. Él se quedó parado, de verlo allí que no se movía nada, le dije.

  • ¿Puedes sentarte?, te estoy invitando, mira después no digas que soy sobrado o tanta huevada.

Se sonrió y bajó

  • Wuao, vaya a tu edad yo no hablaba así, deberían darte de manazos en la boca.
  • ¿Perdón?, mira hombrecillo desconocido, tú no eres quien para decirme que hacer o no hacer, ¿ok?
  • Espera no te exaltes- se sonrió- estás con un ánimo, ¿Qué te sucede?
  • Nada, sino que no estoy de buenas como para soportar a alguien más, basta con estar en mi casa.
  • Mmmm te entiendo, los problemas son parte de la vida, hay que…
  • Si vas a venir con sermones déjalo allí nomás- le interrumpí
  • Eres un niño aún, me da risa verte, te ves lindo.

Y terminando de decir eso, rápidamente, no sé  en qué momento pasó, pero este chico, me cogió y me besó. Me dio cólera, de un empujón lo quité de mí.

  • Oye pero que te pasa, ¿eres idiota o qué?

Él se sonrió y me dijo:

  • Tienes unos labios muy ricos, eres lindo
  • Mira si soy lindo o no, no me interesa- estaba muy enojado- eres un completo animal, no sé qué te pasó por la cabeza, como se te ocurre besarme, si alguien nos veía, me das cólera.

Él solo se sonreía y no decía nada.

  • Ya me di cuenta, creo que he estado hablando con un loco, me voy, chau

Me paré para irme, y Darwin me cogió  la mano, la sonrisa de hace pocos segundos había desaparecido, lo miré a los ojos, él también y con voz calmada me dijo:

  • Quédate, por favor, no te vayas, me gustaría conocerte…

 

 (CONTINUARÁ…)

 

© 2014 Hunks of Piura Entertainment. Los nombres fueron cambiados. Escribe a hunks.piura@gmail.com o comenta aquí. SIEMPRE PRACTICA SEXO SEGURO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario