ACONSEJAMOS DISCRESIÓN DEL LECTOR: Algunas escenas que presentamos a continuación son inapropiadas.
Por: N-Azz
Anselmo estaba en el baño de la casa, absorto, contemplando las fotos de sexo explícito gay, que le llamaron la atención el primer día que llegó a Alpha Male.
Tenía una toalla anudada a la cintura.
Al fondo, las tres duchas abiertas sonaban, por lo que no tuvo más remedio que esperar a que alguna se desocupara.
Se fijó en un rubio sentado sobre el miembro de otro chico cuyo rostro no se veía, en un sofá similar al usado por sus compañeros esa noche.
Sintió una nalgada, y regresó a su realidad.
“Cierto que’jtuve como ello’?” era Zulú que salía con el cuerpo húmedo, y una toalla en la cintura.
“Sí”, le respondió Anselmo sin perder contacto visual.
Se percató que el moreno tenía ojos caramelo, vivarachos, coquetos.
“¿Tengo cliente’?”
“Sí. Dos señores de la 7”.
Zulú levantó la mirada hacia las fotos. “Sí hay pa’caá’uno”.
“Me dijeron que pa’ los dos al mismo tiempo”.
Zulú se desató la toalla, y se agarró el depilado paquete. Lo miró, mientras lo agitaba. “Sí hay pa’lo’dój”.
Anselmo lo evadió para entrar a una ducha. Zulú lo retuvo con uno de sus grandes brazos. “Y si quiere’, pa’ti también. Dejaré mi puerta abierta ejta noche”.
Anselmo se quitó el brazo de encima y se fue a la puerta de la ducha. Abrió la cortina, y la llave. Estaba remojándose cuando sintió una presencia tras de sí. Se asustó.
Al abrir los ojos, Zack estaba junto a él, desnudo.
“¿Qué dijeron los de la 2?”
“Que era positivo”.
“¡¿En serio?!”, exclamó ahogadamente Zack, sin ocultar su satisfacción.
“Sí. Y si podías, que jalaras a Zulú”.
Zack se echó un poco para atrás. “Sí… lo haré… pero ¿seguro que dijeron que era positivo?”
“Sí”, recalcó Anselmo.
Zack lo tomó de ambas mejillas y lo besó. “Pídeme lo que gustes. A lo mejor algo de San Jerónimo”.
Sin quitarle la mirada, Anselmo: “Quiero regresar”.
Zack se echó para atrás de nuevo. Tragó saliva. “Claro… Lo resolveré… Comfía en mi”.
Entonces, dejó solo a Anselmo en la ducha, mientras en la contigua se escuchaba otra llave abierta.
Cuando Anselmo terminó, salió, y en la otra puerta, Max estaba desnudo buscando una toalla en el colgador externo. Se vieron. Se sonrieron.
“Esta semana trabajaremos más fuerte”.
“Ya pues”.
Max le dio la espalda a Anselmo, y comenzó a secarse las piernas quedándose en ángulo recto. De nuevo, dos nalgas grandes lo perturbaban. Prefirió salir a cambiarse.
De vuelta en la barra, Kike y don Martín luchaban por atender a todo el mundo. “Apúrate que nos tumban”, dijo el padrino.
Anselmo tomó su lugar, y en cinco minutos ayudó a dar orden al desorden
Al extremo de la barra, el chico delgado y rubio de la noche pasada, simpático como los modelos de las fotos del baño, se aproximó a Anselmo. “¡Dos chelas personales bien heladas, por favor!”. Le alcanzó un billete de 10.
Anselmo corrió a la congeladora, sacó las botellas, a la caja, sacó el cambio. En veinte segundos estaba de vuelta.
“¡Tome!”
“¡Gracias!... eres nuevo, ¿no?”
“Sí, soy Baco”.
“Yo soy Daniel”. Le dio la mano. “¿Bebes?”
“No, ahora no”.
“¡Descuida!” alcanzó la segunda botella a otro hombre algho obeso, que usaba un bigote raro, y gorra. Anselmo estaba junto a ellos, pensando en que pedirían algo más.
“Había dos patas de Hot Guy”, dijo el hombre gordo.
“¿Cómo sabes?”, reaccionó el rubio.
“Me pasaron la voz”.
“¿Qué querrían acá?”
“Seguro que a Zulú. Tiene porte, cuerpo y se maneja una huevadaza. Seguro que se lo llevan”.
“¿A dónde se lo llevan?”, intervino Anselmo.
El hombre obeso se volteó y sonrió. “Lejos. A ser estrella”.
(CONTINUARÁ…)
© 2012, 2014 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres o situaciones es pura coincidencia. Escribe a hunks.piura@gmail.com o comenta aquí. SIEMPRE PRACTICA SEXO SEGURO.
Texto producido con el Método Writting Fitness. Más información aquí.
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