ACONSEJAMOS DISCRESIÓN DEL LECTOR: Algunas escenas que presentamos a continuación son violentas.
Por: Nug Huyur
Capítulo IV: Haciendo amigos (Parte IV)
Osvaldo no puede creer lo que está pasando, el hombre que jura amarlo, hoy le pega. Y no solo eso, sino que los ojos de El Faite, transmiten odio. Un odio del cual no sabe nada Osvaldo.
- ¿Por qué me tratas así? – dice Osvaldo sosteniéndose la mejilla y cogiéndose el estómago.
- ¡Cómo carajo te digo las cosas!
El Faite avanza hacia Osvaldo, y este retrocede pero no logra escaparse de su verdugo. El Faite lo toma por el pelo. Y lo acerca a su rostro.
– Mira imbécil, ya te he dicho que a mí no me gusta que vengas a este sitio, ¡entiendes!, no me gusta, aquí vienen las perras, a regalarse a sus maridos, y tú solo eres mi perra, ¡entiendes! – y lo remece
Osvaldo no sabe que hacer; permanece mudo, El Faite se encoleriza más.
- ¡Entiendes, mierda! ¡entiendes! Responde o te voy a gomear peor
- Si, si, ¿Pero yo…..?
Pero antes de poder decir palabra alguna, recibe un manaso en la otra mejilla que lo hace caer al piso.
- Puta mare, a mí no me contradigas, no me gusta que me contradigan, ¡No! – y le da una patada al estómago, Osvaldo se retuerce de dolor, se arrodilla, lo vuelve a coger del pelo – escúchame bien, ¡Que me escuches maricón! - lo jalonea de los pelos - me vas a dar todo el dinero que traes, has entendido, ¿Para eso te tengo, verdad? Puto maricón de mierda, perra, me vas a dar toda la guita, y te vas a ir a tu jato, yo te veo por acá y te juro que te saco la conchetumare.
- Sí, sí, pero ya no me pegues, por favor, ya no – suplica Osvaldo entre lágrimas, tos, y sangre.
- Llora, llora como una niña, como lo que eres, puta marica.
Osvaldo no podía creer lo que estaba ocurriendo, se había metido con un psicópata, un choro, o Dios sabe con quién. El miedo le recorría el cuerpo, por primera vez después de mucho tiempo volvía a tener miedo, desde el colegio que no sentía tal sentimiento.
- Ahora párate, vas a sacar la puta cartera, y me vas a dar toda el villegas que traigas, apura y deja de llorar, que pareces una niña.
Osvaldo con las justas se logra sentar. El Faite sonriente, mira a su víctima. Osvaldo saca su billetera. Pero el rastrilleo de una pistola, y sentir el frio metal en su cráneo, hace que El Faite cambie de idea, y lo obligue a levantar las manos.
Continuará….
© 2014 Hunks of Piura Entertainment. Ésta es una obra de ficción: cuialquier parecido con nombres, lugares o situaciones es pura coincidencia. Escribe al autor a hunks.piura@gmail.com o comenta aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario