La gente que ha tratado de reconstruír la historia de Olorum también le atribuye el diseño de la bandera peruana bicolor, esto es, blanco y rojo, los mismos del Vodum.
La adición son cinco cruces negras, en conmemoración a la muerte de su
abuelo, Baba Kwame y sus cuatro generales, asesinados por el dueño de la
hacienda Maranga (Lima), Pedro Mondragón de Covarrubias.
Según la tradición Yoruba,
el rojo representa a su Orisha Shango y el blanco a Obátala. “Cuando Olorum
atacaba, la bandera era extendida”, convirtiéndose así en la primera
señal emancipadora de su tipo, al menos para la población afrodescendiente.
Sofocada la rebelión, la bandera fue llevada a Pisco, Ica, lugar
donde, según la Historia oficial, el Libertador José de San Martín la
creó, en 1820; aunque, tras la Declaración de Independencia, en 1821, sólo
consideró libre a la población afrodescendiente que naciera después del 28 de
julio de ese año.
ICK sugiere que san Martín recibió mucho apoyo por parte de los esclavos
pisqueños.
Su templo principal, en Pueblo Libre, Lima, tiene una réplica de la bandera
de Olorum, como símbolo de la libertad.
ICK aclara que estos datos fueron debidamente investigados y presentados en
2011 en el Museo Afroperuano, en
Ciudad de Lima.
Las profecías
Pisco también fue el fin de Olorum, pues, dejando la seguridad de Piura, regresó y fue capturado. A las autoridades españolas, con fuerte influencia católica, no le hizo ninguna gracia las reivindicaciones religiosas de Olorum, y mucho menos, su categoría de Orisha.
Tras un juicio, fue sentenciado a morir clavado a un árbol en forma de cruz,
pues se consideraba que era la mejor forma de acabar con la ‘superchería’ de
origen africano, pagano para la mentalidad colonial.
“La ejecución se hizo cerca de una playa en Pisco. Cuando Olorum
fue clavado en su cruz, anunció eventos terribles: uno fue la destrucción
de Lima colonial, que ocurrió en 1746”, relata el Reverendo Foster.
Olorum también predijo su propia resurrección en medio de un destructivo
terremoto que afectaría la comarca donde fue crucificado, y que, aparentemente,
ya ocurrió.
ICK asegura que, tras su muerte, el cuerpo de Olorum se mantuvo incorrupto.
Códigos secretos
Los Orishas siempre están rondando nuestro mundo físico: “Lo que ustedes han recogido en Chalacalá, es parte de sus manifestaciones sobrenaturales”, subraya Foster, en la sede de ICK, en Kingston.
La tradición llegó a Jamaica luego que varios de los seguidores de Olorum
fueran deportados. Ésta se conservó en el Patwa, idioma de origen
africano y de carácter sagrado, que es usado por esta Iglesia dentro de sus
ritos.
Los creyentes de la ICK tambié nos explicaron que es posible escuchar
ciertas palabras en Patwa en el folklore jamaiquino, como el reggae, su género musical
más conocido, y que este idioma es el que realmente utilizan en vez del inglés
británico, que aparece por todos lados como el oficial.
El Patwa es parte de la familia Bantú, y se habló en Etiopía, Nubia… e
Israel.
“Inclusive, eruditos han encontrado algunas expresiones Patwa en los
manuscritos antiguos de los Evangelios”, dice Foster, por lo que no descartan
que Jesucristo y sus Apóstoles conocieran ese idioma, o al menos en parte.
La tradición dice que Ellos hablaron arameo, mas Jerusalén,
su capital, era lo que en tiempos actuales llamamos una ciudad cosmopolita.
El Patwa ha permitido que el relato de Olorum se preserve, pues lo mantuvo
lejos de extirpadores de idolatrías y curiosos
¿Y por qué el espíritu del ‘esclavo furioso’, literalmente, arroja a la
gente al canal Daniel escobar?
“Ése es un tipo de castigo que Olorum aplicaba a los escépticos y
racistas que rechazaban creer en su resurrección y manifestación sobrenatural”,
dice el Reverendo Foster.
Pero, ¿qué hacer si se nos vuelve a cruzar en el camino? Este caso está a
punto de explicarse… o eso parece.
“¡Cuidado! No sean escépticos”, advierte Foster.
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