Tras cachar en cámara, Flavio ofrece ayudar para hacer más porno.
Ese domingo por
la tarde, Enrique y Flavio graban la cuarta escena de la producción que fluye
casi de forma improvisada pero que aún dentro de la improvisación sería la
segunda del primer video porno DE ASS. La locación es una oficina de la
discoteca donde se grabaron las otras tres escenas (el sábado por la noche, se
había filmado a Flavio ejecutando su número de strip-tease al desnudo con
alguna concurrencia real).
Se supone que en
esta escena, Enrique, interpretando a Bill, plantea a Flavio, interpretándose a
sí mismo, encargarse de los shows calientes de la discoteca.
“Me encantó tu
número pero necesitamos más strippers”.
“¿Cuántos?”
“Los que podamos…
ah, y dispuestos a todo”.
“¿A todo… como qué?”
Bill se levanta de su silla, camina hacia Flavio y
se inclina a darle un beso profundo en la boca que él responde a la vez que se
pone de pie. Ambos se acarician y besan mientras se van desnudando. Mejor dicho
Enrique, porque se supone que en la escena anterior Flavio no solo se había
quedado desnudo tras bailar sino que además se había pajeado frente al público
dejándose tocar por algunos concurrentes.
Una vez que Bill queda calato, ambos se frotan los
penes ya erectos.
“Chúpame la verga”, pide el empresario.
Flavio se arrodilla hasta tomar el largo y grueso
pene, 18 centímetros, con sus labios y comenzarlo a succionar con mucha pasión.
Alrededor de ambos, Willy no deja de buscar diversos planos con la cámara de
televisión.
“Desde abajo también, cabrón”, indica Enrique.
Willy casi se tira al piso para tomar la cara de
Flavio mamando el enorme pene tratando de metérselo hasta la garganta, casi a
punto de vomitar. Luego ambos se ponen en pie, y Bill hace girar a su compañero
sexual y apoyarse sobre el escritorio mientras para el culo. Bill se arrodilla
y comienza a practicar un sonoro beso negro abriendo los grandes glúteos del
pasivo con sus dos gruesas manos en tanto Flavio gime y jadea bien arrecho.
“Corta y pásame el lubricante”, pide de nuevo Enrique
saliendo de personaje.
Willy saca el frasquito de su bolsillo y se lo
alcanza. Enrique se lo unta generosamente a lo largo de todo su falo y del ano
de Flavio, lo devuelve, se pone de pie, se pajea un poco y se pone duro el
pene.
“Acción”, indica.
Cuenta mentalmente hasta tres, y Bill comienza a
meter su largo pene en el ano de Flavio, quien hace gestos de dolor y placer.
Poco a poco se va meciendo. Willy sigue buscando con la cámara ángulos diversos
para luego mezclarlos en la edición.
“Corta”, vuelve a ordenar Enrique. “Plano general
desde eje lateral”.
Willy se coloca.
“Acción”, indica Enrique.
Bill saca su pene del ano de Flavio y lo hace
acostarse boca arriba sobre el escritorio, le ayuda a levantar sus piernas, y
le mete nuevamente la verga. Se repite la penetración para tener diferentes
planos. El coito continúa hasta una nueva orden de corte. Ahora Bill se acuesta
boca arriba sobre el escritorio, y aprovechando la gruesa madera, hace que
Flavio se siente encima de su pene erecto, se lo meta al culo y comience a
rebotar.
“¿Cuánto tiempo vamos?”, consulta Enrique
saliéndose de personaje otra vez.
“27 minutos por todo”, informa Willy.
“Avísame cuando lleguemos a 30”.
Willy nuevamente tiene su verga al palo bajo su
jean; aún así mira el cronómetro hasta que se computa media hora efectiva de
grabación:
“Tiempo”, indica.
“Corta. Todo en picado ahora”.
Bill se para a un lado del escritorio, hace queFlavio
se arrodille:
“Abre bien la boca, puto”, le dice.
Flavio incluso saca la lengua. Bill se pajea hasta
que cinco ráfagas de espeso semen se disparan sobre las papilas gustativas del
pasivo, mientras elactivo ruge de placer. Flavio se termina tragando el
esperma. Ambos actores esperan un momento.
“Corta”, indica Enrique. “Remate en plano americano”.
Willy se ubica e indica que está listo.
“Acción”, ordena Enrique.
Flavio termina de saborearse el semen, se pone de
pie y besa en la boca a Bill.
“¿tenemos un trato, entonces?”.
“Por supuesto”, responde Flavio muy sonriente.
“Ya sabes: dispuestos a todo”.
Ambos hombres se besan otra vez en la boca por un
minuto o minuto y medio.
“Corta”, indica Enrique saliendo de personaje otra
vez.
Aún desnudo, y tras una hora y media de actuar,
equivocarse y repetir, revisa toda la escena porno en bruto en el visor de la
cámara, mientras Willy se cacha a Flavio, ambos apoyados en el escritorio.
“excelente. Hay planos padrísimos, cabrón”.
Willy preña a Flavio, y mantiene su pene dentro
por algún tiempo mientras recobra el aliento.
“¿¿Sí me escuchaste o te concentraste más en
coger con este cabrón?”
“Sí y gracias”, responde Willy levantándose el
bóxer y el jean. “Quizás con lo que grabamos anoche y esta mañana ya tenemos
para una hora o una hora 10”.
“Poco”, reflexiona Enrique. “Hora 45 debería
ser lo mínimo, o sea que necesitamos tres escenas más”.
“¿Y con quién las haremos?”, intriga Flavio. “¿Repetiremos con Alejo y su amigo?”
“Alejo me dijo que tiene dos chavos más en su
pueblo”, comenta Enrique. “La vaina es que no los conozco: solo sé que uno es
futbolista, el otro es venezolano”.
“Pero según entiendo, esta película es sobre
strippers; entonces, ¿al menos saben bailar?”
“No lo sé”, responde secamente Enrique
levantándose de su silla.
“¿Y vas a esperar a que Alejo te los traiga?”,
desafía Flavio.
“Recuerda, cabrón, que no puedo aparecerme por
su pueblo… nadie puede darse cuenta, cabrón”.
“Sí”, replica Flavio. “Tú no, pero… Willy… y yo
sí”.
Enrique mira al chico intrigado:
“¿Qué propones, cabrón?”
“Dame el crédito de co-productor y te los
consigo… y si ellos no sirven, te los consigo igual”.
“Eso significa que debo pagarte más lana”.
“Es eso… o tu video solo tendrá una hora de
duración… ¿qué dices?”
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