Voto de Silencio se estrena medio año después mediante streaming. Para la promoción, Alexis y Osmar regresan de Los Ángeles, y junto a Evandro, Keith y Giaccomo comienzan una gira por algunas discotecas de ambiente exclusivas en Lima, Arequipa, Trujillo, Cusco e Iquitos. Por las mañanas, se la pasan dando entrevistas a muy pocos medios, y aceptando sesiones de fotos alguna más osada que otra hasta que se concreta la oferta de la revista brasileña para hacer una sin censura con los cuatro actores al desnudo y al palo… y por el doble de pago que se había negociado antes del escándalo.
La producción
es rápidamente etiquetada como pornográfica, aunque “de cierto buen gusto en la
fotografía y la dirección” según la crítica especializada peruana; pero en
Europa, las reseñas son mucho más entusiastas.
Al término de
la promoción, Evandro y Osmar deciden borrarse del mapa y hacerse el amor en un
dormitorio sencillo pero abrigado, donde el primero prueba después de muchos
años qué se siente recibir un pene erecto en el ano, especialmente si es
cabezón. Osmar se mueve con mucha delicadeza, aferrándose tanto como puede al
cuerpo de ese encantador ser que levanta las piernas y el culo para entregarse,
para saborear el fresco aliento de su boca al besarlo, para experimentar una
indescriptible plenitud al momento de eyacular dentro de su ser.
“Te amo,
Evandro”, suspira.
“Yo te amo
más… Déjala adentro otro rato”.
“Como
desees”, sonríe Osmar, besándolo de nuevo. “Espero que ésta también haya sido
una buena decisión”.
“La tomamos
por partes iguales, ¿recuerdas?”
Osmar sigue
sonriendo, saca con cuidado su pene aún erecto, se retira el condón lleno de
esperma, lo bota al suelo, y se incorpora tomando de la mano a Evandro.
“Te quiero
mostrar algo”.
Así,
desnudos, ambos caminan a la ventana. Osmar no solo abre la cortina, sino que
deja penetrar al aire fresco de la mañana. Evandro sonríe y se emociona:
“Menos mal
que no es Los Ángeles”.
“Menos mal
que no es Lima”, le replican.
“Menos mal
que no es Homestead”.
“Menos mal
que no es una metrópoli”.
“Menos mal
que eres tú”.
Osmar
responde besando muy adentro en la boca a Evandro. Allá afuera, el sol comienza
a despuntar tras la colina llena de vegetación en el valle de San Lorenzo.
Parece que ese día es hoy.
FIN
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