sábado, 17 de septiembre de 2022

ASS (46): Juan y Paco cachan en la parcela

Tras una noche de algunas copas, una noche de rico sexo termina de mala manera.



Casi a las once de la noche del domingo, Paco sale de un barcito de poca monta en una calle céntrica de San Sebastián. Se llama El Cimarrón y es punto fijo de levante gay. Pero esa noche no fue muy propicia que digamos. Con tres copas de vino encima, lo único que ha conseguido el docente es aplacar un poco su sensación de frío. Al llegar a la esquina para tomar el mototaxi, cruzando la acera viene andando un chico que no había visto antes en la ciudad. Se le nota delgado pero no escurrido, algo atlético. Paco no lo pierde de vista; de hecho, cruza y se le coloca muy al alcance. Nota que el muchacho parece estar buscando algo.

“Hola”, al fin le lanza cuando lo tiene muy cerca.

“Hola”, le responde el chico pero pasa de largo. O casi. “Perdona, busco la calle Los Cardos, ¿sabes dónde está?”

“Te puedo llevar”, le responde Paco con cierto gesto coqueto.

El muchacho sonríe, agradece y accede.

Al llegar a la calle indicada, el paseo a dúo parece finalizar.

“Ya, aquí me oriento al paradero de mototaxis”.

“Pero esas mototaxis van al campo”.

“es que cuido una parcela acá cerca de la ciudad”.

Paco se desilusiona un poco:

“Ah, tienes que regresar a ver a tu familia…”

“No, yo la cuido solo. El dueño es de aquí, pero vine a cenar donde unos familiares y me hice tarde”

“¿Quién es el dueño?”

“Un señor llamado  Julio… ha sido futbolista”

El cerebro de Paco parece despertar. Finge buscarse algo en el bolsillo y poner cara de preocupación.

“¿Qué te pasa, pata?”, pregunta el joven.

“Mierda… no saqqué las llaves de mi casa, ya a esta hora mi vieja no me abre la puerta ni cagando”.

“¿Qué harás?”

“Pasar la noche en la calle, pues… ¿cómo me dijiste que te llamas?”

“Juan… mucho gusto”.

“Yo soy Paco… Tendré que buscarme una cómoda banca en un parque y pasar la noche ahí”.

“Pero… hace mucho frío, es peligroso”. El muchacho parece reflexionar algo. “Tengo una idea, Paco”.

Veinte minutos después, una mototaxi los deja en la puerta de madera que accede a la parcela de Julio, y cinco minutos después, en el cuarto que ocupa Juan.

“Hace más calorcito aquí”, comenta Paco sonriendo.

“Sí, de hecho yo duermo calato… como nadie entra aquí”.

“Ah, que coincidencia”, finge Paco. “Yo también duermo calato en mi casa”.

“Durmamos calatos, entonces”, invita Juan. “Total, somos hombres, ¿no?”

No pasan ni dos minutos, y ambos varones ya están desnudos dentro de la cama, tapados con esa gruesa colcha de alpaca.

“¿Se siente rico dormir calato, no?”, prosigue Paco.

“Sí”, confirma Juan. “Y más cuando se te para la verga”.

“¿Tienes la verga al palo?”, pregunta Paco fingiendo inocencia.

“Duraza”, sonríe Juan en la oscuridad.

“No te creo”, finge refutar el docente.

“Tócala… si quieres”, dice el otro chico, pero la invitación viene con cogidita de mano bajo la colcha a lo que Paco no se hace de rogar: efectivamente, el pene del muchacho está duro y grueso.  Paco lo toma y comienza a explorarlo.

“¿Cuánto mide?”

“No sé. ¿Por qué?”

“Es grandecito”.

“¿Tú crees?”

“Sí”, responde paco.

“¿Quieres… chupármelo?”

Paco entiende que hace rato le han sacado línea y que no vale seguirse con rremilgos. Sonríe en la oscuridad. Se interna bajo la colcha, recorre con su mano libre el marcado cuerpo de Juan y llega a su falo. Lo huele un poco. Parece limpio. Abre la boca y le lame la cabecita en círculos.

“Rico, carajo”, suspira Juan.

Poco a poco, Paco se va metiendo un ttrozo más del pene erecto dentro de su boca hasta tragárselo todo. Como su culo está a la altura de la cara de Juan, éste último se moja el índice derecho con su saliva y le va acariciando las lampiñas y firmes nalgas hasta dar con su ano. Comienza a meterle el dedo poco a poco. Paco comienza a gemir mientras sigue tragándose ese sable de 17 centímetros.

“La chupas rico, pata, y tu culo está sabroso”.

Tras varios minutos de la maniobra, paco deja de mamar la verga, y destapando a ambos, gira y se sienta sobre el pene de Juan:

“Ahora vas a gozar rico, papito”.

Paco coge el falo y lo calibra dentro de su ano. Comienza a metérselo con facilidad debido a la saliva que le ha dejado y a que el dedo de su amante lo ha dilatado lo suficiente… aunque ese ano tiene cierta lubricación extra.

Paco cabalga el pene de Juan por largo rato mientras se apoya en los marcados pectorales del otro chico, quien no deja de acariciarle las nalgas.

“Te cacho en cuatro”, propone Juan.

Paco acepta, adopta la posición y ahora deja que el mancebo lo bombee con cierta firmeza. Paco gime de placer. Definitivamente, ese chico sabe cómo penetrar el ano de otro hombre. La ingle del activo chasquea al chocar con las nalgas del pasivo.

“las voy a dar”, anuncia Juan.

“Dame tu leche, papito”… dame toda tu leche”.

“Ahhh”, gruñe Juan, y eyacula dentro del recto de Paco.

Juan sigue gruñendo de placer por algún tiempo más hasta que saca su miembro, y se baja de la cama.

Luego que ambos se limpian, regresan al lecho. Vuelven a cubrirse bajo la colcha.

“Sabes que tu cara me es conocida de algún lado”, le lanza Juan.

“¿Sí? ¿de dónde?”

“Eso es lo que trato de recordar, pero ya te he visto antes”.

“San Sebastián no es grande; quizás de ahí”.

“Quizás”, reflexiona Juan.

Ambos se quedan profundamente dormidos.

A las cinco de la mañana, Paco despierta y tras esperar a Rodo, el mototaxista, regresa a casa. Antes de salir, se despide de Juan con un profundo beso en la boca.

“¿Volveremos a vernos?”, le consulta.

“Ya tienes mi número”, le sonríe Juan. “Coordinamos”.

Paco sonríe.

Durante el trayecto de regreso, Rodo no se aguanta el comentario:

“Ya se te hizo costumbre venir a esta parcela, no?”

“Te la perdiste”, le dice el docente muy suelto de huesos.

De pronto, algo inesperado. Una camioneta sale de una parcela justo antes del puente que conecta con las primeras casas de la ciudad. Rodo trata de evadirlo.

La mototaxi maniobra mal y cae al canal que está al lado de la carretera, quedando llantas arriba.

Rodo y Paco quedan inconscientes.

Y para terminar, tedejamos con una porno gay.


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