Enrique coordina todo para lanzar un nuevo talento porno gay: Julián.
En uno de los
dormitorios de la extensa casa de Enrique en Los ejidos, Julián está
arrodillado en el filo de la cama totalmente desnudo mientras Flavio le mama su
pene. El experto actor y modelo porno gay también está desnudo. Julián mira
cómo su miembro es succionado por la boca experta de su compañero sexual. Al
recorrer con su mirada la espalda de Flavio y llegar a sus musculosas y
redondas nalgas, mira cómo entre ellas la cara de Enrique se solaza metiendo su
lengua al ano del chico.
Julián cree que
ver un beso negro a otro pata es una cosa excitante, pero está inseguro sobre
si él haría eso. Sí le había chupado y lamido la chucha a sus enamoradas, ¿pero
a otro chico? Mejor prefiere no pensar.
A un lado de
ellos, Willy mira la escena atentamente. Está sentado sobre una silla y solo
viste su bóxer. Su pene está evidentemente erecto y se lo soba con la mano.
Entonces mira a Julián:
“Tienes que
hacerte a la idea de que va a verte mucha gente, pero a la vez tienes que
meterte en la cabeza que todo debe parecer muy íntimo y natural”.
“Jodida la cosa”,
sonríe el nadador, cuyo hermoso cuerpo desnudo y depilado de pies a cabeza luce
como una escultura griega bajo la luz suave del cuarto.
El celular de
enrique suena. Suelta las nalgas de Flavio, camina hasta un ccostado de Willy,
coge el aparato, mira la pantalla:
“Me llegó la
visita… Sigue tú, güey”, indica a Willy.
Enrique se pone
el jean y una chompa encima de su cuerpo desnudo, se calza las zapatillas
rápidamente y sale del cuarto. Willy se saca el bóxer y continúa el beso negro
que su compañero inició en el culo de Flavio. Julián sigue ‘practicando’ cómo
manejar su excitación mientras le chupan el pene.
“¿te animas a
cacharlo de una vez?”, Willy lo desafía.
Julián duda.
En el primer piso
de la casa, Enrique recibe a Eliezer. Ambos se sorprenden de la estampa de
culturista que lucen. Se sientan en los muebles de la sala.
“entiendo que
debes tener muchas cosas que hacer así que iré al grano”, se desahueva Enrique.
“Quisiera que me faciliten la piscina comunitaria un par de días para grabar un
video porno gay: te pago lo que me pidan y eso pueden ponerlo como aporte a la
campaña sin necesidad de buscar un concepto de blanqueamiento”.
“¿Para cuándo la
necesitas?”, se sorprende Eliezer.
“Esta semana…
ustedes vean el mejor momento”.
“La huevada es
cerrar una piscina de uso público…”
“Yo entiendo,
Eliezer; pero comprenderás que no puedo grabar una porno gay a vista y
paciencia de todo el mundo. ¿Cuento con ustedes?”
El asistente de Pelu
se toma unos segundos.
“Déjalo de mi
cuenta”, al fin responde sonriendo. “Y… ¿cuán fuertes serán las escenas que van
a filmar?”
Enrique se deja
de protocolos y comienza a acariciar la pierna de futbolista que se maneja Eliezer, quien comienza a
sentir que la pinga se le pone dura. Entonces, pone su mano encima de la del
productor porno gay:
“Creo que sabemos
cómo va a terminar esto y… no sé cómo decírtelo… yo… es decir… ustedes”.
“¿¿Qué pasa,
Eliezer?”
“¿Ustedes están
sanos? Mira que ahora ha aparecido esto de la viruela del mono, hay ese nuevo
brote de Covid…, y el… el…”
“Estamos
vacunados contra Covid, Eliezer. Y sobre viruela del mono, todos tenemos sexo
solo entre nosotros”.
“Y el VIH?”
“Todos estamos
controlados y tomamos Truvada ®… por cierto, deberían convertirlo en política
de salud pública, especialmente para los gays y bi que aquí son más de lo que
el censo dice”.
“Yo caché con uno
de los chicos que trabaja para ti; Flavio creo que se llama. Él me dijo que es
escort, ¿entonces qué me garantiza que no tenga algo más?”
Enrique sonríe
comprensivo y deja de acariciar la pierna de Eliezer:
“¿Tú coges con el
tal José Luis, cierto?”
“sí… así que imagínate
si le da algo… los otros candidatos lo demolerían”.
Enrique sonríe de
nuevo:
“Te entiendo…
bueno, celebro que tu jefe no sea… promíscuo… y más bien, mándame tu cotización
y la cuenta para depositar”.
Eliezer se
incomoda al escuchar la insinuación sobre la conducta sexual de Pelu pero se
las traga:
“Claro… Mañana a
primera hora”.
Eliezer se
levanta y se despide. Enrique lo acompaña siguiéndolo a propósito para ganarse
con su hermoso culo. Entonces, el moreno frena en seco:
“Nunca he visto
el porno que hacen… ¿dónde puedo encontrarlo?”
Enrique le
sonríe: “Sígueme”.
Cuando ambos
llegan al segundo piso, sobre la cama Flavio está en cuatro patas mientras
Willy le acomete por el culo con su verga y Julián sigue delante de la boca del
actor y modelo dejando que le siguiera mamando el pene. Eliezer se asoma con
cuidado tratando de no hacer bulla. Logra concentrarse en la imagen, tanto que
su gran pene comienza a ponerse duro bajo su jean. Pero no solo es la única
cosa que siente: algo se arrima en sus nalgas. Reacciona. Al girar, la cara de
enrique está a milímetros de la suya.
“Soy activo
solamente”.
Qué pedo, güey”,
le susurra enrique. “Entonces acaríciame el culo”.
Eliezer no
aguanta más; se trenza en un beso con el dueño de casa mientras sus manos se
posan ya sin roche sobre las firmes nalgas, y más aún, tratan de meterse bajo
el jean de enrique. Eliezer se separa de pronto, ya excitado:
“No tienes ropa
interior”.
“No tengo nada
debajo excepto unas ganas increíbles de que me cojas”.
“¿
En solo cinco
minutos, Eliezer y enrique ocupan el cuarto contiguo y comienzan a desnudarse
sin ddejarse de besar en la boca, suben a la cama y se arrodillan sin dejar que
sus labios pierdan el contacto.
Así desnudos,
Eliezer puede pasear sus gruesas manos por esas lampiñas, redondas y duras
nalgas mientras su pene erecto esgrime con el pene erecto de Enrique.
“Chúpame el
culo”, dice el anfitrión.
Enrique gira y se
agacha. Eliezer olvida todos sus escrúpulos sanitarios y se inclina también a
probar el ano que se le abre en medio de las dos poderosas nalgas que también
lame, besa y mordisquea. Enrique gime y pide más.
Tras varios
minutos de beso negro, Eliezer se levanta otra vez: “Chúpamela”.
Enrique gira y se
prende de la vergota gorda y larga que se le eleva dura como un tronco fresco
emergiendo del negro bosque de un vello púbico sin recortar. Increíblemente,
enrique logra tragarse todo el pene. Eliezer lo agradece en el alma.
Posteriormente,
Enrique da un condón a Eliezer quien se lo calza. Una buena cantidad de
lubricante es untada sobre el falo y en el agujero del culo. La penetración
anal se hace despacio. Eliezer sabe que su miembro no puede entrar de golpe;
además, lento se siente más rico. Eso incluye el bombeo.
Él y enrique
gimen mientras disfrutan del momento.
En la habitación
del lado, Willy preña a Flavio. Saca su pene y mira a Julián:
“¿te animas? Hay
condones”.
Julián lo piensa…
“De acuerdo”.
Willy le alcanza
el preservativo, Julián se lo pone y se coloca detrás de Flavio.
“Al fin te la voy
a sentir en mi culo”, comenta éste último”.
Julián no termina
de meterle la cabeza cuando siente que no puede evitar la eyaculación. Ahí
acaba todo. Mira nervioso a Willy, quien no sabe qué decir.
En la habitación
del lado, Eliezer todavía dura una hora más antes de que su semen llene el
látex y tras un beso recuerdde a enriqe que el trato está cerrado:
“Tranquilo que
vas a tener la piscina en el menor tiempo posible”.
Y para terminar,una porno gay.
Interesante
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario.
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