Enrique y José Luis por fin cierran un trato y lo celebran con un ‘adelanto’ de orgía gay.
A primera hora
del martes, Julián está nadando en la Piscina Comunitaria. Viste su trusa
olímpica roja, gafas de bordes transparentes y la consabida gorra impermeable.
Tres chicos más nadan junto a él pero entrenando por separado. Al terminar un
largo, se encuentra con Flavio justo debajo de uno de los podios.
“No sé cómo
puedes nadar en esta agua tan fría”, le comenta tratando de no tiritar.
Julián sonríe:
“Vengo de un clima más frío, ¿recuerdas? Anda, nada. No quiero que te
acalambres”.
Flavio se baja
las gafas y se lanza a nadar. Viste un bañador celeste con una franja lateral
plateada.
Willy los sigue
desde fuera del agua hasta casi chocarse con enrique quien mira la escena muy discretamente tras unas gafas de sol (a pesar que está nublado) y una gorra negra.
Entonces, el celular de enrique vibra. Lo saca: “Ya llegaron”.
El productor
porno gay gira en 180. Al fondo llega Eliezer. Se le acerca y se saludan con un
abrazo.
“Dijo que sí,
pero por razones obvias no pudo bajar. ¿Podemos ir a tu casa? “
El mexicano hace
una seña a Willy. El camarógrafo se acerca al borde de la piscina y le hace la
misma seña a Julián: es hora de irse. El nadador le responde con el pulgar
hacia arriba. Cuando Flavio termina su largo, ambos salen del agua.
Solo en ese
momento es posible apreciar en toda su plenitud el cuerpo bien trabajado de
ambos varones: cada músculo en su sitio, todo un poema a la perfección
masculina, un monumento viviendo a la vitalidad y virilidad…
Enrique se
adelanta hasta su casa en Los ejidos para cumplir su rol de anfitrión. Manda a
Flavio y Julián quitarse el cloro de la piscina. Ambos suben hasta uno de los
dormitorios.
Tras entrar y
cerrar la puerta, ambos se quitan toda la ropa y la dejan lista para lavar.
“Y pensar que en
esas fotos y cuando te pones esa trusa, parece que tuvieras un pene chico y
unas pelotitas”, comenta Flavio, entre seductor y divertido; “pero, cuando te
quedas calato, realmente tienes un rico pene y unas hermosas bolas”.
Julián sonríe:
“Darías lo que sea porque te clave mi pene en tu ano, ¿cierto?”
“Daría lo que sea
por pasarme todo el tiempo del mundo contigo haciendo el amor, mi campeón”.
Julián sonríe de
nuevo, se acerca a Flavio y lo palmea en una de sus redondas y firmes nalgas:
“A partir de
mañana, creo que cacharemos hasta por gusto”.
Julián se mete a
la ducha, Flavio lo sigue.
“¿Y podríamos
hacer un ensayo ahora?”
Julián abre la
ducha y se mete bajo la lluvia; el agua comienza a mojar su blanco cuerpo:
“Tengo que
guardar leche para las grabaciones”.
“Yo puedo
enseñarte cómo cachar sin llegar a eyacular”, sonríe Flavio mientras comienza a sobar la espalda húmeda del nadador.
“Hablas
huevadas”.
Entonces, Flavio
arrima todo su cuerpo y su pene erecto se encaja entre las nalgas de Julián:
“¿Aguarda, oe!”,
reacciona el nadador.
“Confía en mí,
campeón”, susurra Flavio mientras comienza a dar suaves pellizcos a las
tetillas de Julián, y a mover lentamente su pinga al palo al medio del culo del
nadador, quien, inexplicablemente, comienza a sentirse más relajado que de
costumbre.
Abajo en la sala,
José Luis y Eliezer están sentados en el sofá; en un modular va enrique, en el
otro va Willy.
“Hermosa casa”,
comenta José Luis; “parece que el porno es un buen negocio”.
“Creo que todo
negocio es bueno si sabes cómo administrarlo”, sonríe enrique.
José Luis devuelve la sonrisa y se concentra en las agradables facciones del anfitrión:
“Vamos a
cerrarles la piscina por dos días”, comienza a informarle; “al público le
diremos que se trata de un mantenimiento preventivo. Yo cumplo con mi parte. Lo
que no termino de entender es cómo ustedes podrían beneficiarme políticamente”.
“Simple”, explica
enrique. “Sin ofender, pero los políticos se han devaluado mucho estos tiempos
porque hablan de más y hacen menos o nada; en el mundo actual, las palabras
sobran y son las acciones las que cuentan”.
“¿entonces?”
Enrique se pone
de pie. Comienza a quitarse la ropa:
“El mercado gay y
bi de Piura es el santo grial de cualquier marketero de este planeta porque no
está tan disperso como en otros países, incluso México o Estados Unidos, que
son lo que mejor conozco… Piura, Sullana, Paita, Talara, Chulucanas, Sechura…
Son los lugares desde donde recibo más clientela… Y no solo te hablo de las
ciudades sino de todo lo que hay alrededor”
“¿Me hablas de la disco de ambiente?”, interrumpe José Luis
mientras su mirada se posa ahora en los fuertes pectorales de Enrique, ya al
desnudo.
“el antro de
ambiente, el servicio de escorts, los shows privados, mercancía para adultos…”
“Y son los
grandes mercados electorales de Piura”, se da cuenta Eliezer.
Enrique se afloja
la hebilla de su cinturón y se desabotona el pantalón:
“Conozco cuáles
son las obras emblemáticas de su gestión: si usted me autoriza a usarlas como
locaciones para mis videos porno gay, la gente asociará inconscientemente el
lugar con su gestor; incluso hasta lo podrían visitar… una especie de turismo
gay”.
“Mensajes
subliminales”, agrega Eliezer como descubriendo la pólvora.
“No,no
pretenderás filmar escenas de sexo gay en las obras que yo gestioné”, atinge
José Luis mientras ve el pequeño slip que no disimula el paquete de Enrique,
quien ya deslizó su pantalón hasta las rodillas.
“Solo si usted me
lo autoriza”.
Enrique hace una
seña a Willy. Éste sube a la planta superior.
“Los desnudos
están prohibidos en público por ley”, observa Eliezer. “Mucho más tener
relaciones sexuales en la calle”.
“Me refiero a que
si la obra tiene el espacio adecuado para montar una escena de sexo, como la
piscina, y usted me lo autoriza, sí”, aclara Enrique, quien ahora solo se queda
vistiendo su ajustado slip allí en medio de su propia sala. “Pero si no, solo
la usaría como exteriores, y los interiores los haríamos en otra parte”.
El pene de José
Luis está duro y pugnando por salir de su pantalón. Ya no sabe cómo sentarse en
ese sofá para que su miembro se acomode y no le moleste.
En ese momento,
Flavio y Julián bajan del segundo piso, calzando sandalias, sus cuerpos solo cubiertos
por breves toallas.
“¿Tenemos un
trato?”, sonríe Enrique, muy seductor.
José Luis no sabe
dónde posar su mirada. Los tres monumentos de hombres tienen las manos listas
en sus prendas y quedarse desnudos va a depender de su respuesta.
“Te prometo que
todo está bajo control”, le dice Eliezer en voz baja mientras le toca el muslo.
Segundos de
silencio.
Willy también
baja solo en toalla y sandalias. No es un cuerpo de gimnasio, pero tampoco es
un físico despreciable.
“Tenemos un
trato”, afirma José Luis.
Enrique sonríe;
se baja el slip. Flavio y Julián se quitan las toallas y se acercan al
productor. Willy, aún bajando las escaleras, hace lo mismo.
“Gracias”, dice a
José Luis. Entonces gira hacia Flavio y lo besa en la boca mientras con una de
sus manos le acaricia el culo. Termina, gira al otro lado y hace lo mismo con
Julián.
Lo que viene a
continuación es un show caliente de caricias y besos que incluye apreciar cuatro
penes erectos haciendo una continua guerra de espadas.
José Luis está
excitadísimo. Eliezer le sigue acariciando el muslo.
“Vengan, participemos”, invita willy.
En un par de
minutos, seis varones desnudos, cuerpos bien trabajados, cada uno en su
volumen, se rozan, acarician, besan. Manos recorriendo espaldas, manos
recorriendo culos, manos masajeando penes, manos, manos, manos.
El show dura unos
veinte minutos hasta que Enrique abraza a José Luis y lo besa en la boca
mientras le coge fuerte las nalgas:
“Esto es solo un
adelanto… te prometo que el viernes en la noche, te agrego tres chicos más”.
“¿Me vas a dejar
con las ganas?”
“No, te la voy a
mamar hasta que me des todos tus mecos en la boca… pero ellos sí necesitan
guardarlos para que la escena salga bien padre”.
José Luis no
reclama. Enrique se arrodilla y comienza a chuparle el pene. Ni siquiera en sus
épocas de futbolista cuando veía a diez hombres calatos en las duchas, José
Luis se sentía tan arrecho como ahora. Encima, Enrique la sabe mamar como los
dioses. Por más que se resiste, termina eyaculando en la boca del productor.
“Tus mecos son
deliciosos”, le susurra Enrique.
Y para
finalizar, te dejamos con un #video porno gay.
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