domingo, 27 de diciembre de 2015

La Agencia (4)

Por Hunk01

 

Dos meses después, Rodrigo acababa de cumplir los 21 años y se preparaba para grabar la novela erótica en un almacén de la Zona Industrial de Piura, que se había adecuado discretamente como un estudio de televisión.

La producción ordenó a todo el personal no revelar nada sobre lo que estaba pasando allí para evitar cualquier tipo de boicots. Sin embargo, ciertos actores, modelos y actrices no pudieron pasar tan desapercibido como se esperaba. Aún así, se mantuvo el secreto a más no poder.

Al cuarto día de grabación, Rodrigo fue llamado para hacer su escena: una chica que buscaba a alguien se lo toparía en un corredor, y lo seduciría hasta hacer el amor en una oficina desocupada.

Toda la tarde anterior, el chico se estaba mentalizando en lo que le dijeron durante el taller-express de actuación que recibió. Simplemente tenía que concentrarse en el guión, las luces, las órdenes del director y el ángulo de la cámara. Por otro lado, se advirtió que las escenas de sexo se grabarían con el director, su asistente, el luminotécnico, dos camarógrafos con sus respectivos asistentes, la maquilladora, el jefe de piso y la encargada de script. Nada menos.

La actriz con quien tenía que hacer la escena había comenzado carrera como vedette, aunque en los últimos meses tenía un espectáculo semi-nudista –bailaba haciendo topless- en una discoteca ficha de Lima.

Apenas conoció a Rodrigo, lo trató con aprecio y con mucha confianza, como si se conocieran de años. Ni un atisbo de seducción, mas bien de camaradería.

Había otra cosa que preocupaba a Rodrigo: arrastraba un curso, y si lo jalaba era trica segura. Llevarlo no era problema. Ahora tenía plata para pagarlo, sino que la novela saliera justo cuando esté en plenas clases. Estaba seguro que si sus profes de la universidad tenían noticia de su participación en la historia, lo ponían de patitas en la calle, y su viejo no estaba dispuesto a salvarlo.

Por fin, le tocó grabar. Estaba previsto que esa escena quede resuelta en solo hora y media.

La parte del pasillo quedó bien, puesto que Rodrigo seducía con la mirada, así que no tuvo que esforzarse mucho.

Para el siguiente plano, desnudarse tampoco fue problema, aunque sí le llamó la atención cómo su compañera se transformó en una amante dispuesta a todo con tal de satisfacer sus deseos. Pero Rodrigo era consciente de que todo era solo actuación.

Ambos quedaron desnudos, y la actriz se sentó sobre un escritorio, abrió sus piernas y pretendió recibir el pene del personaje de Rodrigo quien comenzó a mover el culo y a jadear, mientras ella gemía. Los abrazos y los besos estaban a la orden del momennto.

-          ¡Corten!

Rodrigo, quien comenzaba a entrar en viada, se quedó hecho.

La grabación se reanudó, esta vez haciendo otra pose. La actriz se apoyó sobre el escritorio, boca abajo, mientras Rodrigo ponía su pubis justo en su trasero.

La visión de ese culo siliconeado bloqueó al muchacho. Perdió el ritmo, se olvidó del entorno. Entonces, su pene comenzó a pararse.

Ella se dio cuenta.

Aprovechando que debía pararse a besarlo en la boca, de paso que mostraba sus tetas a cámara, pudo decir algo al oído.

-           Métemela nomás.

Rodrigo estaba confundido. Se suponía que eso no debía pasar. Dudó.

Con disimulo, puso su glannde en la vulva de la actriz y la sintió húmeda. Empujó. Sus 18 centímetros fueron entrando poco a poco, hasta que se enterraron dentro de la vagina de la vedette, quien esta vez parecía jadear en serio.

¡Clímax!

La actriz comenzó a incrementar sus gemidos. Rodrigo sintió las inconfundibles cosquillas en el bajo vientre. Sintió su pene palpitar.

-           Me vengo. ¡Me vengo!

-           ¡Corten! ¡Queda!

XXX

Todo ese día, Rodrigo no le dio cara a la actriz ni a sus otros compañeros.

Casi al terminar la jornada, se acercó al productor que lo contrató y le contó el incidente.

-          Ella no se ha quejado, Rodrigo. Al contrario, tiene buenos comentarios para ti.

-           Pero, en el taller nos dijeron…

-           Ésa es la teoría, muchacho. La realidad es otra. Sigue en la novela.

-           ¿En serio?

-           Tranquilo. Muchas de las chicas aceptaron trabajar acá porque quieren pinga, ¿entiendes? Si se las puedes dar, bien.

Rodrigo quedó desconcertado.

-           Tranquilo, campeón. Te pagaré extra por cada eyaculación.

El productor le guiñó un ojo, y sorpresivamente le palmeó cariñosamente el paquete.

 

(CONTINUARÁ)

 

© 2015 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres, lugares o situaciones es pura coincidencia.

domingo, 20 de diciembre de 2015

La Agencia (3)

Por Hunk01

 

Un nudo se afincó en la garganta de Lugo al ver la mirada de Rodrigo, quien sseguía tendido sobre su cama, desnudo, con la pinga dormida.

¿Las habrá cagado? ¿Qué pensará su amigo y colega de modelaje?

Lugo pensó rápidamente en la mejor manera de pedir disculpas.

-          ¡Claro, buena idea!

-           ¿qué dices?

Lugo estaba desconcertado.

-           Claro. Con un pata jamás se me pararía porque no soy maricón. Entonces, si puedo saber qué es lo que impide que se me pare, sabré cómo comportarme con la jerma. ¡Eres un genio, Lugo!

-           ¿En… serio?

Lugo se puso nervioso, pero trató de controlarse.

-           ¿Y… con… quién lo… ensaya… ensayarías?

Rodrigo miró al techo. Pensó varios segundos. Hubo silencio en el cuarto.

-           ¡Puta! ¡Ufff! ¿Qué tal… tú?

Rodrigo le volvió a clavar la mirada a Lugo, quien se puso más nervioso aún. ¿Acaso el adonis sobre su cama habrá notado algo raro? Jadeó levemente.

Entonces, Rodrigo se levantó.

-           Puta. Perdona, compadre. No quise ofenderte, mi Luguín.

Rodrigo agarró los brazos fuertes del anfitrión, en señal de disculpa.

Lugo resopló, retiró los brazos de Rodrigo… Se sacó el polo.

-           ¿Qué mierda? Es actuación.

Rodrigo sonrió, aliviado.

-           Pero, tenemos que hacer como una escena completa, Luguín.

-           ¿Cómo así?

-           Tú sabes. Con abrazos… besos… esas huevadas.

-           OK.

Lugo se desabrochó el jean y se lo bajó. Como Rodrigo, él también tenía un cuerpo esculpido en el gym: buenos pectorales, espalda no tan ancha pero en V, vientre de tabla de lavar, buen culo, buenas piernas, brazos amplios, hombros redondos.

Lugo se acercó a Rodrigo, lo abrazó, y, sin mediar nada más, acercó sus labios a los de su amigo. No fue un beso que entrelazaba labios sino uno más exploratorio, como queriendo indagar el sabor de la boca del otro. Conforme ambos se besaban, se acariciaban.

Rodrigo metió sus manos dentro de la pretina del calzoncillo de Lugo y comenzó a bajárselo, a medida que le acariciaba las firmes nalgas.

Ya, totalmente desnudos, y sin dejar de besarse, ambos se acostaron sobre la cama –Lugo sobre Rodrigo- y siguieron acariciándose. El que estaba arriba abrió sus piernas, lo que le permitió a Rodrigo ir más adentro de las corvas, hasta rozar la parte del fondo, donde el agujero de Lugo comenzaba a dilatarse.

Ambos comenzaron a conquistarse el cuello. Entonces, Lugo se sentó encima de la pinga dura de Rodrigo, y comenzó a cabalgar. Los jadeos, el rechinar de dientes, las manos explorándolo todo, los rostros arrechos eran parte del cóctel molotov que se fabricaba en ese cuarto.

-         Entonces Rodrigo se sentó y comenzó a chupar las tetillas de Lugo, quien no tardó en gemir algo más fuerte, sin dejar de rebotar sobre la pinga dura de su amante, sin dejar de rozar su pinga dura sobre el vientre duro del otro.

En un movimiento repentino, Rodrigo obligó a Lugo a acostarse boca arriba, mientras le abría las piernas y punteaba su culo. Ambos se besaban como queriendo devorarse.

Fue cuando Rodrigo se abalanzó sobre Lugo, y comenzó a rozar los penes de ambos, sin dejar de acariciarse ni besarse.

Ni siquiera el éxtasis los detuvo. Siguieron moviéndose, besándose, acariciándose.

Entonces, Rodrigo suspiró fuerte y se rindió sobre el sudoroso cuerpo de Lugo. Así suele pasar cuando tienes 20 o 19, como ellos, respectivamente, ¿no?

-           ¿Es tu eyaculación o la mía?

-           ¿Ella… qué?

-           ¿es tu leche o la mía, Rodri?

Rodrigo sonrió.

-           No importa… se me paró, ¿no?

-           Igual a mí.

Ambos se sonrieron y se dieron otro beso en  la boca.

   XXX

A la mañana siguiente, el ejecutivo de Saurus se retiraba del hotel. Llamó insistentemente a Rodrigo, sin éxito.

Al llegar al aeropuerto, se dio con la sorpresa de que su vuelo estaba retrasado 45 minutos.

-          Así pasa cuando en Lima hay niebla.

El ejecutivo volteó a ver a quien le hizo el comentario.

-           ¡Rodrigo!

El chico le sonrió.

-           Acepto. Participaré en la producción.

 

(CONTINUARÁ)

 

© 2015 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres, lugares o situaciones es pura coincidencia.

lunes, 14 de diciembre de 2015

PIERO: viril, arrecho, tierno

Piero
Edad: 27

Contacto : 987245885 (solo voz, no SMS, no call-back)

Estatura: 1m70cm

Peso: 74 kg

Dotación de pene: Largo: 19 1/2cm. Contorno: 16 cm de circunferencia

Contextura: Atlético agarrado (entreno en gym).

Área de trabajo: Lima y resto del Perú.

Tarifas: 100 soles por masaje integral de 40 minutos, 150 por una hora de 6 tipos de masajes (atiendo desnudo). servicio sexual: 160 soles por una hora…180 por hora y media, 200 soles por dos horas y 250 trato de pareja..Masajes y sexo.

Rol: Exclusivamente activo

Prefiero atender a: Gente reservada y varonil.

Prefiero atender en: domicilio, hoteles o lugar donde la persona desee.

Mi frase clave: “Conóceme y disfruta del verdadero placer”



Piero es un atleta y galán que viene ofreciendo servicio de sexo y masajes desde hace seis años. Su récord en la cama hasta ahora ha sido con un sexoadicto a quien cachó sin parar por ¡7 horas y 49 minutos!
Este galán no se hace problemas en participar en orgías, pero solo como activo: “Nada de moderno o activo complaciente…no dejo que me chupen el culo ni le chupo la pinga a otro”.

Sin embargo, te encantará mamar y sentir en tu culo sus casi 20 centímetros de gruesa masculinidad.
“Soy dominante al millón por ciento”, nos recalca mientras se pajea con toda la arrechura del mundo.
Por lo mismo, no hay pose que deje de hacer porque le encanta tener las riendas de cada sesión de placer: “Todas las poses son buenas”.

Eso sí, este arrechazo exige que su cliente sea limpio porque él es pulcro.
Todos sus servicios incluyen el uso del condón: “No al bareback”.
¡Ojo! No da servicios a transexuales, travestis o afeminados.

Piero está para darte placer y algo más: “Si están interesados en mí, que me contacten, que se van a dar cuenta del verdadero placer… que los miedos se acaban cuando conoces a alguien nuevo, y más aún cuando te das cuenta que es una persona que te brinda confianza y seguridad”.


Mira más fotos y referencias de Piero en www.matadorhot5.jimdo.com

 

Este post fue realizado con referencias proporcionadas por el interesado. Hunks of Piura no se responsabiliza por la precisión de las mismas.

 


domingo, 13 de diciembre de 2015

La Agencia 2

Por Hunk01

 

-          El vice-decano abrió los ojos, sudó frío.

-           No quise decir eso… es decir, ehhh…. Procura que no se vuelva a repetir.

-          Rodrigo sonrió cachosamente, y salió de la oficina.

 

Cuando iba a comenzar su décimo ciclo, un día fue hasta la agencia de modelos a retirar un cheque por una  producción para una empresa de fuera, cuando la productora le dio alcance.

-           Rodrigo, mira, hay un amigo que anda por Piura, vio tus fotos, y quiere hacerte una buena oferta profesional.

-          Rodrigo se emocionó, pidió datos.

 

Al día siguiente fue a la cita en un excclusivo hotel, cerca de su universidad.

-          Rodrigo llevaba su book.

-          Tras varios minutos, apareció un ejecutivo cuarentón.

-           Hola, muchacho. Gracias por venir. Mira, te llamé porque vi tus fotos, y quisiera proponerte una oportunidad.

-           Claro, aquí está mi book.

-           No es necesario. Mira, yo trabajo con Saurus Entertainment y nos hicieron una oferta de una cadena de fuera, quieren hacer una novela.

-          Rodrigo, a sus 21 años, creyó haber llegado a la cima.

-           ¡Claro, acepto! Pero… no tengo experiencia actuando.

-           Eso es lo de menos, Rodrigo. Lo que sí, hay un problema, o no sé como lo tomes tú.

-           A ver. Dígame.

-           Será una novela erótica.

-           ¿Erótica?

-           Sí, Rodrigo. Tendrás que aparecer desnudo, y… fingiendo hacer el amor con las actrices… pero totalmente desnudo… sin ropa… calato, como dicen…

 

Rodrigo casi no atendió las clases pensando en la propuesta que le hizo el productor. Se quedó callado cuando su profesor le preguntó. Ni siquiera se percató de que tenía un trabajo pendiente de presentar.

Mientras terminaban de anillarle lo que pudo avanzar, Lugo le dio alcance. El Dientón vivía cerca.

Lugo notó algo fuera de lo común en su amigo y colega de modelaje.

-          No te lo puedo decir acá…, pero sí quiero charlar con alguien.

-          Lugo le dijo que su pensión estaba cerca.

-          Cuando ambos terminaron de recibir sus encargos en la fotocopiadora, caminaron hasta allá.

 

Lugo tenía 19 años entonces, estudiaba Economía. Como su familia era de un distrito camino a la sierra, lo mandó a estudiar a Piura.

-          El cuarto del chico estaba ordenado en extremo: cama bien tendida, cero ropa por ahí, zapatos en secuencia, libros… la pared con algunas de las fotos suyas que salieron en los catálogos, pero decoradas de tal forma que no chillaban. Sobrio… ése era el estilo Lugo.

-          Rodrigo dio varios rodeos hasta que le contó la oferta de Saurus. Lugo reaccionó asustado, como si a él se lo hubieran pedido.

-           ¡Puta, huevón! ¿Y la universidad? Si te ven haciendo eso, te botan.

-           Más que eso, me preocupa cómo reaccionarán mi familia, los patas. Porque una cosa es posar boxers y calzoncillos, pero salir cachando en la tele…

-           ¿En serio saldrás cachando?

-           No. Tengo que actuar, y la huevada es que no tengo experiencia. Te apuesto que en la primera escena termino más armado que Nicula de tombo.

-           ¿Y cómo harás?

-           Tengo que aprender.

-          Lugo se quedó pensando varios minutos.

-           ¿Y será difícil?

-           No sé, Luguín. Tendría que probar.

-           ¿Cómo?

-          Rodrigo chasqueó los dedos, se puso de pie, se desnudó por completo dejando revelar su bien cuidado cuerpo. Lugo se dio cuenta que Rodrigo tenía poco vello púbico, aunque una pinga y unas bolas no tan pequeñas, a pesar de que estaban dormidas.

-          Sin más protocolo, Rodrigo se acostó boca abajo sobre la cama de Lugo y comenzó a agitar su torneado y firme culo como si estuviera cachando.

-          Tras unos minutos, se puso boca arriba: su pene seguía flácido. Lugo no sabía qué hacer.

-           Sigue dormido, Rodri.

-           Sí. Aunque creo que es porque no estoy en contacto con otro cuerpo. Tengo que ensayar con otra persona.

-           ¿Otra per… sona? ¿Co… como quién?

-           Cualquiera, huevón. Solo quiero ver si se me para.

-           ¿Cuál… quiera? ¿Incluso… un pata?

-          Rodrigo quedó mirando fijamente a Lugo.

 

(CONTINUARÁ) También mira esto

 

© 2015 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres, lugares o situaciones es pura coincidencia.

domingo, 29 de noviembre de 2015

La Agencia (1)

Por Hunk01

 

A sus 35 años, Rodrigo no había dejado de tener ese atractivo por el que 15 años antes inició una prometedora carrera como modelo.

Estaba en una fiesta en Colán durante unas vacaciones de la universidad junto a unos patas, pasando la noche despreocupadamente, cuando una mujer ya madura se le acercó.

-          ¿Alguna vez has modelado?

-          Rodrigo medio sonrió. Trató de ser amable.

-           Yo no hago eso.

-          La mujer, aún así, le dejó su tarjeta. “Productora creativa”.

-          Uno de sus patas le preguntó qué quería la tía. Rodrigo le contó la escena.

-           ¡Eres un imbécil!

-           ¡No me jodas, Carlos! Esas son mariconadas.

-           ¡No, imbécil! Esa tía quería que te la caches, mierda.

-           No pasa nada. Si al menos tuviera cuerpo. ¿No le viste la traza de mastodonte?

-          Rodrigo olvidó la tarjeta por varios días hasta que una mañana, cuando buscaba su billetera para meterla a su mochila, se topó con la cartulina.

-          Incrédulo, abrió la puerta de su closet y dejó verse en el espejo de cuerpo entero detrás de una de las puertas: metro 82, blanco, cabello Castaño oscuro, ojos pardos, tez blanca, rostro de niño pendejo, trapecios definidos.

-          Se sacó el bibidí: hombros redondeados, brazos con punche, definidos, antebrazos gruesos y venosos, pectorales como cojines duros, abdomen de tabla de lavar, espalda ancha. Todo sin vello.

-          No era extraño ese grado de progreso físico, pues todos los días invertía una hora y media de su tiempo en el gimnasio, especialmente por el estrés que le produciía seguir una carrera tan fregada como la Arquitectura. Solo le faltaba un año para acabar.

-          Miró su bermuda.

-           ¿En serio sirvo para modelo?

-          Dudó varios minutos, y tímidamente fue aflojando el velcro de la pretina y dejó caer la prenda: muslos y pantorrillas de futbolista, deporte que practicaba todos los fines de semana. Se tocó las nalgas desnudas que el suspensor no cubría. Eran paraditas, lampiñas.

-          Vio que su verga comenzaba a pararse.

-           Ya, mierda. Mucha mariconada, carajo.

-          Se vistió y se fue a entrenar.

-          Incluso, ahora, 15 años después, Rodrigo estaba ahí, mirando su imagen reflejada en el espejo, sonriendo honestamente. Entonces, su smart-phone comenzó a sonar.

-           ¿Aló…?  Sí, estoy libre… ¿Para modelar…? Ahhh…. Maestro de ceremonias… ¡No! Sí, sí, sí me interesa. Dame la dirección…

-          Entonces recordó lo que le dijo un productor de fotografía: “Sácate el jugo hasta los 30, porque después serás historia”.

-          Rodrigo vivía en un departamento en un edificio de cuatro pisos, algo antiguo. Tenía una gran sala donde logró organizarlo como sala y comedor, un dormitorio –el suyo-, un baño, una cocina, y un balcón al que le pusieron triplays hábilmente ensamblados, donde había otra habitación que ocupaba Carlos, su primo en realidad, quien trabajaba como profesor universitario, y andaba de refugiado luego de haberse divorciado de su esposa por mujeriego. Aunque, a decir verdad, Rodrigo lo dejaba vivir allí pues le ayudaba a pagar los gastos del espacio. La carrera de modelo, en los últimos años, ya no reportaba como antes, y Rodrigo nunca pudo ejercer su carrera.

-          Década y media atrás, tras resistirse a acudir a la cita con la productora que le dejó la tarjeta en la fiesta, un buen día se vio presionado a cambiar de opinión cuando jaló un curso y su viejo se negó a darle plata para el susti.

-           Mira, Rodrigo. Se supone que solo debes dedicarte a estudiar. Si tu vida será vagar e ir de fiesta en fiesta, no cuentes con mi plata.

-          Molesto, el veinteañero fue a la cita con la tía. Lo recibió cortésmente y rápidamente le hicieron unas pruebas.

-          A la semana siguiente, ya estaba posando para un catálogo de cosméticos. Todo lo que tenía que hacer era salir con una vaporosa camisa blanca, bluejean, descalzo, caminando por un camino resguardado por árboles silvestres, jalando un caballo.

-          Rodrigo, para quien el campo se veía solo en figuritas, se aburrió soberanamente viajando cuatro horas hasta Canchaque, y se hizo un ocho cuando le dijeron que tendría que jalar el caballo: ¡se cagaba de miedo por el equino!

-          Demoraron dos horas para hacer la toma, y la mayor parte del tiempo se perdió secándole el sudor. ¡¡Era tal el miedo, que su rostro brillaba!

-          Con lo que le pagaron, fue derechito a dar el susti, y el resto lo innvirtió en ropa, uno de sus vicios. ¿Juerga? La cara lo ayudaba mucho, así que no tardaba en hallar quién lo invite.

-          Su participación en el catálogo fue exitosa, y pasó a ser parte del elenco regular de modelos de la firma de cosméticos, y cada vez las tomas se fueron haciendo más sexys.

-          Cuando la empresa comenzó a vender ropa, le plantearon posar en ropa interior. Dudó, pero aceptó. Eran boxers y uno que otro calzoncillo, nada fuera de lo común.

-          Mientras se preparaba, Lugo, otro de los modelos, al que le decían Dientón, de rostro y cuerpo más agradable, se le acercó.

-           Oe, Rodrigo, ¿cierto que posarás en interiores?

-           ¿Qué tiene?

-           Lo van a ver en la universidad. ¿No tienes miedo que te llamen la atención?

-           Voy a jalar otro curso este ciclo. Mi viejo no me dará plata ni cagando.

-           Debes saber que me lo propusieron, pero no acepté. Tengo miedo que…

-           Mira, Lugo. Tú no tienes de qué preocuparte: estás en el quinto. Yo me sacrificaré por ti.

-          Lugo sonrió.

-          Dicho y hecho. Apenas el catálogo se publicó, el vice-decano, un tío al que se le escapaba la mariconada cuando hablaba, llamó a Rodrigo a su oficina.

-           Jovencito, nno me parece que ésta sea la conducta de un alumno de esta universidad, especialmente ahora que está a punto de acabar su carrera.

-           ¿Por qué?

-           Porque no formamos esto.

-          El vice-decano le mostró la página del catálogo donde aparecía luciendo un boxer transparente de atrás, pero opaco de adelante.

-           No le veo nada de indecente. Solo es publicidad.

-           Entonces, te equivocaste de facultad, ¿no crees?

-          Rodrigo se levantó molesto.

-           No he terminado, jovencito.

-           Bóteme, si quiere. Perdería un benefactor.

 

(CONTINUARÁ) Mientras tanto mira esto.

 

© 2015 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres, lugares o situaciones es pura coincidencia.

martes, 27 de octubre de 2015

Tallán-Style Gym

La belleza masculina piurana… Aquí una selección de fotografías publicadas en medios piuranos, donde el esfuerzo físico y su estética han servido para ilustrar artículos y publicaciones.

 

 

 

 

 

 

 

jueves, 7 de mayo de 2015

FRANCO, ÁNGEL Y PECADO


Tu mirada ya revelaba una arrechura especial, una arrechura en la que no bastaba calatearte para que tu sexualidad explote. Pero no te quedaste ahí. Me descubriste tu piel velluda, tu cuerpo labrado: pecho fuerte, brazos y hombros recios, abdomen perfecto, culo redondito, piernas poderosas, me intrigaste con tus tatuajes, te acostaste sobre mi cama, me dejaste admirarte, me hiciste desear posar mi boca en medio de tu abertura, besarte esas nalgas, disfrutarte. ¿Cuándo volverás a posar calato para mí?