miércoles, 29 de junio de 2022

Qué hacer cuando conoces a un “se mira pero no se toca”

Hay chicos que te lo muestran todo, absolutamente todo,  y parecen ser una invitación a un sinfín de caricias y hasta un momento de buen sexo; pero cuando te les acercas, no solo se niegan sino que pueden rechazarte de la peor manera.


Mario suele compartir sus fotografías a torso desnudo, o con poca ropa, y con mirada o sonrisa seductora a través de su cuenta de Facebook. No luce mal. Se nota que su esfuerzo físico ha dado resultados y se siente orgulloso en mostrarlos. Bien por él.

Pero cuando un chico le chatea y le alaba ese desarrollo físico, Mario reacciona preguntándole si es gay, y subrayando a continuación que él es homofóbico.

Hay que recordar aquí un detalle: el que un chico luzca con poca ropa, sin ropa, e incluso con el pene erecto o abriendo las nalgas, no significa que sea gay o bi. Simplemente podríamos estar ante el caso de un chico exhibicionista, es decir uno que se complace mostrándo las maravillas que Dios y su esfuerzo le han merecido, pero que no busca ir más allá, es decir, no quiere que lo toques, menos que le propongas irte a la cama (aunque le pagues).

Lo que debes hacer en estos casos es admirar, aplaudir y pasar al siguiente. Suena a conformismo, pero tienes que aprender algo sobre la forma de pensarde un exhibicionista: existe en la medida en que lo veas; si dejas de verlo, muere socialmente.

Y si es un exhibicionista con evidentes traumas en torno a su orientación sexual (puedes ser heterosexual y perfectamente dejarse acariciar por alguien de su mismo sexo sin que eso signifique que le excita), entonces no pierdas tiempo y déjale de hablar, no lo frecuentes, no le hagas caso, deja que se muerda la cola (al margen de si tiene una rica cola), y sigue tu camino. Es obvio que el pata desea estar solo y tú no eres nadie para resolverle su conflicto sexual. Que se busque un psicólogo y lo trate con él, en todo caso.

Recuerda darte tu lugar y no estar rogando porque te presten atención, así que cuando te topes con un exhibicionista que prefiere ser mirado de lejos, dale el gusto como quien mira una pintura, una foto o una estatua, y listo, hasta nunca. ¿Qué piensas al respecto? Deja tus comentarios abajo, en nuestro Twitter o en hunks.piura@gmail.com

Mira más sobre culturista calato modelo calato heterosexual y homofóbico 

domingo, 26 de junio de 2022

ASS (34): ¿Cuántas veces Alejo dio el culo, realmente?

Ser pasivo no significa que dejes de hacer un buen beso negro.


 

Ese sábado de mañana en San Sebastián, Pedro está descalzo y subido sobre una cama sin tender colocando un letrero de bienvenida en el cuarto vacío de la casa parroquial, mientras el Padre Alberto le mira las firmes nalgas desde atrás. El sacerdote no resiste la tentación de sobarse la bragueta, cuando se escucha llegar una moto.

“¿¿Qué tal se ve, Padre?”

“Delicioso como siempre, querido Pedro”.

“Me refiero al letrero, no a mi trasero”.

“Igual yo. Tú tienes mejor gusto para el diseño de interiores y… tu culo está delicioso”.

En ese momento entra Paco cargando una gran bolsa, y detrás de él, el musculoso Alejo; ambos visten polos manga cero, shorts y zapatillas. Justo suena un celular y Pedro saca el suyo; lo contesta. Paco entrega la bolsa al Padre.

“Compré dos juegos de sábanas, por si acaso, y una colcha. Hacen juego con el color del cuarto”.

“Gracias, Paquito. Perfecto. Que Pedro termine de hablar para hacer la cama”.

Alejo hace una seña al cura y lo llama fuera del cuarto. Pedro cuelga y paco le muestra  la bolsa.

“Excelente”, dice el muchacho mientras la abre y saca las telas. “El color está lindo”.

“Gracias. Qué bueno te haya gustado”. Paco carraspea un poco: “Pedro, sobre el tema de Edú…”

“Ya olvídalo. Tú no tienes culpa alguna. Los dos querían tener sexo, son adultos, son libres. Como te dije, solo no la hagas más larga”.

“Claro. Lo único largo debe ser su pene”, ríe Paco. “Y a todo esto, ¿dónde está?”

El Padre entra nuevamente:

“¿Necesitamos algún otro encargo? Alejo usará la moto, así que aprovechemos”.

“No, ya terminé”, informa Pedro mostrando la cama tendida. “Tengo que ir urgente a la parcela”.

Alejo ingresa también: “Puedo jalarte si deseas”.

Pedro sonríe y sale despidiéndose de Paco y el Padre.

“Ha quedado lindo elcuarto para el novicio… ¿cómo se llama?”

“Ni idea, Paquito. Solo sé que desde mañana a mediodía debo portarme como un cura decente”.

“Pero usted es un cura decente, Padre. Es como… un super cura”.

“¿Como Superman?”, sonríe Alberto flexionando sus brazos bien formados.

“¿Vio? Hasta tiene el cuerpo de Superman”.

“¿Tú crees? ¿Acaso me has visto desnudo alguna vez?”

“No, Padre, pero… ¿es malo si lo veo… desnudo?”

Alberto sonríe, cierra la puerta con seguro, se pone frente a Paco y se quita toda la ropa. Paco suda ffrío viendo los músculos del sacerdote, sin saber dónde posar su vista: si en ese torso de escultura, esas piernas de futbolista, o esa pinga que cuelga sobre unos generosos huevos. ¿Podría ser sobre la sonrisa pendeja del cura quien se le aproxima, lo abraza, lo mira fijamente a los ojos y le da un beso profundo?

El Padre quita el polo y el short a Paco. Debajo viste un suspensor. El cura gira al laico y le comienza a sobar la estrecha espalda y las lampiñas y firmes-pero-sexys nalgas. Poco después, lo pone de cuatro patas sobre la cama para abrirle el culo y comenzarlo a sopear. Paco surca entre la excitación y la incredulidad. De inmediato, Alberto le quita el suspensor.

A continuación, con el cura acostado sobre la cobija, ambos practican un 69. El Padre sigue chupándole el ano y masturbando suavemente la pinga de 14 centímetros mientras Paco chupa la vergota de 18 centímetros que no deja de manar líquido preseminal. También alterna succionando cada testículo e incursiona un poco más abajo hasta que su lengua estimula el velludo hoyo anal.

Lo siguiente será cachar a Paco en posición de perrito. La pinga de Alberto entra y sale de ese glorioso culo. El pasivo goza como loco. El activo ni se diga. Como broche final, la posición favorita de ambos: un piernas al hombro mezclado con un misionero, lo que da oportunidad a que ambos se besen en la boca y se acaricien por donde la mano alcance, y la mano de Alberto travesea sin cesar el pene de su amante.

“Las voy a dar, Padre”.

“Acabemos juntos. ¿Dónde quieres mi leche?”

“Dentro de mi ano, Padre. Hágame suyo”.

Paco se comienza a agitar, jadea y se queja más profundo. Alberto aumenta la velocidad de su bombeo. El semen de Paco comienza a dispararse sin control sobre su vientre y su pecho. Alberto sigue cimbrándose más fuerte excitándose con el rostro de su feligrés que combina dolor y placer hasta que eyacula en las entrañas del muchacho. El cura saca su pinga aún dura y se acuesta encima. Los dos varones se besan de nuevo en la boca.

Fuera de la ciudad, pero no tan lejos, Pedro y alejo llegan a la parcela. Aunque su jean pareció disimularlo bien, durante todo el camino el primero ha pegado su bulto erecto contra las dos firmes y grandes nalgas del conductor. Ambos entran. Juan los ve llegar juntos y se sorprende. Pedro le paga la semana, como su padre se lo encargó por teléfono.

“Te jalo a Artesanos, Juan”, ofrece Alejo.

“Primero me  baño”.

Mientras Juan se asea, Alejo y Pedro lo esperan recostados en la cama del cuarto principal.

“Quisiera cachar aquí contigo pero tengo que guardar leche pa’ más tarde”.

“¿El Padre sabe que están haciendo esa pela porno?”

“Tranquilo, Pedrito. No cagaremos al Padre”.

Alejo toma la mano de Pedro y se la mete dentro del short haciéndolo acariciar su bulto aprisionado por un bóxer.

“Se supone que no quieres cachar conmigo, Ale”.

“Pero me la puedes chupar al toque mientras Juan se baña”.

Alejo se saca el pene semierecto y se lo comienza a magrear. Pedro lo duda pero… ¿cuántas veces se puede disfrutar ese pene de 18 centímetros? Pedro se incorpora un poco y lleva su boca hasta el falo aún blando de su amigo y comienza a succionarlo. No pasa mucho tiempo en que ya lo pone duro, lubricado y muy húmedo debido a la saliva.

En lo mejor de la mamada, Alejo mira hacia la puerta y descubre que Juan está allí desnudo y sobándose su pija de 17 centímetros, ya erecta. Alejo sonríe, le hace una seña y Juan se acerca a la cama, deja la toalla a un lado, se aproxima a Pedro y comienza a sacarle el pantalón.

Alejo y Pedro se quedan por fin desnudos. Eso facilita a Juan separar las nalgas del segundo y disfrutar mamándole el culo mientras éste  ha comenzado a lamer las bolas a Alejo. Juzgando que ese ano ya está dilatado, Juan se incorpora y comienza a introducir su falo muy despacio.

Aprovechando que Pedro continúa estimulando sus bolas, Alejo se deja llevar y levanta sus musculosas piernas con cuidado. Pedro parece entender el mensaje y comienza a bajar por el perineo hasta topar con su lengua el ano de su amigo. La sensación que el musculoso experimenta le relaja el pene pero le genera una increíble excitación desde su gran culo. Juan, al ver la escena, se arrecha demasiado y termina preñando el ano de Pedro.

Una hora después, a las 11, Alejo y Juan están a punto de llegar a Artesanos.

“Pensé que te habías vuelto solo activo”.

“Si te refieres a lo que pasó esa vez…”

“No, alejo, le diste el culo a Pedro”.

“Solo me chupó el culo… ni loco me la dejo meter otra…”

Alejo calla. Juan tampoco insiste, aunque su pene se puso duro de nuevo. La motocicleta está a punto de llegar a su destino.

        Y para finalizar,te dejamos un video porno gay. 

sábado, 25 de junio de 2022

Proyecto Lujuria 9.3: ¿Arnold no puede olvidar a Evandro?


Temprano, a la mañana siguiente, martes, el Corolla blanco llega a Chosica. Una casona en el centro, aparentemente aún hecha con madera parece ser la locación de esa mañana. En el interior, Fernando termina de ver algunos clips en los que dos actores jóvenes tienen escenas de sexo explícito no simulado.

“Así que ese carajo comenzó haciendo porno”, comenta a Escalante mientras devuelve el celular.

“Tenía diecinueve, veinte años Y, claro, lo complicado de esa producción fue depilar a su amigo. Lo bueno que ya se conocían de sus shows. Y como algo que no controla con facilidad son sus erecciones, grabar fue sencillo”.

“La vaina es que tampoco lo he visto en otras cosas, solo esa vez en el apartamento donde fuimos y no se quedó”.

“Porque quiso jugar con sus reglas, no con las reglas del sistema. Cuando no juegas con las reglas del sistema, cagas tu carrera”.

El auto se detiene, todos bajan.

En medio de muebles antiguos y polvorientos, una decoración digna de anticuario, enormes ventanas y un clima un poco más cálido que el de Lima, el nuevo modelo posa desnudo, mostrando el ojo del culo y las nalgas, el pene erecto, se masturba, eyacula. Lo hace hasta tres veces en distintos cuartos, incluso en el patio trasero tras el que se alza el cerro de Moyopampa, cerca de una hidroeléctrica.

Al término del ensayo, César recoge los equipos y los guarda. Nota que Escalante está serio:

“¿Qué pasó?”

“¡eso, querido! Que no pasó nada”.

“Ya, déjalos en paz, ¿no? ¿Acaso este veneco no está dispuesto a seguir tus reglas?”

“No me preocupa Osmar si a él te refieres. No es su momento. Sería como reconocer que ya no tengo el toque, aunque podría bloquear su calendario”.

“Tendrías que devolver parte de la plata a ese empresario, pero… dime la verdad, arnold: ¿sigues templado de Cruzado, no?”

Escalante mira más serio a César:

“No hables huevadas de ese calibre, ¿quieres?”

El director y ahora productor fotográfico se mete a la casona. César lo sigue.

“Tienes que ser realista, Arnold: nunca le perdonaste que embarazara a esa chica, Laura; nunca le reconociste el talento especialmente cuando comenzó a crecer, nunca le perdonaste que te choteara a cambio de hacerlo crecer en la industria; ¡incluso conservas esos videos que tienen… diez, once años!”

“Yo ccreé a Evandro Cruzado, César. Yo lo saqué de ser un simple José Evandro Cruz Torres, un puto –porque jamás dejó de ser puto—provinciano que logró un gran físico, el activo trigueño más deseado del Perú, al que convertí en Lebrón Cross, que saqué del mundo porno y lo metí al mainstream, que…”

“Que se quedó en elpasado, Arnold. Ese chico que te decía sí a todo ya se quedó en el pasado. Lima lo adoptó, se hizo limeño, dejó de ser ese chiclayano sumiso.

“es cayalteño, César”.

“Así sea ese indio bora al que también querías promover. Tienes que reconocer que todos ellos, si tienen talento, en algún momento van a crecer. Tú ya hiciste tu parte. Ya les diste la oportunidad. Déjalos ir, huevón”.

“¿aún cuando te pasaste un año de tu vida compartiendo la misma cama, César?”

“¿Y yo no cuento? Ya llevo cinco años compartiendo tu cama… bueno, cuando decides que quieres compartirla y mi mujer no está de ganas”.

César sonríe.

Escalante lo sigue mirando serio.

En el patio, Fernando termina de mamar la pinga al chofer quien, esta vez, solo se ha bajado la cremallera muy discretamente.

 


El retorno a Lima se produce antes de mediodía.

“Creo que regreso a Piura, espero cómo le va a los materiales, y si hay buen resultado, regreso acá a hacer más”, estima Fernando.

“¿Por qué no te quedas al menos un par de días más?”, consulta Escalante.

“No quiero dejar colgado del todo al señor Abelardo. Igual, no quiero abandonar tampoco del todo mi trabajo en el campo. La verdad, la ciudad me gusta para pasear, pero no para quedarme”.

“Pero todo está en la ciudad”, insiste el director.

“Sí, pero…”

Al pasar por Ñaña, una combi a toda velocidad pierde el control en la pista y se arrima al Corolla.

“¡Agárrense!”, grita el chofer, que también va a cierta velocidad.

Por evitar la colisión en una curva, se sale de la vía y da dos vueltas de campana en una pendiente. Solo se oyen gritos. Luego, silencio.

  

miércoles, 22 de junio de 2022

La Marcha del Orgullo en Piura sigue enfocándose en las trans

Se supone que la Marcha del Orgullo es un sitio de encuentro de toda la comunidad LGTBIQ+. Pero en Piura este año parece estar más enfocada en el grupo transgénero, incluso pidiendo a los candidatos a alcaldes y gobernadores que les den un puesto de trabajo.


Según los organizadores, la manifestación pide que las autoridades reconozcan los derechos de la comunidad LGTBIQ+, que ya están recogidos en la ley peruana. Pero la versión piurana tiene un marcado acento trans. Según dicen, porque es el grupo más marginado.

La Marcha del Orgullo se realizará el 28 de junio iniciando con una concentración en la Plazuela Merino a las 4 de la tarde. La edición 14 parece no diferenciarse de las anteriores en cuanto al acento trans, al punto de pedir a los candidatos que les den chamba.

La pregunta es cómo quedan las lesbianas, los gays, los bisexuales, los queer y el resto de identidades de género. ¿es que acaso ya tienen su vida resuelta?

Los organizadores de la Marcha están insistiendo en que se emita una ordenanza que reconozca los derechos LGTBIQ+                . el problema es que hay otros colectivos que tienen las mismas demandas: los afroperuanos, por ejemplo, ¿o qué hay de los migrantes quienes son sometidos a delitos como la trata de personas o pésimas condiciones laborales? Aparentemente, la capacidad de articularse con otras personas vulnerables sigue siendo una debilidad.


Nos parece buena idea que se haga visible al colectivo LGTBIQ+ en las reivindicaciones, pero también nos parece clave incorporarlo todo: se llama diversidad sexual.

Aunque, por otro lado, es complicado que en una sociedad machista y homofóbica/transfóbica, como la piurana, una trans sea respetada en todo el sentido de la palabra. Siguen siendo objeto de burla debido a su apariencia.

Pero, yendo a nuestros derechos como gays y bi caletas, ¿cuál es la agenda que los organizadores de la Marcha del Orgullo nos plantean? ¿Acaso esperan que forzosamente salgamos del armario para que nos incluyan? No se trata de pincharles la llanta sino de ser equitativos.

De todos modos, te invitamos a participar si lo deseas. Pero si prefieres quedarte en casa, recuerda que eso no te hace menos: eres persona y eso es lo que vale.

¿Qué opinas? Deja tus comentarios aquí abajo, en nuestro Twitter, o en hunks.piura@gmail.com 

domingo, 19 de junio de 2022

ASS (33): Un trío gay matutino puede cambiarlo todo

El culo de Flavio tiene poder, incluso poder político.

 


A las 6 de la mañana, Flavio ssale del edificio donde vive, vistiendo una malla de una sola pieza azul eléctrica, que se sujeta a sus bien formados trapecios y ssolo le tapan las tres cuartas partes del muslo. El resto de su anatomía, aunque esté cubierta por la tela alicrada, no deja nada a la imaginación, en especial sus pectorales, su espalda, su cintura delgadísima y plana, su enorme culo, su paquete, sus bien formadas piernas.

La poca gente que está despierta y en la calle a esa hora del sábado se lo queda mirando. A Flavio le llega a la punta del huevo. Sabe de más que Piura es una ciudad hipócritamente conservadora, que se escandaliza en público pero goza todo el kamasutra en privado. Aún así, la ruta del muchacho es discreta, recorriendo Miraflores, escuchando los trinos de las aves, los ruidos de la ciudad, buscando calentarse en el aire frío del amanecer.

Dobla a la avenida que va a dar al Cuarto Puente y trota sostenido y firme, tan firme que sus grandes nalgas e hinchadas piernas vibran a cada impacto de su pie con el concreto. Al pasar por la segunda cuadra, de una mototaxi que se estaciona baja Eliezer junto a otra persona alta como él pero menos fornida. Ambos se quedan viendo al atleta alejarse.

“Un culazo justo como me lo recomendó el doctor”, dice en voz baja.

“Y culazo pituco por lo visto”.

Ambos ingresan a una casa a mitad de esa cuadra.

“Tremendo susto el que me diste en el bus con ese maricón”.

“Eres bien huevón: ¿a quién se le ocurre dejarse mamar la pinga sabiendo que te pueden ver?”

“Ya empezó el capitán… ¿ya se te olvidó cuando metíamos huevo?”

“Pero nosotros cachábamos caleta, eli; más bien, dime cómo puedo ayudarte”.

“Cáchate de nuevo a Pelu, y a cambio te prometo más ganancias que putas pérdidas”.

“No me digas que el culo de Pelu sigue en servicio activo”.

“Sí, solo que ahora se come pingas de alto rango…”

El otro hombre mira fijamente a Eliezer:

“Acepto siempre que no me metas el dedo al culo… y que mi hijo sea parte de los beneficiados”.

“Nada de eso, capi… será mejor que cachar con los calichines del FC”.

Veinte minutos después, ambos salen de la casa y caminan en dirección al Cuarto Puente.

“Gracias, capi, y lo otro ya sabes que se arregla metiéndole verga”.

“Si lo haces, hasta les doy el culo a ti y a Pelu”.

Llegan a un cafetín pero lo hayan cerrado.

“Hijo de puta… tendremos que ir por la irazola. Conozco otro lugar”.

Al doblar la esquina casi chocan con Flavio quien viene trotando en sentido contrario. Los tres se asustan primero, se maravillan luego.

“Perdonen, no los vi llegar”, se excusa el muchacho.

“Descuida… fue mi culo, digo, mi culpa”.

Flavio sonríe ante el lapsus linguae, y nota que el otro hombre le mira fijamente las caderas y las piernas. En diez minutos, los tres ingresan al minidepartamento del joven. Eliezer y su acompañante agradecen y se sientan.

“Ya decía de dónde tu cara y tu cuerpo me eran familiares”, comenta el primero.

“¿Cara, cuerpo y culo?”, ssonríe Flavio mientras pone una sartén en la cocina y enciende la cafetera. “Hay huevos en la refri, y tengo tostadas en la alacena; sírvanse mientras me ducho”.

Flavio entra a su cuarto, se sienta en la cama y se saca las zapatillas y las medias, las que lanza con precisión al cesto de ropa sucia. Se pone de pie y se saca la malla de licra; queda completamente desnudo. De pronto nota que alguien también desnudo entra por la puerta, la que deliberadamente dejó abierta.

“No te entendí a qué huevos te referías”, sonríe Eliezer. “¿A lo mejor éstos?”, pregunta fingiendo inocencia y sacudiéndose los testículos.

“Sí, tus enormes huevos”, sonríe Flavio muy seductor. “Apuesto que son más nutritivos”.

En ese momento, el otro hombre entra completamente desnudo también. En un par de minutos, los dos invitados están apiñados con el anfitrión en su ducha untándole el jabón líquido. Recorren todo su cuerpo perfecto, en especial ese generoso culo. Flavio, aprovechándose flanqueado, agarra las pingas de ambos y las comienza a masturbar.

Una vez que ambos penes están duros, gira, se arrodilla sobre el piso de mayólica y los chupa alternadamente. Minutos después, los tres comparten la cama. Mientras Eliezer ofrece su pija para que se la chupe Flavio, el otro hombre le clava sus 18 centímetros por ese ano suave y cálido. Hay gemidos, hay jadeos, hay arrechura.

Luego Eliezer mete su pinga a Flavio mientras éste se la chupa al otro hombre. Aquí la cosa se ha puesto un poco más complicada para el pasivo porque el grosor de ese pene largo y moreno desafía la elasticidad de cualquier recto, incluso del experimentado mancebo. El otro hombre no aguanta mas y dispara todo su semen en la boca del atleta matutino. Tras suspirar, se echa en uno de los lados de la cama.

Los siguientes veinte minutos serán solo de Eliezer y Flavio. El primero acostado boca arriba, el segundo cabalgándolo sin descanso. Incluso Eliezer se anima a tomar el pene de Flavio y comenzarlo a masturbar hasta conseguir que crezca a sus 15 centímetros, el glande más hinchado que el resto del tronco; los testículos golpeando el vello púbico.

Luego Eliezer se sienta en el filo de la cama y Flavio se sienta sobre él. Con la enorme pija dentro de su culo, continúa cabalgando. La plasticidad de este pasivo es sorprendente, piensa el activo. Finalmente, Flavio da una última mamada profunda al órgano sexual de Eliezer y le extrae todo el semen, una gran cantidad dicho sea de paso, y se la traga. Los dos se acuestan junto al primer hombre, de tal manera que el anfitrión queda al medio.

“Leche de negro y leche de cholo”, celebra Eliezer.

“el que no tiene de inga, tiene de mandinga, y sabe disfrutar una buena pinga… o un buen par de pingas”, ríe Flavio.

“¿Y como cuánntas te habrás comido?”, le consulta el otro hombre.

“No muchas como parece, pero las que me comí pagaron bien y quedaron muy satisfechas”.

“Ah… eres… cómo decir…”

“Escort, modelo de desnudo artístico, desnudo pornográfico, stripper, gogo, y ahora estoy grabando una película porno”.

Eliezer reacciona: “O sea que este trío…”

“Tranquilo, moreno. Esto es cortesía de la casa; es más: yo estoy dispuesto a cachar contigo todas las veces que quieras… y con tu amigo también”.

“¿Por nada?”, se serena Eliezer.

“Al contrario. Si haces que tu jefe no se meta con mis negocios… yo te prometo que todos ustedes llegan a la regional… y tendrán rico sexo gay”.

Casi a un cuarto para las 9 de la mañana, Eliezer y su acompañante salen del edificio.

“Eli, prácticamente le has dado el culo a ese chibolo”.

“Tranquilo, capi: ni le di el culo ni me dio su pinga… todo está bajo control”.

“Ya te dije, eliezer: no me metas en líos y garantiza lo de mi hijo”.

“Lo de tu hijo es un hecho; por lo demás, ¿cuándo te he cagado la vida, querido Julio?”

            Para finalizar,mira un video porno gay aquí. 

sábado, 18 de junio de 2022

Proyecto Lujuria 9.2: Osmar y Alexis también gozan rico en la ducha


A la misma hora, Osmar regresa de la calle al departamento en el condominio. Alexis justo sale del dormitorio principal cubriéndose sus genitales con una toalla:

“¿Cómo te fue en la entrevista?”

“Bien, pero ya estaba olvidando que esto de atender a la prensa tiene su lado pesado. Al menos no me pidieron quitarme la camisa”.

“La cena está para calentar por si desees”.

“Báñate, luego me ducho y ceno antes de que venga Alejandro”.

Alexis se aproxima un poco más sin separar la toalla de sus partes íntimas:

“¿Entonces va en serio la cosa con ese chico?”

Osmar se lo queda mirando y sonríe:

“¿Podemos ducharnos juntos?”

 


El baño se llena de cierto vapor. En la ducha, los dos actores están empapados y cubiertos sus cuerpos con la espuma de sus jabones que masajean con cierta delicadeza. Casi sin quererlo, por instantes se rozan un poco.

“¿Y cómo tienes tanto estómago para soportar toda esa presión, Osmar?”

“Sobrevivir al chavismo da experiencia suma cum laude, pana”.

“¿Hasta cuándo vas a soportar?”

“el miércoles iré a la embajada americana y veré si puedo tramitar mi visa. Un compañero en Doral dijo que puede alojarme mientras hago castings, busco algo. Para cuando acabe la temporada, ese trámite ni siquiera habrá comenzado, creo”.

“¿Y la película que están negociando? ¿Y lo de esa serie? ¿La sesión para Brasil?”

“Si llega, ya veremos. Por ahora, mis planes son emigrar… otra vez”.

“¿Te puedo acompañar? Yo tampoco me veo con futuro en Perú”.

“¿Tienes dónde llegar en Miami?”

“Quiero ir a Los Ángeles. Qiero preguntar bien a Keith  cómo es la nota allá”.

“¿En serio ese man es peruano?”

“Su partida de nacimiento dice que sí. ¿No ves cómo hablaba todo criollo?”

“sus facciones son de gringo”.

“Bueno, quizás por eso ha podido trabajar en mercado anglo, aunque acá no se ha conocido ese trabajo”.

“Los Ángeles es más jodido que Miami, Alex”.

“En el valle de San Fernando no son muy exigentes”, el actor se coge  el paquete con una mano, meneándolo, mientras con la otra se nalguea.

“Al menos tienes buena verga… y buen culo. Yo solo buen culo. Mi verga no es… muy pornográfica que digamos, sin ofender”.

Alexis se sonríe:

“Pero eres guapísimo, huevón. A veces tengo que controlar mis hormonas cuando te veo calato, como ahora”.

Osmar ríe:

“Me deseas sexualmente, acaso, vale?”

“¿quién no te desea sexualmente? Aunque, claro, con todo lo que me cuentas… puta, huevón, no sé si aguantaría estar en tu pellejo”.

Osmar se enjuaga el jabón, dándole la espalda a Alexis. De pronto, comienza a sobarse las nalgas más de la cuenta. Voltea un poco la cara:

“Podrás vaciarme tu leche aquí?” Osmar se toca la raja del culo. Alexis se sorprende.

Osmar gira, sonríe, coge a Alexis, lo mete bajo el agua tibia, lo enjuaga de cabeza a los pies, sin obviar pene, bolas y trasero. Lo abraza.

“No te dije nada, pero sí sentí hace semana y media cuando en la escena del sueño, tu huevo estaba un poco más duro que lo usual”.

“¿Te molestó?”

“Para nada. Sé que no tuviste intención”.

“A veces es jodido controlar la mente”.

Osmar sonríe, se estrecha más en el abrazo, siente cómo el pene de Alexis se pone duro; lo mira con cariño, lo toma de las mejillas y lo besa en la boca. Entonces se arrodilla a chupár ese pene con cierta dificultad; se ayuda con una mano para acelerar el orgasmo.

“Las voy a dar, Osmar”.

El arrodillado se saca la pinga de la boca, la magrea fuerte y deja que el semen se le dispare en la cara.

Al salir, se topan inesperadamente con Gibrán en la puerta.

“¡Entonces sí es cierto!”, exclama el inquilino principal, con cierto asombro.

  

viernes, 17 de junio de 2022

El stripper brasileño que apareció en una corte peruana

Para ser el abogado de un presidente homofóbico, la imagen de Ricardo Milos bailando exóticamente en medio de una audiencia judicial es qcomo recibir un golpe de pinga en las mejillas… o en el mismo culo.


 

La imagen que se vio durante la audiencia corresponde al stripper, modelo y escort  brasileño Ricardo Milos, quien se hizo famoso allá por 2011 cuando su imagen bailando eróticamente luciendo una pañoleta roja y una tanga con los colores de la bandera estadounidense se hizo viral alrededor del mundo, especialmente en la comunidad gaymer… perdón, gamer.

Lo particularmente curioso es que el presidente peruano Pedro Castillo se ha declarado abiertamente contra la comunidad gay durante su campaña política, incluso parece tener problemas con las mujeres porque es lo que más escasea en su gabinete. Además, muchos de sus ministros y funcionarios tienen o han tenido denuncias por violencia contra las mujeres, incluso violación sexual. ¿No será que Castillo tiene su ladito gay? Quién sabe.

Mientras tanto, Lo poco que se sabe deRicardo Milos es que habría nacido en 1977, que mide metro 72 y pesa 86 kilos. O sea, es culturista.

Los videos de Ricardo Milos parecen ser populares en la comunidad de abogados peruanos porque su imagen también ha aparecido en una audiencia virtual aquí en la ciudad de Piura. Y por lo visto, tienen un gran archivo de videos de strippers porque también aparecieron en otras audiencias en todo el país.

Nosotros hemos buscado si hay videos de Ricardo Milos calato, pero no hemos encontrado nada. Si tú tienes alguno, avísanos. Mientras tanto sí hemos hallado este video suyobailando y este otro video suyo bailando. Se mueve rico el csm, ¿no? No olvides comentar acá abajo o en nuestro Twitter.

Tenemos más sobre stripper calato, culturista calato y abogado gay. 

miércoles, 15 de junio de 2022

Nicola Porcella yLa Mackyna bien calatitos, como tú los querías ver

OnlyFans es una red social que de un tiempo a esta parte ha tenido un crecimiento interesante, especialmente en mercado peruano. Y para muchos gays, casi es una bendición porque pueden ver a muchos chicos mostrándolo todo casi sin censura. Aunque tenemos que aclarar que el acceso cuesta, y según cuánto pagues, cuanto más podrás ver.

 


OnlyFans se ha convertido para muchos chicos en una fuente para conseguir plata. Claro que ésta puede aumentar dependiendo de la frecuencia con que publiquen, y las cosas que publiquen. Y, sin duda, los contenidos más apreciados son los calateos completos o las sesiones de sexo explícito.

De los usuarios peruanos más populares, nos quedamos con dos ejemplos.


 

Nicola Porcella es una primera muestra. el actor, ex modelo y ex futbolista (sí, fue delantero del Melgar, del Municipal y del Sport Boys) ha sido uno de los que abrió su cuenta, aunque la cerró recientemente luego que consiguiera un contrato con Televisa, la empresa de medios de comunicación más poderosa de México.

Las fotos más célebres de Nicola en OnlyFans, y que ha rescatado en su cuenta de Twitter, son aquellas en las que aparece en un jacuzzi, o enseñando su culito.

El capitán histórico de los guerreros ha sabido ocultar su paquete estratégicamente, incluso en aquella foto de la ducha donde su mano es la principal barrera entre su pinga y sus huevos y la vista de todos sus seguidores. ¿O qué tal en la que deseamos ser la espuma que tapa las joyas que Dios le dio? Ya, pues, Nicola, aunque sea para verla de lejitos, ¿no? Recuerda que amar (a tus fans) es compartir (tus desnudos frontales).

Porcella ha borrado algunas fotos calato, pero ha dado suficiente tiempo para que muchas personas las bajaran y compartieran… y para que nuestro equipo de investigadores las encontrara para que tú las disfrutes.














Las fotos fueron previamente publicadas por Nicola Porcella. Opina aquí qué te parecen.

 


Mack La Macyna es la segunda muestra. este entrenador, stripper, comerciante, emprendedor al fin y al cabo, ha sido un poco más explícito en OnlyFans, y cuando hablamos de explícito, nos referimos a que no ha tenido ninguna palta en mostrar su pinga y sus huevos.

La Mackyna también  ha enseñado su hermoso culo… mucho más formado que el de Nicola, por cierto. ¿Qué dices, Mack, se te puede hacer un rico beso negro… o quién sabe? ¿Será cierto que eres ‘todo terreno’ en todo el sentido de la expresión? No sería malo.

La Mackyna se recursea dando clases particulares a algunas estrellitas peruanas, aunque también tiene alumnos no tan famosos. ¿No te provoca contratarlo para unas clases de musculación totalmente al desnudo?  Por lo menos, el que haya posado así en pelotas para que todos lo admiremos y deseemos, se agradece enormemente… como las erecciones  que ya nos generó.














Estas fotos fueron previamente publicadas por Mack La Mackyna. ¿qué opinas de ellas?

 

Ya veremos qué otras sorpresas nos tiene preparadas OnlyFans. A propósito, ¿tú tienes cuenta allí? Si es así, déjala en los comentarios a continuación, deja que nuestros seguidores las visiten y que las califiquen. Será muy sabroso hacer un ranking de los mejores OnlyFans en la comunidad Hunks of Piura.

Para trabajar tus producciones posando calato, escríbenos en estricto privado a hunks.piura@gmail.com  o a nuestro Twitter https://twitter.com/hunkspiura por DM.

También tenemos otras entradas sobre culturistas calatos, actores calatos y modelos calatos. 

domingo, 12 de junio de 2022

ASS (32): ¿Es seguro mamar pinga en un bus?

Bartolo es tan arrecho que puede tener un sexo tan romántico como arriesgado.

    
 

Suena una alarma en la oscuridad de la madrugada y Bartolo se despereza bajo sus cobijas. Al estirarse, siente un calor en su espalda y de inmediato un cuerpo atlético desnudo como el suyo; entre sus nalgas, el gran pene erecto de Marcano.

“Ya son las cuatro: levántate”, le dice en su oreja justo antes de besarle el cuello.

“Cinco minutos más”, ruega Bartolo sintiendo que su pinga también se pone erecta.

“Perderás el bus a Piura, y luego tu bus a Chiclayo… vamos a bañarnos”.

Bartolo gira bajo las cobijas, abraza a Marcano y le da un beso en la boca mientras pega todo su cuerpo desnudo, en especial ambas pijas al palo.

“¿En serio quieres que viaje y perderme un fin de semana cachando contigo?”

“Amo tu boca, tu verga y tu culo, vale; pero el transporte no espera”.

“Cachemos al toque, ¿sí, chamito?”

Marcano sonríe en la oscuridad, besa de nuevo en la boca a Bartolo, se acuesta encima; ambos comienzan a acariciarse. Marcano mueve su cadera estimulando ambos falos al mismo tiempo. La cobija se corre un poco. Le besa el cuello de nuevo, luego le chupa bien ambas tetillas, baja por el lampiño vientre, besa el vello púbico rasurado y comienza a chupar el pene mientras con una mano juega con los testículos y con la otra, aprovechando que Bartolo está abierto de piernas, va hasta la raja entre ambas nalgas duras. Para ayudarlo, bartolo eleva las piernas. Marcano se moja uno de sus índices con saliva y comienza a masajear el ano de su amante, muy suave, muy tierno.

La chupas bien rico, chamito… también te la quiero chupar”.

Marcano sonríe nuevamente, se incorpora por un instante y cuidadosamente se arrodilla en sentido opuesto. Ahora que están haciendo un 69, Bartolo también puede acariciarle testículos, nalgotas y estimular el ano mientras le chupa el pene.

Pero bartolo va un paso más allá. Como sea hace que el ano de Marcano quede a la altura de su boca y le hace un beso negro.

El venezolano comienza a rozar su largo y grueso pene contra el medio de los dos pectorales de Bartolo; adicionalmente, usa una de sus manos para masturbarle el pene como queriendo apurar algo y lo consigue.

“Voy a eyacular, chamito. ¡Se me viene la leche”!

Pero Marcano parece no hacer caso. Siente que el semen le inunda la boca. Se lo traga. Tras la sesión sexual, ambos se bañan juntos.

“Hiciste trampa, chamo. Se supone que los dos debíamos eyacular juntos”.

“Me estoy guardando para esa escena de sexo esta noche: ya sabes que con esa plata, podemos hacer todo lo que habíamos planeado”.

Bartolo sonríe en el estrecho cubículo de mayólica; acaricia la mejilla de Marcano:

“Lo sé, chamito. Solo recuerda que no debes arriesgar tu salud. Ya sabes lo que pasó con…”

“Sí, y el muy estúpido no quiere dar la cara”.

“Pero tú me aseguraste que contigo siempre usó condón, ¿no?”

“Conmigo siempre usó condón porque se lo exigí, pero no sé si con el resto”.

Casi volando y con su mochila de viaje  a la espalda,Bartolo baja las escaleras y se detiene en el pasillo del segundo piso. Toca una puerta. Sale Eliezer ya vestido secundado por Sandro quien se cubre sus genitales con una toalla y se detiene justo debajo del dintel. Saluda coquetamente.

“Pensé que te quedaste dormido”, sonríe Eliezer.

“Perdona”, se sonroja bartolo.

Sandro vuelve a meterse a su cuarto, y así desnudo, a su cama. Toma su celular, marca un número. A los cinco minutos, siente unos toques discretos en su puerta. Salta de su cama y abre. “Más veloz que un rayo”, comenta sonriendo.

Marcano, vistiendo polo y short, ingresa; de inmediato se los quita: queda desnudo otra vez.

Bajo las cobijas, Sandro está acostado boca arriba y con las piernas abiertas mientras Marcano está encima suyo besándole la boca y sobando ambos penes ya erectos. Tras besarle el cuello, Marcano repite la vieja técnica de mamar las tetillas, besar el abdomen (que sí tiene algunos pelitos), llegar al vello púbico algo recortado y mamar el pene, estimular los testículos con la otra mano y la otra meterla por la raja del culo hasta masajear el ano.

“Marcanito… ¿me dejas probar tu anito?”, bromea Sandro.

El venezolano no se hace de rogar. Repite la misma maniobra que con Bartolo y básicamente se sienta en cuclillas sobre la cara de Sandro dándole oportunidad a que goze sus enormes nalgas y su agujero a discreción. Cuidadosamente, Marcano se inclina y vuelve a chupar pija masturbándola al mismo tiempo. Y parece que la técnica combinada vuelve a dar resultado.

“Las quiero dar en tu cara”, pide Sandro extasiado.

Marcano para de chupar la pinga, la pajea rápido, cierra la boca y deja que los chorros de semen se disparen en sus mejillas. Cuidadosamente, se acuesta boca arriba y deja que Sandro se eche ssobre él para lamer su propia leche. Al terminar, lo besa en la boca.

“¿Te ordeño también?”, consulta.

“No es necesario, chico. Pero… ¿qué te parece si te acompaño en la cama hasta que te levantes?”

“Me parece una excelente idea”, sonríe Sandro.

Mientras tanto, el bus rumbo a Piura ya dejó las últimas calles de San Sebastián y la cabina de pasajeros se queda a oscuras. En la última fila viajan Eliezer y Bartolo pegados a la ventana.

“va casi vacío, ¿no?”, comenta Eliezer.

“Debe ser que es sábado o que es muy temprano”, cree Bartolo.

Pasan unos segundos y siente que Eliezer le toma la muñeca y se la lleva evidentemente hacia la bragueta: la pinga que vio y chupó la noche anterior está otra vez libre de cualquier ropa que la oprima.

“Qué pendejo eres”, sonríe.

“Aprovechemos que está oscurito”.

Bartolo duda, pero siente fluir la adrenalina. Se inclina y comienza a mamar la pinga. Eliezer reclina su asiento y pone sus dos manos sobre el fffrondoso cabello de Bartolo. El pedazo de carne no tarda en ponerse duro. Aunque, pensándolo bien, Eliezer usa la mano que tiene libre para recorrer la espalda del otro chico y meter su mano dentro de  la pantaloneta que se puso esa mañana para viajar. Se interna bajo la ropa interior y gana el par de lampiñas, suaves y bien formadas nalgas y luego masajea el ano.

Afuera ya comienza a despuntar el día aunque aún muy débil. Eliezer trata de concentrarse en el sexo oral y se acomoda un poquito, cuando de pronto, con la poca claridad disponible, ve acercarse a alguien. Desconecta a Bartolo de su pene, como puede se lo mete dentro del pantalón. El muchacho se asusta, más al mirar que alguien se aproxima y se sienta a su lado.

“O se bajan con algo, o llamo al cobrador”, dice aquella persona con una voz aguardientosa.

Para finalizar,mira un video porno gay aquí. 

sábado, 11 de junio de 2022

Proyecto Lujuria 9.1: evandro y Alejandro cachan rico en la ducha


A las seis y cuarto de la tarde, Alejandro entra en su dormitorio alquilado.

“Pasa”, invita.

Evandro ingresa tras él. La puerta se cierra.

“Todo está casi igual”, dice mientras gira su cabeza en ciento ochenta grados.

Alejandro deja las llaves en un enorme cenicero de vidrio con motivos turísticos de Montego Bay, Jamaica, un recuerdo de uno de sus viajes periodísticos que terminó siendo cuasiturístico, y que conserva sobre el archivador de metal; va a su cama y se comienza a desnudar:

“Me disculparás, pero ha sido un día pesado: necesito una ducha”.

“Yo también”, secunda Evandro sin ninguna intención. “Especialmente luego de lo que me contaste: ducha con masaje, de ser posible”

Alejandro ríe un poco:

“¿Recuerdas ese gym de mala muerte en Ventanilla”.

“La ducha no tenía lluvia, era un chorro”, sonríe Evandro. “Y en invierno era una tortura bañarse ahí”.

“Acá al menos tengo de esas termas brasileñas de resistencia”.

“Todas las termas tienen resistencia, Alejo”.

“No jodas con tus tecnicismos”.

El fotógrafo ya está calato con una toalla al hombro y camino al baño. Abre la cortina de la ducha, la cierra, abre la llave del agua, regula la palanca de temperatura y entra.

“¿Qué piensas hacer?”, pregunta alzando la voz un poco.

Nadie responde.

“¿Evandro?”, confirma el surfista. “Sigues ahí?”

Cuando está a punto de salir para ver si no se ha desvanecido en el aire o el suelo, casi se estrella con el actor, totalmente desnudo y con un paquetito plateado en su mano derecha:

“¿Podemos?”

Alejandro ssonríe. Ambos entran en la ducha.

Tras la cortina no hay diálogo, excepto el de dos cuerpos húmedos y cansados que comienzan a prodigarse caricias y besos. Hay jadeos, gemidos, hay lujuria al por mayor.

Evandro mete su pinga rrecta, gorda y babeante, pero protegida por un condón, en el ano de Alejandro. Gozan sin hacer tanto malabar, aunque el fotógrafo tiene un estilo muy peculiar de mover la cadera y masturbar el pene que sigue en sus entrañas hasta ordeñarlo todo.

Como cierre, Evandro coge el pene de Alejandro, lo soba fuerte aprovechando la lubricación del jabón hasta que la eyaculación se produce.

“¿qué harás ahora?”, pregunta Alejandro terminándose de vestir.

“Tengo que ingresar esos datos en el diagrama de flujo… las cosas no van a resultar como esperaba”, responde el actor también terminándose de poner la ropa.

“Oye, y perdona que me meta en esto, pero… ¿eres feliz con Laura?”

“Por favor, no me remuevas culpas, ¿quieres?”

“¿Y Osmar?”

“Ya veremos”. Evandro guiña un ojo.

Se acomoda la casaca y verifica que su cabello no esté húmedo aunque sí peinado con su raro copetito.

“Lo gracioso de todo esto”, reflexiona Alejandro, “es que acabamos de serles técnicamente infieles”.

“No jodas con tus tecnicismos”, sonríe Evandro.

Ambos terminan riendo. Un nuevo abrazo. Otro beso en la boca. ¿Es un nuevo adiós?

  

viernes, 10 de junio de 2022

La hermandad de la luna (epílogo)

En Fogatas, la playa por donde pasa la línea que permite dividir a la Tierra en dos mitades perfectamente iguales, un ansioso Ismael Nava se sienta en una mesa al interior de un restaurante de hamburguesas. Es mediodía, el tiempo está templado, y poco o nada le importa que donde él está sentado es invierno pero saliendo por la puerta principal, a unos diez metros de distancia, es verano. Chiquito se le aproxima y sienta al frente.

“Ya nos traen la orden, inge”.

“No me llames así, carajo”, regaña Nava en voz baja.

“Disculpe, don Mayo. ¿Cuándo tomaremos el vuelo?”

“Una semana todavía porque tienen que arreglarme lo de tu pasaporte: hacerte pasar por ciudadano de acá y sacarte papeles no se hace de un rato al otro como en Collique, pero Latinoamérica es Latinoamérica, donde sobornas a quien sea y… ya sabemos qué pasa”.

Chiquito sonríe.

“¿Y cuándo podré llamar a mi mujer y mi viejita, in… don Mayo?”

“Carajo, huevón, espera a que lleguemos a Londres y ahí nos organizamos. Le has dejado regular cantidad de plata a tu familia, así que no creo que la desaparezcan en una semana”.

De pronto, una hermosa joven vestida con breve blusa de tiritas, short y sandalias entra, observa a los lados y camina hasta sentarse en la misma mesa que los dos varones. Nava mira a Chiquito muy sorprendido; lo mismo el matón.

“Hola, caballeros”, dice con voz muy dulce y coqueta.

“Buenas tardes”, trata de ser cortés Nava. “Perdone, ¿nos conocemos?”

“No creo, pero… podríamos conocernos más”.

Nava y Chiquito vuelven a cruzar miradas. El segundo le mira los senos sin ningún disimulo pero no con afanes pecaminosos, mas bien de seguridad, detectando algún cable oculto, algo fuera de lo común.

“El reloj”, reacciona alarmándose, y levantándose de la mesa. “¡El reloj, inge!”

Todos en el restaurante voltean la cara.

“Siéntate, por favor”, advierte Nava en voz baja.

Chiquito reocupa su asiento con los ojos desorbitados, totalmente jadeante.

“Al grano, señorita”, el ingeniero se pone serio. “Su presencia nos está inquietando”.

La chica mete la mano a su bolsillo y saca un carnet con una foto.

“Prensa. Quiero que me cuente la historia de Cruz Dorada en el valle de Collique, del otro lado de la frontera”.

Chiquito se vuelve a levantar de golpe, tira la silla, se mete la mano a la cintura y saca una pistola: apunta a la chica. Nava se para con rapidez y lo encara.

“No seas imbécil”.

El matón mira con desesperación a la joven audaz y mira a Nava. Gimottea. Al instante, se lleva el cañón del arma a la boca. Los comensales gritan de espanto.

Un disparo se oye.

Todos salen despavoridos, entre ellos Nava, pero su carrera se acaba en la esquina de esa calle cuando alguien lo bloquea de un golpe y lo agarra del pecho.

“¿Pensó abandonarme, ingeniero?”

Ismael abre sus ojos y su boca: el Carnes lo tiene paralizado. A sus costados, la gente huye; la Policía está a punto de llegar.

Mira un video aquí.

Esa noche, el grandulón se cobra la victoria de una forma diferente, al menos nunca antes experimentada en toda su vida pero que nunca dejó de producirle curiosidad: con su no tan largo aunque sí grueso pene erecto metido dentro del ano de otro hombre que es la perfección física andando, o al menos la que él recientemente ha conocido. Cierra los ojos, trata de resistir pero no puede más: eyacula en el interior de ese otro varón.

“Perdona”.

“No hay problema; excelente siendo primera vez”, le dice el amante del momento, mientras su pene erecto pierde firmeza y descansa poco a poco sobre el bajo vientre del cuerpón.

“¿en serio te gustó?”, el Carnes le acaricia los bien formados glúteos, aún sobre su pubis.

“A mí sí”.

“¿Pensaste que no lo iba a lograr?”

“Yo no decir eso. Yo sentir cierta duda, entonces yo decidí reto”.

El Carnes sonríe.

“Ahora sabes que puedes confiar en mí, y tú sabes por qué debes creer en mí”.

“Sí, sí saberlo”.

“¿Y ahora qué, Owen?”

“Tú ser libre. La frontera estar a diez horas en auto. Mañana poder regresar”.

“Mi país ya no es mi casa; no tengo que hacer nada allí”.

“Entonces… mi casa ser tu casa, pero ser viaje muy largo”.

El Carnes palmea una de las nalgas.

“Será la primera vez en mi vida que un viaje tenga sentido para mí”.

Owen sonríe, se inclina y besa los labios del hombre.

“Entonces, ir a casa”.

Una alarma suena en el celular de El Carnes. Lo rescata de la mesa de noche al lado y lo revisa. Ríe.

“Ciento veinte me gusta”.

El Carnes deja el celular en la mesa otra vez, gira con Owen y se le acuesta encima. En la pantalla, brilla la foto de un iracundo Ismael Nava esposado a un poste de energía eléctrica en una calle de Fogatas con el texto: Welcome to the Middle of the World. #WhiteCross #endgame #moonbrotherhood