domingo, 31 de julio de 2022

ASS (39): Julián y Santos comienzan el domingo con sexo

El nadador nunca pensó llevarse a su cama a ese español musculoso que conoció en el vestuario.


 

 Apenas el domingo amanece, y mientras Lima aún duerme, Julián desafía al frío parado en el podio. Cuerpo musculoso, blanco, lampiño, mejor dicho rasurado, apenas cubierto por una truza de baño clásica color rojo que aunque cubre su paquete y su gran culo, no evita notar sus grandes proporciones íntimas. Se lanza al agua. Es un perfecto estilo mariposa. Al llegar al otro extremo de la piscina hace el largo de vuelta de espalda. Sale del agua. Se quita los lentes y el gorro de nadar. Sube por la escalerilla, se cubre con una toalla, resopla, se seca, busca sus sandalias y va a los vestidores. Aunque no está mojado, sacude su corto cabello negro.

Ya adentro y más abrigado, y ante la ausencia de otra persona, se saca la truza. Queda completamente calato. Se seca sus gloriosas nalgas y su paquete donde el vello púbico ha sido retirado a punta de crema depiladora.

De pronto, un hermoso muchacho musculoso, sudando un enterizo de licra, cabello rubio, ojos claros, piel blanca, ingresa también. Ambos se miran.

“Disculpa”, dice el recién llegado con un acento que parece ser español. “Pensé que estaba vacío”.

Julián no se inmuta, aunque disimuladamente se cubre la pichula con su toalla.

“Tranquilo… somos hombres”.

“Bueno, eso sí”.

El rubio se aproxima a otro casillero, se saca las zapatillas y las medias.

“¿Tú nadas?”

“Sí”, responde Julián. “¿Por qué?”

“Ahí está tu bañador”, responde el rubio sonriendo mientras se quita el enterizo. Debajo no tiene nada, excepto un cuerpo de dios griego tapizado de un fino vello también rubio.

Julián mira el paquete, parece que esa mota de pelos encima de su pinga dormida no ha sido recortada hace meses.

“Ah, lo olvidaba: soy Santos”.

el rubio calato extiende la mano a Julián, quien se deja de pudores, se olvida de la toalla y extiende la suya también. La estrecha. La sacude.

De inmediato, cada cual toma un cubículo y se ducha.

“Así que eres español”, dice Julián.

“Catalán más bien”, aclara Santos.

“¿Eso no es España?”

“Es largo de contar… ¿Desde cuándo nadas?”

“Desde que tengo uso de razón”, responde Julián.

“Pero andas bien cachas”.

“¿Bien qué?”, se extraña el nadador.

“Bien musculado… tienes un cuerpo perfecto”.

“Tú… igual”.

Tras salir del club donde ambos han entrenado, llegan a un edificio cercano. Suben a un tercer piso. Entran a un departamento.

“Perdona el desorden”, Julián pone el parche.

“Descuida”.

Sin que se lo pidan, Santos camina hacia el mueble y la mesa y comienza a ordenar un poco.

“Oye, deja ahí”, sonríe Julián. “No tienes que…”

“Mientras preparas el desayuno, yo ordeno esto”.

Santos sonríe. Ambos se miran. Electricidad.

Al diablo con el orden, los dos ingresan al único dormitorio besándose apasionadamente en la boca, y vuelven a quitarse toda la ropa. Se echan a la cama y comienzan a revolcarse.

Como Julián queda bajo el cuerpo de Santos, aprovecha para acariciarle toda la espalda y terminar en sus dos grandes y velludas nalgas.

“¿te gusta mi culo, majo?”, sonríe el europeo.

“Me encanta”.

“Me gusta el tuyo también”.

Las pingas de ambos están duras y apretadas una contra la otra. La de Santos lubrica mucho.

“Yo solo hago de activo”, avisa Julián.

“Esas son gilipolleces. No importa quién folle, botemos la lefa”.

“¿Qué?”, se extraña Julián.

“Hagamos el amor”.

Sin esperar más, el nadador gira sobre su amante y y lo pone boca abajo, recorre su bien formada espalda hasta llegar a sus prominentes nalgas cubiertas de vellitos rubios. Hace levantar el culo y le separa los cachetes: el ano es rosadito y cerradito. Sin pensarlo más, le aproxima su boca y comienza a darle tal beso negro que Santos araña las cobijas.

“Cómete bien mi culo, macho”, le repite.

Julián no solo estimula el ano, que parece no dilatarse sino que le besa las nalgas, y regresa por la espalda hasta tocar el cuello del otro chico con sus labios. La pinga gruesa y dura de Julián está en medio de los dos glúteos.

“Ponte condón”, pide Santos.

“No tengo”, dice Julián bien arrecho. “Confía en mí”.

“¿Qué vas a hacer, cabrón?”.

“Hacernos el amor”, replica Julián más arrecho aún.

Mueve su pinga contra el culo de Santos sin penetrarlo, y lo hace con mucha energía, sin dejar de besarle el cuello. Ambos jadean.

“Qué rica polla”, suspira Santos.

“¿te gusta?”

“Me encanta”.

El semen de Juliánn se dispara entre su pubis y las dos nalgas de Santos. Se mueve un poco más hasta que se detiene.

“Creo que tendremos que ducharnos de nuevo”, sonríe el nadador.

“Creo que sí”, responde el otro chico. “Y… creo que tendré que poner tu cobija en la lavadora”.

“¿Por qué?”

“Me corrí en ella”.

Julián sonríe:

“A la mierda”.

El duchazo es un torneo de guerra de espadas y luego una lucha cuerpo a cuerpo que termina en una nueva vaciada mutua.

“Ojalá te vuelva a ver”, pide Julián a Santos dándose un beso en la boca.

“Ojalá”, le replica el otro chico.

Yaa eso de las once, Julián llega al aeropuerto con una mochila mediana, protegiendo su cabeza con una gorra y su cara con lentes oscuros… a pesar de que en Lima es un día nublado.

Al pasar a sala de embarque, sorpresa: al otro lado está esperando… Santos.  

Y para terminar, te dejamos con una porno gay.    

viernes, 29 de julio de 2022

Proyecto Lujuria 10.4: Osmar y Evandro deben tomar decisiones


Medio año después, un fibrado y ralamente velludo Keith entra con una tabla hawaiana en un búngalo a la orilla de la playa. Apenas viste una bermuda turquesa húmeda que le marca el culo, el grueso paquete y las anchas piernas. Tras sí, ingresa Alexis, vistiendo una tanga de baño blanca también húmeda.

“Parece que la reparación de casas te deja buena plata”, dice el segundo viendo la habitación construída y amoblada en pura madera y palma.

“Ahorro es progreso”, replica Keith dejando la tabla en la pared y abriendo un poco la ventana mientras de fondo se oye al mar romper.

“No eras así en la secundaria”.

“Cuando migras, el mundo cambia: si sigues dilapidando, te jodes”.

Alexis sonríe:

“Lindo lugar”.

“Lindo cuerpo”.

“Gracias”, sonríe el velludo y atlético en tanga.

“¿Quieres un trago? Tengo chela solamente”.

“No, gracias; quiero regresar sobrio a mi hotel”.

Keith sonríe.

“Te puedo dejar en la puerta de tu cuarto. ¿Recuerdas ese campamento en quinto?”

“Nos embriagamos con ron”.

“¿Recuerdas lo que pasó después?”

“Prefiero no recordar… ya te dije por qué”.

Los dos varones se miran fijamente por algunos segundos. Entonces, Keith se aproxima, toma la mejilla y besa en la boca a Alexis, quien le corresponde pero luego parece arrepentirse:

“No deberíamos…”

“Aquí estamos solos tú y yo”.

“Nos miran”.

“Deja que nos miren”.

Keith abraza y besa profundo a Alexis mientras le quita el bañador y lo deja desnudo. La marca de bronceado magnifica las ya grandes nalgas respecto a todo el musculado físico. En retribución, Alexis afloja el velcro de la bermuda y se la baja, dejando también desnudo a Keith. Ya libres, ambos se acarician. Sus penes se ponen erectos. Parece que con el surfista se cumple la regla ésa de que cuanto más delgados, más aventajados.  

Alexis se arrodilla y comienza a chupársela tratando de tragársela tanto como pueda. Keith mira la acción.

Tras algunos minutos, el surfista hace que su compañero sexual se ponga de pie, lo apoya en un mueble y se arrodilla tras sus nalgas velludas a hacerle un beso negro mientras se las acaricia, palmea y le arranca gemidos.

Luego de  cierto tiempo, escupe directo al ano, se pone de pie, va en busca de algo y regresa abriendo un paquetito del que saca un preservativo que extiende por todo su falo, se encoge ligeramente de rodillas y comienza a penetrarlo.  Bombea gentilmente.  Simultáneamente, Alexis se masturba.  Los dos gimen y jadean despacio.

Minutos más tarde, Keith llega al orgasmo: saca su pene, tira el condón quién sabe dónde, se masturba y dispara su semen entre las nalgas de Alexis. Finalmente se arrodilla y le lame su propia lefa.

“Y… corten”, ordena Giaccomo desde el otro lado de la habitación.

A su costado, César deja de grabar en la cámara mientras se acomoda su pene erecto bajo su bermuda en tanto Alejandro aprovecha para tomar algunas fotos fijas de los actores a quienes pide quedarse en sus marcas por un instante. Su pene largo y grueso también se marca bajo su short.

“Recupérate, amor, para hacer las tomas de apoyo”, indica Giaccomo.

En una esquina, Evandro con unos papeles sobre una tabla de acrílico, anota algo con un lapicero y lo deja sobre una mesa; su grueso y largo pene erecto se marca bajo una tanga roja oscura.

“Saldré a tomar aire”.

Afuera, en una hamaca, Osmar recibe la brisa en esa playa en algún lugar al sur de Zorritos, Tumbes, también en tanga de baño (pero celeste), lentes de sol, su celular en la mano. Evandro se le aproxima y acaricia la cabeza; Osmar sonríe.

“Arnold se suicidó anoche… Aparente sobredosis”.

“No fue de amor, ¿no?”

“Evan: aunque te haya jugado chueco, respeta su memoria”.

“Qué lástima por Abelardo Sosa. Justo había viajado a Lima para visitarlo y se encuentra con…”“

Evandro se queda en silencio mirando pensativo las olas del mar.

“¿Con qué, Evan?”

El aludido sonríe con la boca abierta poniendo la punta de su lengua bajo  el último incisivo sin decir nada.

“Evan, no estarás pensando que…”,

Osmar también se queda en silencio.

“Si dicen que fue sobredosis, fue sobredosis… de amor”.

“¿Tú crees que…?”

“Fue sobredosis, Os. Y… a propo, ¿tú conmigo, tú conmigo, tú conmigo, tú conmigo, tú conmigo?”

“Ya hemos hablado, Evan”.

“De todas maneras me sale el divorcio en unos dos meses, máximo. Eso sí, me van a exprimir, pero mis hijos no tienen la culpa de mi decisión”.

“Eso me desanima”.

“¿Mis hijos?”

“No, tus decisiones. No creo que hayas madurado lo suficiente, y yo… francamente… aún no tengo claras las mías, especialmente con papá, mamá y mis hermanos recién mudados a los Estados Unidos”.

“¿Te mudarás a Homestead con ellos?”

“No creo, Evan; aún están procesando… mis destapes”.

“¿Entonces te irás a Los Ángeles con Alex, Keith y Giacco?”

Alejandro abre la puerta del búngalo:

“¡Evan, support shots!”

“Ya vengo”, Evandro vuelve a acariciar la cabeza a Osmar, quien se queda mirando fijamente al horizonte. Su celular ahora se resbala en su vientre de tabla de lavar. Hay decisiones que tomar, efectivamente.

Un saxo comienza a sonar; Yuri entona: ¿Quién eres tú, que llora en silencio? ¿Quién eres tú, que viene de lejos? Cansado de amar, cansado de tanta espera… 



martes, 26 de julio de 2022

¿Por qué la viruela del mono ataca a los gays?

Las noticias a nivel mundial dicen que lo que parecía un brote controlado comienza a multiplicar sus casos rápidamente, y algunos están usando la ocasión para culparnos a los gays y bi. Pero, ¿realmente tenemos alguna responsabilidad?

 


La viruela del mono es una enfermedad viral. A estas alturas de la vida, ya deberíamos saber algo acerca de los virus. Son un conjunto de grasas y proteínas que no tienen vida propia pero que sí tienen la habilidad de copiarse a sí mismos una vez que infectan una célula viva. Si la cantidad de células infectadas supera la cantidad de células que los reconocen y pueden ponerlos fuera de combate, entonces nos enfermamos.

No se puede matar a los virus, como sí sucede con las bacterias, pero si se consigue aislarlos, son incapaces de copiarse y se pueden desactivar, o sea desintegrarse en los elementos o sustancias que los forman.

Enfermedades causadas por los virus son la gripe, el herpes genital, la Covid-19 o el SIDA. En esencia, el mecanismo de infección es el mismo: alguien contagiado nos lo transmite y lo incubamos hasta que tarde o temprano se manifiesta.

 


Así funciona el contagio

Como su nombre lo dice, la viruela del mono es una enfermedad común de las selvas tropicales donde habitan los simios. Al igual que la rabia, ésta se puede transmitir a los humanos. Una vez que se aloja en nuestro cuerpo, puede cambiar o mutar y tener la capacidad de transmitirse a otros humanos si ignoramos la forma cómo trabaja cada virus.

En el caso de la viruela del mono, se ha determinado que su virus puede alojarse en nuestra saliva, y aquí viene el dato clave que debes tener en cuenta. No importa cómo uses tu boca, siempre que haya saliva involucrada, te puedes infectar y puedes contagiar a otras personas. Pero, ¿por qué los gays?

 


Cómo las relaciones sexuales pueden dar viruela del mono

Cuando tenemos sexo, nuestra boca debería jugar un rol clave ya sea besando la boca de otra persona, chupándole el pene o lamiéndole el ano. Si besamos en la boca a otra persona, y ésta ya se infectó aunque no presente síntomas, entonces nos va a pasar el virus. Como supondrás, es imposible de verlo debido a su tamaño microscópico.

Si la boca de la persona infectada nos chupa el pene, el virus puede ingresar por nuestra uretra, es decir ese conducto por donde sale nuestro semen. Si la boca de la persona infectada nos hace un beso negro, puede depositar el virus en la entrada de nuestro ano, y si hay alguna micro-herida, especialmente si nos pone saliva para que su pene entre más fácil, eso va a nuestro torrente sanguíneo. Resultado: contagio.

Claro que para desarrollar la enfermedad tiene que ver la cantidad de virus que entre en nuestro organismo, pero pongámonos en un caso promedio.

 


Cómo prevenimos contagiarnos de viruela del mono en las relaciones sexuales

Dicho todo esto, la viruela del mono no es específicamente una enfermedad o una infección de transmisión sexual, pero puede transmitirse por el contacto sexual. Tampoco es una enfermedad de gays porque desde que todos tenemos sexo al margen de nuestro rol u orientación sexual, estamos vulnerables a infectarnos.

De hecho, si una persona infectada sin protección, como una mascarilla, habla frente a otra sin protección, la contagia, porque la saliva viaja en gotitas que se disparan por el aire que botamos al articular palabra, mucho más si gritamos. Como vemos, en este caso, el sexo o la orientación sexual no tienen nada que ver.

De todos modos, lo que especialistas en salud recomiendan es la monogamia, o evitar los compañeros sexuales que sabemos tienden a ser promiscuos.

Teóricamente, el uso de condón en el sexo oral evita el contagio. En el caso del sexo anal, aparte del forro, es mejor usar lubricante para facilitar la entrada de nuestro miembro. Y, bueno, por ridículo que parezca, tener la mascarilla puesta podría ir a favor nuestro. Igual, existen las manos para estimular a la otra persona.

Como lo hemos aprendido con el SIDA, como lo hemos aprendido con la Covid-19, en la medida en que tomemos precaución sobre nuestro cuidado, evitaremos que la viruela del mono también se convierta en otro problema de salud pública. Hagamos la diferencia y comenta esto en la caja debajo o en nuestro Twitter.

Mira más sobre salud sexual y autoestima.

  

domingo, 24 de julio de 2022

ASS (38): Fe, política y porno… todo en la misma cama

Hay una solución para Pedro, y todo está en que ame dos gruesos penes.

 

    


Cruzando el puente Cáceres, en Castilla, una camioneta se estaciona frente a una casa de dos pisos. Tres personas bajan. Los relojes marcan la una de la madrugada. Es domingo ya. Eliezer abre la puerta.

“Adelante”, dice a los dos que le siguen.

Ya adentro, con la luz prendida, se aprecia una sala apenas amoblada con sillas y un par de sofás que no hacen juego.

“¿Hacen fiestas acá o qué?”, bromea Alberto.

“No de las usuales”, sonríe Eliezer. “¿Un whisky, una cervecita?”

“No, gracias. Estoy bien. ¿Tú, Pedro?”

El muchacho niega con la cabeza. Eliezer sonríe, se le acerca y lo abraza fuerte, palmeándole su redondo culo bajo el jean apretado:

“A los años, ssobrino”.

“¿Realmente son familia?”, no resiste la curiosidad Alberto.

“No”, explica Eliezer. “Su padre y yo hemos jugado en el mismo equipo; entonces, a los hijos les decimos sobrinos y ellos nos dicen tíos; ¿cierto, Pedrito?”.

El joven al fin sonríe más relajado. Alberto se le acerca y también palmea el culo sobre la mano de Eliezer.

“Pues, sí que es una bendición de sobrino”, comenta el sacerdote, quien sonríe, acerca su cara y besa a Pedro en la boca. El chico le corresponde. Cuando acaba, el Padre le hace una seña. Pedro comprende y él mismo aproxima su cara a la de Eliezer. Lo besa en la boca. Entonces, Alberto intenta hacer un trío de labios. Lo consigue. Bajo los pantalones, los tres tienen la verga durísima.

en el dormitorio que ocupa el moreno, los tres varones se abrazan y besan al mismo tiempo que van quitándose toda la ropa hasta quedar completamente desnudos. Suben al lecho. Ya echados, es un laberinto saber quién acaricia o besa a quién. Lo único seguro es que las pingas de los tres están bien al palo y que la de Alberto va dejando un rastro brillante por su piel y la de sus compañeros sexuales conforme su líquido preseminal emana del glande con mucha profusión.

Rato después, el ssobrino es flanqueado por el sacerdote y su tío. Les mama los penes tan profundo como puede. Los dos varones jadean. Están muy excitados. El travieso Pedro hace el juego de acercar ambos falos erectos, masturbarlos un poco y juntarlos glande con glande. Como el pene de Alberto lubrica en cantidad, ambas cabezas se deslizan fácilmente. Alberto y Eliezer jadean entrecortadamente.

“Mierda, hace cosquilla”, susurra el primero.

“Rico”, responde el segundo, igual, susurrando.

A continuación, Alberto y pedro lamen y chupan al mismo tiempo el enorme cipote de Eliezer, quien mira la escena cómodamente acostado sobre la cama. Es delicioso ver los labios y las lenguas de esos dos atléticos hombres compitiendo por proporcionar más placer. Y lo logran. De hecho, Pedro, al mismo tiempo, acaricia las enormes bolas de su tío quien se excita más alucinando en cuál ano va a enterrar su colosal masculinidad.

Para decidirlo, pone a Pedro y Alberto en cuatro y comienza a lamer y chupar el culo de ambos, tanto el rosadito y terso de su sobrino como el rodeado de vellitos del cura. Toma su pene y lo golpea en las nalgas de ambos y entre ellas. El aporreo excita a los tres por igual. Comienza a puntear el ano de Pedro, mete un poquito la cabezota de su pene. Pedro se queja. Luego, prueba con el ano de Alberto. Tras puntearlo, mete un poco el enorme glande. Se hunde con más facilidad en tanto Alberto gime. Ya sabe qué hará.

Pedro, aún en cuatro, recibe a pelo el pene de Alberto, quien comienza a mecerse poco a poco. La penetración es relativamente fácil gracias a la lubricación natural de su miembro. Para el baile pélvico. Eliezer, con su pene forrado en un condón, unta una generosa cantidad de lubricante al esfínter de Alberto y comienza a empujar poco a poco. Aunque toma trabajo enterrar sus casi 23 centímetros, lo logra.

Ya adaptado a la presión, Alberto comienza a moverse de tal manera que su pene baile dentro del ano de Pedro y el de Eliezer es estrechamente masajeado dentro del suyo. Los tres lo disfrutan al máximo. El cura es un maestro en esto del sexo en grupo, piensa Eliezer. Su deseo es que el placer sea eterno. Pero, no lo es. Casi tres cuartos de hora después, su semen se dispara dentro del condón aún en el culo de Alberto. Gime muy excitado. Alberto entiende que es hora de preñar el culo de su monaguillo. Se concentra y eyacula.

Ya relajados, los tres duermen en la misma cama: Pedro al medio de Eliezer y Alberto. Los tres siguen desnudos, pero cubiertos por una abrigadora cobija. El reloj marca las dos y cuarto de la madrugada.

“Sí, sobrino”, dice Eliezer. “Había conversado con Julio pero no sabía que el Padre y tú… ya andan en un proyecto”.

“Pero tampoco quiero darle la contra a mi viejo, tío”.

Eliezer se toma unos segundos:

“La vaina es que tu tío Pelu ya se emocionó con la idea”.

“Yo sé que el criado no puede servir a dos amos”, interviene Alberto. “Pero, me parece que en esta ocasión se podría exceptuar la regla”.

Pedro y eliezer ponen su mirada en el sacerdote.

“¿Y cómo sería eso?”

“Integración de proyectos… Creo que tú ya sabes en qué consiste el proyecto ASS, ¿cierto?”

“A grandes rasgos”.

“Trabajemos juntos”, insta Alberto a Eliezer mientras abre las nalgas de Pedro, quien le está dando la espalda a su tío.

“Lo hablamos en el desayuno, ¿te parece?”, propone el moreno.

Alberto sonríe.

Eliezer apaga la luz,y se mete a la cama. Al abrazar a Pedro, se encuentra con los brazos de Alberto, quien también lo abraza. Al mismo tiempo, Eliezer encaja su pene flácido entre las nalgas de su sobrino. La enorme erección se produce casi de inmediato. 

Y para terminar, te dejamos con una porno gay.

viernes, 22 de julio de 2022

Proyecto Lujuria 10.3: Las carreras de Osmar y Evandro por fin despegarán




A la mañana siguiente, lunes, cuando Gibrán llega al Steel Fit Gym, encuentra una gigantografía de Osmar en la recepción con un destello amarillo al costado y el aviso ‘clases premium’ en rojo encendido. De espaldas, el cuerpo muscularmente hipertrofiado de Luis Miguel, el propietario del local, en ropa deportiva limpiando el polvo de la flamante impresión. Al notar que no está solo, gira su tronco:

“Solo aplica a los alumnos nuevos”, aclara. “A los antiguos, recién desde la próxima membresía… Aunque ahora que van a contratarlo de la tele, tendré que apurarme buscando alguien que lo cubra”.

Gibrán mira la foto otro ratito más, sonríe con cierta tristeza y avanza hacia su clase.

 



Al mediodía, en el departamento de Giaccomo Viteri, Zaira y Evandro almuerzan con el joven director.

“Ya decía yo de cuándo acá Zaira era tan específica y prolija con las indicaciones en el guión”, comenta sonriendo .

“Lo hicimos debido al veto que Escalante lanzó”, explica también sonriendo la directora. “Si aparecía su crédito, él era capaz de bloquearnos todo”.

Giaccomo mueve la cabeza:

“Pobre Arnold… Miren, chicos, yo creo que llevarla al cine como adaptación no sería un éxito comercial; lo que se me estaba ocurriendo es contar qué pasó después del final agregando un personaje sin perder el estilo de la obra. ¿Qué dices, Evan? Finalmente, contigo tendremos que hablar  de ahora en adelante, ¿no?”

“¿Tienes alguna idea?”

“El cuarto personaje que propongo no debería ser religioso… un laico, en principio”.

“Ya entiendo”, reflexiona Zaira. “Lo que trata es de evitar que el montaje o la cinta se spoileen entre sí”, dice a Evandro.

“¿Ustedes harían esa adaptación?”, pregunta el joven actor algo escéptico.

“Keith, tú y yo. Lo haremos al estilo brasileño: hacemos lluvia de ideas, vemos qué trama podría funcionar, planteamos sinopsis, votamos y armamos toda la historia”.

“¿Con el mismo elenco, no?”

“Más el cuarto personaje…” 

miércoles, 20 de julio de 2022

¿entonces por qué Frota su boca con otro hombre?

Éste podría ser uno de los ejemplos perfectos de qué pasa cuando eres famoso, te catalogas como heterosexual, pero comienzas a trabajar para el público gay y te vuelves popular en medio de él hasta que tus propios conflictos personales terminan dderrumbando tu imagen pública no por quien eres realmente sino por quien crees que el resto cree que tú crees que cree. Así de enredado.

 


El brasileño Alexandre Frota (Río de Janeiro, 14 de octubre de 1963), también conocido como el Pitbull o el Bad Boy (Chico Malo), ahora es el diputado federal Alexandre Frota, investido con ese cargo desde 2019. De ser un luchador profesional a modelo recurrente de G Magazine, el musculoso inició una carrera no tan fugaz en el porno hetero que incluyó una participación muy criticada en un video porno gay.


En el rodaje, Frota debía besar a otro actor en la boca y agarrarle bien el culo mientras ambos están desnudos; pero lo que pasó en escena fue que el Bad Boy apenas si posó sus labios sobre su compañero y prácticamente le acarició una de las nalgas. No pasó nada más. Su delgada piroca de tamaño promedio no se paró, menos entró a ser mamada por boca alguna, ni qué decir que se introdujo dentro de un ano goloso hasta botar toda su leitinhna. Los gays que vieron el video lo consideran una pérdida de tiempo. Corte a la siguiente escena donde sí se ve penetración y eyaculación pero por otros actores.

Alexandre Frota en la Casa dos Artistas.

Pero en sus videos hétero, Frota no se guarda nada: lame vulvas, deja que le chupen su pica, fode muito gostoso (cacha bien arrecho) a la actriz y le deja su semen encima como símbolo de conquista. “evidentemente lo hizo por dinero”, nos comenta un seguidor de Hunks of Piura radicado en Londonia, estado de Paraná.

A pesar de esto, lo que la comunidad gay brasileña esperaba era que o deputado federal si no iba a abogar por los derechos de esta comunidad, como un acto de respeto a los tiempos en que posó pelado y cubierto de mostaza y hasta calzando tacos de mujer en una cocina, al menos no votara contra iniciativas que les recortan derechos. Pero no solo hizo eso. Frota incluso se declaró… homofóbico. Y eso que ha sido parte de la Comisión de derechos Humanos y Minorías de la Cámara de Diputados del Brasil.

Nadie sabe qué pasará con Frota cuando su culo deje la curul que actualmente ocupa. Quizás regrese a la lucha libre, quizás regrese al fútbol americano que lo había atraído hace poco, quizás vuelva a alguna novela, o quizás termine posando desnudo o regresando a las porno… pero, ¿atraer nuevamente al público gay brasileño? Está por verse.

Encuentra más sobre político gay culturista gay y actor gay. 

domingo, 17 de julio de 2022

ASS (37): Los ángeles también hacen orgías

el increíble show de sexo en vivo protagonizado por Flavio, Miguel, Alejo y Marcano.

 


Apenas pasada la medianoche, en el escenario de la discoteca, Flavio, con un vaporoso disfraz de ángel comienza

a danzar elegantemente evolucionando en giros. El traje es una ancha túnica con mangas largas y unas alas cuyas plumas son rretazos de liviana tela blanca. A pesar de la holgura, la inercia y la ligereza del material, hace que de todas maneras se pegue a su atlético cuerpo marcándole los pectorales, el abdomen plano o los muslos.

Entonces, del otro lado del escenario, Miguel también sale y comienza a revolotear junto a Flavio. Viste exactamente igual y los bien estudiados movimientos hacen que la tela reaccione del mismo modo marcando su hermoso y simétrico cuerpo. Parecen mariposas en medio de un jardín. Se toman de la mano y así comienzan a danzar suavemente hasta que la música se atenúa.

Entonces, ambos se miran frente a frente, se toman las túnicas, y cuando la música vuelve con energía, se las despojan. Quedan totalmente desnudos, y lo que antes la ropa sugería, ahora sí que no deja lugar a dudas: musculaturas muy bien trabajadas de pies a cabeza y despojadas de cualquier pilosidad para acentuar la estética. Encima, su piel está pintada con un barniz especial que les da un brillo como si fuesen de un frágil material.

Comienzan a besarse en la boca y a acariciarse con mucha intensidad. Giran. Es un espectáculo ver sus cuerpos atléticos y sus hinchados culos, lo mismo que sus penes semierectos. Vuelven a verse frente a frente y a besarse intensamente en la boca, abriéndola todo lo que pueden, dejando que sus lenguas se entrelacen aunque de lejos no se note muy bien. Sus manos tienen el privilegio de acariciar tan espectaculares físicos.

Flavio se arrodilla, toma el pene semierecto de Miguel y lo comienza a chupar. No tarda mucho en ponerlo duro hasta que alcanza sus 18 centímetros. Entonces, la música se detiene. Alejo aparece por el fondo, también disfrazado de ángel. Flavio y Miguel lo miran con cierto temor.

Alejo se les acerca acusándolos con el dedo. Flavio y Miguel se le aproximan pidiéndo indulgencia, lo acarician en el pecho, los brazos y las caderas. Los dos chicos vuelven a besarse en la boca y lo miran como probándole que no están haciendo nada malo.

Vuelven a girar hacia él y con mucha sutileza lo despojan de su túnica, dejándolo completamente desnudo: al descubierto queda un hermoso cuerpo musculoso también pintado con ese extraño brillo, libre de vellos, su pene aún dormido sobre sus grandes bolas.

Flavio y Miguel se arrodillan y toman el pene de Alejo, acariciándolo y comenzando a chuparlo alternadamente. El gran falo del muchacho comienza a desplegarse y ponerse brillante debido a la saliva de sus dos compañeros y el flujo de líquido preseminal conforme crece hasta sus gruesos 18 centímetros. El pre-cum no deja de manar desde el glande.

Están en lo mejor cuando desde el fondo aparece Marcano también vestido como un ángel quien se les acerca y los asusta. Los tres calatos dejan de hacer lo que estaban haciendo pero no cambian sus posiciones. Aunque Marcano parece que no viene a condenarlos. Los mira, sonríe, y sin más preámbulo se quita su túnica.

También se queda totalmente desnudo exponiendo su maravilloso trabajo muscular con volumen y definición que se magnifica gracias a ese brillo corporal mientras su pene más largo, aunque está dormido sobre otro par de enormes bolas, se balancea a medida que se mueve. Alejo, Flavio y Miguel se le acercan y comienzan a acariciarlo.

Poco a poco se besan entre todos. Entonces, Alejo y Marcano se paran firmes uno al lado del otro mientras Flavio se la chupa al primero y Miguel al segundo. Cuando los dos penes están duros del todo, Flavio y Miguel giran y se ponen en cuatro patas para dejar que Alejo y Marcano les coman el culo respectivamente.

Luego de varios minutos de beso negro, Alejo mete su pene al ano de Flavio y Marcano hace lo mismo con sus 21 centímetros de virilidad en el de Miguel. Los dos activos comienzan moviéndose despacio, con mucha delicadeza. Poco a poco van incrementando la fuerza de las acometidas hasta que sus penes pueden verse como pistones activando el motor del erotismo sin culpas ni límites.

El sexo anal se prolonga por casi diez minutos hasta que Alejo y Marcano sacan sus penes y Flavio y Miguel se arrodillan a masturbarlos. Alejo eyacula en la boca de Flavio y Marcano en la boca de Miguel. Los dos pasivos se ponen de pie. Todos se besan en la boca.

Como broche de oro, Miguel va donde Flavio, hace que se arrodille de nuevo y comienza a masturbarse hasta eyacular en la boca de su compañero. Finalmente, Miguel se arrodilla y Flavio se masturba en su boca hasta eyacular dentro de ella. Todos se besan en la boca por última vez, miran al público, hacen una venia y se retiran del escenario. El aplauso es cerrado.

En uno de los privados, el Padre Albertto, quien ha llegado de incógnito, y Pedro también se maravillan ante el espectáculo.

“Tengo la verga durísima”, dice el sacerdote.

“No pensarás que te la chupe aquí mismo”, responde su monaguillo.

“Está oscuro. ¿Quién va a vernos”.

“Mejor vamos a la casa de tu amigo… también estoy arrecho”.

“Me parece buena idea. Igual tenemos que acostarnos ya porque mañana llega el Padre David con ese chico misterioso…”.

Cuando ambos se ponen de pie, Alberto mete su mano al culo de Pedro, que se ha puesto un jean ceñido. Luego se le arrima por detrás y simula cacharlo. Pedro gira y estampa un beso en la boca del cura. Apenas salen del privado al pasillo casi se chocan con un moreno alto y fornido.

“Disculpa”, le dice.

“No, disculpa tú más bien”, contestta el moreno y de pronto abre sus ojazos. “¿Pedrito?”

“¿Tío eli?”, atina a preguntar el muchacho desconcertado.

En la base del escenario, Willy termina de desmontar la cámara de su trípode, lo repliega y camina a un lado donde está enrique.

“¿Qué tal salió?”, consulta el artista.

“Recontra cañón”, contesta el empresario. “Debiste ver cuánto morro se chaqueteaba la verga en el público”.

“Con esto ya tenemos el 90 por ciento de la película; falta el remate”.

“Déjalos descansar. Eso lo grabamos mañana luego que reciba al morro que viene de Lima”.

Willy asiente. Ambos se meten a la oficina para guardar las cosas mientras los modelos de la noche están en la ducha de los camerinos quitándoseel barniz que usaron como maquillaje corporal.

“Puta madre, salió perfecto”, se alegra Flavio.

Yo pensé que no se me iba a parar el huevo”, al fin reacciona Alejo. “Estaba casi lleno de gente”.

“Coño, vale”, reacciona Marcano. “Si yo estaba también cagado de miedo”.

“A mí lo único que me preocupa es que cuando comience a crecerme el vello, va a picarme el cuerpo como mierda”, añade Miguel.

“¿No te hice daño?”, le pregunta Marcano.

“No, pata. Estaba bien dilatado… y arrecho”.

Marcano sonríe:

“Ayúdame con mi culo”, pide a Miguel. “No me sale el barniz”.

Miguel y Alejo se miran.

“Una sola mano no será suficiente”, anuncia el segundo.

Marcano sonríe mientras gira:

“Todos metan su mano”.

Alejo y Miguel comienzan a sobar las nalgas del venezolano. Flavio gira, mira la escena, sonríe, mete sus manos en los culos de sus dos compañeros:

“Guarden energía… más tarde tenemos una orgía”. 

Y para terminar, te dejamos con una porno gay.

viernes, 15 de julio de 2022

Proyecto Lujuria 10.2: Osmar, Evandro, Alexis y Alejandro gozan una rica orgía


Veinte minutos después, el Yaris azul se estaciona en la puerta del edificio donde Alejandro Albújar alquila su habitación. Alexis lo está esperando; lo hace subir.

Al llegar al dormitorio, Osmar está desnudo de espaldas, junto a la ventana que ahora tiene las cortinas cerradas y mirando hacia Alejandro, quien está en la Mac retocando la foto que César había tomado un mes atrás.

Evandro saluda a Osmar sonriendo y levantando las cejas; el modelo responde con una sonrisa y un guiño de ojo.

“¿Sigue en modo abandono?”, ironiza Alejandro.

“No sé si después de lo que le dije”, responde Evandro, “o se termina de abandonar o vuelve a sacar las garras”.

“Al menos no le sacaron las llaves de su depa”.

“Pero sí le sacaste todo su disco duro, ¿no, Alejo?”

“Por lo menos todos los masters de Osmar y ese otro chico que murió en el accidente están a buen recaudo aquí. Si mi modelo se queda más quieto, este retoque para su calendario quedará listo en media hora más”.

“¿No se están ensañando con un enfermo?”, interviene Osmar. “Ya perdió casi todo en ese accidente y ustedes como que andan haciendo leña del árbol caído”

“Bah. Incluso con sus heridas no deja de ser melodramático ese huevón”, Evandro se quita la casaca, las zapatillas y se echa en la cama de Alejandro, contemplando el hermoso físico desnudo de Osmar, y en especial su glorioso culo.

Alexis también se quita las zapatillas y se recuesta en la cama al lado del galán.

“Zaira me insinuó si aceptaríamos un mes adicional de temporada”.

“Deberíamos aumentar el precio de las entradas”, opina Evandro, quien extiende su brazo izquierdo y atrae a Alexis hasta ponerlo casi encima de su cuerpo. Lo besa en la boca.

“Me tienden la cama cuando acaben”, advierte bromeando Alejandro. “Y tú”, señala a Osmar con los ojos”, “contrólame eso, o en vez de calendario de jabón será calendario de cantina gay”.

“Quisiera… pero no me da la gana”.

Alejandro sonríe, deja el ratón de una sola tecla, se levanta de la silla y se acerca a su modelo. Tras besarlo en la boca, se arrodilla a chuparle su pene ya erecto.

En pocos minutos, ya desnudo del todo, Alexis está cabalgando el cuerpo de Evandro con un pene duro y grueso forrado con un preservativo, metido en su ano, mientras Osmar experimenta luego de años cómo se siente penetrar a otro hombre, en este caso a Alejandro.

Otro preservativo y mucho lubricante le facilitan la tarea.

Los cuatro gimen despacio hasta eyacular progresivamente.

Luego, como pueden, se meten a la estrecha ducha y se asean. Alexis ahora le mete su verga a Alejandro, bombeándolo con cierta firmeza. A su lado, Evandro y Osmar se besan apasionadamente.

“¿Quieres intentarlo?”

“¿No me dolerá?”

“Te prometo que no”.

Osmar gira, Evandro soba lubricante en su pene forrado con otro condón en el estrecho ano y comienza a empujar despacio. Apenas consigue meter el primer tercio mientras su amante trata de respirar hondo para contener el escozor.

A su lado,Alejandro por fin libera su semen sobre la mayólica blanca sin necesidad de masturbarse mientras Alexis, al sentir la opresión del esfínter, lo hace en medio de sus nalgas tras sobar su pinga por algunos minutos más.

  

jueves, 14 de julio de 2022

El sexo gay no es lo `único atractivo de este peruano

No te reduzcas a pensar que solo puedes realizarte en la cama. Aspira a proyectarte en todas tus dimensiones. Sí se puede y aquí te mostramos un ejemplo.


Edú es quizás el ejemplo perfecto de un gay que no solo se concentra en parecer sexualmente atractivo sino inteligentemente ameno. No importa si hablaba de sus encuentros sexuales, o si nos mostraba los rincones gay, o si opinaba de política, o si lo veíamos en sus videos porno, este chico peruano es, a nuestro juicio, el referente positivo de lo que debemos ser y proyectar.

Todo parte por conocerte a ti mismo, entenderte, aceptarte, amarte. Pasa por reconocer que no eres perfecto pero podrías luchar por serlo. Pasa por reconocerse un ser humano más allá de una buena pinga, un buen culo, o un lindo cuerpo. Pasa por cultivar tu intelecto, desarrollar una actitud positiva ante la vida, acoger y amar al resto como quisieras que te acojan y amen. Pasa por ser persona.

Es una lástima que Edú no esté publicando contenido nuevo en su canal de YouTube (que lo rrecomendamos) o que muchas de sus redes sociales estén ahora inactivas, por lo mismo de que ya no esté distribuyendo sus videos hot; sin embargo, nos queda la sensación de que más allá de eso, es la persona, el mejor amigo, la voz equilibrada que deberíamos seguir y escuchar.

Sabemos que hay otros como él, que incluso nos siguen en nuestro Twitter o que conversan con nosotros directamente. En todo caso, Edú nos ayuda a graficar positivamente que no solo servimos para cachar, follar o tirar. Que eso es solo una dimensión de las muchas que podemos tener dentro de una sola persona y que forman parte de nuestra identidad. ¿has explorado las tuyas? Te invitamos a hacerlo.




Si lo deseas, podemos seguir conversando en la caja de comentarios aquí abajo.

También encuentra más sobre ser gay y gay peruano. 

domingo, 10 de julio de 2022

ASS (36): Confiesa tus pecados más íntimos

Los secretos sexuales de Alberto y edú les permiten tejer nuevas alianzas.


 

“¿Cómo dices, pá?” Pedro abre sus dulces ojos con incredulidad.

“Ya te dije: el lunes vas a Piura apenas tengas tiempo y le presentas tus papeles a ese…”

“Papá,¿y por qué no me consultaste antes?”

Julio se para en seco y sonríe cachosamente a su hijo: “Oe, huevón: ¿y desde cuándo tengo que consultarte cosas? Si vives en esta casa, tienes que hacer lo que diga y punto, ¿entendido?”

Pedro lanza una mirada de impotencia y desafío: “entendido, pá”.

Pasando las once de esa noche, el muchacho está sentado como copiloto en la camioneta parroquial rumbo a Piura. Conduce el Padre Alberto. En el asiento trasero, Alejo le acaricia los enormes muslos a Marcano y a Miguel aprovechando la oscuridad.

“No puedo creer que Julio te haya pedido eso”, menea la cabeza el sacerdote.

“Lo que más me jode es que ahora me saque las reglas de la casa”.

“Oe, Pedro”, interviene Miguel, “ya tienes DNI azul: independízate”.

“Si tuviera de qué vivir, lo haría corriendo”, responde el chico.

“A ver, muchachos, no lancemos consejos precipitados”, aclara el Padre. “Pensemos fríamente las cosas y veamos salidas… Yo quiero a Pedro dentro del AS, pero tampoco puedo ofrecerle más…”

“¿Y dentro de ASs?”, pregunta Alejo al descuido.

Miguel le aprieta la pierna.

“¡Au, mierda! Mejor mámame el huevo, cojudo”, reacciona el musculoso en son de broma.

“¿Qué es ASS?”, curiosea Miguel.

“No es nada”, se entromete Miguel. “Es lo que le sobra a Alejo y que se lo voy a cachar hoy”.

Una cuadra antes de la discoteca donde esa noche darán el show porno, la camioneta se para.

“Bajen chicos”, avisa el sacerdote. “Aguas con los chismosos”.

Marcano, Alejo y Miguel descienden y caminan hacia el antro.

“Casi la cagas”, dice el último de ellos al musculoso.

“Puta madre”, reacciona Alejo. “¿Por cuánto tiempo más le piensan ocultar la vaina?”

“Vaina es la que te voy a meter por el culo, huevón”, sonríe Miguel.

La camioneta sigue su camino.

“Alberto”, inquiere Pedro. “¿Hay algo que debo enterarme y no sé?”

El Padre mira a su monaguillo: “Algo no; mucho más bien”.

La mano del sacerdote acaricia el muslo de Pedro.

En el camerino de la discoteca, Miguel está calato y dejándose untar crema depiladora en su pecho, axilas, culo y piernas.

“Solo te recortaré el vello púbico y te afeitaré las bolas”, avisa Flavio.

A su lado, Marcano y alejo tampoco tienen ropa; se depilan también pero solo en piernas y axilas.

“Sigo sin entender por qué tanto secretismo con Pedro sobre ASS”, comenta el venezolano.

“Porque piensa que estamos afectando al Padre Alberto”, responde Miguel.

“Pero si lo afecta que hagamos porno, ¿por qué nos ttrajo en la camioneta?”

“Porque el Padre Alberto es parte de ASS”, al fin se suelta Flavio.

Marcano se sorprende. Mira a Alejo quien evidentemente se avergüenza y a Miguel quien evidentemente se incomoda. La puerta se abre. Entra Willy.

“No saben a quién acabo de encontrarme mientras calibraba las cámaras”, informa sonriendo.

“¿A mi viejo con una escopeta?”, bromea Flavio.

“No. A Eliezer, el que se cacha en secreto a José Luis”.

Marcano, Alejo y Miguel se intrigan. Flavio se pasa el índice por en medio de la raja del culo y se lo lleva a la boca: “Justo donde lo quería”, sonríe.

Ya pasada la medianoche, Enrique entra a la sala de su casa en Los ejidos e invita un vaso con agua a un desconcertado Pedro.

“Ahora ya sabes por qué Angels Corporation es donante de AS”.

“entonces, el Padre…”

Enrique acaricia el muslo de Pedro: “Es una larga historia, pero sí: es el beneficiario, pero porque este proyecto ya lo conozco de México, cuando Beto lo impulsaba hace años”.

“entonces… ustedes ya se conocían”.

“Casi 15 años. Ahora, sobre la ideota de tu padre, mi sugerencia es que le hagas caso”.

“Pero… yo…”

Enrique acerca su cara a Pedro y lo besa en la boca: “Confía en mí”, le guiña un ojo.

Justo ahí, el Padre Alberto baja las escaleras con una ropa más sexy: “Ya estoy listo”, anuncia.

A 200 kilómetros al sur, en Chiclayo, Bartolo toma un vodka con naranja en un barcito gay cerca de la avenida Balta cuando, paseando su mirada por la concurrencia, identifica a alguien que fuma un cigarro mientras ve cómo dos patas cachan en una pantalla. Se le acerca sin roche.

“¿Edú?”, le pasa la voz.

El pata voltea como resorte y lo mira medio asustado. Veinte minutos después, en un hostal cercano, ambos entran a un cuarto y comienzan a besarse en la boca en medio de abrazos y caricias. Al mismo tiempo, se van quitando la ropa. Cuando están totalmente desnudos, comienzan a revolcarse en la cama mientras sus penes ya erectos se estrujan uno contra el otro.

“Tienes rico culo y rico cuerpo, pero no tengo condones”, advierte Edú.

“Tengo uno… ¿te la meto o me la metes?”

“Puedes hacerme vaciar sin que te la meta o me la metas?”

“Corrección, Edú: ambos vamos a vaciarnos al mismo tiempo sin meternos la pinga”.

Comienzan a mover sus pingas mientras la cascada de besos y caricias se sucede una tras otra.  Entonces Bartolo se sienta sobre la verga de edú masajeándola con la raja de sus nalgas; Edú se sienta para que el falo del otro chico se roce en su abdomen. Es la pajeada mutua perfecta sin usar las manos. Bartolo mueve su culo con una rapidez de bailarín; edú, a pesar de la postura, también cimbra su cadera mientras chupa las tetillas de Bartolo.

“Voy a eyacular, mierda”.

“Yo estoy enterito”, sonríe Edú.

“Ah, mierda. Ah, se me viene la leche. Ahhh”.

Bartolo riega su esperma entre su vientre y el de Edú, y se detiene. Besa a su amante ocasional.

“Perdona por adelantarme”.

“Pierde cuidado… quizás se debe a que me pajeé antes de ir al bar”.

“¿Por qué desapareciste de San sebastián?”

“Porque… porque tengo VIH”.

Bartolo se sorprende al primer segundo, pero recuerda que está entrenado para recibir y asumir ese tipo de respuestas.

“en vez de huír, deberías estar calificando para recibir tratamiento: el que tengas VIH, no significa que dejes de tener sexo, claro,con protección”.

“Si regreso,mi único apoyo y amante serías tú”.

“Te equivocas: creo que Marcano te apoyaría también. En mi caso… no sé si quiero regresar”.

“¿Y por qué no quieres regresar a San Sebastián, donde se come y cacha rico?”

“Hoy en el bus, tempranito, se la estaba chupando a alguien y…”

“¿Te descubrieron?” Edú casi se carcajea.

“No me parece gracioso”, reclama Bartolo. “Seré la comidilla”.

“Mira: si algo estoy seguro sobre San Sebastián es que donde menos pisas, hay un gay caletaza y calatazo. Eso sin contar las declaradas, las tracas”.

Bartolo mira fijamente a Edú: “Si tú regresas, yo regreso”.

“¿En serio me apoyarás?”

“Dicen que eres el mejor cachero de la ciudad… ¿por qué no hacerlo?”

Edú sonríe, besa de nuevo los labios de Bartolo, se acuesta encima suyo: “Ahora me toca derramarte mi leche, ¿te parece?”     

                    

viernes, 8 de julio de 2022

Proyecto Lujuria 10.1: Ahora le toca pagar a Escalante

El domingo de esa semana por la mañana, Escalante luce muy deprimido, rehusándose a rasurar su cara: la barba ya le sombrea sus mejillas ahora sin hinchazón. Entra el técnico de enfermería:

“Aquí está”, le indica a alguien.

Tras él, Evandro ingresa vestido como si fuese a practicar taichí, gorra en la cabeza incluída. El rostro de Escalante se ilumina:

“Me dijeron que no quieres comer ni mierda, huevón”.

“Viniste”, sonríe el enfermo.

“¿Cómo te sientes hoy?”

“Pensando en lo que me espera cuando salga de aquí: ya tengo dos muertos en mi haber, a uno lo dejé sin herramienta de trabajo, y ahora con toda esa información fuera de mi control…”

Escalante solloza.

“Y se suponía que tenías todo bajo control: no era cierto”.

“¿Vas a demandarme?”

Evandro sonríe:

“Ya tengo mis propias paltas… Tu información se cotizó relativamente bien en el mercado negro; somos la comidilla de esta ciudad de mierda”.

“Si te refieres a la foto de Osmar conmigo, déjame decirte que Osmar no es ningún santo como tú crees”.

“No, Arnold, nadie es santo; pero nadie es tan demoníaco como tú eres”.

“¿Me vas a demandar, Evandro?”

“Ya te dije que tengo mis propias paltas ahora… Laura me pidió que deje la casa… pero no te alegres: Voto de Castidad no será parte de tu salvataje, y menos yo”.

Escalante mira a Evandro con sorpresa.

“¿qué mierda quieres decir, Cruzado?”

“Todos en algún momento tenemos que pagar nuestros errores”, prosigue el joven actor. “Y ahora, por fin, te tocará pagar a ti”.

Escalante cambia su expresión lastimera a una de genuino enojo… 

miércoles, 6 de julio de 2022

La pinga del campesino

La sexualidad entre hombres no conoce límites, y gracias a la tecnología los gays y bi campesinos se están integrando cada vez más y mejor.

 


Tenemos un prejuicio equivocado sobre el sexo gay o bi. Pensamos que solo ocurre en la ciudad. Mentira. En el campo ocurre en la misma proporción. Quizás no tenga lo sofisticado de una ciudad pero a los varones del campo también les excita ver un buen culo, quizás una verga, quizás ambas, pero lo cierto es que se les pone dura y jugosa o se les dilata del mismo modo.

Y ahora que los servicios de internet también han penetrado entre plantaciones y granjas, los varones del campo tienen el mismo acceso que cualquiera en la ciudad para sextear desde la intimidad de su cuarto o mandarte gloriosas fotos hot, como las que ilustran este post y que son 100% reales. Esa pinga pertenece a un chico campesino de Piura.

Dicho sea de paso, ¿quién dijo que un chico del campo no disfruta igual del sexo que un chico de la ciudad. Igual te mete la pinga, le puedes meter pinga, te la mama, se la mamas, lo puedes besar, masajear, acariciar, amar. En fin, todo lo que el sexo entre dos patas adultos te permita. Incluso hasta hacer una sesiónde fotos al desnudo o una buena escena sexual que no deje espacio a la imaginación, final feliz incluido.

 


Así que te animamos a explorar el campo como otro lugar donde puedes buscar contactos para chatear, intercambiar material, visitar, tener sexo, o hasta encontrar el amor de tu vida. Bueno, o a lo mejor un buen ejemplar masculino que pueda ilustrar nuestras páginas. Si conoces a alguno, o vives en el campo, te invitamos a ser parte de la experiencia gay y bi de nuestra comunidad. Escríbenos a hunks.piura@gmail.com para enterarte qué debes hacer, o deja tu mensaje aquí abajo en los comentarios. Recuerda que esto es solo para mayores de edad. Y, como siempre, seguimos hablando en nuestro Twitter.

Encuentra más sobre campesino gay parcela gay y sexo gay en el campo. 

domingo, 3 de julio de 2022

ASS (35): La libido insaciable del candidato

El sexo con patas es una buena forma de dar y recibir favores políticos también.


 

Sobre una cama, un chico trigueño fornido y lampiño, no más de 20 años, mete pinga al culo de otro hombre de contextura normal aunque con piernas y culo musculosos, no más de 45 años, quien lo recibe en un cómodo misionero. Ambos gimen mientras la penetración es intensa sin llegar a lo brutal. El más joven levanta el rostro, frunce placenteramente el ceño y jadea profundo. Da unas cuantas embestidas más a ese culo y se detiene poco a poco.

“Ya la di”.

“Follas riquísimo”.

El joven se incorpora, saca su pene, se quita el condón y se baja de la cama.

“¿Dónde boto el forro?”

“En el water”, le dice el que aún sigue acostado. “Si quieres, dúchate”.

El chico sonríe y se va a la pieza ccontigua. El que sigue acostado y desnudo piensa que meter su pinga en ese culito redondo y aferrarse a esas piernas gruesas debe ser tan excitante como a ver estado bajo sus brazos también gruesos. Mejor se levanta y también se dirige a la ducha. Adentro el chico ya se está jabonando.

“Ahorita acabo, don José Luis”.

“Normal, podemos bañarnos juntos. ¿ya tiraste el condón donde te dije?”

“Sí, don José Luis. Disculpe más bien si le hice doler”.

“No,descuida. Recuerda que tienes que presentar tu expediente en un fólder pasado mañana directo a Salaverry y él se encarga de todo”.

El chico asiente. Minutos después, cuando ambos ya están vestidos, José Luis le entrega una tarjeta de presentación con su nombre. Se le acerca tocándole el bulto.

“Las paredes tienen oídos, así que no se lo comentes ni a tu almohada. Cuando te toque renovar contrato, volvemos a follar, ¿entendido?”

“Entendido, don José Luis. Tiene un culo riquísimo”.

El hombre más adulto sonríe y despide al muchacho. Apenas abandona el dormitorio, entra un hombre más bajo y guapo, cabello peinado a lo Elvis, delgado aunque evidentemente atlético, quizás 35 años aunque en realidad tiene cinco más. Se despide del chico que sale con la cabeza baja y cierra la puerta con seguro.

“?Tenemos nuevo sereno, Josélu?”

“Sí, querido Salaverry. Nada que hacer que estos chibolos heterocuriosos follan riquísimo”.

“Hablando de follar, llegó tu… bueno, tu gestor de campaña”.

José Luis sonríe sarcásticamente. Salaverry vuelve a abrir la puerta, llama a alguien y entra Eliezer.

“¡Pelu! Vine a la hora que me dijiste pero tu… edecán me dijo que estabas probando pinga”.

“José Luis, Eli. José Luis. ¿Cómo te fue por San Sebastián?”

“El alcalde, ni mierda; pero te conseguía Sandro y al capi”.

“No me digas que hiciste un trío con esos dos rechuchas”.

“Sí, pero mejor estuvo el trío con el capi y ese chibolo de administración de empresas, el hijo rebelde de ese empresario amigo tuyo, el de la fábrica de…”

“¿le metiste pene a Julio o a Flavio?”, se sorprende José Luis.

“Se la metimos al tal Flavio… Prometió votos si lo dejamos hacer porno gay”.

Salaverry se intriga:  “¿Porno gay en Piura? ¿Quién es el osado?”

“¿Recuerdas a ese chico que posó desnudo para esa expo en Bellas Artes?”

“Ah ya, el gogo atlético”, recuerda Salaverry. “¿Y cómo nos dará votos haciendo porno gay?”

“Pide inmunidad, que nadie lo joda, y a cambio mueve a sus seguidores para votar por Pelu”.

“Mientras no me pida follármelo en cámara, sí nos conviene”, reflexiona José Luis.

“Pero casi linchan a ese profesor por mostrar el pene flácido de ese chico”, objeta Salaverry.

José Luis se le acerca y le da un beso en la boca:

“Tampoco podemos despreciar la oferta, Aníbal: los LGTBIQ y demás están ganando espacio. Pelearse con ellos sería una estupidez política”.

“Pero el obispo, Josélu…”

“¿Acaso no son los gays quienes más follan con gente de su mismo sexo, querido Salaverry?”

“Y hay gays evangélicos, y budistas, y agnósticos, y ateos”, agrega Eliezer.

José Luis vuelve a besar en la boca a Salaverry. Hace una seña a Eliezer quien se acerca y también besa al edecán. Luego, los tres al mismo tiempo. Para ser todo formalito, Salaverry tiene unos labios y una lengua que se ajustan perfecto a la de sus otros dos compañeros. Mientras tanto, los tres se van sacando la ropa.

Ya desnudos y subidos en la cama, José Luis mama la gran verga de Eliezer mientras masturba la de Salaverry, recta, gorda, emanando mucho líquido preseminal, 18 centímetros destacando en medio de un cuerpo muy velludo. Al igual que Eliezer, el edecán no se corta o rasura el vello púbico, pero en relación a su armonioso cuerpo, tampoco se ve mal.

Puesto en posición de pollito tomando agua, Eliezer separa las grandes nalgas de José Luis y comienza a hacerle un beso negro mientras Salaverry entrega su pene erecto para que su jefe se lo mame todo. Luego,los dos subordinados se turnan para meter y bombear sus grandes penes dentro del ano de su jefe. El que no lo penetra por atrás, lo hace por la boca.

En ese trance, cuando a Salaverry le toca meter su pene al culo de José Luis, termina expulsando todo su semen allí dentro. Resopla, gime profundo, se aferra a las grandes nalgas de su jefe mientras deja que su orgasmo fluya. Eliezer lo mira sonriendo.

Ya relajados, los tres descansan desnudos en la cama.

“¿Dónde dices que harán ese show porno gay?”, pregunta José Luis fingiendo desinterés.

“Zona Industrial. ¿Quieres ir?”

“Aunque quiera, hoy me toca ser esposo modelo. ¿Y… Julio no pidió nada?”

“Darle chamba a su hijo. Parece que hay un roche con el cura de San Sebastián y el capi prefiere que trabaje para ti”.

“¿Qué roche tiene el cura de san Sebastián?”, curiosea Salaverry.

“Que es más cachero que todos nosotros juntos, o eso me insinuó”.

“Aguanta”, reacciona José Luis. “¿No es el hijo del capi que…?”

“Sí, Pelu. Creo que es el que te cachaste hace años”.

“Puta madre”.

“¿Por qué? ¿qué pasa?”, se extraña Salaverry.

“Q        ue cuando eso pasó, ese chibolo tenía… 14 años”. 

    

sábado, 2 de julio de 2022

Proyecto Lujuria 9.4: Osmar es el chisme gay del momento


Cuando Escalante despierta, está inmovilizado en un lugar que reconoce de inmediato: un hospital.

“¿enfermera?”

No llega una mujer sino un muchacho joven, delgado y guapo. Revisa signos vitales.

“Quédese tranquilo; voy por la doctora”.

Escalante logra ver que, bajo el uniforme blanco, ese muchacho parece tener no solo un cuerpo formado, sino un culo redondito. Ni siquiera en convalescencia evita ver esos detalles.

“¡enfermero!”

El muchacho frena, se voltea un momento; el culo se le marca:

“¿Dígame?”

“¿Mi celular? ¿Mis compañeros?”

“Ehhh… la doctora va… a explicarle”.

Por fin el técnico de enfermería se retira, y Arnold Escalante comienza a pensar en lo peor, y a sentir cierto dolor en las piernas.

 


Al terminar la función de Voto de Castidad esa noche, Zaira entra azorada al vestuario. Alexis y Evandro se están comenzando a poner su ropa.

“Unos periodistas están rodeando a Osmar”.

“¿Y eso?”, se sorprende Evandro.

Zaira le alcanza su celular, lo mira sin mayor gesto y éste se lo pasa a Alexis.

“¿Qué pasa?”, se alarma.

Evandro se pone sus zapatos como puede y solo se coloca su casaca para protegerse el torso.

“Vístete rápido”.

Evandro casi sale atropellando a Zaira.

Alexis mira nuevamente al celular; no da crédito a lo que aparece en la pantalla de cristal líquido.

Mira a Zaira. Ella prefiere no hacer contacto visual.

Aún en el pasadizo de platea, Osmar sigue vestido con su bata de baño, mientras enfrente suyo hay un par de cámaras de televisión, algunos celulares apuntándolo, unas dos cámaras fotográficas, y una docena de reporteros cuando menos.

“¿Estaban preparando alguna obra con Arnold Escalante?”

“Es cierto que estás viviendo con uno de tus compañeros de reparto?”

“¿Solo son amigos?”

Osmar está aturdido. Evandro lo abraza.

“Gracias, chicos”, anuncia firme. “Ahora mi compañero no va a dar declaraciones; luego vamos a emitir un comunicado”.

Entonces los reflectores, flashes y micrófonos van hacia él.

“Evandro, ¿qué opinas de que se hayan publicado otra vez tus videos porno con Adrián Rodríguez?”

“¿Videos porno?”, el actor queda perplejo.

“¿Qué reacción tienes tras el accidente de Arnold Escalante?”, cuestiona otro.

“¿Accidente? ¿qué accidente?”

“¿Es cierto que tú y Osmar Rivero tienen una relación sentimental?”

Evandro se impacienta mientras el otro actor sigue casi congelado:

“¡No vamos a declarar!”

Estrecha a Osmar hacia su cuerpo y se repliega al vestuario mientras los reporteros los siguen, lanzando preguntas y destellos. Evandro se atrinchera ahí.

Ya dentro, Osmar se aferra fuerte al pecho de su compañero y comienza a llorar con amargura

“¡Que se vaya todo el mundo a la mierda!”

Evandro le besa el cabello y luego se lo acaricia con la mano.

Tras veinte minutos de espera, el operativo de extracción no es muy sofisticado que digamos. Ya vestidos, Evandro y Alexis salen abrazando a Osmar mientras Zaira les antecede. El actor va con la cabeza gacha. Llegan al auto, lo meten al asiento posterior; intentando no embestir a nadie, Evandro da arranque sin dar declaraciones. Su trayecto es  errático entre Miraflores, San Isidro y finalmente Jesús María

 


Poco después de la medianoche, en el condominio, Osmar termina de beber una infusión de valeriana caliente. Previamente, Evandro lo hizo ducharse y meterse a la cama mientras Alexis preparaba el líquido.

“¿Mucho mejor?”.

“Más o menos, Evan”.

“Trata de dormir”, sonríe dulcemente su amigo y compañero.

“No sé si podré”.

Evandro retira la taza, la deja en la mesa de noche, acaricia tiernamente la mejilla de Osmar y casi le da un beso en la boca:

“Yo me quedaré contigo”.

“Tienes que regresar a casa”.

“Sí, pero ahora tú eres lo más importante. Creo que debes tomarte libre todo el día de mañana aprovechando que no habrá función”.

“No,tengo gimnasio a primera hora. No… no voy a dejarme derrumbar otra vez”.

“No te exijas… Igual, desconéctate mañana en algún momento, ¿sí?”

Evandro se aproxima y le da otro beso pero en la mejilla.

“Gracias”, susurra Osmar.

“¿De qué? Trata de dormir y recuerda que te amo”.

Osmar se arropa en la cama y evandro toma la taza de la mesa de noche.

Sale a la cocina, la lava y luego regresa a la sala donde están Alexis y Gibrán sentados en el sofá.

“¿No te preguntaron otra cosa?”, averigua el velludo actor.

“No, nada más. Solo me sorprendió que supieran la dirección de aquí”.

Alexis mira a Evandro:

“Esos huevones primero vinieron acá”.

El actor resopla, piensa unos segundos:

“Nuestras vidas personales van a irse a la mierda a partir de esta noche; paradójicamente, las profesionales puede que se sobrevalúen”.

“Evandro, no me digas que estás pensando en plata a esta hora”.

“Alex, no pienso en plata; te digo qué nos espera desde que salga el sol

El inqilino principal luce muy desencajado.

“Alexis me dijo que debí quedarme callado: perdónenme, la verdad…”

“No es tu culpa, Gib´rán. Tú desconoces cómo se maneja el showbiz, especialmente en un mercado tan falsamente cucufato como el peruano”. Un descuido y tu reputación se va por el desagüe”.

“Y no salió de un baño de mujeres… ¿Qué haremos ahora, general Cruzado?”, Alexis trata de distender el ambiente.

“Con esa bomba atómica quien sabe en qué manos, no nos queda más que lidiar con la radiación”.

“¿Cierto que murió gente?”, pregunta Gibrán.

“Confirmaron uno; agrégale dos mal heridos, y otro no tan mal herido pero igual internado”.

“Me imagino que esto saldrá más tarde en los diarios, ¿no, chicos?”

“Eso será lo más papaya; lo verdaderamente bueno vendrá después que se publique, si es que ya está disponible en la web”, ironiza Evandro.

Gibrán se angustia más:

“Chicos… creo… que me fui de lengua esta noche”.

Evandro y Alexis se miran, entonces lo miran apelativamente. Esa confesión necesita ser explicada al detalle.

 


Al amanecer, junto a la noticia del accidente en varios diarios, uno anuncia ‘explosivas revelaciones’ que Arnold Escalante atesoraba en su celular… y uno muestra la fotografía de Gibrán en páginas interiores…