jueves, 21 de febrero de 2013

SOT-2013-008: Noche serena

Hunks of Piura

Recopilado por: SOT

 

13FEB2013

21:03

Esta es mi primera semana en el Serenazgo. Conseguí el trabajo gracias a un amigo que se retiró, aunque no supo explicarme por qué.

Tengo 26 años, mido más de metro 70, soy agarradazo, trigueño, pelo corto. Estuve trabajando un tiempo como vigilante, pero el salario era poco y esporádico.

Recibimos una llamada de un vecindario donde hay unos fumones que están obligando a que la gente se encierre temprano en su casa, y con este calor de verano, eso es una tortura.

 

22:14

Voy en una de las camionetas con uno de mis compañeros. Se trata de un sereno, ya de 32 años, casado, y también tan agarrado como yo.

Llegamos al sitio de la denuncia. Aparentemente la calle está vacía.

Mi compañero estaciona la camioneta junto a una pared, y me advierte que esté alerta, que él hará una ronda. Me ofrezco a acompañarlo, pero él se niega, y me recomienda que si necesito ayuda, que lo llame al rpm.

 

22:32

Hace algo de calor en la camioneta, y me incomoda estar solo largo tiempo. De vez en cuando aparecen unos vagos, que miran de reojo a donde estoy yo, y regresan.

Abro la puerta, y bajo para orinar. No hay nadie en la calle. De pronto, escucho unos gemidos y unos jadeos.

Me deslizo lentamente por la pared, y me topo con la ventana de una casa sin construir. Me asomo con cuidado.

Veo cuatro siluetas: tres de pie, una agachada. De las tres siluetas de pie, una está justo detrás de la persona agachada, a la que agarra por las caderas, mientras mueve la suya como bombeando. De ahí vienen los gemidos y jadeos. Si no me equivoco, está teniendo relaciones anales.

Afinando más mi vista, confirmo que la silueta que está detrás de la persona agachada tiene los pantalones abajo, igual los de la silueta agachada.

Las otras dos siluetas parecen estarse masturbando. Una de ellas se coloca frente a la cabeza de la persona agachada: “Mámala”. Logro ver un gran miembro. Poco a poco, los pantalones de esta tercera silueta se van deslizando.

En medio de la adrenalina, mi pene se pone duro bajo mi apretado pantalón de drill. Y sucede algo impensado: mi celular vibra.

Tal como avancé, regreso sigilosamente a la camioneta. Veo la llamada: es la central.

Tras darles un reporte falso, diciendo que estamos rondando, me quedo inmóvil en la camioneta. Mi pene vuelve a erectarse recordando esa imagen. Los patas de pie eran vagos, evidentemente. ¿Y el agachado? ¿Dónde está mi compañero?

Me bajo el cierre, me saco mi miembro y comienzo a corrérmelo.

 

23:28

Mi compañero regresa. “Ya todo está bajo control. No joderán más”, me dice.

Le pregunto qué hizo, pero me dice que tranquilo, que fue a convencerlos de que no se metan en problemas.

 

14FEB2013

05:02

Saliendo del turno, voy a tomar una ducha. Estoy desvistiéndome cuando entra mi compañero. Al darme la espalda, noto una mancha rara en la parte posterior de su pierna derecha.

Le pido que se acerque para verla mejor. Es blanquecina y está algo seca y dura. No recuerdo haber visto esa mancha cuando comenzamos el turno.

Me dice que me deje de huevadas, pero si algo aprendí en mi trabajo de vigilante es a tener mucha memoria visual.

 

16FEB2013

23:15

Regresamos al mismo punto de la noche cuando recibimos la llamada de emergencia. Del mismo modo, mi compañero se baja y me hace las mismas recomendaciones.

Decido esperar en la camioneta. Entonces, alguien me golpea el vidrio. Es un chico, como de mi edad, algo delgado, y con una cara que revela que es medio amaneradito. Abro la puerta y bajo del vehículo. Sus primeras palabras confirman mis sospechas.

“¿Tú eres el amigo del otro sereno, cierto?”. Se lo confirmo, y le pregunto por qué. “¿sabías que tu amigo mantiene tranquilos a los vaguitos, dándoles lo que ellos realmente quieren?”

No entiendo lo que trata de decir, y le pido que me explique mejor. “Tu amigo mantiene controlados a los vaguitos dándoles el culo. Vamos a ver, si quieres”.

Sigo al chico por otro lado, de forma sigilosa. Me hace un gesto de silencio. Esta vez, estamos a escasos metros de los cuatro: tres de pie, uno agachado, y de los tres, uno que mece su cadera en el trasero del agachado.

“El que está agachado es tu amigo”, me dice el chico amanerado, casi al oído. “Yo quiero denunciar esto, porque no puede ser que mientras nos cagamos de miedo en nuestras jatos, ese huevón viene para que se lo cachen”.

Estimo mucho a mi compañero. Él fue quien me pasó la voz del trabajo. ¿Cómo puedo evitar que lo denuncien?

Entonces, siento una mano sobre mi pene semierecto.

“Dame tu pinga, y me olvido de la denuncia”, me dice.

Sin dejar de ver a las siluetas, dejo que el chico me baje el cierre y comience a hacerme sexo oral.

Tras varios minutos, me pone un condón, y siento que me arrima su trasero a mi pene erecto. “Métemela”, me dice.

En segundos, mi falo se hunde en su ano. Me desabrocho mi pantalón, me bajo un poco mi boxer, y, agarrándolo de las caderas, lo bombeo.

Eyaculo en unos minutos más.

 

17FEB2013

05:06

Terminado el turno, vamos a bañarnos. Estoy desconcertado. Mi compañero se acerca: “¿Qué te pareció el turno?” no sé qué responderle. “¿Y esa mancha?” aproxima su mano a mi cierre. Efectivamente: la misma mancha blanca y seca. “Ahora ya conoces el secreto”, me dice.

 

05:42

Mi compañero y yo nos vamos a un hostal en Ignacio Merino. Entramos a la habitación, nos quitamos la ropa, y nos vamos directo a la ducha.

Allí, él me da la espalda, y hace que lo penetre por el ano, bajo el agua de la ducha.

Tras eyacular, nos vamos a descansar. Antes de quedarnos dormidos, de nuevo me acuesto encima suyo y tengo relaciones. Yo soy el activo. Él parece gozar, porque escucho los mismos gemidos que oí en la casa abandonada.

 

12:02

Despierto en la habitación del hostal.

“¿Un cebichito?”, me dice mi compañero. Acepto.

Antes de salir, nos bañamos de nuevo y tengo sexo con él por tercera vez.

“De ahora en adelante, vamos a ser más cuidadosos, y a no dejar que nos dejen manchas en el uniforme, en la ropa, ni en nada”, me advierte.

 

©2013 Hunks of Piura Entertainment. Contacta al autor:  hunks.piura@gmail.com o deja tu comentario aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario