sábado, 2 de enero de 2016

La Agencia (5)

Por Hunk01

 

Al mes de comenzar la grabación, Rodrigo ya había interpretado otras cuatro escenas de sexo además de la de la oficina abandonada. Una en el dormitorio de una de las protagonistas, otra en el interior de un auto, otra en una sala de estar, y una adicional que se hizo en una playa abandonada.

En todas había pasado lo mismo: su pinga se le armó. En dos de las escenas –la de la cama y la de la playa-, la actriz aceptó ser penetrada de verdad.

Curiosamente ambas escenas fueron hechas con la misma vedette, quien frente a cámaras trataba a Rodrigo como un arrecho amante, pero fuera de ellas era su amiga y confidente.

-          ¿No te paltea que te… la metan?

-           Ay, Rodri. Pero si eso es natural.

-           ¡Claro! Pero frente a… todos.

-           Ja, ja, ja. Oye, ¿te fijaste en Randy, el camarógrafo de la dos?

-           Sí, buena gente.

La chica se le acercó a la oreja.

-           Filma porno. Yo actué en sus videos. Yo lo recomendé acá.

-           ¡Ah, chucha!

-           Ya pues. Entre gitanos…

-           A mí me daba roche cortar para ponerme condón.

-           Normal. ¿Y qué me dices de Santi, que tiene que cortar para ponerse lubricante? ¿Has visto el animalazo que tiene?

Efectivamente, Santiago era un actor de unos 30 años, moreno, fornido, quien al igual que Rodrigo no simulaba tener sexo en sus escenas, sino que lo tenía tanto con la vedette, como con otra de las actrices principales.

Su pinga era de unos 21 centímetros y gruesa.

De hecho, él y Rodrigo eran los actores de reparto a quienes se les dio esa rara concesión de no simular sus escenas de sexo, aunque corrían rumores de que casi todos los actores y actrices terminaban follando frente a cámara. No era raro ver a la asistenta de producción pasar con paquetes de condones. Y como esas escenas no se grababan con todo el reparto presente, no había manera de comprobarlo por propia vista.

XXX

La cuenta bancaria de Rodrigo se incrementó. Mas de lo que ganaba modelando.

Se mudó a un departamento situado en el último piso de un edificio. Algho simple: gran sala, cocina, baño, dormitorio, lavandería, una terracita.

A veces llevaba una que otra chica a las que conocía en sus salidas a la disco. A veces se lo prestaba a Carlos, su primo. A veces. Lugo lo visitaba.

Los dos chicos solían jugar cartas, tomar algo y luego irse a la cama a juguetear como la primera vez, hasta que una tarde las cosas pasaron ciertas vallas, cuando Lugo, al besarle el pecho y el abdomen, terminó chupándole las bolas y la verga.

Rodrigo disfrutaba tanto del sexo oral, que se animó a proponer algo inesperado.

-          Te la meto, Luguín.

Lugo dejó de chuparla, la miró y miró a Rodrigo.

-           ¿No me dolerá?

-           Te pongo lubricante.

Lugo lo pensó varios segundos.

-           Bueno, si no quieres. Ya…

-           ¡OK! ¿Tienes condón?

Ya protegido su pene, Rodrigo comenzó a sentir cómo el ano de Lugo comenzaba a engullirlo de a pocos. Pasaron varios minutos, pues al otro chico le dolía la invasión de sus entrañas. Se quejaba pero continuaba.

Cuando al fin pudo comérsela toda, la cabalgó.

Rodrigo le acariciaba el firme cuerpo, mientras sentía que la pinga de su colega y amigo le golpeteaba el vientre.

Tras eyacular, descansaron un poco.

-           Oe, ¿cierto que la novela donde estás es porno?

-           ¿Cómo así?

-           He oído que en realidad todos tienen sexo de verdad.

-           ¿Quién te dijo?

-           Por ahí… me enteré.

Rodrigo no respondió, pero temió lo peor.

XXX

Ese ciclo no pudo remontar su curso y se fue al sustitutorio. Previamente, trató de convencer al profesor del curso de que le diera una oportunidad.

-          Disculpe, señor. Si se concentrara en su trabajo de estudiante, y no anduviera de gigoló, quizás saldría mejor, ¿no cree?

-           ¿Gigoló? ¿De qué habla?

-           De nada. De nada. Vaya al susti, y ahí veremos.

XXX

Se puso a estudiar fuerte, aprovechando un descanso de las grabaciones. Se encerró en su depa y no supo del mundo por varias semanas.

Estaba concentrado en sus ejercicios, cuando alguien lo llamó.

-          Primo, pon la tele. Sacarán algo de tu novela.

Prendió el aparato.

Eran escenas filtradas de la novela, incluyendo una donde se le ve a él. Y justo donde debía aparecer su pene erecto, el canal puso un recuadro pixelado.

XXX

A la mañana siguiente fue a dar el susti, pero se lo impidieron.

Fue a ver al director de estudios.

-          Lo sentimos. Lo que vimos anoche de usted no es una conducta apropiada para un alumno de esta universidad.

-           ¿Qué dice?

-           Ha sido expulsado sumariamente de nuestro claustro.

 

(continuará)

 

© 2015 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres, lugares o situaciones es pura coincidencia.

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