viernes, 24 de marzo de 2023

¿eres heterocurioso y te jode un cuerpo musculoso?







En Perú decimos heterocuriosos a los chicos que se identifican como abiertamente heterosexuales pero que, así, como quien no quiere la cosa, tienen sus encuentros con chicos del mismo sexo.  ¿Eres uno de ellos?

 

Si no te defines como bisexual o gay reprimido (que no es lo mismo que gay de clóset), sientes la curiosidad por el morbo de tener una sesión íntima con otro chico, lo experimentas y ya, ahí queda todo, no te embarcas en una doble vida (o no, al menos, de forma permanente), y defiendes tu relación heterosexual por encima de todo, definitivamente eres un heterocurioso.

 

No hay nada que criticarte. Si exigimos que se respete la diversidad en nuestras identidades de género  (cómo nos consideramos incluyendo o excluyendo nuestro sexo anatómico), lo primero a lo que debes restar importancia es cuando alguien te pide que “te definas”. Total, para gustos y colores, han escrito los autores.

 







Si no lo has notado, eres atractivo para los gays y bi porque eres el morbo en persona. Es más, a ti no te jode tanto lo gay o lo bi. Tu rollo es tener una buena experiencia sexual con alguien de tu mismo sexo. Ésa es tu principal ventaja. Claro que si tienes buena verga o buen culo, eso suma pero no determina.

 

Pero, ¿qué pasa cuando tienes enfrente a un musculoso, sea en foto, video… o en persona? ¿Sientes que dejas de ser el centro de la atención?  ¿Repites ésa de “qué tiene él que no tenga yo”? ¿Te incomodas hasta la molestia? ¿Mandas a la mierda tu lado amable y dejas aflorar tu grinch? ¿Te cuesta trabajo evitarlo? ¡Tranquilo! Aquí vamos a darte algunas ideas que pueden servirte.

 

  1. Dale al musculoso la importancia que le das a todas las personas de tu entorno cercano. Ni mucha ni poca. En tanto lo acojas de forma natural, su presencia no molestará pero tampoco será un mal necesario.
  2. No cometas el error de matricularte en el primer gym que encuentres para “ser como”. Eso significaría vivir “a la sombra de”. Si te metes a entrenar, hazlo porque sientes que lo quieres y necesitas, no porque las circunstancias externas te obligan.
  3. Métete en la cabeza que un musculoso no es una amenaza; es una oportunidad: hazte su amigo, claro si merece ser tu amigo… pero en general, las asperezas suelen limarse cuando conoces y entiendes a la persona… y llegas a descubrir que a lo mejor, tú vas a serle de más ayuda que él a ti.
  4. Si te preguntan por el musculoso a sus espaldas, tú no digas nada. Un “no opino de gente que no conozco” dicho de manera tranquila va a funcionar mucho.
  5. Por encima de todo, se tú mismo. Recuerda que tu atractivo radica en tu esencia, no necesariamente en tu apariencia. Así que… ¿no te estás molestando innecesariamente?

 












Por cierto, el musculoso de esta entrada es el brasileño Evandro Silveira.

 

Mira porno de heterocuriosos con gays | Tuitéanos | hunks.piura@gmail.com 

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