martes, 26 de noviembre de 2013

Anselmo (8)

ACONSEJAMOS DISCRESIÓN DEL LECTOR: Algunas escenas que presentamos a continuación son inapropiadas.

 

Por: N-Azz

 

Zack trajo otra botella, descorchó, sirvió su taza y la de Anselmo. Salud de nuevo. Acercó su silla.

“Aquí es bonito, pero debes conocer Paita. Te gustará el mar”.

Un corchazo cayó en la cabeza del chico simpático. Era Martín, quien lo recriminó cerrando un poco los ojos. Zack conocía ese gesto, y entendió por qué fue objetivo del proyectil.

“Sírvete papitas”.

Zack se sobó el cabello, e hizo lo que le dijeron. Nuevamente Anselmo vio esos glúteos redondeados que adelgazaban el cuerpo sin vellos del chico vestido con el pantaloncillo nlanco, esta vez a sólo centímetros.

Anselmo marcaba mil, de no ser por el pantalón que seguía vistiendo, y, que por nada se lo sacaría.

“Sírvete”.

Anselmo tomó algunasppapitas  mientras miraba a los ojos claros de Zack, quien le sonreía.

Tomó otro sorbo de vino, y al bajar la taza, el chico rozaba su muslo izquierdo contra sus dos rodillas.

“¿Ya acabaste el colegio?”

Anselmo mintió gestualmente sin dejar de ver la sonrisa de Zack, combustible de su erección, a la que logró dirigir hacia su muslo derecho.

“¿Qué quieres estudiar?”

Anselmo no supo qué decir. Zack se acercó hacia él y puso su mano izquierda muy cerca de la zona de peligro.

“Tu padrino te puede ayudar, ¿OK?”, le dijo en voz baja, a la vez queextendió sus dedos hasta ubicar la humedad que producía la secreción transparente de su glande. Zack no dejó de sonreirle ni despegarle la mirada de los ojos.

Anselmo sintió más calor aún.

“Tómate una más”, le invitó susurrando.

Anselmo acabó la taza rápidamente, y se levantó. Se fue hacia la cocina, buscando la puerta del fondo. Quería orinar. Cuando logró su cometido, sintió durante varios minutos que el frío de la sierra lo evitaba. se bajó la cremallera, y se sacó el miembro duro. Orinó largo y fuerte. No sabía en qué pensar.

De regreso, notó que Zack estaba sentado sobre la pierna izquierda de Agapito, quien metía sus manos por debajo del bóxer, allí donde acababa la espalda. 

Conversaba animadamente con su padrino, sin dejar de tomar esa bebida dulce y amarga.

Anselmo pasó hacia su cuarto de manera sigilosa, se sentó en su cama, y, despacio, se quitó el pantalón.

Así desnudo, se acomodó contra la pared, e intentó dormir. Pegó los ojos unos minutos, y, al abrirlos, notó el resplandor del candil de la sala, y escuchó respiraciones ahogadas y gemidos que identificó: Agapito.

En puntillas, fue hasta el marco de la puerta.

Efectivamente, era su padre,sentado en la silla,con el calzoncillo por los tobillos, ofreciendo su enorme pene a Zack, quien succionaba con los ojos cerrados, con tanta firmeza, que su padre se estremecía sobre el madero.

Se asomó un poco más. del otro lado, Martín hundía su cara entre los enormes glúteos de su asistente. Los grandes muslos de ambos no le dejaron ver nada más, sin contar  que la luz no era de mucha ayuda.

Anselmo se erectó de nuevo, y comenzó a desear ser parte del festín. Pero no estaba Elías cerca, así que se conformaría con mirar. Si no, hubiera roto el protocolo campesino, y se habría abalanzado sobre Zack. Comenzó a masturbarse.

“los condones están en la mesa”, dijo Martín, mientras daba auna nalgada a Zack, y se paraba de ahí.

Anselmo salió disparado, pero en puntillas hacia su cama. Se metió entre la sábanas, y cerró los ojos en dirección a la pared. Su erección era lo de menos, total, ya estaba a buen recaudo.

Escuchó a su padre alabar el gran culo de Zack, pidiendo penetrarlo. Zack le dijo que OK, pero debía dilatarse bien, mientras le solicitaba ponerse un preservativo.

De inmediato, Anselmo sintió que un peso se colocaba a su costado.

“Tranquilo”.

Un brazo lo rodeó, mientras una barbilla como lija exploraba su cuello. El adolescente quedó petrificado.

“Asu. Ya estabas listo. Calatito”.

Anselmo quería escapar o gritar, y cuando iba a abrir la boca, escuchó un gemido de dolor, cruzando la pared, seguido de otro de placer, más ronco.

“Es tu viejo comiéndose al Zack. Yo no soy tan bruto”, agregó la voz en su cuello, mientras sentía que unos dedos le humedecían el ano, dejándolo demasiado suave, extra suave. El peso de la otra persona lo ladeó hasta ponerlo debajo.

“Levanta el culo, que yo seré bueno contigo,  mi vida”.

Zack volvía a emitir otro gemido, seguido de un ¡despacio!

“No te haré doler, mi amor”. Dijo la voz apagada sobre su espalda, mientras sentía que su ano se dilataba ante la entrada de algo duro, que lo obligaba a abrirse de piernas, y la barbilla de lija seguía provocándole cosquillas en la nuca. Luego escuchó un gemido, mientras entre sus nalgas, la pelvis del invasor danzaba con cierta excitante suabidad.

Contra su colchón, Anselmo sentía que el cosquilleo de su miembro se transformaba en humedad, y luego en éxtasis. Comenzó a jadear, y se percató que, si lo hacía, al ritmo de la danza, podía anular el dolor.

“Así, mi amor. Así como lo sabes hacer,cariño. No pares”.

Sintió una boca besándole la nuca, humedeciéndola con saliva.  Se había aislado del todo, incluso del fuerte gruñido de placer que su padre dio del otro lado de la pared, anunciando su orgasmo, como era costumbre.

Anselmo percibió que una humedad caliente se posicionaba de su abdomen bajo y su colchón, a la vez que alucinaba estar cayendo al vacío, sin miedo, con placer.

“ah, qué rico aprietas. Vas a hacer que me vac´íe”.

Ahora la danza le producía irritación allá atrás, y pugnaba por sacarse el peso de encima, entonces movía las piernas en todas direcciones.

Sintió un enorme suspiro en su nuca, y un latido fuerte en la pared de su ano. Pasó un minuto. El peso desapareció de su espalda.

“Eres lo máximo. No sabes cómo me hiciste feliz”.

No era la voz de Elías.

Anselmo quiso llorar, pero el cansancio lo venció. Se quedó dormido, arrullado por los gemidos de Zack, quien se iba por el segundo asalto del pene de Agapito.

 

(CONTINUARÁ…)

 

© 2012, 2013 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres o situaciones es pura coincidencia. Escribe a hunks.piura@gmail.com o comenta aquí. SIEMPRE PRACTICA SEXO SEGURO.

Texto producido con el Método Writting Fitness. Más información aquí.

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