jueves, 14 de noviembre de 2013

Crónicas de un moderno (2)

ACONSEJAMOS DISCRESIÓN DEL LECTOR: Algunas escenas que presentamos a continuación son inapropiadas.

 

TRACK 2: A ESCONDIDAS

 

eJefri se puso de mil colores y toda la arrechura se desapareció en un santiamén jajaj.

Y ¿nuestros penes?

Por arte de magia no sé si nosotros nos los guardamos, pero en los que menos esperamos, estos ya estaban guardados.

Y ¿los cierres del pantalón?

Tuvimos que mover rápido las manos, así como sabíamos moverlas para pajearnos también debíamos moverlas para cerrar rápido los cierres.

Ufsss aquel día la suerte estaba de nuestro lado, no sé si milagros se ganó pero creo que no.

-¿Qué hacen chicos? nos preguntó.

Yo le contesté:

-Nada,  acá pues Jefri me está haciendo compañía, dice que ha llegado tarde y la profe no lo deja entrar.

-Ahhhhh, dijo Mily, pero tienes que irte porque de aquí el auxiliar viene a molestar porque sabe que no eres de esta aula.

Efectivamente,  vino el auxiliar y bueno Jefri con toda su calentura, caballero tuvo que ir a su aula. Que le quedaba no.

Culminé mi primer año de secundaria y pasó tan rápido que no sentía los cambios que iba experimentando, ahora ya no era un niño, era una persona en pleno desarrollo en etapa de pubertad y así como iba creciendo mis problemas también crecían,  bueno ya había experimentado algunas cosas, no todo claro, pero algunas cosas.

Por aquel verano del 2008, yo aún tenía 12 años, faltaban pocos meses para cumplir los 13.

Recuerdo como si fuera ayer que por esas fechas llegaron a vivir al frente de mi casa unos chicos y chicas, ellos eran de la sierra de Piura, en este grupo estaban tres chicas muy lindas, así como chicas, también chicos.

 Estaba un pata que hasta ahora ni sé como se llama, también estaba el que causó revuelo por el barrio, el más rico, el chico que todas las chibolas de por acá querían escuchar un hola de sus labios, y claro qué se va hacer, si el hombre estaba como se dice vulgarmente para chuparse los dedos, lo llamaremos Santiago.

Pero bueno junto con ellos llegó uno más chibolo se llamaba Erick, un brothersito, que si no me equivoco es dos años o un año menor a mí, no recuerdo solo sé que, se le veía lindo, hasta ahora es delgadito, ojos medio rasgados, pelo corto y lo más atractivo, un trasero bastante grande y redondo, para su edad se sobrepasaba;  lo único malo es que él solo viene cada verano,  no como sus primos que ya viven por acá.

Yo no salía mucho a jugar como antes, ya estaba creciendo y esos juegos ya me daba palta meterme a correr y gritar.

Una noche llegó  Diego un pata tres años menor que yo, blanquito, pelo ondulado, labios rojos y bastante gruesos, de estatura pequeña; acompañado de Lin, quien era un año menor que yo, de ojos marrones claros, delgado, pelo lacio; me invitaban para jugar, yo no quería ir pero ante tanta insistencia por parte de estos amigos, acepté ir a jugar.

En las calles toda la muchedumbre de chibolos aproximadamente unos quince, de todas edades, de todo porte y de todas las razas.

-¿Quién la da?- decía la Chavela

 -Ya pues zapatito del Perú para ver quien cuenta- atinaba a decir Juan

-Pero son bastantes-decía Gisy

-Ya pues que cuenten 3 -dijo Dieguito

-Si si si … Decían todos.

Bueno no recuerdo quien contó para jugar las escondidas, solo sé que fueron tres.

-Vale dar la vuelta, dijo Lin

Antes de empezar logramos ver que venía Shirley, su hermano y su primo Erick, sí, el mismo niño que había llegado con los chicos.

-También jugamos-dijo Shirley.

Todos aceptamos.

-Ya entren de frente- dijo Dieguito.

1, 2, 3, 4,.. Empezaba el conteo y mientras tanto buscábamos un lugar estratégico.

Me di la vuelta de la cuadra, había una casa abandonada, bueno apenas podías esconderte sobre la pared que sobresalía más que la puerta, esto permitía que se formara una especie de un muro.

Fue entonces cuando Erick se me acerca y me pregunta:

-¿Es tu hermano el chico que siempre llega a mi casa con los demás?

-Si –le dije- ¿Por qué?

-Pareciera que quiere con mi tía, me dijo

Entonces soltamos una larga carcajada.

-¿Dónde te vas a esconder?- le pregunté

-No sé -me respondió, enséñame porque no conozco muy bien, sabes que soy nuevo por acá

-Ya pues vamos- le contesté

Y lo llevé a la casita, me junté a la pared, y sin ninguna intención le dije:

-Ponte delante de mí como que me cubres

-Ya pues- me respondió 

Se acercó y se pegó a mí.

Ver el trasero de ese chibolo era excitante, pero sentirlo junto a mí era más excitante aún.

Puta mare me fui calentando y se me iba parando la huevada, tal parece que desde un inicio Erick buscaba eso. No lo sé. (A este nene lo deseaba pero como pasivo, aunque él quería también darse su gustito de ser activo, pero yo no lo dejaba, pues a mí me gustaba y me excitaba como ya dije como pasivo, él me hacia salir ese lado bien activo y dejar de lado ser moderno, creo que a cualquier moderno le sucede, muchas veces encuentra patas con quienes solo quiere hacer de activo); en ese momento no aguanté mas, le crucé las manos a su pecho y me acerqué a él y le dije:

- no nos encontrarán acá.

Me miró, sonrió y se pegó más a mí, consiguiendo que yo me arrechara más. A lo lejos se escuchaba: “empay”

Erick me dijo:

- Ya vienen por ahí

-Creo que si- le dije

Que nos encuentren o no, ya no importaba, yo solo quería seguir junto a Erick, quién a cada instante iba acercándose más.

Pasó un rato y una niña empezó a acercarse, para asomarse y ver quienes se escondían tras esa pared…

 

CONTINUARÁ

 

© 2013 Hunks of Piura Entertainment. Los nombres fueron cambiados. Escribe a hunks.piura@gmail.com o comenta aquí.

Texto producido con el Método Writting Fitness.

No hay comentarios:

Publicar un comentario