martes, 21 de enero de 2014

Anselmo (15)

ACONSEJAMOS DISCRESIÓN DEL LECTOR: Algunas escenas que presentamos a continuación son inapropiadas.

 

Por: N-Azz

 

“¿Me dolerá?”, preguntó Zack con cierta angustia.

“No”, respondió Anselmo.

“¿Me ardderá?”

“Tampoco”.

“¿Entonces?”

“te refrescará”.

En el cuarto de Anselmo, Zack estaba completamente desnudo de la cintura para abajo. Dos poderosos glúteos se pronunciaban, blancos, lampiños, seguidos de dos amplias y fuertes piernas con algo de vello castaño a partir de las pantorrillas.

Lo único que tenía puesto era la clásica remera y sus cintas de colores anudadas en su muñeca izquierda.

En la mesita de noche había un tazoncito lleno de agua con unas hojas de valeriana. Anselmo estaba al costado de la cama, tanteando la temperatura del recipiente. Sacó las hojas  del agua tibia, pidió a Zack que separe sus abultadas nalgas con cuidado.

Al fondo, el ano estaba rojo.

Anselmo colocó las hojas alrededor del esfínter.

Zack se relajó.“Está OK”, suspiró.

“Déjalas ahí que relajen”.

Martín entró de improviso. “Hablé con el mal nacido de Zulú”.

“¿Qué te dijo?”

“Dijculpe”, remedó Martín. “¿Cómo está ese culo?”

“Parece que inflamado”, contestó Anselmo.

“¿Carajo! Anselmo, anda y llama a Kike”.

Zack reaccionó: “¿Para qué quieres a Kike?”

“mientras eso se sane, necesito un plan B”.

“¡Kike no es ningún plan B!”

“¿Ah sí, y qué quieres, que ponga a Febo de pasivo, cuando a duras penas se quita la tanga cuando hace strip-tease? Y ya sabes que Baco es intocable!””

“si consigue aceite de macanche…”, intervino Anselmo.

“Olvídalo. Podría joder el condón. Anda a ver a Kike, ahijado”.

“Ya pues”

“¡Y Zulú aceptó meterle la pinga a Kike?”, contraatacó Zack.

“Si . digo, si quiere seguir siendo la estrella”.

“no juegues así con Zulú”.

“¡Yo soy el dueño de esto, por si lo olvidaste! “, y mirando a Anselmo: “¿Cuándo, mierda, vas a ver a Kike?”

Anselmo bajó la mirada: “ahorita”.

Ni bien Anselmo cerró la puerta de la habitación de Zack, cuando se topó de pechito con Febo.

¡Por fin pudo verle la cara!

Era simpatiquísimo y sexy con su barba sin afeitar, con un cuerpo similar al del chico del calendario de su dormitorio, pero con  vello.

La sorpresa fue la familiaridad del rostro que vio. ¡Claro! No podría ser otra persona… ¡después de tanto tiempo!

“¡Segundo!”

Anselmo abrió sus ojos con alegría. Su cara estaba iluminada, y, por un milisegundo, la esperanza aleteaba sobre su cabeza.

Febo se le acercó y lo tomó fuerte del brazo izquierdo: “¡Mira reconcha tu abuela, me llamas así de nuevo y te saco tu mierda!”

Anselmo se asustó y quedó inmóvil.

“¡Para ti soy Febo, ¿me entiendes? ¡Pobre de ti si me llamas segundo de nuevo, porque te saco la mierda, huevón!”

“¡Tú le tocas un pelo, y yo te desaparezco! ¡Suéltalo, carajo!”

Era don Martín.

Febo bajó la mirada y soltó a Anselmo.

“Anda a ver a Kike de una puta vez, mientras le aclaro a tu paisano algunas cosas!” Febo ladeó la cabeza, mientras Anselmo salía disparado.

cuando  pasó por el gimnasio, oyó un par de gemidos.

Al entreabrir la cortina,volvió a quedar en una pieza: Zulú y Kike, desnudos.

El moreno introducía su enorme miembro en el trasero del amigo que lo había acogido con tanta amabilidad en ese nuevo hogar. 

Zulú, de pie pero con las rodillas algo flexionadas, miraba cómo su enorme pene entraba y salía, mientras aferraba las caderas de su pareja sexual, y su boca no paraba de jadear. Kike tenía un gesto de dolor, mientras arañaba el tapiz de la banca donde se hacía prensa al pecho, y sobre la que estabaapoyado boca abajo.

Anselmo tragó saliva. Tomó aire y dijo pausadamente: “Kike, mi padrino quiere verte”.

Los dos ‘amantes’ se sobresaltaron.

El moreno se separó y miró a Anselmo -¿o a Baco?- con una sonrisa plagada de erotismo e ironía.  Se quitó el preservativo, y lo lanzó al basurero.

Kike. Sonrojado, se vistió velozmente, y se fue.

Zulú comenzó a masturbarse la enorme verga.

“Son veinte jentímetro’. ¿No la quiere probá’?”

Anselmo lo miró fija y seriamente: “No. Soy intocable”.

“Cuando sea el dueño de’jto, te olvidará’ de esa huevada, y rogaráj que sea tu marí’o”.

Anselmo se fue hacia su cuarto, a ver cómo seguía Zack.  Al llegar lo encontró profundamente dormido.

Se sentó sobre el suelo.

Al poco rato, Zack despertó. Seguía desnudo de la cintura para abajo.

“¿Cómo se llama el aceite?”

“aceite de macanche”.

“¿Sabes algo? Soy el segundo al mando luego de Martín. Si te consigo el aceite, ¿crees que para mañana se sanará mi culo?”

“Quizá”.

“Si se sana, serás mi asistente, y tendrás más cosas de las que tienes hasta ahora”.

“¿Como qué?”

“Piensa. No estamos lejos de San Gerónimo”

Los ojos de Anselmo se iluminaron.

“piensa, nada más”.

“Ya pues”.

El improvisado terapista comenzó a retirar las hojas de valeriana.

 

 (CONTINUARÁ…)

 

© 2012, 2014 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres o situaciones es pura coincidencia. Escribe a hunks.piura@gmail.com o comenta aquí. SIEMPRE PRACTICA SEXO SEGURO.

Texto producido con el Método Writting Fitness. Más información aquí.

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