domingo, 16 de enero de 2022

ASS (11): ¡La tiene de 21 cm!

Es bueno ducharse tras entrenar; es mejor si todo termina en un trío.


 

 Aunque es media mañana de lunes, en el gimnasio al lado de la parroquia, que realmente se llama AS (pero más se le conoce como “el gym de la parroquia”), la cantidad de alumnos se redujo a su mínima expresión: uno haciendo piernas y el otro haciendo hombros. Ambos están concentrados viéndose en los espejos que se intercalan a las pinturas de los ángeles, y Miguel los vigila desde la puerta que separa el gran patio techado donde están las máquinas de potencia, de una sala que ahora quedó como antesala, que funciona realmente como recepción y sala de calentamiento (con un par de bicicletas estacionarias).

Una canción de Chino y Nacho suena en la radio… y Miguel se pregunta por qué si el Chino Miranda ha posado prácticamente calato, no lo hizo mostrando su verga al palo. ¿No que los venezolanos se enorgullecen de sus dotes? Quien está ejercitando hombros es, precisamente, un venezolano que se gana la vida en San Sebastián haciendo instalaciones eléctricas seguras y reparando electrodomésticos. Además de su buen cuerpo, en especial buen culo y buenas piernas, es evidente que debajo de su short baila una rica verga y un par de generosos huevos.

el chico que está ejercitando piernas, mejor dicho más culo (y vaya que si tiene un rico culo) que piernas, termina de entrenar y se acerca a Miguel todo sudoroso:

“Listo”.

“Anda a ducharte, Paco”.

“No, gracias. Mejor me ducho en mi jato… solo espero que hayan juntado agua”.

Al mismo tiempo, el venezolano que estaba ejercitando hombros termina y también se acerca a Miguel:

“Listo, pana, gracias. Oye, ¿podrás darme un masaje?”

“Claro, Marcano. Dúchate y te los hago. ¿Trajiste toalla?”

“No, pana… ¿podrás…?”

Miguel sonríe:

“Normal, Marcano. Anda a la ducha y ya te la alcanzo”.

El venezolano va a la antesala y de ahí a un pasillito que lo lleva al baño de la ex casa abandonada. Miguel y Paco se quedan solos en el gran patio techado.

“¿en serio vas a masajear a ese chico?”

“Claro, Paco. Y encima, se deja masajear calato”.

“No jodas”.

Marcano no se caracteriza precisamente por ser la persona más pudorosa de San Sebastián. Se desnuda en el baño con la puerta abierta dejando al descubierto la maravillosa anatomía que Dios le dio, especialmente ese par de grandes glúteos que coronan otro par de gruesas y fuertes piernas, y delante, debajo de un vello púbico rasurado, un pene dormido de unos 12 o 13 centímetros descansando sobre un par de hinchadas pelotas.

Aunque pensando más inocentemente, quizás Marcano haya obviado cerrar la puerta porque solo está Miguel y se supone que Paco ya se va a su casa. Se mete a la ducha y deja que el agua rrefresque su escultural cuerpo. Gira para que el líquido se distribuya por toda su piel. De pronto, Paco llega a la puerta y traga saliva al ver tal monumento de hombre. Marcano le sonríe:

“Hola, pana”.

“ehh… voy… voy a la lavander… voy… voy por la toalla”.

“Gracias, pana”, le sonríe Marcano.

Casi al segundo, Miguel pasa frente a la puerta ya sin polo:

“¿Qué tal está el agua?”

“De la puta madre, vale… ¿quieres bañarte?”

“Si no eres egoísta”.

“qué va, vale. Ya nos hemos bañado juntos, ¿no?”

Al ingresar a su cuarto, y quitarse el short y la tanga que se puso esa mañana, y dejarlas sobre su cama, Paco entra desde el pequeño espacio que se usa como lavandería con una toalla extendida:

“¿¿Vas a masajearlo calato?”

“Algo mejor que eso”, le sonríe.

Cuando Marcano está untándose el jabón, Miguel entra totalmente desnudo con Paco, también en pelotas.

“Estoy de oferta”, bromea con Marcano: “Pague uno y dúchese con dos”.

El venezolano se ríe:

“Como en la antigua Roma”.

Los tres chicos se acomodan como pueden en el metro cuadrado de mayólica blanca y comparten la ducha. El roce de sus pieles es inevitable.

“Perdona”, dice Paco a Marcano”.

“¿Por qué, pana?”

La verga ya parada del chico, unos 16 centímetros, cabezona, parece haberse atascado entre las dos nalgas del otro alumno quien se a quedado frente a frente con Miguel con sus penes flácidos también rozando.

“¿Tú crees que esté contraindicado tener sexo luego de un masaje”, pregunta Marcano a Miguel.

”Al contrario: nada mejor que un buen masaje erótico antes de una buena sesión de sexo”.

“¿Incluso sexo de a tres?”, sonríe Marcano.

“Incluso”, sonríe Miguel.

Paco sigue atónito y con su pene erecto aún atascado entre las dos nalgas de Marcano, y a punto de disparar su semen allí mismo entre ellas sin hacer nada más.

Marcano y Miguel, entonces, sin más preámbulo, se abrazan y se besan profundo en la boca, lengua incluída. El venezolano se separa de esos labios, gira, y con su verga ya al palo, besa a Paco quien trastabilla incluso para juntar sus labios.

Cuando ambos se separan, Paco mira a la entrepierna de Marcano:

“A la puta… es enorme”.

“21 centímetros”, sonríe el venezolano. “¿La quieres chupar?”

Paco, sin confirmar nada, se arrodilla sobre la mayólica y comienza a mamar el gran pene.  Miguel se pone al costado: sus 18 centímetros también están a toda su extensión.

“Chúpasela a él también”, pide Marcano.

Paco obedece. Tras un minuto de mame, Miguel toma la mejilla de Paco:

“Ponte de pie”.

El chico se incorpora mientras los otros dos se miran a la cara y se guiñan un ojo; entonces ambos se arrodillan y se alternan succionando el miembro de paco quien no puede creer nada de lo que allí está pasando:

“Las voy a dar, chicos. Ya no aguanto”.

Miguel toma el pene de Paco y junta su mejilla a la de Marcano. Pajea el falo y deja que el semen se dispare en ambos rostros.

“La puta”, suspira Paco en pleno orgasmo.

Y para terminar,te dejamos con un video porno. 

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