acabo de egresar de la Escuela de Policía, apenas tengo 21 años, pero ya me han dado algunas responsabilidades fuertes. ¿Y aque no saben junto a quien tengo que trabajar? Nada menos que junto al famoso SOT.
Él ya es una leyenda entre nosotros porque sus historias son muy leídas, claro sin que los jefes se den cuenta.
Yo lo descubrí porque una mañana habían traído a un chico detenido. Tenía toda la pinta de ser un pandillero. Me llamó la atención sus súplicas.
- Ya, jefe. Suélteme jefe. Le juro que no hice nada, jefe.
- Calla mierda. eso lo decido yo. ¡Abre las piernas!
La puerta estaba entreabierta, y me asomé. Eran como las 14:00. y a esa hora no había mucha gente en la Comisaría. Mejor dicho´, sólo SOT Y YO.
- ¡Quítate la ropa!
- No jefe. Ahí noás.
- ¡Que te quites la ropa, te dije,o te quemo!
No es parte del procedimiento pedirle a un detenido que se desvista en la Jefatura, a menos que se sospeche de un peligro bajo sus ropas.
Con mucho cuidado, vi cómo ese muchacho se quitó su camiseta, su jean y se quedó en calzoncillo.
- Te dije toda la ropa. ¿No entiendes?
El cuerpo del muchacho era marcado, pero no atlético; sin embargo tenía las nalgas bien formadas.
- Pero no tengo nada, jefe.
- ¡Obedece mierda!
Tímidamente, el chico se quitó el calzoncillo y dejó sus nalgas descubiertas. Eran blanquitas y lampiñas.
- Te voy a registrar.
SOT comenzó a pasarle las manos por sus costados, su espalda, y luego las posó sobre sus nalgas.
- Agáchate.
- No, jefe.
- ¡Carajo! ¿Vas a obedecer?
El chico se agachó hasta ponerse en ángulo recto. SOT le separó sus piernas. Luego agarró cada nalga, y también se la separó. Entonces me di cuenta que no estaba inspeccionando nada, bueno sí, pero con ojos de lascivia.
Entonces, comenzó a hacerle el beso negro. El chico se estremecía al inicio, rogaba que no siguiera, pero al minuto comenzó a gemir.
SOT se retiRÓ. Oí el sonido de una hebilla y supuse que se estaba aflojando los pantalones.
En eso, la puerta de la habitación se abrió violentamente.
- ¡Entra!
SOT tenía los pantalones a medio muslo, y su pene estaba erecto. Tiene un pene grande, por cierto.
Le obedecí, y entonces cerró la puerta. Me tocó la entrepierna: mi pene estaba totalmente erecto.
Se fue al escritorio, abrió un cajón, sacó algo.
- Póntelo.
Era un condón. Me bajé el pantalón y el boxer y me coloqué el preservativo.
- ¡Cáchalo!
Me puse detrás del pandillero, y seguí la orden. Si desobedezco, fácil que eso va a mi foja de servicios.
Eché un poco de saliva en el ano del chico y comencé a empujar. El muchacho comenzó a retorcerse, y a decir que parara porque le dolía. Mi miembro mide unos 16 cm, y algo de 12 de contorno.
Tras irlo metiendo de a pocos, logré penetrarlo totalmente, y comencé a mecer mi cadera.
En eso sentí unas manos en mis nalgas, luego una lengua en mi ano. sentí placer.
Unos minutos después, el pene de SOT me estaba ingresando lentamente por atrás.
Estaba muy excitado.
Los tres comenzamos a gemir.
- Las voy a dar, las voy a dar.
- Sácalo.
Retiré mi pene, y él tomó mi lugar. Se la metió de un solo movimiento, y el chico gritó de dolor.
- Lámeme el culo.
Me arrodillé y le hice el beso negro a SOT mientras él sodomizaba al pandillero.
- Ahora sí.
Se retiró y me puso de tal modo que él comenzó a masturbarse en la nalga derecha del detenido, y a mi me dejó la izquierda. Lo imité.
Casi al mismo tiempo, chorros de semen se disparaban contra la espalda del detenido, y el mío comenzó a deslizarse por su corva.
Tras limpiarlo, SOT lo dejó libre y le advirtió que si se lo contaba a alguien, él le sembraría otra cosa.
El chico se vistió y se fue corriendo.
- Esta es mi manera de controlar a los maleantes.
CONCLUSIÓN
- Disculpe, ¿y cómo supo que yo...?
- Estabas viendo un blog gay en mi máquina. Para tu mala suerte, no tuviste la precaución de borrar el Historial. Verifiqué las horas, y deduje que fuiste tú.
- Entiendo, pero...
- Estabas leyendo las historias de SOT... bueno... ¡yo soy SOT! ¿Ya sabes lo que tienes que hacer?
- Si, no se preocupe. Nadie lo sabrá.
Mañana me toca turno con él, pero de noche. Me pregunto si haremos el mismo trío, o quien sabe con cuántos.
©2012 Hunks of Piura Entertainment
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