Hace unos días, llegó a la tienda un moreno delgado con su mujer. Mide 1m70, tiene 35 años, y a pesar de eso, el cuerpo marcado.
Llegaron a hacer compras, por lo que la lista era enorme. Ellos tienen la costumbre de hacer compras para la semana.
Mi papá los estaba atendiendo, cuando vi que el moreno se le acercó.
- Préstame tu baño, por favor.
- Ya... Hijo, anda, acompáñalo.
Como era de noche, tuve que irle a prender la luz
Entró a orinar, por lo que pude escuchar, pero luego comenzó a demorarse.
Cuando salió del baño, no se había subido su cremallera, por lo que traía la verga fuera. Yo estaba en la puerta, esperándolo. Su miembro era grande, y me quedé anodadado.
- Se ha olvidado de cerrarse el cierre.
- Es que... quiero que me cierres el cierre con tu boca.
se rió.
- ¿Te provoca?
Me quedé mirándolo, y él terminó de desabrocharse su pantalón, para bajarse más su ropa interior y descubrirme el resto de su pinga y sus huevos, que eran enormes.
- Tenga cuidado, que puede venir alguien.
- No te preocupes, que están atendiendo la lista, y charlando.
Comenzó a manosearme las piernas, luego me acarició el culo.
- Chúpala.
Me la metí toda en mi boca porque estaba dormida, pero dentro de mi boca fue creciendo hasta completar sus 22 cm de dureza.
- Ah, huevón, sí que sabes chuparla. Lo haces de la puta madre.
Cuando estaba bien dura y gruesa, me la sacó de la boca, y comenzó a golpearme en las mejillas con ella, y a meterla y sacarla de mi boca.
- ¿Te gusta?
- Sí, está rica.
Luego comencé a chuparle los huevos, para regresar a lamerle su verga enorme, a chuparla y a darle mordiditas.
- Sigue así.
Me tocó mis nalgas, me bajó mi short, mi ropa interior, se arrodilló y me comenzó a besar mis glúteos. Me separó ambas nalgas, y comenzó a meterme el dedo, masajeándome el culo.
- Tienes un culo que te lo voy a romper.
Se puso de pie, sacó un condón y, separándome mis nalgas, comenzó a meterme su palo duro y grueso. No lo logró, por lo que se humedeció los dedos, me los metió al culo para dilatármelo. Intentamos de nuevo, pero nada. Entonces, me puse en cuatro, pero abriendo bien mis nalgas y mis piernas. Comenzó a meterla, pero sólo entró la cabeza y algo del tronco.
Entonces me eché sobre el piso, y él me puso mis piernas en su hombro. La pose es una de mis preferidas. Volvió a meterla. Esta vez lo conseguimos, y logré atrapar esos 22 cm en mi ano.
- Eras estrecho, huevón.
- Claro, ¿qué crees?
Follamos así por un momento, hasta que él se echó en el piso.
- Siéntate encima, quiero que la comas toda con tu culo.
Logré enterrármela toda, pero comenzó a dolerme. Él comenzó a gemir.
- No hagas ruido que te pueden escuchar.
Me levanté, le saqué el condón y comencé a chupársela.
Entonces, él se acostó encima mío, y comenzó a rozarme su verga entre mis nalgas, moviéndose bien y rápido. se levantó y fue a eyacular al inodoro.
- Qué buen culo que tienes.
Me dio una nalgada.
- Nadie me la ha chupado así.
Regresamos a la tienda, y él comenzó a hablar con mi papá y su esposa.
- Su patio trasero es bien grande, y tiene unas plantas lindas.
Cuando pudo, se volteó a verme y me guiñó el ojo.
A mi, el culo me quedó doliendo todo el día siguiente.
©2012 Hunks of Piura Entertainment.
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