martes, 4 de septiembre de 2012

Casa de-Formación (9): ¿Voto de castidad?

Hunks of Piura

Las tres menos cuarto de la tarde. Darwin tiene los pies encima de la banca del mini-gimnasio, y el resto de su cuerpo sobre una colchoneta en el suelo. Con las manos tras la nuca, se eleva. Hay un gesto de dolor en su cara.

El Reverendo Rafael aparece con la guitarra en la mano. Espera que el muchacho finalice la serie.

-          Darwin, ¿has visto a Manuel?

-           Parece que está descansando.

-           Ah, ya decía yo.

-           Oye… ¿y por qué no estás entrenando con Jonatan?

-           Es que él tiene otro ritmo; además, ya entrenó con Manuel ahora tempranito.

-           Ah, con el Reverendo Alexander.

-           Creo que sí… ¿y usted no entrena?

-           ¿Yo? Estéeee… sí, pero lo haré más tarde. Voy a buscar a Manuel.

 

El Reverendo llega a la azotea. Viste un bibidí holgado y una bermuda, calza slaps.

Abre una de las puertas.

Un sobresalto. Un chico delgado descansa boca abajo sobre una de las camas, vistiendo tan sólo un hilo dental blanco.

El Reverendo no sabe qué hacer y se queda inmóvil por un momento.

El chico se despierta, sonríe y se restrega los ojos.

-          Reverendo… ¿ya son las cuatro?

-           N-n-no. Eh… aún no.

-           Ah. Darwin está abajo.

-           Estéeee… sí… pero… busco a Manuel.

-           Está con el Jonatan en la puerta del costado.

-           OK… gracias… perdona.

-           No hay de qué.

Pedro sonríe al finalizar la frase. Es su sello.

El Reverendo cierra la puerta. Se queda inmóvil.

Debajo de la bermuda, la gran y fuerte erección amenaza con romperla.

Da media vuelta.

 

-Darwin… eh… ¿puedo entrenar contigo?

- Claro Reverendo. Yo acabo de aquí en media hora.

 

Rafael sube tan rápido como puede a su dormitorio.

El Reverendo Roberto duerme en un bóxer que llega a media nalga y se mete en la raja del culo.

Se supone que la subida a velocidad debe acabar con su empalmamiento, pero esta nueva imagen no contribuye en nada al tema.

Esa es la mala noticia.

La buena es que su compañero de dormitorio le está dando la espalda, así que dispone de segundos para quitarse la ropa y volverse a vestir, sin que nadie advierta lo que… le incomoda mostrar.

Al quedarse completamente desnudo, un gran falo salta y se agita. ¿Por qué Dios le ha dado tal herramienta si se supone que su voto de castidad le impide, siquiera, solazarse con aquel don?

Contra su voluntad, tendrá que sudar la bermuda. El estreno de su flamante ropa deportiva alicrada esperará.

 

Cuando Darwin acaba su rutina, deja al Reverendo Rafael en el primer piso. Entra al dormitorio. No hay nadie, así que Pedro debe estarse duchando. Sobre su cama está la brevísima prenda que lo sorprendió más temprano. La coge. Se la coloca sobre su cintura. Sonríe. La regresa a donde la encontró, y va a la ventana a tomar aire fresco, mientras se quita la ropa.

No es que la lavandería que funge como almacén sea una vista inspiradora, pero es mejor a seguir recordando lo que apreció horas antes.

De pronto, fija su mirada en una pila de papeles. Una franja roja con letras blancas le llama la atención. Reconoce el logotipo: Latin Males.

Se pone la toalla, sale, verifica que nadie está cerca, se da la vuelta, saca el pedazo de papel y obtiene una revista completa. En portada, un desnudo lateral de Lorenzo Verástegui, el actor porno gay del momento, levantando estratégicamente la pierna para ocultar uno de sus instrumentos de trabajo. El titular reza: “Know His Secret!”.

Vuelve a asegurarse que nadie lo ve. Abre la revista, pasa de largo las primeras páginas, que no entiende porque están en inglés. Llega a las sesiones de fotos.

Chicos de hermosos cuerpos (parecidos al de Jonatan) posan desnudos con los penes erectos y brillosos, chupándosela, penetrándose y regando su leche sobre sus cuerpos o los cuerpos de sus amantes.

-          ¿Está buenaza no?

-           ¿Qué?

Darwin logra disimular cómo se deshace de la revista a sus espaldas, pero no puede ocultar a Jorge, la excitación rampante bajo su toalla.

-          Y eso que no has visto el DVD.

-           ¿A?.

-           Así que estás premiado.

-           ¿Yo?

-           Compartes tu cuarto con alguien que se muere porque te lo caches.

-           Aquí no podemos hacer eso.

-           ¿No podemos? ¿Y cómo fue que se tiraron a Memo?

-           ¿A Memo?

-           ¡Claro Darwincito! Tú y el Jon, que hasta ahora está pasando piola.

-           ¿Cuál Jon?

-           ¡Ja! Memo me lo contó todo. Quedó contento. Dijo que son “sementales con futuro”.

-           ¡No hables huevadas!

-           Eso pasa cuando no cierras bien las puertas.

Darwin suda frío. Bajo la toalla, ya no hay signos delatores.

-          ¿Qué mierda dices?

-           Pedrito la chupa bien. ¿No?

-           No debió pasar.

-           ¿Y cómo has hecho estas dos noches? ¿O… ya te lo forraste?

-           Tú sabes que no podemos hacer eso.

-           Y tú sabes que eso es mentira. ¿Quién mierda los ve?

-           ¿Tú… abriste… la puerta del baño?

-           Eso no importa. Simplemente lo sé, igual como sé lo que Jonatan y tú hicieron con Memo en la convivencia del año pasado.

-           Habíamos chupado.

-           ¡Oh sí! Y lo siguieron haciendo ¿no?

-           ¿Qué mierda quieres?

-           Nada Darwincito. No te ahueves. Yo sé guardar secretos. Imagina si la historia de Memo se hubiera regado!

-           Estábamos huascas.

-           ¡Tranquilo! No vengo a pedirte nada. Sólo quiero que sepas que sus secretos están seguros conmigo.

-           Son pecados.

-           Como todo aquí adentro.

Jorge le guiña un ojo y se retira. Darwin va detrás de él.

Al regresar al patiecito de la azotea, se cruzan con Jonatan, toalla al hombro.

Jorge lo saluda; mas, la expresión de Darwin no le da buena espina.

Pedro sale del baño. Mira a los tres y percibe la tensión.

Jorge se acomoda el cabello y tensa su bíceps izquierdo.

-          Apúrense, o llegarán tarde a su clase.

 

(CONTINUARÁ...)

 

Escrito por N-Ass. ©2012 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombre, lugares o situaciones es pura coincidencia. Contacta al autor: hunks.piura@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario