sábado, 2 de abril de 2022

Proyecto Lujuria 6.4: ¿Evandro celoso?


La siguiente nota se hace dos días después, el sábado, en el teatro, con la participación de Evandro y Alexis, la supervisión de Zaira, y la mirada lejana de Escalante. Esta vez el motivo es la obra. Las preguntas son triviales, y lo que parece importar a los reporteros es que posen con el vestuario de clergymen y que poco a poco se despojen de la camisa, el pantalón, la ropa interior, y que luzcan desnudos y en poses muy sugestivas sobre la cama que está en el escenario del teatro. en una de ellas, Alexis está al centro orientado hacia su izquierda, a su frente está Evandro un poco girado hacia su derecha, y detrás suyo está Osmar girado hacia su izquierda de tal manera que se le luzcan las nalgas. El actor al medio está nervioso no por la foto (no es la primera vez que posa en cueros) sino por la consabida erección de su compañero de delante, la que Evandro contiene apretando su ingle contra el muslo de Alexis.

“Es todo”, dice el segundo fotógrafo. “Gracias”.

Osmar se retira pero Evandro no sabe qué hacer mientras Alexis siente la humedad en su pierna.

“Ya pueden bajar”, insiste el fotógrafo.

Osmar mira a los chicos y se topa con Evandro que tiene el SOS titilando en los ojos.

“¿Me toman una foto con Zaira?”, explota el actor, y así desnudo camina hacia una sorprendida directora y la voltea hacia la platea mientras posa de lado con ella. Zaira, para disimular, pone su antebrazo a lo largo del abdomen de su talento. Detrás, evandro y Alexis no solo salen disparados del lecho, sino que buscan sus ropas de inmediato.

 


“Te la debo, amor”, sonríe Evandro a Osmar mientras regressan en el Yaris al terminar la función.

“Otra vez lleno y con gente esperando una entrada”, comenta Alexis, en el asiento posterior.

“Chicos, aceptemos las funciones dobles los fines de semana, ¿qué dicen?”

Evandro y Alexis se miran por el retrovisor central. Se levantan las cejas como diciendo OK. El conductor mira a su copiloto:

“Tú eres el más juicioso de los tres. ¿Por qué no hacerte caso?”

Osmar sonríe. Evandro le palmea el hombro y le estruja levemente el paquete.

“Evan, esa mano”.

Osmar siente que le estrujan el paquete otra vez y que se va poniendo duro.

“No hagan provocar”, reclama Alexis desde el asiento posterior.

“Chicos…”, Evandro cambia de tono. “¿Y si hacemos un trío?”

Osmar se sorprende. Alexis no se lo espera. Evandro sonríe. El Yaris avanza por toda la avenida José Pardo. Entonces, el celular de Osmar vibra. Lo saca. Es un mensaje de Alejandro: “Te vi en la función… estuviste bárbaro… quería invitarte unos tragos pero te perdí de vista… ¿aún estás despierto?” Osmar responde. Evandro trata de adivinar quién escribe. Vibra el celular otra vez. Ya están para doblar a la Avenida del Ejército.

“Yo me bajo, panas”.

“¿Qué?”, se sorprende Evandro. “¿Estás loco o qué?”

“Dije que me bajo. Detén el auto”.

“¿Quién te está escribiendo?”

Osmar sonríe:

“No me hagas esas escenas. Detén el auto y ya”.

Evandro toma la palanca decambios, y en lugar de detenerse,continúa.

“¡¡qué pasa, chico?!”

“No te irás a ninguna parte. Te llevaré a casa”.

Osmar mira a Evandro indignado. Alexis no sabe qué hacer ante tal situación tensa. El Yaris sigue su marcha camino hacia la avenida Salaverry.


 

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