Las noticias a
nivel mundial dicen que lo que parecía un brote controlado comienza a multiplicar
sus casos rápidamente, y algunos están usando la ocasión para culparnos a los
gays y bi. Pero, ¿realmente tenemos alguna responsabilidad?
La viruela del
mono es una enfermedad viral. A estas alturas de la vida, ya deberíamos
saber algo acerca de los virus. Son un conjunto de grasas y proteínas
que no tienen vida propia pero que sí tienen la habilidad de copiarse a sí
mismos una vez que infectan una célula viva. Si la cantidad de células infectadas
supera la cantidad de células que los reconocen y pueden ponerlos fuera de
combate, entonces nos enfermamos.
No se puede matar
a los virus, como sí sucede con las bacterias, pero si se consigue aislarlos,
son incapaces de copiarse y se pueden desactivar, o sea desintegrarse en los
elementos o sustancias que los forman.
Enfermedades
causadas por los virus son la gripe, el herpes genital, la Covid-19 o el
SIDA. En esencia, el mecanismo de infección es el mismo: alguien
contagiado nos lo transmite y lo incubamos hasta que tarde o temprano se
manifiesta.
Así funciona
el contagio
Como su nombre lo
dice, la viruela del mono es una enfermedad común de las selvas tropicales
donde habitan los simios. Al igual que la rabia, ésta se puede transmitir a los
humanos. Una vez que se aloja en nuestro cuerpo, puede cambiar o mutar y tener
la capacidad de transmitirse a otros humanos si ignoramos la forma cómo trabaja
cada virus.
En el caso de la
viruela del mono, se ha determinado que su virus puede alojarse en nuestra saliva,
y aquí viene el dato clave que debes tener en cuenta. No importa cómo uses tu
boca, siempre que haya saliva involucrada, te puedes infectar y puedes
contagiar a otras personas. Pero, ¿por qué los gays?
Cómo las
relaciones sexuales pueden dar viruela del mono
Cuando tenemos
sexo, nuestra boca debería jugar un rol clave ya sea besando la boca
de otra persona, chupándole el pene o lamiéndole el ano. Si
besamos en la boca a otra persona, y ésta ya se infectó aunque no presente
síntomas, entonces nos va a pasar el virus. Como supondrás, es imposible de
verlo debido a su tamaño microscópico.
Si la boca de la
persona infectada nos chupa el pene, el virus puede ingresar por nuestra uretra,
es decir ese conducto por donde sale nuestro semen. Si la boca de la persona
infectada nos hace un beso negro, puede depositar el virus en la entrada
de nuestro ano, y si hay alguna micro-herida, especialmente si nos pone saliva
para que su pene entre más fácil, eso va a nuestro torrente sanguíneo.
Resultado: contagio.
Claro que para
desarrollar la enfermedad tiene que ver la cantidad de virus que entre en
nuestro organismo, pero pongámonos en un caso promedio.
Cómo
prevenimos contagiarnos de viruela del mono en las relaciones sexuales
Dicho todo esto,
la viruela del mono no es específicamente una enfermedad o una infección de transmisión
sexual, pero puede transmitirse por el contacto sexual. Tampoco es
una enfermedad de gays porque desde que todos tenemos sexo al margen de
nuestro rol u orientación sexual, estamos vulnerables a infectarnos.
De hecho, si una
persona infectada sin protección, como una mascarilla, habla frente a otra sin
protección, la contagia, porque la saliva viaja en gotitas que se disparan por
el aire que botamos al articular palabra, mucho más si gritamos. Como vemos, en
este caso, el sexo o la orientación sexual no tienen nada que ver.
De todos modos,
lo que especialistas en salud recomiendan es la monogamia, o evitar los compañeros
sexuales que sabemos tienden a ser promiscuos.
Teóricamente, el
uso de condón en el sexo oral evita el contagio. En el caso del sexo
anal, aparte del forro, es mejor usar lubricante para facilitar la entrada
de nuestro miembro. Y, bueno, por ridículo que parezca, tener la mascarilla
puesta podría ir a favor nuestro. Igual, existen las manos para estimular a la
otra persona.
Como lo hemos
aprendido con el SIDA, como lo hemos aprendido con la Covid-19, en la medida en
que tomemos precaución sobre nuestro cuidado, evitaremos que la viruela del mono
también se convierta en otro problema de salud pública. Hagamos la diferencia y
comenta esto en la caja debajo o en nuestro Twitter.
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