Todo comenzó como jugando. Dos amigos comenzaron a experimentar qué se siente disfrutar el cuerpo de cada uno, y ahora, uno de ellos enfrenta una gran palta.
El día que J le pidió a B que lo llevara a un pueblo de la sierra a hacer unas fotos, nada presagiaba que todo sería más que un simple paseo.
Entonces, fueron a una lagunita cercana.
Como no tenían ropa de baño, se metieron calatos. Cuando B, el menor (22),salió del agua, su gran pene curvo y grueso estaba erecto.
J se palteó un poquito, pero prefirió no darle importancia.
Unas noches después, B llegó al cuarto de J (25), porque en su casa no podía pasar la noche, Como todo buen amigo, J decidió compartir la cama.
Durante la madrugada, B comenzó a sobar su pierna contra el muslo de J hasta ponerla sobre ella. J se arrechó, y comenzó a manosearlo hasta ponerse sobre él. Ambos estaban vestidos. J, creyendo que B estaba dormido, comenzó a menearse como si lo estuviera cachando.
AAl día, siguiente, cero comentarios.
Semanas después, nuevamente B llegó a pedir posada. Otra vez, la pierna sobre el muslo de J, y otra vez éste se acostó sobre su amigo, sólo que esta vez se bajaron el cierre, de tal modo que ambas pingas se junten en una guerra de espadas, pero el resto de la ropa seguía en su sitio.
Hubo una tercera oportunidad, y la situación se repitió, sólo que esta vez sí se calatearon.
La última, siempre en el cuarto de J, fue la más caliente: B terminó poniéndose en cuatro, y el otro comenzó a sobarle la verga en la raja del culo, pero sin metérsela, hasta que se vació en su espalda. Mientras eso pasaba, acariciaba una de las nalgas de J.
Ahora J anda palteado porque cree que la próxima vez, él podría ocupar el lugar de B.
- ¿Por qué piensas eso? - le preguntamos.
- No sé, pero pienso que podría suceder.
No es el primero ni el último pata que, creyéndose hetero, termina cachando a otro pata, y cuando ya lleva cierto tiempo haciéndola de activo, siente que podría pasar a ser pasivo, o moderno. Y si termina siendo pasivo, que termine gustándole.
Esta posibilidad aterra a muchos patas, pero ¿cuánto deben preocuparse?
En principio, es mucho mejor sincerarse en todo -gustos, afectos, opiniones-, ya que eso construye nuestra personalidad, a seguir viviviendo en la auto-mentira, y ojo, que eso es una práctica común.
¿Cómo afrontarlo? en primer lugar, no se acaba el mundo por la posición que ocupes durante los coitos, sino que, sumado a lo anterior, lo hagas con plena libertad, que te permita disfrutar plenamente del sexo, sin tener remordimientos, ni sensaciones como la de sentirse sucios.
Para ello, debes hacer un análisis honesto de ti mismo, y considerar la posibilidad de que tu rol pueda cambiar, o se mantenga; pero pase lo que pase, no reaccionar como si te hubieran enchufado 1000 voltios por el culo.
Recuerda que el ser activo o pasivo, no quiere decir que seas más macho, o más maricón; simplemente, son maneras de disfrutar la sexualidad, todas legítimas, insistimos, siempre que se hagan con pleno conocimiento de causa, libertad y precaución.¿J podría terminar de pasivo? Probablemente, pero si eso llega a pasar, que lo encuentre con un trabajo mental hecho que le lleve a considerar esa posibilidad como la cosa más natural.
Por supuesto que si eso no te vacila, sólo di No, y listo. Pero el mundo seguirá girando.
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