jueves, 26 de abril de 2012

SxEC 02: Mototaxi ardiente

Una noche,uno de mis amigos, que trabaja haciendo mototaxi, llegó a visitarme a mi casa.
Es alto, delgado pero formado, como los luchadores de karate más o menos.
Estacionó su mototaxi al lado de la tienda. Era muy tarde, por cierto, y la acababa de cerrar. Entonces, nos sentamos a charlar.
Él no se había desmontado, y yo estaba en las escaleras hacia el seghundo piso de mi jato, pero viéndonos frente a frente.
Comenzamos a acordarnos de diversas cosas.
De pronto noté que me miraba fijamente, con una expresión distinta. Minutos después, me percaté que se estaba sobando el paquete.
Yo me hice el desentendido, y seguimos conversando amenamente.
Él no dejaba de sobarse el paquete, que, debajo de su jean, lucía algo más grande que el promedio.
- ¿Te provoca?
Comencé a reírme.
- ¿qué haces ahí sentado en las escaleras? Hazme la taba aquí en la moto.
Acepté. Nos sentamos uno al costado del otro.
Comenzó a hacerme ojitos, sin dejar de tocarse la verga, cuyo bulto parecía hacerse más grande.
- quiero clavártela.
Eso me dio risa.
se desabrochó su bragueta. Me quedé inmóvil. Tocó mi mano y me la llevó hasta su duro e inmenso paquete. Dudé unos minutos, pero terminé acariciándosela. ahí mismo, se la saqué: era un enorme pollón de unos 19 cm.
Me incliné y se la comencé a mamar.
Como nadie pasaba por la calle, cerró las cortinas de la mototaxi, y se bajó su pantalón y su calzoncillo, poniendo su culo desnudo sobre el asiento. Se la seguí chupando y chupando. Mamita, ¡qué rica verga! Le di mordisquitos, y luego comencé a tragarme sus enormes huevos. Volví a su verga, y la mordisqueé de nuevo.
- No hagas eso, mierda. Mas bien ¿por qué no te la tragas toda? Apuesto que no te entra.
- ¿Que no me la trago toda? Ja, ja, ja. ¿qué quieres apostar?
- Si te la tragas toda, te follo duro, como nadie te lo ha hecho.
- Tan duro tampoco. ¿Cuánto mide?
- 19.
- Y es gruesa.
- Aja. si te la tragas toda, te la entierro completa en tu culo.
Decidí ganar la apuesta. Respiré profundo, me metí todo su palo a mi boca, de un solo. sentía que me ahogaba.
Toda su verga terminó húmeda de un solo trago dentro de mi boca.
- Wow. ¡Qué mamón y tragón eres!
- ¿Crees que me iba a dejar ganar la apuesta? ¡Paga!
- Nadie me la ha mamado así.
Volví a mamársela, y cuando eso pasaba, él me acariciaba mis mejillas.
- Sigue así, mamoncito. Trágatela toda.
Entonces, comenzó a acariciarme el culo, me metió su mano dentro de mi pantalón. La sacó, se humedeció los dedos y volvió a meterme la mano, pero esta vez introduciendo su dedo en mi ano.
- Qué rico culo tienes. Sobrado te aguantas toda mi pija en ese culo comelón que tienes.
Terminé de chupársela. Saqué un condón que tenía en mi bolsillo (providencialmente), me bajé mi pantalón, mi boxer, y me senté sobre su pinga. Comencé a metérmela.
- ¿Te duele? Te tiene que entrar toda.
Lo conseguí: eran 19 cm dentro de mi ano. Comencé a cabalgarlo. ¡Qué sensación para más rica!
Luego, me bajó de allí, se levantó su pantalón, sin cerrarse la cremallera. Dije, a lo mejor se aburrió. Pero, se puso en el asiento del conductor, se volvió a sacar su enorme falo.
- Ponte delante de mi.
Lo hice. Me bajó el pantalón, y allí sobre el asiento me la clavó. Yo me sujetaba del timón, él de mi espalda. Me contenía para no gritar ni gemir, aunque a él se le comenzaban a escapar algunos gemidos. Ese huevón me cachó magistralmente.
- Oh sí. Cómetela toda, todita.. Tienes rico culo, so huevón, ahhhh...
Temiendo que alguien nos vea, bajamos de la moto. Me acostó a un costado, sobre el piso, me levantó las piernas, y me las puso sobre sus hombros. Me la metía y me la sacaba.
Se quitó el condón, y me pidió que se la chupara de nuevo, diciéndome las cosas más calientes que se puedan imaginar.
- Chupa, chupa, mi amor. Es toda tuya, toda tuya, toda... ¡carajo!
Nos detuvimos. Luego hizo que me acostara sobre el piso boca abajo, y él se acostó encima mío, haciéndome quitar el polo para que no se ensucie. Bueno, algo tarde, ¿no?
Entonces, comenzó a sobarme toda su verga entre mis dos nalgas, cada vez más rápido, más rápido. Yo levantaba el culo para sentirla más.
- Me vengo, mierda, me vengo Me vengo, mi amor.
Sus chorros de semen inundaron mi espalda. Que sensación al sentir su líquido caliente en ese lugar.
Era pasada la medianoche, y así, sigilosamente, lo hice pasar hasta la ducha de mi casa. Nos bañamos juntos, y allí otra vez comencé a chupársela.
sacó un condón de su billetera, se lo puso, y me cachó tan rápido como pudo. Cuando llegó al clímax, se sacó el forro, me la volvió a masajear entre mis nalgas, y nuevamente un gran chorro de su esperma me mojaba la espalda baja.
Ya limpios, nos cambiamos. Él se quitó para su jato en su mototaxi.
Tras esa experiencia fascinante, cada vez que voy en un trimóvil, y veo que el conductor es joven y tiene la contextura de mi amigo, fantaseo.
Creo que algunos se han ganado, porque me han devuelto las miradas de lujuria. pero no ha pasado nada.
Mi amigo no me ha visitado de nuevo, y no me lo he cruzado en la calle; pero esta ciudad no es tan grande, ¿o qué creen ustedes?
 
©2012 Hunks of Piura Entertainment. Deja tus comentarios a continuación o en hunks.piura@gmail.com
 

2 comentarios:

  1. piola la historia
    si que el chico es bueno en lo que hace
    buena la historia
    saludos para el chico

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  2. El Chico agradece tus saludos y la preferencia a sus relatos. Y todavía hay más por venir.

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