domingo, 8 de abril de 2012

SOT-2012-015: Cuerpos con arte

Hay una regla estúpida que sigue el serenazgo de mi ciudad para admitir nuevos miembros: no tener tatuajes.
Nadie me ha sabido explicar la relación entre éstos y el rendimiento de los serenos, pero varios jóvenes fueron rechazados por esta absurda razón. Dicen que es porque los tatuajes son signo de gente maleada. ¿Han eschado una justificación más cojuda que ésa?
Como necesitaba reforzar la seguridad de mi negocio, tuve que convocar gente con preparación militar para que formen parte del cuerpo de vigilantes.
Como es de suponer, pedí papapeles, incluyendo autorización para manejar armas y los certificados de antecedentes.
Tras mucho pensar y conversar con los potenciales candidatos, me quedé con dos chicos. Uno vive en una urbanización y el otro en un barrio cerca del centro de la ciudad; uno estudia, y el otro trabajaba en una mototaxi; uno tiene 21 años, y el otro tiene 25. Lo que ambos tienen en común es que se mantienen en buena forma. Incluso hice arreglos para que los tres entrenáramos en el mismo gym, entonces, todo nos sale por precio de oferta.
Me enteré también que ambos habbían postulado Al Serenazgo por casualidad.
Un día convoqué al mayor de ellos, durante su día de descanso, para que  regularizara unos papeles.
- Me preguntaron si tenía tatuajes. Justo ese día fui con un polo de mangas cortas, y se veía la pata de la pantera que tengo en el brazo izquierdo.
- ¿Y qué pasó?
- Me hicieron arremangarme el polo, vieron el tatuaje, y me dijeron que me iban a llamar... hasta ahora lo hacen.
- ¿Y por qué te lo hiciste?
- Porque lo vi a un pata en una revista, me vaciló, y, como tengo un amigo que sabe hacer tatuajes, le pedí que me lo dibujara.
- ¿Hace cuánto tiempo?
- Cinco, seis años, los mismos que llevo haciendo fierros.
Justo ese día, él fue con camisa, y le pedí que me mostrara el diseño. Como temía que se le arrugara la prenda, me dijo si se la podía sacar, y le dije que no había problema. Se quedó con el torso desnudo, y en su voluminoso brazo estaba el felino sobre una especie de pisito con hierba, un trabajo meticuloso y bien hecho, a pesar que sólo se trata de trazos lineales.
- Me gustaría hacerme una cadena en el otro brazo, y una culebra enroscada en mi muslo.
Comencé a calentarme. Por alguna inexplicable razón, sentía atracción por ese tipo de arte, sí, arte, porque el nivel del trabajo refleja eso, además de su bien cuidado cuerpo.
- ¿Y ya has pensado en el diseño?
- Sí. ¿Tiene un lapicero?
- ¿Para qué?
- Para mostrarle los diseños que he pensado.
Le dí uno negro, y comnzó a dibujarse la cadena en su brazo derecho, decorada con una especie de hojas. Cuando vi el trazo, descubrí que el dibujo era su otro talento.
Él se entusiasmó explicándome el significado y el tipo de técnica que usan.
- ¿Y en tu muslo?
- Pero... tendría que sacarme el pantalón.
- No hay problema.
Fui y puse seguro a la puerta de mi oficina, y le dije que podía proceder.
Se quitó la prenda, y debajo sólo tenía un pequeño calzoncillo, con unas tiras bien delgadas, que le dejaban media nalga descuubierta, la que, por cierto, es grande. Sus piernas también lo son, y no tienen tanto vello.
Comenzó a practicarse el diseño, siempre explicándome técnicas y significados. Yo casi no presté atención a ello, sino a sus volúmenes corporales, y a su pene que se marcaba debajo de su ropa interior, dando la impresión de que estaba erecto, pues abultaba uno de los costados de la prenda, justo encima de sus bolas.
- ¿Le gusta?
- Está de la puta madre.
- Me refiero al dibujo.
- Claro, pues. ¿De qué cosa estamos hablando?
- Es que... a veces los ojos se van por otro lado.
- Sí, a veces.
Sin decir más nada, se quitó la prenda, y su miembro semi-erecto saltó. se acercó a mí, y me tomó por los brazos.
Mientras me tenía sentado sobre el escritorio de la oficina, comenzó a besarme, y a quitarme mi polo, mi jean, mis boxers. Juntamos nuestros sexos, y él comenzó a moverse, mientras me acariciaba las piernas, tratando de levantarlas. Logró acostarme sobre mi pupitres, me alzó las piernas y comenzó a hacerme el beso negro. Me sentía en las nubes.
Sin perder tiempo, sentí luego su pinga de 15 cm entrando en mi ano. Comencé a masturbarme. Él se movía procurando no hacer mucha bulla.
A los diez minutos, sentí que su miembro palpitaba, pero yo seguía sin eyacular, ya que demoro harto.
Botó el condón en mi baño privado, se vistió y se despidió.
- Gracias, jefe, por darme la oportunidad, y por este rato.
- De nada. Ojalá te sientas a gusto trabajando aquí.
- De hecho... y si la repetimos otro día, mucho más.
- De lo que se perdieron en la municipalidad.
se sonrió y se fue.
Yo no pude trabajar tranquilo toda esa tarde, y en vez de hacer mis cuadros y revisar las finanzas de la empresa, aproveché la Internet para ver páginas de patas, a la vez que me preguntaba si había sido muy evidente, al punto que hubiera pasado ese episodio.
De todos modos, intenté ponerme al día, y acabé como a las seis y media de la tarde.
Cuando salía, el chico de 21 años le estaba entragando el turno a otro vigilante que tengo de años. Este chibolo es súper-hábil e inteligente para su edad.
Me saludaron.
- ¿Ya de salida, jefe?
- Sí. Ya me voy.
- ¿Para dónde vas?
Me señaló la dirección.
- Estotoy en tu ruta. ¿Te jjalo?
- Ya, jefe, Gracias.
En el camino, fuimos conversando y también me contó la historia de cómo postuló al Serenazgo, y fue rechazado por tener un tatuaje.
- Pero yo nunca te vi tatuajes.
- es que... lo tengo en un sitio que normalmente está cubierto.
- ¿Y cómo se dieron cuenta?
- a la hora del examen médico. ahí uno se calatea, pe.
- ¿Lo tendrás en los genitales?
- No. En las dos caderas.
- Ah, pero ¿quién se va a dar cuenta de eso?
- Pero así es esa gente, pe.
Llegamos a mi casa.
- Hoy vi la pantera de tu compañero y me dijo que quiere hacerce una cadena en el otro brazo, y una serpiente en su muslo.
- Sería de la puta ma're... pero, ¿usted no dice nada?
- No. Porque eso nada tiene que ver con su rendimiento. Para mi, es arte.
- Puta, jefe. Usted sí que es un tipazo.
- Colecciono arte, cuando puedo.
- ¿Donde lo colecciona?
- en mi depa.
- a mi me gusta el arte. quise estudiar Dibujo y Pintura, pero mi viejo dijo que me moriría de hambre, pero tampoco tuvo plata para mandarme a estudiar otra cosa.
- Con que te gusta el arte, ¿no?
- Sí. ¿Por qué?
Lo invité a entrar a mi depa, y a que vea algunas pinturas medio abstractas, y otros desnudos masculinos que tengo en mi sala. Puedo darme esos lujos, porque vivo solo.
Mi empleado se quedó extasiado viendo cada obra, cada trazo. ¡Mierda!, decía yo. ¿Cómo carajo estos chicos son sensibles a estas cosas, y la porqueríaque tenemos de funcionarios no? Bueno, en lo que sí son capos es en el arte de ociosear y coimear.
- ¿Y tus tatuajes son de ese estilo?
- No. son diseños étnicos.
- ¿Puedo verlos?
- Bueno, sí, jefe, pero... me tendría que quitar la ropa, y no lo quiero incomodar.
- Normal.
Preparé dos vasos de vodka con jugo de naranja, y cuando se lo alcancé estaba en boxer aún. Parte del trazo aparecía en una de las mangas.
- ¿Y el resto del dibujo?
Tomó un sorbo de su trago, y tímidamente, se bajó su ropa interior.
Entonces, lo pude contemplar. Era un intrincado dibujo de curvas y más curvas pintado de negro, que comenzaba en su cintura, bajaba por su cadera, y terminaba  a medio muslo. El diseño, a la altura de su cintura, invadía algo del glúteo.
- ¿Cuando te lo hiciste?
- El año pasado. Un pata que vino de Lima me lo hizo. La vaina es que tuve que esperar el último turno, usted sabe, el roche.
- ¿Y cuánto te costó?
Tomó otro sorbo.
- Nada.
- ¿Lo hizo por nada?
- Bueno, jefe. Yo creo que usted es mente abierta. a juzgar por ese cuadro de desnudo frontal que está allí.
- sí. Normal. Es de un chico de Bellas Artes.
-Yo conocí al pata en una fiesta, tomamos, y luego así picados, nos fuimos a un telo, y... pasó lo que tenía que pasar.
- ¿Tuvieron sexo?
- Ajá. Y luego, cuando acabamos, me dijo que me quedaría bien este tatuaje. Acepté, y listo.
- Entiendo.
- ¿Y usted quiere hacerse algún tatuaje?
- Me gustaría, pero no sé cuál ni dónde.
- ¿Le puedo sugerir?
- ¡Claro!
- Pero... ¿se quitaría la ropa?
Lo miré fijamente, me sonreí.
Me desnudé.
Con su dedo, fue dibujando opciones en diferentes partes de mi cuerpo, tanto por delante, como por detrás.
Preparé un segundo vaso de vodka.
sentados en mi sofá, desnudos, seguimos conversando.
Al tercer vaso, él estaba acostado sobre mi, acariciándome, y besándome.
Fue bajando con su boca, hasta hacerme sexo oral. También me hizo el beso negro. Entonces, regresó con su boca hasta mi cuello, y luego se sentó, poniendo su trasero, encima de mi pene erecto.
Le agarré las caderas, justo sobre sus tatuajes.
Minutos después, mi pene estaba dentro de su ano, y el brincando sobre mis 17 cm de carne, que esa tarde ya habían sido estimulados, sin querer, por su otro compañero.
Su pene, similar al mío, también estaba erecto, golpeando mi abdomen a medida que brincaba.
Nos acariciamos mutuamente el pecho, los brazos, las caderas, las bolas, lo masturbé un rato, raspándome levemente con su vello púbico afeitado.
Entonces, ráfagas de su semen cayeron sobre mi pecho y abdomen, mientras su ano se contraía, lo que provocó que también me viniera.
Descansamos como media hora, mientras disfrutamos un cuarto vaso con vodka, en la cocina. Entonces, hizo que me inclinara sobre la mesa allí presente, y me la metió.
Casi eran las nueve, cuando salimos de la ducha, y nos despedimos.

CONCLUSIÓN
Las consecuencias de juzgar a la gente por su apariencia son nefastas. Si me hubiera dejado llevar por los tatuajes, no tendría esos dos empleados tan buenos, como el resto de mi personal; además, no habría disfrutado de un sexo chérvere, informal, y placentero.
Creo que me haré un tatuaje también, pero aún no sé dónde.
A lo mejor convoco a los dos, me quitaré la ropa frente a ellos, y les pediré opiniones.
¿Y ustedes que me sugieren?

©2012 Hunks of Piura Entertainment. siempre practica sexo seguro. Cuéntanos tus relatos con policías, serenos o vigilantes: hunks.piura@gmail.com

3 comentarios:

  1. Siempre he leido los articulos en cabinas , Y mi pregunta es , existe de verdad Sotoo ? Como me puedo comunicar , ofrece algun servicio ???

    Muy buen blog.

    Saludos.

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  2. La existencia de SOT se responde en una entrada publicada justo antes de comenzar la serie, entonces te invitamos a revisar nuestro archivo y salir de dudas. Hasta donde sabemos, SOT no está actualmente interesado en brindar servicios, pero creemos que si ve gran demanda podría cambiar de opinión, pero ya es una decisión de él. Por otro lado, noten que este relato no ha sido firmado por él, y ha sido proproporcionado y cedido por algunos de Uds. que les gusta compartir sus vivencias. Si desean hacer lo mismo, contáctense a hunks.piura@gmail.com. Gracias por la calificación al blog.

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