viernes, 3 de febrero de 2023

ASS (64): ¿Su dinero será tan limpio como su culo?

Enrique entrega primero un chequezote a José Luis, y luego ambos entregan sus nalgas a Eliezer y Salaverry.

 


“No puedo creer que finalmente lo hicieron”, reacciona Salaverry.

en la casa de campo que posee José Luis cerca de Piura están reunidos su asesor principal, Eliezer y Enrique, quien entrega un pequeño sobre al dueño de casa. José Luis lo abre y los ojos casi se le desorbitan. Mira a Salaverry y Eliezer:

“¿Y esto?”

“La historia porno gay del campeón latinoamericano de natación censurado por dopaje va a tener millones de vistas, así que el estudio se convenció de adelantar algunos pagos”.

“Pero esto es un culo”, comenta algo desconcertado, José Luis.

“Y es solo el inicio”, sella Enrique.

Salaverry carraspea:

“Va a perdonarme la pregunta, pero creo que en este punto debo hacerla: ¿el origen de ese dinero… es lícito?”

Enrique sonríe:

“Las drogas, las armas de fuego y el sexo son los negocios que mueven fortunas que escandalizan a Forbes, pero que nunca las consideran en sus conteos anuales”.

“Las drogas y las armas no tienen fuentes legales de financiamiento”, observa Salaverry. “No sé si el sexo también”.

“Casi nada tiene una fuente legal de financiamiento, pero tranquilícese: recuerde que mucha gente precompra contenido, y son millones de gays alrededor del mundo”.

Salaverry no sabe qué replicar.

“¿Y luego?”, interviene Eliezer.  “Cuando el video porno salga y la gente note que es en la Piscina Comunitaria, y lo conecte con los días que cerramos, quizás cuestionen a José Luis”.

”Todo está bajo control”, sonríe Enrique. “Mientras no se reprima a la comunidad gay o bi, será la misma comunidad la que proteja a José Luis, y vote por él”.

Eliezer y Salaverry se miran algo escépticos, pero el cheque de cinco dígitos –cuatro ceros—parece tranquilizarlos por ahora.

“Celebremos, ¿no?”, anima José Luis, quien se levanta, se acerca a enrique, lo abraza y le da un beso en la boca; le hace una seña para que lo siga.

Cuando ambos se ponen en camino, Salaverry mira a Eliezer quien le contesta con una sonrisa, un guiño de ojo y la misma seña para seguir a los dos primeros amantes.

Ya en el cuarto de José Luis, los cuatro varones se desnudan por completo. Se arrodillan en el centro de la cama haciendo una cruz con sus piernas. Se abrazan, se acarician las espaldas y los culos, se besan en la boca. Sus cuatro penes comienzan a ponerse duros, y aunque no son iguales en tamaño, se hacen contacto. Los de enrique y de Salaverry brotan mucho líquido preseminal.

“Hagamos ronda”, propone el mexicano.

Enrique besa el cuello a Salaverry, éste hace lo mismo con el de José Luis, éste con el de Eliezer y finalmente este último con el de Enrique. Así se cierra todo el circuito.

A continuación, enrique  y José Luis se ponen en cuatro patas abriendo bien las nalgas. Salaverry lame el ano a su jefe, José Luis;Eliezer vuelve a disfrutar del trasero azteca de Enrique. Los dos beneficiarios del beso negro juntan sus labios y sus lenguas.

Cuando los anos de esos dos hombres están dilatados, Salaverry unta con su líquido preseminal el agujero de José Luis, mientras Eliezer se coloca un condón y le unta mucho lubricante; lo coloca y comienza a empujar. Salaverry también se protege con un condón y comienza a meter sus 18 centímetros gruesos y venudos dentro del culo de su jefe.

En un par de minutos, el sexo anal comienza a calentar motores. Bombeos lentos que poco a poco se irán incrementando hasta el clásico chasquido de las caderas contra las nalgas de los pasivos, quienes ahora gimen y jadean como condenados.

Salaverry disfruta viendo cómo su pinga entra y sale del culo de José Luis; eliezer se solaza viendo el gesto del otro asesor, casi no toma atención de cómo sodomiza a Enrique. Entonces, Salaverry forma en su rostro ese rictus característico de que la eyaculación está cerca:

“Las voy a dar, mierda”, avisa.

Salaverry ruge: es evidente que ya llegó al orgasmo. Eliezer lo comprueba porque deja de moverse, saca su pene con el condón manchado de blanco, signo inequívoco que ya expulsó su semen. Recupera el aliento y se relaja.

José Luis se levanta:

“Luces intelectual y todo eso, pero a la hora de cachar, eres arrechísimo”, le dice.

Salaverry solo sonríe mientras se seca una gotita de sudor que cae por su frente, y se soba su pene semi-flácido.

Eliezer tiene para rato aún, pero sabe que el culo de Enrique es aguantador.

José Luis hace otra seña a Salaverry. Ambos se van a la ducha.

Ya dentro, bajo el agua, el dueño de casa acaricia el velludo cuerpo de su asesor mientras le unta el jabón.

“Me encanta cómo me cachas… ¿por qué preguntaste a Enrique si su dinero es limpio?”

“Me gusta  tu culo porque sigue bien firme, pelu; pero… ¿acaso no viste la cantidad de ceros que tenía ese cheque? Encima, son dólares. ¿Cómo vamos a justificar eso ante la Onpe?”

José Luis da un beso en la boca a salaverry, a la vez que le acaricia la pinga y las bolas:

“Lo pitufeamos como hacen todos… Para eso contraté al hijo del Capi. Enrique tiene a sus chicos. Ya he pensado en eso”.

“¿en serio no te preocupa que pueda ser plata de narcos? Es cuerpón, vergón, hermoso culo, se nota que aguanta bien la pinga; pero también es mexicano, joven, con plata suficiente para comprarse de un sopapo una casa en Los ejidos. ¿en serio crees que la pornografía gay dé tanto?”

“Si fuera narco, alguno de nuestros amigos policías nos hubiera dicho algo, en especial esos que les gusta meter pinga y que les metan bien la pinga”.

“¿Y si quizás no nos dicen nada porque… también te están investigando? Recuerda que fui policía, trabajé en Inteligencia. Si debemos dejar que nos metan un dildo por el culo con tal de conseguir información valiosa, nos abrimos de nalgas”.

José Luis mira a Salaverry con cierta perplejidad mientras le sigue acariciando el pene y los testículos, tanto, que otra vez hay una erección.

Afuera, Eliezer sigue cachando con intensidad el culo de Enrique.

Y para terminar, te dejamos con una porno gay | Tuitéanos | hunks.piura@gmail.com 

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