lunes, 9 de septiembre de 2013

Cuaderno de Obra (21)

Creado por N-Azz. Escrito por Hunk01 y N-Azz.

 

-          ¿está seguro que la prueba es correcta?

-          Renzo está en el laboratorio de la clínica donde está internado Gustavo. La encargada de la unidad lo acompaña.

-           Seguro, señor. Es decir, seguro que esta prueba es negativa. Necesitamos hacerle una prueba confirmatoria, o de Western Blot.

-           Pero no entiendo. Si mi enamorado está contagiado, ¿por qué no lo estoy?

-           ¿Hace cuánto que tuvo su primera relación sexual con él?

-           Hace tres meses. Claro que se puso condón para el sexo anal, pero le hice sexo oral sin protección.

-           Mire, es probable que usted esté en periodo de ventana, o sea, que ya esté contagiado, pero aún el virus no está en cantidades que puedan detectarse por el test ELISA.

-           ¿qué hago, entonces?

-           A estas alturas, hacerse una prueba dentro de tres meses. Si tenemos un positivo, procedemos a un Western Blot y salimos de dudas.

-           ¿Y han analizado la sangre de mi enamorado?

-           No lo sé. Y aunque lo hubiéramos hecho, la Ley nos prohíbe revelarle los resultados. Aunque si su… enamorado… ya se lo dijo, debe extremar precauciones, como le dijeron en la consejería.

 

De vuelta en la barriada, Tito halla un momento para hablar con su tío Juan, a solas.

-          Oye, yo dejé esas herramientas en almacén. Firmé el cargo. ¿Cómo se desaparecieron?

-           Tío, ¿recuerdas que salí hace dos noches? El ingeniero Renzo y yo fuimos a espiar qué pasaba, porque se dio cuenta que el cemento se gastaba muy rápido.

-           ¿Qué descubrieron?

-           Alguien llega como a medianoche a llevarse las cosas, pero no pudimos averiguar nada porque se soltó la lluvia.

-           ¿Por qué sospecho de Vinicio?

-           Quién sabe. Mira, tío, el lunes que regreso a la obra, le hablaré al ingeniero pa’ ver si te reponen.

-          Juan sonríe y acaricia la cabeza de Tito.

-           Gracias, sobrino. Gracias.

 

Cuando Renzo deja la clínica, por la noche, se lleva dos buenas noticias: aparte de su seronegativismo, Gustavo se está recuperando más rápido de lo calculado, y probablemente regrese a casa en una semana más… pero, ¿cuál casa?

Renzo comienza a caminar sin rumbo pensando en varias cosas: su relación, su trabajo, la experiencia reciente que tuvo con Tito. ¡Tito!

Nunca antes sintió esa rara sensación de placer, bienestar y cariño, todo combinado en una sola persona. Claro que Gustavo le hizo sentir lo mismo, pero, ¿por qué este muchacho sigue metido en su cabeza?

Lo que sí tiene claro es que tendrá que descartar siquiera la remota posibilidad de tener una aventura con su asistente: le debe fidelidad y lealtad a Gustavo, y si estuviera contagiado no puede seguir diseminando la enfermedad.

-          ¡Ingeniero!

-          Renzo no reacciona. Está en la entrada de la Calle de las Pizzas, en Miraflores.

-           ¡Ingeniero Renzo!

-          Voltea. La cara le es familiar.

-           ¿Se acuerda de mí?

-          El hombre, de unos 35 años, cuerpo recio, evidentemente ebrio, lo saca de sus pensamientos.

-           Soy Vinicio, el dirigente del sindicato, de Piura.

-           Ah. Perdone. Estaba… ido. ¿Qué hace por acá?

-           Celebrando con unos compañeros. ¿Por qué no viene?

-           Mire. Le agradezco, pero… pero… tengo que encontrar un amigo acá en el Haití. Luego vengo.

-          En su borrachera, Vinicio entiende la negativa.

-           Está bien, burguesito. Siga nomás.

-          Renzo no hace caso del ¿insulto? Y se va a su departamento.

 

En Piura, Eduardo regresa a su apartamento tras ir al cine con su hija. De ese modo, resarcía la deuda del encuentro frustrado de la vez pasada, cuando su exsuegra se puso mal y halló a Jonás a punto de violar a Renzo.

Revisa su contestadora de casa.

-          Inge, Solórzano dice que tiene unos whiskeys, y otro amigo. Avisa si podemos ir al condo.

-          Eduardo siente la tentación de responder al llamado de Jonás, pero mejor se va a su cuarto, se quita la ropa, se mete a la ducha, se da un pajazo mientras el jabón suaviza su musculoso cuerpo y se echa a dormir.

-          A la una de la mañana, lo despierta su celular, pero no es Jonás.

-           ¿Qué pasa?

-           Inge. La tombería nos está haciendo problemas.

 

Una hora después, en el centro de Lima, en un telo gay, Vinicio y un chico blanco formado toman una habitación. Ambos están embriagados.

-          Así que los piuranos son chalones.

-           ¿No me la viste en el baño, amorcito?

-           Pero estaba dormida.

-          Vinicio se quita la ropa, y hace que su compañero ocasional lo haga.

-           Chúpala.

-           ¿Tienes condón?

-           Carajo. No tengo nada.

-           Es que…

-           ¿La quieres? Mira cómo se pone grande y dura.

-          Efectivamente, la verga de Vinicio comenzaba a adquirir sus ventajosas proporciones. El chico sabe que esta oportunidad difícilmente se repetirá; por otro lado, la contextura del dirigente es recia. La chupa.

-           Ponte en cuatro.

-          El chico adopta la postura en la cama, y Vinicio se inclina a hacerle un magistral beso negro. El chico se contorsiona de placer. Entonces, Vinicio le pone su glande en todo el ojo del culo.

-           Usa condón, por favor. ¡Ayyyy!

-          Vinicio se la zampa toda, y empieza a bombear. El otro chico supera el dolor, y se entrega al placer.

-          Media hora después, Vinicio bota toda su leche sobre la espalda del chico.

-          Tras limpiarse, regresa a la cama con el dirigente.

-           Así que te quedarás en Lima unos días. ¿Hasta cuándo?

-           Hasta esta tarde. ¿Por qué? ¿Quieres más?

-           Iré a Piura en dos meses. ¿Me dejas tu teléfono?

-           Claro. Pero bien caleta, ¿ah? Anótalo.

 

(CONTINUARÁ)

 

© 2013 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con bnombres, lugares o situaciones es pura coincidencia. Escribe a hunks.piura@gmail.com o deja tu comentario aquí.

 

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