lunes, 30 de septiembre de 2013

Cuaderno de Obra (36)

Creado por N-Azz. Escrito por Hunk01 y N-Azz.

 

Dos meses después, las mañanas se hacen menos frías, por lo que es posible dormir con menos ropa o desnudo. En el departamento de Renzo y Gustavo, el despertador suena exacto a las seis.

-          Amor. Arriba.

-           Mmmm… Un ratito más… Mmmm.

-          Gustavo abraza a Renzo. Ambos duermen desnudos.

-           Levántate, perezoso. Te vas a hacer dtarde.

-           Pero recién son las seis.

-           ¿Te levantas o te levanto?

-          Gustavo comienza a mover su pelvis contra las firmes nalgas de Renzo. La erección es inevitable.

-          Lejos de abandonar la cama, Renzo para el culo, y excita más a Gustavo. Las caricias comienzan a deslizarse por los suaves cuerpos. Un gemido se escapa.

-          Gustavo se voltea, busca un condón, se lo pone y comienza a meterle LA verga despacio por el culo a su pareja. Se dan vuelta hasta que el fornido abogado queda sobre el formado ingeniero. Se abre de piernas y comienza a bombear en el culo levantado. La sábana cae al suelo. Pronto la cama comienza a crujir. El movimiento se hace más intenso, hasta que Gustavo da un profundo suspiro y deja de moverse.

-           Qué rico, Tavito. ¿Ya me puedo levantar?

-           Pendejito eres. Querías verga, ¿no? Jaja. Te amo.

 

Vinicio revisa unos papeles en el Sindicato, cuando siente que el estómago le zapatea por enésima vez. Todo el día se ha sentido raro. ¿Habrá comido algo malo?

No resiste, va al baño. “Mierda, otra vez aguado”, piensa.

Al regresar a la oficina, se encuentra con un viejo conocido.

-          Bienvenido, compañero Ezequiel. ¿Cómo le va?

-           Bien… ¿qué es lo que tienes? Te has adelgazado, andas medio demacrado. ¿Te sientes bien?

-           ¿Yo? Claro. Algo me debe haber caído mal, el estrés. Oye, supe que estabas por Piura y quería proponerte que regreses al Sindicato.

-           Hace tres meses que me fui y sobreviviste. ¿Por qué no podrías sobrevivir más tiempo?

-           Carajo, ¿qué quieres? ¿No pedirás que te ruegue? ¿Te olvidas de dónde te saqué?

-           Jajajaj, Vinicio. ¿De dónde me sacaste? ¿Sabes qué me enteré? Contigo o sin ti, igual iba a salir porque mi caso lo estaba viendo una ONG. Sólo apareciste en la foto.

-           ¿De dónde sacaste esa mierda?

-           El abogado de la ONG me lo dijo.

-          Vinicio siente que pierde los estribos, pero también siente que debe regresar al baño. Pide permiso y vuelve a ocuparse. Al salir, siente que suda frío. De pronto Ezequiel corre a atender a Vinicio, pues acaba de desmayarse.

 

La escuela está comenzando a tomar su forma final. Ya fue techada en las semanas anteriores, y ahora todo el mundo trabaja cual hormiguita poniendo los accesorios y enlucidos. Renzo supervisa la obra, aunque sin dejar de preocuparse por la calidad del material. El video que había tomado unos meses antes con Tito no prueba que la estructura representa un riesgo, o por lo menos eso le dijo Gustavo.

Al volver a su oficina, Lucas le tiene listo otro reporte. El mismo Renzo se ofrece llevarlo a la otra oficina para que Eduardo lo revise, pero no lo encuentra. Mas bien está Juan, quien ahora trabaja como asistente del ingeniero gerente, en el puesto que antes solía ser de Jonás. Casi todo el día, el tío de Tito se la pasa encerrado aquí por exigencia del propio Eduardo, con tal de no provocar a quien hace unos meses atrás mandó el video donde se le ve cachando con un obrero.

-          Yo le daré su informe al ingeniero.

-           Gracias… esteee… Don Juan, ¿qué sabe de Tito?

-           Desde que viajó, nada.

-           Por favor, si llega a comunicarse con él, salúdelo.

-           Así lo haré.

-          Apenas Renzo sale de la oficina de Eduardo, cuando su celular vibra.

-           Tavo, ¿qué pasó…? ¿A Lima…? ¿Cuándo…?

 

En la municipalidad, Eduardo y Zacarías terminan de ver el video que Renzo y Tito habían grabado unos meses antes.

-          ¿Cómo lo conseguiste?

-           El nuevo asistente del residente es nuestro agente doble. ¿Ahora entiendes por qué no podía sacarlo?

-           ¿Es el original?

-           No seas pendejo. Renzo es vivo. Si sabe que tengo el original, saltará la liebre. Su pareja me está ayudando a que esto no salga más allá.

-          Jonás entra. Lleva una caja de whisky etiqueta negra, lo abre y lo sirve. El moreno musculoso viste una camisa y un pantalón de tela ceñidos, tanto que es imposible disimular su anatomía, en especial su verga.

-           Oye, ¿no usas ropa interior?

-           Inge, me conoce de años. ¿Ya no sabe?

-          De improviso, Jonás se abre la bragueta y deja que el pantalón se le caiga.

-          Puta, este negro de mierda. No lleva nada.

-          Jonás se comienza a sobar su enorme pene.

-           ¿Quieren un palote de ajonjolí pa’ acompañar el whisky?

-          Sin esperar autorización, Eduardo se aproxima a chupar el enorme trozo de carne. Luego se lo cede al alcalde. Alternan.

-          Luego, en pleno despacho de alcaldía, los tres se desnudan y comienzan a frotarse, a sobarse las pingas en las rajas, a disfrutar de más whisky… a dejar que sus leches blancas amenacen dejarlos pegados.

-          Afuera, algunos ciudadanos esperan una audiencia.

 

Justo un día después, Gustavo y Renato terminan de trabajar con un cliente. Por eso, la premura de la presencia del joven abogado en Lima.

Al fin, libres de todo trabajo, se aflojan las corbatas.

-          Por eso me gusta Piura. No tienes que andar como pingüino.

-           ¿Tenso? ¿Acaso tu ingeniero…?

-           Nada. Es el estrés de Lima.

-           Yo sé cómo quitártelo.

-          Ambos bajan hasta el auto de Renato, y llegan a un local bien caleta por Lince. Suben. Es un espacio a media luz, con un barcito, videos porno gay, muebles. Decente para ser un local de ambiente. Ambos toman unos tragos, coquetean con algunos chicos que se les acercan.

-          Entonces, se apaga la luz.

-           Tienes que ver al chico que va a calatearse.

-          Sale un muchacho musculoso que se mueve sensualmente al ritmo de la música, hasta quedarse sin nada de ropa. Cuando todo el mundo cree que el show acabó, aparece otro chico con el que comienza a bailar, mientras también se queda desnudo.

-          Gustavo abre y cierra los ojos como no dando crédito a lo que ve, pero sus ojos no lo engañan.

-           Puta madre. ¡Es el tal Tito!

 

(CONTINUARÁ)

 

© 2013 Hunks of Piura Entertainment. Esta es una obra de ficción: cualquier parecido con nombres, lugares o situaciones es pura coincidencia. Escribe a hunks.piura@gmail.com o comenta aquí.

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