viernes, 24 de agosto de 2012

Mi amigo cariñoso comienza a tener tarifa

Aquel primer sábado por la mañan

Uno de ustedes nos mandó el siguiente mensaje:

Hace unas semanas nos fuimos a bailar a una discoteca. Yo llevé a un amigo con el que follo de vez en cuando, pero bien caleta y reservado. Ambos somos bien masculinos.

En la disco, nos encontramos a un amigo que es gay. Yo me dediqué a bailar. El amigo con quien fui se quedó en la mesa con mis demás patas, conversando.

Cuando regresé a sentarme, este amigo me dijo: “¿Tu pata es maricón?” yo me reí y lo negué. Él me replicó que sí lo era, y que estaba bien si lo era.

Entonces, pensé que mi otro amigo no había desaprovechado la oportunidad para conversar. Por lo menos, en ese momento, no me di cuenta.

Nos quitamos de la disco, previamente embarcando a mi otro amigo.

El amigo con quien fui, me dijo que el otro amigo le dijo que le enviaría 100 soles por el banco. Me quedé helado, mudo. Cuando reaccioné, le pregunté: “¿No pensarás cachártelo?” se rió y respondió: “Está bien flaco. No me la aguanta. Me gustan los llenitos y agarraditos”.

Llegamos a mi casa, nos desnudamos y  tuvimos relaciones. Antes de ir a la disco, también lo hicimos, y él me prometió que me follaría toda la noche, pero sólo me limité a hacerle sexo oral. En mi quedaba la duda de qué le había dicho mi otro amigo, o qué le había ofrecido. Yo estaba desconcertado.

Yo llevo varios años cachando con este amigo, el que fue conmigo, y nunca le di nada. Aunque respeto la decisión de los demás, yo jamás le regalé ropa, ni plata, ni nada.

Ahora me arrepiento de haberlos presentado.

Días después, mi amigo con el que follo me preguntó por el otro amigo: “Quedó en llamarme y nada”. Me quedé mudo de nuevo, y le dije que si le había dado su número. “sí, pero no sé si lo apuntó bien”, me respondió.

Entonces, temí que ambos se involucraran.

Cuando pude, le bloqueé su teléfono al amigo que nos encontramos en la disco para que no se comuniquen. Pero igual, siento y presiento que igual podrían estartse comunicando o viéndose, y sería la cagada.

Eso sí, si me entero que los dos están tirando, prometo que jamás me acostaré con el amigo con quien cacho, ya que el otro amigo es promiscuo.

Tendría que dejar a un chico  alto, de ojos marrones, moreno, que lo hace de la puta madre, que ambos quedamos satisfechos.

¿qué hago: sigo o lo dejo?

Ah, y últimamente se le ha dado por comenzarme a prestar plata, cuando nunca lo ha hecho. Me molesta saber qué le habrá ofrecido mi otro amigo.

 

Nosotros le respondimos:

Hay varias cosas que tienes que definir.

Primero, parece que estás en una relación de amigos cariñosos, o con derechos, pero, aparentemente, tú te has enamorado de tu amigo.

Segundo, cuando una persona tiene sexo por dinero una de dos: o establece una relación comercial con quien lo busca, o tiene una necesidad tan grande que tiene vergüenza de pedírtelo directamente… o siempre lo hizo, y tú no estabas enterado.

Tercero, tu reacción es celotípica, y sería consistente con la primera conclusión.

Lo primero que debes hacer es reconocer cada una de estas cosas, y asumirlas. Entonces, pregúntate si quieres vivir con un chico que se acuesta por dinero. Si la respuesta es No, déjalo, pero nada te da derecho a decidir sobre la vida y las cosas de los demás (como bloquear teléfonos), si no hay un compromiso explícito de fidelidad de por medio.

En nuestra experiencia, el amigo con quien te acuestas, probablemente, tiene varias relaciones paralelas a la tuya, así que acusar a tu otro amigo de promiscuo, como que no tiene base.

Tú debes decidir qué quieres vivir, pero sin joderle la vida a los demás.

Ahora, una sugerencia para el moreno: dile que si desea ampliar la clientela, aquí tenemos espacio y plataforma para que lo haga.

¿Y ustedes qué piensan al respecto? Dejen sus opiniones aquí o en hunks.piura@gmail.com.

1 comentario:

  1. Pura mariconada chimbombada gomorriada chivateria mariscaliada britoniada mariposoniada sidosiada. Etc etc

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