viernes, 24 de agosto de 2012

SxEC: El papá de mi amiga

Aquel primer sábado por la mañan

Esto sucedió con el papá de mi amiga, a la que fui a ver por unos asuntos. Toqué su puerta, y nadie me atendía. Habían pasado varios minutos sin que me atendieran, así que asumí que no había nadie en casa. No terminaba de girar cuando escucho que la puerta se abre. Era, precisamente, el viejo de mi amiga.

-          Hola.

-           Hola, señor. ¿qué tal, cómo le va?

-           Bien. ¿Y tú?

-           Bien. Gracias. ¿está su hija?

-           No. Ha salido. Si gustas, pasa a esperarla.

-          Demoré en aceptar, hasta que entré a la sala de su casa. El señor me ofreció asiento, y me dijo que ella no demoraría en regresar.

-           ¿Deseas algo para tomar?

-           No. Gracias.

-           ¿seguro? Mira que tengo agua helada, gaseosa, cerveza, vino, jajajaj. Vamos, pide con confianza. No tengas vergüenza.

-           De acuerdo. Un vaso de gaseosa, si fuera tan amable.

-           Al poco rato me trajo uno bien helado. Comencé a beberlo.

-           Se atranca.

-          Hice el comentario tan bajito, como pensando en voz alta… pero el señor me escuchó.

-           ¿Qué? ¿Se te atranca? jajaja.

-           Esteee…. Me refería a la gaseosa… está muy helada.

-           Uy. Si eso te atranca, ¿qué será lo otro: te atora y te asfixia? Jajajaja.

-          Su tono de voz cambió, y se sentó en el mueble frente a mi. Comenzamos a conversar de todo un poco: mis estudios, la familia…  Conversamos largo, cuando me doy cuenta que me miraba pícaramente.

-          Comenzó a sobarse su pecho, y poco a poco fue bajando hasta alcanzar su bulto. Él se hacía el desentendido.

-           Parece que mi hija va a demorar.

-          Se cogió su bulto, que ya estaba crecido y endurándose. Empezó a invitarme con sus ojos, como diciendo: “¿La quieres?”

-          Yo lo miraba muy sereno.

-          De pronto, se puso de pie, se me acercó y me puso su bulto en mi boca. Vestiía una bermuda y su verga aún estaba dentro. Era imposible no sentir la dureza.

-          Entonces, se la sacó y me la enchufó en mi boca.

-           Chúpala despacito. No la muerdas.

-          En ese momento, me quería morir del miedo. Sin embargo, se la chupé.

-          Le bajé la bermuda con mis manos, mientras mi lengua recorría todo ese palo grueso de 17 centímetros, así como sus huevos.

-           ¿Ya ves. Huevón? Poco a poco te vas soltando. Así, qué rico. Párate. Calatéate.

-          Con temor, me bajé mi pantalón lentamente. Sólo me quedé en calzoncillo.

-          Me hizo girar, y comenzó a darme nalgadas. Por encima de la tela, me abría y cerraba las nalgas, me las besaba, hasta que mi prenda se humedeció del todo.

-           ¿La quieres sentir?

-          No respondí. Se puso un condón, vino, me abrió mis nalgas, me clavó toda su verga, y con sus mismas manos me juntó mis grandes cachetes de atrás.

-           Vamos. Aprétalas. Así, así. Ahhh. Cómetela, mierda.

-          Me agarró en pose de perrito, sin dejar de gemir. Yo me cagaba… de miedo a que venga mi amiga, pues. Por eso sólo me bajé mi pantalón y mi calzoncillo.

 

Se sentó en el mueble e hizo que me sentara sobre su verga para cabalgarlo.

- Va a venir su hija.

Entonces comenzó a bombearme con fuerza. Grité de dolor.

-          ¡Aguanta, huevón!

-          Me levantó las piernas y me bombeó el culo como pudo. Luego de unos minutos, me la sacó.

-           Chúpala.

-          Me la volvió a meter en perrito, por un buen rato.

-           ¡Ya me vengo, mierda! ¡Chúpala!

-          La cogí con mi boca saqué un papel higiénico y cuando comenzó a eyacular, me la sacó y derramó todo su semen sobre él.

 

¡qué rica cachada, por Dios!

Así pasé una hora, y de mi amiga, ni señas.

Me nalgueó de nuevo.

-          No te preocupes. Le diré a mi hija que viniste a verla.

-          Alzó sus cejas y sonrió.

-           OK. Así le dice, entonces.

-           ¡Qué rica culeada! ¿Te gustó? Si no, podemos repetirla nuevamente.

-          Dije que ya, me despedí.

-          Como nunca, salí temblando de esa casa.

 

Escrito por El Chico. ©2012 Hunks of Piura Entertainment. Contacta al autor a hunks.piura@gmail.com, o deja tu comentario aquí.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario