Eran las nueve de la mañana. Yo me acababa de despertar cuando sonó mi celular. Era un amigo.
- ¿Dónde estás?
- Recién me levanto.
- Vente a mi jato.
- En una hora, estaba en la puerta de la casa de mi amigo. Él me abrió la puerta. Estaba sin polo, con el pantalón desabotonado y el cierre abajo. ¡Qué rica imagen!
- Apenas entré, me sobó el culo y le agarré sus partes.
- Ven. Vamos a la ducha.
- Nos desnudamos y entramos. Comencé a chupársela lo más que pude. Entonces, abrió la ducha.
- Voltéate.
- Me abrió las nalgas, dejando que el agua me caiga sobre ellas, me las besó. Se puso un condón que tenía allí cerca, y comenzó a metérmela.
- Levántate.
- Él se sentó en el piso, y me pidió que me sentara sobre él. ¡Wow! ¡Qué rico! Sentía cómo entraba su verga, mientras él me acariciaba las tetillas y la espalda.
- Tírate hacia adelante.
- Él prácticamente se acostó . Comenzó a bombear.
- ¿La sientes?
- Sí. Sigue así.
- Sin sacármela, me puso en perrito, y luego se me trepó encima. El agua recorría nuestros cuerpos.
- Pasaron unos cinco minutos, cuando me la sacó.
- Chúpamela. Asíi, qué rico.
- Me arrinconó sobre la pared, me abrió las nalgas y me la metió de nuevo.
- Suave, huevón.
- No me escuchó, me siguió bombeando el culo. Entonces me la sacó, se la corrió y derramó su leche sobre mi espalda.
- Nos lavamos bien, nos vestimos, y quedamos de hacerlo en otra ocasión, porque sus viejos estaban por llegar. ¡Qué buena forma de iniciar un día!
Escrito por El Chico. ©2012 Hunks of Piura Entertainment. Contacta al autor a hunks.piura@gmail.com, o deja tu comentario aquí.
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