¿Cómo reaccionarías tú si la persona que te gusta, en efecto, inicia una relación contigo? ¿Resistirías la tentación, o te lanzarías a la piscina sin más problema?
Eso le está pasando a uno de nuestros lectores, quien un buen día estaba en su oficina trabajando´, solo con su superior.
De pronto él salió mostrando una gran erección. De inmediato llamó a nuestro amigo a su oficina, y allí lo encontró viendo pornografía en su computadora.
El superior le insinuó tener sexo. Al inicio nuestro amigo dudó. Pero, el enorme bulto bajo el pantalón lo hizo cambiar de opinión. Fueron a otro espacio de la oficina, y allí lo penetró.
Luego, el superior le contó una historia de que él y su mujer ya no se entendían sexualmente, y le propuso ser amantes. Nuestro amigo accedió.
Pero, ¿era tanta maravilla el ser penetrado por el chico de sus fantasías? A la segunda penetración, el superior empezó a mostrar violencia; y a la tercera lo obligó a tener sexo, tras golpearlo un par de veces. Sí, lo violó.
Ahora el superior tiene amenazado a nuestro amigo a que si no accede a sus requerimientos para tener sexo, divulgará información sobre su orientación sexual, y le malogrará la carrera. Sí, lo está extorsionando y chantajeando.
No es invento, y cuando nos lo contó casi a hurtadillas, porque hasta sus comunicaciones mantiene vigiladas (sí, violación al secreto de las comunicaciones), hubo alarma en nuestra oficina.
Nuestro amigo se había topado con un psicópata. Estos sujetos son personas con un serio trastorno mental que consiste en perder la conexión con una escala de valores al punto de considerar que cualquier cosa es justificable con tal de satisfacer sus deseos y protegerse de posibles daños, llegando incluso a cometer asesinatos.
Son personas tan ególatras, que patológicamente están inhabilitadas de querer a otras personas. Incluso poseen un despreciable concepto de sí mismos, lo que les lleva a llenarse de indicativos externos que les permitan obtener estatus y seguridad.
Las víctimas de los psicópatas siempre suelen ser chicos de baja autoestima, sin mucha malicia y con un insaciable deseo por tener experiencias sexuales. En principio lo último no es malo, pero cuando se combina con una baja autovaloración es una bomba de tiempo.
Otra característica de los psicópatas es la mitomanía -propensión patológica a decir mentiras de manera sistemática-, y nosotros lo detectamos en un detalle: supuestamente no había tenido sexo hacía más de nueve meses, pero cuando lo tuvo con nuestro amigo, duró más de 40 minutos... ¿estaba realmente aguantado, o qué?
Y por supuesto, los psicópatas siempre tienden a tener arrebatos violentos y procuran tener un máximo de poder suficiente para someter a los demás. Y cuando no lo consiguen, son capaces de todo, absolutamente todo.
Se parece mucho a la historia de la semana pasada, ¿cierto?
Al margen de los ilícitos penales en los que está incurriendo este superior -porque los psicópatas son expertos en transgredir todas las leyes posibles (ya te diste cuenta, ¿no?)-, la situación de este amigo nuestro es de altísimo riesgo.
Lo mejor que puede hacer, y se lo hemos aconsejado, es escapar de él, y es que, con las personas violentas, lo mejor es ni acercárseles, y si quieres que cambie, mándalo al primer psiquiatra que conozcas, y él se encargará del resto.
Sobre cómo capear las amenazas, cuando un psicópata comienza a actuar, lo mejor es ponerlo al descubierto. Como supondrán sabemos perfectamente de quién se trata, dónde está y qué hace en este mismo momento, y como los psicópatas son expertos en cometer errores (el de nuestro caso comete, y acaba de cometer uno, al cierre de este artículo) como cancha, simplemente se los estamos acumulando como si fueran boletos de rifa. Y adivinen qué: se los está comprando toditos.
La mejor manera de detectar a un psicópata es mediante la autosuficiencia, la soberbia o un silencio inexplicable. No necesariamente son personas que lucen desaliñadas, sino mas bien todo lo contrario: son extremadamente encantadores, apasionados, capaces de hipnotizar serpientes, hasta que sacan las garras.
algunos son candidatos ideales para caer en el alcoholismo, el tabaquismo, la ludopatía, la delincuencia o las drogas... o la combinación de todas ellas.
Varios son ávidos consumidores de esteroides, en su afán de tener la fihura perfecta, como que la llegan a conseguir.
Cuando veas que estas señales comienzan a aparecer, aléjate, no lo pienses dos veces, y si quiere manipularte a su antojo, como nuestro caso, acumula pruebas, porque no sabes en qué momento te van a servir. Y casi siempre, cuando las empleas (eso sí no digas dónde las tienes) ellos salen perdiendo.
Otra estrategia que nunca falla es ser cauto y conocer bien a esa persona antes de dar el siguiente paso.
Los psicópatas son como las enfermedades de transmisión sexual: basta un simple contacto para que el daño esté hecho. Así que de lejitos, se ven más bonitos. De hecho sólo sirven para que te des un pajazo viéndolos; pero de ahí a darles confianza, ¡nones!
No está demás repetirte que aprendas a quererte y darte cuenta de lo valioso que eres, sin importar qué mierda diga el resto. Ésta es una buena vacuna para no ser víctima de estos hijos de... su madre (que casi siempre son las personas más permisivas del mundo, al punto que les apañan todas sus inconductas).
Sobre nuestro amigo, no se ha vuelto a contactar pero mantenemos vigilancia, y actuaremos de ser el caso...
¡No seas víctima! denuncia: hunks.piura@gmail.com Todos los casos serán investigados y confrontados.
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