viernes, 2 de septiembre de 2022

ASS (44): El nadador y el político… con el pene erecto

Enrique coordina todo para lanzar un nuevo talento porno gay: Julián.



En uno de los dormitorios de la extensa casa de Enrique en Los ejidos, Julián está arrodillado en el filo de la cama totalmente desnudo mientras Flavio le mama su pene. El experto actor y modelo porno gay también está desnudo. Julián mira cómo su miembro es succionado por la boca experta de su compañero sexual. Al recorrer con su mirada la espalda de Flavio y llegar a sus musculosas y redondas nalgas, mira cómo entre ellas la cara de Enrique se solaza metiendo su lengua al ano del chico.

Julián cree que ver un beso negro a otro pata es una cosa excitante, pero está inseguro sobre si él haría eso. Sí le había chupado y lamido la chucha a sus enamoradas, ¿pero a otro chico? Mejor prefiere no pensar.

A un lado de ellos, Willy mira la escena atentamente. Está sentado sobre una silla y solo viste su bóxer. Su pene está evidentemente erecto y se lo soba con la mano. Entonces mira a Julián:

“Tienes que hacerte a la idea de que va a verte mucha gente, pero a la vez tienes que meterte en la cabeza que todo debe parecer muy íntimo y natural”.

“Jodida la cosa”, sonríe el nadador, cuyo hermoso cuerpo desnudo y depilado de pies a cabeza luce como una escultura griega bajo la luz suave del cuarto.

El celular de enrique suena. Suelta las nalgas de Flavio, camina hasta un ccostado de Willy, coge el aparato, mira la pantalla:

“Me llegó la visita… Sigue tú, güey”, indica a Willy.

Enrique se pone el jean y una chompa encima de su cuerpo desnudo, se calza las zapatillas rápidamente y sale del cuarto. Willy se saca el bóxer y continúa el beso negro que su compañero inició en el culo de Flavio. Julián sigue ‘practicando’ cómo manejar su excitación mientras le chupan el pene.

“¿te animas a cacharlo de una vez?”, Willy lo desafía.

Julián duda.

En el primer piso de la casa, Enrique recibe a Eliezer. Ambos se sorprenden de la estampa de culturista que lucen. Se sientan en los muebles de la sala.

“entiendo que debes tener muchas cosas que hacer así que iré al grano”, se desahueva Enrique. “Quisiera que me faciliten la piscina comunitaria un par de días para grabar un video porno gay: te pago lo que me pidan y eso pueden ponerlo como aporte a la campaña sin necesidad de buscar un concepto de blanqueamiento”.

“¿Para cuándo la necesitas?”, se sorprende Eliezer.

“Esta semana… ustedes vean el mejor momento”.

“La huevada es cerrar una piscina de uso público…”

“Yo entiendo, Eliezer; pero comprenderás que no puedo grabar una porno gay a vista y paciencia de todo el mundo. ¿Cuento con ustedes?”

El asistente de Pelu se toma unos segundos.

“Déjalo de mi cuenta”, al fin responde sonriendo. “Y… ¿cuán fuertes serán las escenas que van a filmar?”

Enrique se deja de protocolos y comienza a acariciar la pierna de futbolista  que se maneja Eliezer, quien comienza a sentir que la pinga se le pone dura. Entonces, pone su mano encima de la del productor porno gay:

“Creo que sabemos cómo va a terminar esto y… no sé cómo decírtelo… yo… es decir… ustedes”.

“¿¿Qué pasa, Eliezer?”

“¿Ustedes están sanos? Mira que ahora ha aparecido esto de la viruela del mono, hay ese nuevo brote de Covid…, y el… el…”

“Estamos vacunados contra Covid, Eliezer. Y sobre viruela del mono, todos tenemos sexo solo entre nosotros”.

“Y el VIH?”

“Todos estamos controlados y tomamos Truvada ®… por cierto, deberían convertirlo en política de salud pública, especialmente para los gays y bi que aquí son más de lo que el censo dice”.

“Yo caché con uno de los chicos que trabaja para ti; Flavio creo que se llama. Él me dijo que es escort, ¿entonces qué me garantiza que no tenga algo más?”

Enrique sonríe comprensivo y deja de acariciar la pierna de Eliezer:

“¿Tú coges con el tal José Luis, cierto?”

“sí… así que imagínate si le da algo… los otros candidatos lo demolerían”.

Enrique sonríe de nuevo:

“Te entiendo… bueno, celebro que tu jefe no sea… promíscuo… y más bien, mándame tu cotización y la cuenta para depositar”.

Eliezer se incomoda al escuchar la insinuación sobre la conducta sexual de Pelu pero se las traga:

“Claro… Mañana a primera hora”.

Eliezer se levanta y se despide. Enrique lo acompaña siguiéndolo a propósito para ganarse con su hermoso culo. Entonces, el moreno frena en seco:

“Nunca he visto el porno que hacen… ¿dónde puedo encontrarlo?”

Enrique le sonríe: “Sígueme”.

Cuando ambos llegan al segundo piso, sobre la cama Flavio está en cuatro patas mientras Willy le acomete por el culo con su verga y Julián sigue delante de la boca del actor y modelo dejando que le siguiera mamando el pene. Eliezer se asoma con cuidado tratando de no hacer bulla. Logra concentrarse en la imagen, tanto que su gran pene comienza a ponerse duro bajo su jean. Pero no solo es la única cosa que siente: algo se arrima en sus nalgas. Reacciona. Al girar, la cara de enrique está a milímetros de la suya.

“Soy activo solamente”.

Qué pedo, güey”, le susurra enrique. “Entonces acaríciame el culo”.

Eliezer no aguanta más; se trenza en un beso con el dueño de casa mientras sus manos se posan ya sin roche sobre las firmes nalgas, y más aún, tratan de meterse bajo el jean de enrique. Eliezer se separa de pronto, ya excitado:

“No tienes ropa interior”.

“No tengo nada debajo excepto unas ganas increíbles de que me cojas”.

“¿

En solo cinco minutos, Eliezer y enrique ocupan el cuarto contiguo y comienzan a desnudarse sin ddejarse de besar en la boca, suben a la cama y se arrodillan sin dejar que sus labios pierdan el contacto.

Así desnudos, Eliezer puede pasear sus gruesas manos por esas lampiñas, redondas y duras nalgas mientras su pene erecto esgrime con el pene erecto de Enrique.

“Chúpame el culo”, dice el anfitrión.

Enrique gira y se agacha. Eliezer olvida todos sus escrúpulos sanitarios y se inclina también a probar el ano que se le abre en medio de las dos poderosas nalgas que también lame, besa y mordisquea. Enrique gime y pide más.

Tras varios minutos de beso negro, Eliezer se levanta otra vez: “Chúpamela”.

Enrique gira y se prende de la vergota gorda y larga que se le eleva dura como un tronco fresco emergiendo del negro bosque de un vello púbico sin recortar. Increíblemente, enrique logra tragarse todo el pene. Eliezer lo agradece en el alma.

Posteriormente, Enrique da un condón a Eliezer quien se lo calza. Una buena cantidad de lubricante es untada sobre el falo y en el agujero del culo. La penetración anal se hace despacio. Eliezer sabe que su miembro no puede entrar de golpe; además, lento se siente más rico. Eso incluye el bombeo.

Él y enrique gimen mientras disfrutan del momento.

En la habitación del lado, Willy preña a Flavio. Saca su pene y mira a Julián:

“¿te animas? Hay condones”.

Julián lo piensa… “De acuerdo”.

Willy le alcanza el preservativo, Julián se lo pone y se coloca detrás de Flavio.

“Al fin te la voy a sentir en mi culo”, comenta éste último”.

Julián no termina de meterle la cabeza cuando siente que no puede evitar la eyaculación. Ahí acaba todo. Mira nervioso a Willy, quien no sabe qué decir.

En la habitación del lado, Eliezer todavía dura una hora más antes de que su semen llene el látex y tras un beso recuerdde a enriqe que el trato está cerrado:

“Tranquilo que vas a tener la piscina en el menor tiempo posible”.

Y para terminar,una porno gay.


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