jueves, 15 de septiembre de 2022

Ser Rafael 5.3: Ligero error de cálculo



Esa noche soñé con las duchas del gimnasio. estaba dejando que el agua me refrescara cuando alguien entró a mi cubículo. No pude ver la cara de la otra persona; solo sentí que me besaba y me acariciaba el húmedo cuerpo. También sentí la dureza de nuestra excitación, rozándonos.

Cuando parecía llegar al clímax, pude ver el rostro de mi acompañante: Juan… Eduardo, mejor dicho.

Me desperté asustado.

Tenía una palpitante erección.

Ya había amanecido.



Casi a la hora del almuerzo, Laura me llamó.

“Pasó algo increíble, Rafo”.

“¿Te llamaron del BGU?”

“Más o menos. Mi jefe se enteró de mi postulación, y me dijo que tenía otros planes para mí”.

¡Vaya! Buenas noticias, pensé. Una promoción. Quizás otro proyecto.

“¿Y qué fue?”

“Me nombrará, me aumentará el sueldo y me ascenderá dentro de este proyecto. Seré sub-jefa administrativa”.

No sabía si ponerme alegre o triste.

“¡gracias, amor. Si no me hubieras animado a pasar esa entrevista, nada de esto me hubiera ocurrido!”

Llegó la hora de que Hércules emponzoñe sus dardos.

“Me alegro por ti, Laura; pero, si estuviera en tu lugar, pediría seleccionar a mi personal. Y ya te dije quién me da mala espina”.

“Sí, amor. Descuida”.


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