sábado, 24 de diciembre de 2022

ASS (58): el primer facial de Julián

Mientras alejo le enseña al nadador cómo chupar bien el pene, el hombre que espiaba todo en la piscina resulta tener su nivel de arrechura.



Enrique escribe en el cheque, lo desglosa del talonario y se lo da al hombre delgado, joven, que está parado frente a él en el vestuario de la Piscina Comunitaria. El hombre, cabello negro crespo y barba en el rostro no rasurado hace un par de días,  se sorprende al leer la cifra:

“¿tanto, míster?”

“Creo que es suficiente, carnal, para que no le digas a nadie lo que estamos haciendo aquí”.

“Pero yo no pensaba contarle a nadie que están haciendo porno entre patas”, se ruboriza el hombre. “ya le dije que vine a ver mi cargador y cuando me di cuenta… pues… ese chico se estaba cachando al otro joven…”

“¡Estás seguro que no te mandaron Eliezer o José Luis?”

“No, señor, ya le dije que me olvidé mi cargador, vine y no pensé que iba a encontrarme…”

En eso entra Flavio con su escultural cuerpo cubierto por la bata de baño. El hombre delgado calla por vergüenza.

“¿ya arreglaron?”, pregunta a enrique.

“ya, aunque dice que no pensaba echar aguas”.

Flavio mira al hombre, aún aturdido; le sonríe.

“No le veo pinta de querer delatarnos”. Entonces, se dirige a Enrique: “¿Te contó Alejo que lo descubrió pajeándose mientras veía a lo lejos cómo yo cachaba con Julián?”

“Eso es lo que le conté al señor aquí”, se defiende el hombre.

“Además, Alejo me contó que parece tener un buen pene”, agrega Flavio.

Enrique sonríe:

“No pretenderás hacer lo que estoy sospechando”.

Flavio habla nuevamente con el hombre:

“¿¿me permites un momento?”

“¿Qué?”, reacciona el varón, todavía aturdido.

“Confía en mí”.

Flavio toma la camiseta del hombre y se la quita. Su cuerpo delgado es en realidad marcado de músculos con algo de vello en pecho y abdomen. Entonces, Flavio afloja el cinturón, desabotona el pantalón y baja la cremallera, y hala el pantalón hasta las rodillas.

“Lindas piernas”, comenta Flavio.

“Juego fútbol en segunda división… los fines de semana”.

”ah, eso explica tu culo redondo y durito”, comenta Flavio mientras palmea levemente el trasero del hombre, quien parece no estar incómodo. “ahora, la prueba de fuego”.

Flavio baja el bóxer medio raído, igual, hasta las rodillas, y puede ver un pene más o menos largo debajo de una abundante mata de vello púbico.

“¿¿Cuánto te mide?”

“No lo sé, joven”.

“¿Puedo?”, susurra Flavio en su clásico tono seductor.

“Claro… si desea”.

El actor y modelo porno comienza a chupar el pene al varón, quien mira el sexo oral mientras siente cómo esa lengua y esos labios le masajean la virilidad de forma magistral. La erección se produce en cuestión de un minuto.

Enrique no pierde detalle; se acomoda su pene ya duro dentro de su pantalón.

Afuera en la alberca, se supone que Julián ha desafiado a Alejo para hacer un largo de ida y vuelta.

“el perdedor mama el pene al ganador”, retó ante cámara antes de lanzarse al agua.

“Trato hecho”, le respondió a Alejo.

Adrede, Julián llega a décimas de segundo después que su contrincante.

“Puta madre… tendré que tragarme esa pija”.

“Te va a gustar mi pija”, responde Alejo, sonriendo.

Ambos salen del agua, van a la banca donde antes Julián se estaba pajeando. Willy los sigue con la cámara. Los dos talentos llegan aún en su tanga de natación, sus gorras y sus gafas para el agua.

Julián se sienta en la banca mientras Alejo permanece de pie para bajarse la tanga. Lo hace.

“Trágate  toda mi pija”, pide.

Julián, en realidad,  traga un poco de saliva, abre la boca y se dispone a pagar el reto. Jamás en su vida ha chupado pinga. Le dijeron que eso no se hace porque ‘eso no es de hombres’; pero hay algo en la verga de este hombre que le hace imposible dejar de succionar y succionar hasta que consigue hacerla crecer hasta sus 18 centímetros.

Para Julián es raro y nuevo el sabor del líquido pre-seminal, algo salado pero tampoco desagradable. Dicho sea de paso que alejo aprendió con esto de hacer porno lo importante que es tener la pinga y los huevos bien perfumados y limpios.

“Trágate toda mi pija”, insiste Alejo muy cariñosamente, mientras acaricia la cabeza a Julián, pero el novato mamapenes apenas si consigue meterse la tercera parte del falo erecto.

“No es fácil”, sonríe algo frustrado.

Alejo entiende que esto puede estropear la toma, así que hace algo que no debería estar en el guión… aparte que no hay un guión concreto.

“Ponte de pie… yo te enseño”.

Julián se sorprende un poco pero acepta; toma el lugar de Alejo quien ahora le baja la tanga:

“Se hace así”.

Alejo, por primera vez ante cámara, abre su boca y mama el pene del nadador con una maestría que deja a Willy como estúpido por lo que aprecia en el viewfinder de la cámara.

Los 16 centímetros de Julián ya están duros, entrando y saliendo de la boca de Alejo, quien la mama por algunos minutos más hasta que se detiene:

“¿ya sabes cómo hacerlo?”, se pone de pie. “Ahora es tu turno”.

Julián se arrodilla y trata de imitar la lección. Lo consigue en parte. Tácitamente, los talentos y el camarógrafo entienden que esa escena será un toma y dame.

“Así, Julián, la mamas rico”, dice alejo excitado, aunque en realidad su compañero sexual aún tiene problemas para embocarse todo su miembro. “¿Te la vuelvo a chupar?”, le consulta luego de unos minutos.

Julián acepta y vuelve a ponerse de pie; Alejo se la vuelve a chupar mientras le acaricia el redondo y firme culo.

“También quisiera mamarte el orto”, le dice al nadador.

“Claro”, susurra su compañero girando y agachándose sobre la banca.

Alejo le separa las nalgas y descubre el ano cerradito y rosado a Julián. Besa cada cachete, los lame; al fin se lanza a la conquista del agujero rectal.

Al experimentar esas placenteras cosquillas, Julián se siente en la gloria, tanto que comienza a pajearse.

Willy hace verdaderos malabares para lograr una toma perfecta porque la acción se da por ambos lados.

“Las voy a dar, las voy a dar, carajo”, susurra Julián muy excitado. “¡Ohhh!”

Ráfagas de su semen caen sobre la mayólica especial de la alberca.

“Arrodíllate”, pide Alejo.

Julián lo hace.

Alejo pone su pene a la altura de la boca de Julián, se masturba tan fuerte como puede. El nadador no sabe si abrir o cerrar los labios.

Tras unos minutos, Alejo eyacula sobre  el rostro de Julián dando un suspiro fuerte y viril.

Hace que el nadador se ponga de pie y comienza a lamerle el rostro limpiando su propia leche. Julián trata de disimular su desconcierto.

“Gracias”, le dice alejo, sonriendo en voz baja cuando termina de limpiarle la cara de su propio semen. Sella todo con un besito en la boca.

Willy corta la grabación.

“De la puta madre”, califica asombrado.

Adentro en el vestuario, Flavio también recibe el semen del hombre que estaba espiando toda la escena; se lo traga.

“Rico; yo creo que sí califica”, dice a Enrique.

El hombre está sudando del puro orgasmo; también mira a Enrique:

“¿ya me puedo ir?”

Enrique sonríe:

“¿y si te propongo otro trato?”

    

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