sábado, 10 de diciembre de 2022

Ser Rafael 16.3: Anoche no pasó nada


Cuando desperté, estaba desnudo, y afuera el día parecía soleado.

Josué ya no estaba a mi lado.

Era casi las nueve de la mañana.

Me duché y salí a la puerta. El Tuco ya había sacado la moto.

“Cuando estés listo, nos vamos”.

“¿Está todo bien, Tuco?”.

“Sí. Todo bien”, me dijo secamente.

Mientras arreglaba mis cosas, vino a mi cabeza lo que elena me dijo en casa, pero me resistí a considerar esa posibilidad. El Tuco y yo éramos amigos, y probablemente lo que había pasado la noche anterior fue producto del licor, alguna confusión, algo que debía aclararse tranquilamente y prometer que jamás pasaría de nuevo. Además, él ya me había confesado que se había acostado con otros hombres; yo, en cambio, no tenía claro ese aspecto aún.

Salí con mi mochila para acomodarla.

“Tuco, lo que pasó anoche”.

“Rafo, anoche no pasó nada. Solo bebimos. ¿De acuerdo?”

Me miró serio.

“De acuerdo”, repliqué.

Fuimos a desayunar.

Hablamos casi nada en todo el trayecto.

Llegué a casa para la hora de almuerzo.

Todo ese día, no nos llamamos. Tampoco quise salir ni ver a Laura, menos chatear.

A las nueve de la noche, ya estaba encerrado en mi cuarto, durmiendo.

Tenía fe que el día siguiente… sería otro día. Pero, ¿qué tipo de día sería?


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