Tres patas al atardecer

- ¿Te gustaría hacer un trío ahorita?
- ¿Un trío?
- Sí, con un pata chévere, caleta, varonil.
Era mi amigo, uninstructor, cuya afición es ligar por el chat.
- Ya pues. ¿Cómo es la cosa?
Apagué la compu, me fui a bañar y al toque fui a darle encuentro en el óvalo de sullana.
Mi pata siempre se conseguía buenos culos, pues como es activo, sólo les mostraba la foto de su torso, y los chicos caían como moscas. ¿Cómo lo hacía? No sé.
- El pata es buena voz. La pasaremos bien.
Al fin, mi impaciencia tuvo su resultado. Efectivamente, el pata era todo un varoncito, tanto en cómo vestía, como en su comportamiento. Perfecto, dije yo. Además es simpático y esbelto.
- Miren, sólo podemos estar un rato porque tengo que ir a Piura a reportarme.
El pata trabajaba como gestor de créditos, y nada más les diré, sólo que fuimos camino a un telo en la urba santa Rosa, donde puedes entrar con otro pata como las huevas, pero no sé por qué no lo han incluído en el ranking de este blog.
El caso es que nos dieron un cuarto, y, apenas entramos, nos quitamos la ropa. ¿Para qué tanto protocolo?
Como dije, mi pata tiene músculos porque es instructor en un gym. Yo también voy, pero a otro, entonces soy atlético. El pata no se quedaba atrás, pero en culo nos ganaba de lejos.
- ¿Puedo comenzar? -, le dije a mi amigo.
- Comienza.
Me acerqué al pata, y en "one", le di un beso en sus labios. Al inicio, estaba tímido, pero luego abrió la boca, y fue uno de los mejores besos franceses que he dado en mi vida.
Poco a poco, fuímos cayendo sobre la cama, hasta que yo quedé encima de él. No dejamos de besarnos. Aproveché para acariciarle todo el cuerpo, y en especial sus piernas y lo que podía de su culo.
Fui besándole el cuello, las tetillas, su abdomen formado, sus piernas rellenitas (él nos confesó que fue futbolista, pero una lesión lo obligó a retirarse antes de que cumpliera 18).
Y allí estaba su mayor joya: una vergaza de 18 cm, con unas bolas de campeonato.
Comencé a chupársela, mientras mi pata se acercó a besarlo en los labios. Pude darme cuenta que el chico comenzó a corrérsela a mi pata.
No sé cómo, bajé sus huevos y fui directo a su ojete. Le levanté las piernas, y allí estaba su anito rosado. sin perder tiempo, le practiqué un rico beso negro.
El chico tenía las nalgas blancas, y el resto del cuerpo bronceado, signo inequívoco de haber estado en la playa. Dijo que en Colán.
El hecho es que tras varios minutos de hacerle beso negro, le coloqué mi verga en su ano, y me acosté sobre él para volver a besar su boca.
allí, mi pata aprovechó para encajarme su verga entre mis nalgas y besarme la espalda.
La verga del chico estaba más que brillante por el líquido que botaba.
Fui de nuevo a chupársela, pero esta vez, me puse de tal modo que terminé haciendo un 69 con él, así él me la chupaba y yo también.
Mientras se la chupaba, mi pata aprovechó para ponerle su pinga en su ano, y comenzó a moverse.
Estábamos en eso, cuando sentí que el chico se vino en mi boca.
- Disculpa. Hace tiempo que no las doy.
- Normal. Tu leche no sabe tan mal.
- ¿En serio?
- sí, es rica.
Saqué mi pinga de su boca, y le di paso a mi pata que se lo agarró piernas al hombro, cosa que aproveché para hacerle un recorrido de espalda, un besuqueo de nalgas, y otro beso negro.
Para maniobrar mejor, me acosté boca abajo sobre lo que quedaba de cama. Estaba arrechísimo. Terminé viniéndome, allí, sobre las sábanas.
Mi pata seguía moviéndose y besándolo´. Me salí de la cama y fui hasta la cabecera para alternarme la boca de ese chico con mi pata.
En ese momento, mi pata las dio también.
Los tres estábamos empapados en sudor, así que nos acostamos un rato para descansar y seguirnos acariciando y besando.
Entonces sonó el celular del chico. se levantó, lo contestó.
- Me llaman del trabajo. ´que dónde estoy.
Nos vestimos, y salimos.
No habremos demorado más de una hora.
Luego de esa vez, yo lo llamé para ver si pasaba algo, nos encontramos pero ya no atracó ir al telo porque sentía roche de que alguien se ganara.
Mi pata me contó, días después, que hicieron un trío con otro pata, pero en su jato, y que el chico gozó recibiendo pinga.
Lo último que supe es que piensa casarse con su enamorada.
No creo que nos invite, y tampoco iría. No conocemos a nadie de su familia; además, sería una estupidez completa tener a tus amantes en ese momento. ¿O qué piensan ustedes?

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