El amor no es una magia

“Busco pareja” es uno de los avisos más comunes en los tablones de clasificados gratuitos.

Los tienes desde los empalagosamente “príncipeazulescos” hasta los que más que llamadas al romance, son verdaderos castings de modelos.

La pregunta fue lanzada por ustedes: ¿se puede conseguir el amor entre dos personas?

La respuesta es sí, pero no de cualquier modo.

Para comenzar, mendigar amor (la mayor parte de casos) no es la mejor manera de obtenerlo, y revela serios problemas psiquiátricos, principalmente, carencia de afectos, aunque suene chistoso.

Si encuentras avisos del tipo “necesito alguien que me ame”, “quiero amar y ser amado”, “busco a esa persona ideal”, lo mejor es que los pases de largo. Ahora, si tú eres quien ha posteado esos avisos lo que necesitas es un psiquiatra (ojo, no quiere decir que estés loco, sino que requieres otro tipo de tratamiento), y no una pareja.

LA LEY DE LOS EQUILIBRIOS

Una relación de pareja funciona cuando existe un nivel similar entre ambas partes, esto es: grado de madurez, intereses, planes de vida, apertura y sinceridad, motivaciones, inteligencia.

Las relaciones en donde una de las partes termina siendo el peso a cargar de la otra no son otra cosa que uniones patológicas que, tarde o temprano, terminarán con la eliminación física o psicológica de esa parte, o de las dos.

Entonces, es peligroso no buscar el equilibrio en las relaciones de pareja, ya que los defectos de fábrica pasarán la factura tarde o temprano… algo así como comprar un carro con fallas: las reparaciones serán más caras que no haber comprado el vehículo, hasta que ya no pueda andar, ¿y entonces qué?

¿BUSCAR O ENCONTRAR?

Pretender estar en una relación donde hay que jalar a la otra parte parecería un acto de heroísmo, pero no: es un acto suicida.

Lo mismo pasa con quienes pretenden buscar pareja. Suena como ir a una feria, y jugar a la tómbola ‘a ver qué pesco’. Claro que podrías conocer muchas personas, pero que de buenas a primeras, decidas que una es la ideal… ¡cuidado!

Muchos psicólogos con quienes hemos conversado coinciden en que la pareja aparece cuando la persona realmente la necesita, o cuando es el momento. Cualquier otra salida significa forzar los afectos, dejarte arrastrar por la presión de grupo, ser una víctima más de la moda… en fin, aquella canción de Pedro Suárez-Vértiz (como casi toda su música) es un rocón similar al que extinguió a los dinosaurios.

Entonces, ¿qué nos pasa que cuando conocemos a alguien sentimos una conexión? Nada. Simple atracción, magnetismo o empatía, pero amor… ¡nada que ver… aún!

SÍ ES POSIBLE, PERO…

La regla número 1 de las relaciones humanas de cualquier tipo es no forzarlas. Así que si conoces a alguien, deja que la cosa se vaya desarrollando poco a poco.

Si pretendes que una persona te dé cariño a cambio de algo material, pues tampoco es amor. Eso sí, te recomendamos que el bien sea de calidad, si no, no. ¿Te parece una estupidez? Comprar amor (ojo, amor, comprar sexo es una simple relación comercial, en tanto lo entiendas así) es una doble estupidez.

No busques pareja para acabar con tu soledad. Mas bien haz más y mejores amigos. Aprende a conocerlos de forma secuencial y cuidadosa. Recuerda aquello de ‘más vale perder un minuto (o dos, o tres) en la vida, que la vida en un minuto’.

Irte a la cama con alguien, incluso un amigo, es eso: irte a la cama con alguien, incluso un amigo, nada más y nada menos. Nuestro único consejo: protégete.

Si en el camino descubres que una relación se vuelve exclusiva, emociónate, y a la vez reflexiona qué está pasando allí. De ser posible, consulta con un profesional para ver si hay equilibrios o carencias. Si es lo segundo, no continúes.

Y por encima de todo: no pretendas que alguien te quiera, si tú no te quieres, y eso significa que formes tu propia autoestima, es decir, quererte y reconocerte con lo bueno, lo malo y lo feo que tienes. Cualquier otra cosa que te digan no son más que huevadas. Nunca lo olvides.

Así que sí es posible llegar al amor, pero no de cualquier modo: no pretendas correr si aún no sabes gatear. Todo lo demás no es más que un truco, muchas veces comercial. Lo sentimos, Tito El Bambino, pero el amor no es una magia, ni una simple fantasía, mucho menos un sueño... ¡así no es el amor!

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