jueves, 25 de agosto de 2022

Ser Rafael 3.2: Un pasado no tan heterosexual


Caté un poco del licor. La verdad es que el sauco es delicioso.

“Porque quiero dejarme de huevadas. Quiero sentar cabeza”. Además, quiero olvidarme de lo otro”.

Josué probó el vino.

“¿Has vuelto a tirar con algún pata?”

“La noche antes de estar con Laura”.

Le conté toda la experiencia con Juan, desde dónde lo encontré hasta la madrugada que pasamos juntos en el Dreams. Josué me miraba sorprendido.

“¿Cómo mierda se te ocurre metérsela a pelo a un huevón que te encuentras en el cine?”

“La arrechura, huevón. Digamos que el patita tenía lo suyo”.

“Ojalá que no tenga nada, como te dijo”.

“Ya ni me lo recuerdes”.

Josué iba por la mitad de su primera copa. Encendí algo de rock noventero.

“Oe, Rafo, ¿has estado más con patas o con jermas?”

“Más con jermas. Casi una por mes. Patas, a veces”.

En efecto, me fui a la cama con el que me hizo la entrevista para entrar al banco y que me sacó la cita disimuladamente cuando tocó mi turno. Antes que él, el instructor de aeróbicos del gimnasio donde voy. Antes, un primo de Laura que vive en los estados Unidos. Antes, un desconocido que me abordó en la playa y que tenía su pareja, y con

quienes terminé haciendo un trío. Antes, un primo mío de la capital, justo después de ingresar a la universidad. Antes, con Josué durante el viaje de promoción de mi colegio.

“¡Aguarda, tío. Ésa no cuenta”.

“¿Por qué no cuenta, Tuco?”

“Estábamos borrachísimos. Además, solo fue un beso”.

“Pero la tenías bien dura…”

“Sí… pero no pasó nada más. No cuenta”.

Bueno, la descartamos. Y la primera vez fue con el capitán del equipo de básquet de mi colegio, quien me enseñó cómo usar un condón cuando tenía escasos 15 años.

Cuando más joven, después de cada encuentro me sentía fatal, sucio: una mierda. ¿Cómo era posible que hiciera esas tonterías si, además, ya tenía una enamorada, o pequeños romances con varias chicas?

Con el tiempo fui superando esa sensación, aunque no la pude erradicar del todo.

“¿Te sientes bisexual, Rafo?”

Ambos íbamos por nuestra segunda copa de vino.

“No lo sé. Lo único que sé es que ya no quiero tirar con ningún hombre. Nunca más. Tampoco quiero serle infiel a Laura con otra mujer”.

Josué sonrió.

“Dependerá de ti”. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario