martes, 27 de diciembre de 2011

¡Moto!

Siempre he preferido tomar una carrera en moto lineal porque son más rápidas, y porque te permite morbosearte con el culo del conductor.
Siempre acostumbro a montarme con los más culones y apretarle las nalgas con mis muslos. Si no dicen nada, entonces, les pego el pecho y luego les arrimo mi huevo.
así he podido pajearme por unos minutos con algunos patas, ya que mi pinga no es tan imperceptible.
Y ahora que llega el verano, algunos van en shor, así que serán mis próximas presas. Ya me ligó con uno que, de no ser porque no tenía tiempo, me lo huviera llevado al telo, y allí medirle el aceite.
También hubo otro que sí me propuso ir al telo y tomar chelas, y no creo que su intención sea ver canales culturales. Pero tenía un compromiso, y no se concretó.
Pero les voy a contar una verídica que me pasó una noche que salía del Cine Castilla y me iba a mi jato.
Justo en la esquina del Puente Viejo estaban todas las motos lineales llamando gente, y me puse a ver culos.
De pronto, un patita me empezó a seguir con una mirada por demás evidente.
"Llévame a la Urba Piura", le dije.
"Ya, monta".
Ese 'monta' ya me decía mucho. Entonces, medí el terreno.
"¿De dónde sales?"
"Del cine porno".
"¿Y qué tal la ´película?"
"Mostra, huevón".
"Debes estar armadazo".
"Bueno... sí, huevón... ¿se siente?"
"Sí, pero normal".
¡Mierda!, dije yo, y mi verga se puso más dura aún. Para todo esto, ya se la había arrimado, y mi pecho le cubría su espalda.
"¿Y vives solo?"
"No".
"Ah".
"Pero mi familia se fue de viaje".
"¿En serio?"
"Sí... me iré a hacer una paja".
"¿Siempre lo haces?"
"Es que... no conseguí a nadie en el cine".
"¿Nadie para qué?"
"Para metérsela, pues, huevón".
Me arrimó más su culo.
"Y cómo te gustan?"
"Culones".
"Uy. O sea, ya perdí".
"¿Por qué dices eso?"
"Bueno, tengo trasero grande".
"¿Ah sí? No me había dado cuenta"
Lógicamente fue la mentira más descarada que pude decir.
"Entonces, piensas pajearte..."
"Si no hay con quién, sí".
"¿Y... qué te parezco yo?"
El pata era cuerponcito, de rostro agradable, joven como yo, y de buen rabo.
"Estás bien... ¿Quieres cachar, acaso?"
"No sé. Depende de ti".
"Pero, ¿tú quieres?"
"Si tú quieres, ¿por qué no?"
Me sonrió por el retrovisor.
Me lo pensé unos segundos, y acepté. Enrumbamos.
Afortunadamente, mi calle estaba vacía. Abrí la puerta de mi casa, hice que metiera su moto, y nos fuimos a mi cuarto. Lo invité a que nos ducháramos juntos.
Nos calateamos. Cuando me saqué el calzoncillo, mis 16 centímetros de carne saltaron como resorte. Mi prenda estaba mojadísima de adelante.
¿El se sacó su boxer, y realmente tenía dos nalgas de campeonato. Durante el camino, él me comentó que, de vez en cuando, jugaba para un equipo de segunda, y que la moto lineal era su recurseo.
Nos metimos a la ducha, y allí comenzó todo. Le comencé a sobar mi pinga por la raja de su culo, mientras el pata me acariciaba las caderas y el glúteo, cosa que me arrecha como mierda.
Hice que se agachara sobre el borde de la bañera, y le hice un beso negro que le dejé su culo dilatadazo. La sufrí un poquito porque, como sus nalgas eran grandes, me costó trabajo llegar con mi lengua a su ano.
Se volteó, se arrodilló allí en la tina, y comenzó a chupármela, mientras sus gruesas manos seguían acariciándome el poto y las piernas.
Entonces, de nuevo, hice que apoyara sus manos en el borde de la tina, y se la fui metiendo. El pata, fuera de que estaba dilatadazo, tenía el ojete ancho, entonces mi pájaro entró sin mucha dificultad.
Me mecí por algunos minutos y me vine porque la película estaba realmente mostra, y tenía la leche en la punta de mi cabeza.
Él se la corrió y se vino sobre la loseta de la pared.
Nos secamos y nos fuimos a mi cama. Allí hubo un segundo round, esta vez con él sentado sobre mi pincho, haciendo caballito, mientras yo le acariciaba su verga, que era grande como la mía, sus caderas y su pecho. ah, por supuesto, también sus nalgotas, lógico.
El huevón gemía con los ojos cerrados, por lo que me arrechaba más, mientras seguía balanceánddose sobre mis caderas.
De allí rodé con él, hasta quedar en un patitas a mi homro.
Me moví como loco hasta que las volví a dar en su culo y él lo hizo sobre su pecho y abdomen.
Nos bañamos de nuevo, y él se cambió, cogió su moto y se quitó. Eran como la una de la mañana.
Por más que lo busqué en los días siguientes no lo encontré.
Quiero repetir esa faena, y agradecerle otro detalle: jamás me cobró la carrera.

© 2011 Hunks of Piura Entertainment. Siempre practica sexo seguro.
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