Hay tres maneras de conseguir un cuerpo que llame la atención: yendo al gym, desarrollando una rutina en casa o practicando tu deporte favorito todos los días.
Y si eso te parece poco: todas las anteriores.
El primer reto es vencer a la pereza, y la única manera de hacerlo es teniendo decisión. Eso es lo que separa a los cuerpos armoniosos, del resto.
Si jamás has tenido disciplina en la vida, habrá que analizarlo en profundidad, pero eso es trabajo de un psicólogo (podemos recomendarte alguno).
Si ya venciste la pereza, comencemos a planificar tu cambio o tu mejora: hay que especificar una hora del día, todos los días, para dedicarlo a ponerse en forma. Destina de 30 a 120 minutos para ello, pero en forma progresiva si eres novato, y sostenida si eres avanzado.
La cosa es cómo nos ejercitamos desde la punta de los pies (sí, también) hasta la cabeza.
Entonces, lo primero que debes recordar es que hay que ejercitarlo todo.
Una estrategia para conseguirlo puede ser separar tu cuerpo en secciones, y dedicarles un día a cada una.
En líneas generales, la división más eficiente para ejercitar tu cuerpo puede ser: pecho, espalda y hombros, abdomen y cintura, piernas y glúteos, brazos.
El plan es simple. Por ejemplo, el día 1 se lo dedicas a pecho; el 2, a espalda y hombros; el 3, a abdomen y cintura… y así sucesivamente. Pero, ¡ojo!: un día (o dos) debe ser dedicado exclusivamente para descansar de tu rutina, de lo contrario, en vez de incrementar masa muscular, la absorberás (lee nuestro artículo “No nos desees”).
Si bien la división es universal, la dedicación por día varía de persona a persona.
Los especialistas dicen que –sinceridad de por medio- verifiques cuál grupo muscular o parte de tu cuerpo está peor, luego la que está mal, luego la regular, de ahí la buena, y finalmente la mejor.
entonces, dale alta prioridad a la peor, media a la mala, normal a la regular, baja a la buena y muy baja a la mejor.
La idea es que haya un desarrollo armónico.
En ese sentido, si quieres ejemplos,nada mejor que el arte clásico: el David de Miguel Ángel es una de las mejores referencias, y puedes encontrarlas vía Google o Wikipedia, que tiene un artículo muy interesante; Bob Paris (exagerando) es otro ejemplo de desarrollo armónico, que también podrás hallar en la red.
Como decíamos arriba, ¿tu casa, el gym o un campo deportivo? En realidad, los tres, obviamente, con mesura. Si no te inspira un campo deportivo, el campo rural es otra opción y mucho más saludable.
Antes de nada, revísate con un médico (ojo, médico, no tu pata o un trainer… a no ser que tengan un certificado del Colegio Médico) para saber qué puedes hacer y qué no, además cómo alimentarte.
Exígele a tu médico que te recomiende una dieta que prescinda de suplementos sintéticos, a menos –y sólo a menos que lo necesites, pero eso sólo aplica cuando estás en riesgo de anemia. La mayoría de nosotros mas bien lo que necesitamos es controlar lo que comemos porque el sobrepeso es más común de lo que parece, y más fatal.
Luego, un buen trainer te dirá cuál es la mejor rutina para evitar las lesiones, siempre sobre la base de los chequeos médicos. Si tu trainer no toma este documento como referencia, descártalo.
Sobre rutinas específicas te hablaremos después, pero la mejor manera de ejercitar la parte superior del cuerpo es haciendo planchas, mientras que la inferior es flexionando las piernas y levantando los talones. Para la cintura, los abdominales son la mejor receta.
Comienza con tres series de diez repeticiones para cada grupo. Si no sientes el efecto a la décima, auméntale dos más, y para tu próxima sesión, otras dos, y así conforme te vayas superando.
Es la mejor forma de comenzar. ¿qué esperas? Apaga la compu ¡y empieza!
Escríbenos: hunks.piura@gmail.com o deja tu comentario.
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