lunes, 14 de noviembre de 2011

Tu cuerpo: aumentar, reducir, mantener… o fracasar en el intento

Hace poco, uno de nuestros compañeros tuvo un encuentro virtual con alguien del pasado.
“Es un profe que, cuando lo conocí, tenía 25 años, de cara simpatiquísima y un cuerpo envidiable, en forma. Buen pecho, brazos, buen trasero. Una vez me siguió hasta el baño, se la sacó y me mostró sus 19 centímetros de miembro”, nos compartió.
Pero lo que vio por la WebCam, cinco años después, lo dejó en shock. Para decirlo en términos sencillos, necesitaba una pantalla ancha porque en las convencionales ya no cabía.
¿Qué hace que un Adonis se convierta en… bueno, en dos o más Adonis, pero en el mismo cuerpo?
La explicación es bien simple: cero ejercicio, un cerro de comida y echarse al abandono. Y si para mantener el físico se suplementaba sintéticamente, tenemos el cuadro ideal para postular a doble de Manfred El Mamut.

Y UNO Y DOS…
Como que ya sonamos a disco rayado, pero hacer ejercicio nos mantiene en forma. Lo que quizás no sabías es que también nos aumenta o baja de peso.
Durante el ejercicio, nuestro cuerpo quema grasas y carbohidratos para convertirlos en proteínas, lo que, en muchos de nuestros casos, se traduce en masa muscular.
Si hacemos menos ejercicio del que necesitamos, ese desarrollo será mínimo; si hacemos más del que necesitamos, nos chuparemos. Entonces, la idea es encontrar el justo medio… eso, en condiciones normales.
¿Qué hacer si es que nos falta o tenemos exceso de peso?Simplemente, hay que aplicar el principio del párrafo anterior.
Si lo que queremos es aumentar, nuestra rutina no debe ser exhaustiva, suave mas bien hasta que poco a poco vayamos agarrando tono, forma y volumen. Si queremos reducir, entonces sí habrá que comenzar por sudar lo más que se pueda y hacer un sobreentrenamiento controlado del cuerpo, de tal manera que, en el proceso de chuparse, lleguemos a un nivel promedio (Revisa “Estas proporciones nos interesan” justo después de este artículo).
En el caso del profe, lo segundo le hará bien. El baile, los aeróbicos, correr largas distancias y hasta jugarse tres pichanguitas seguidas podrían venirle bien, siempre y cuando su corazón lo resista.
Entonces, otra vez, hay que consultar al médico antes de empezar, y buscar un trainer de confianza que pueda supervisar tu rutina, cuyos frutos, tanto en aumento como en disminución, podrías verlos en doce meses. Sí, suena demasiado, pero ¿Quién quiera celeste…
La cosa es empezar ya, pero no creas que el ejercicio lo hará todo.

A COMERRRRRR
Piura es una región rica en comida carbohidratada. Arroz, yuca, papa, camote, harinas, harinas y más harinas.
Si uno hace ejercicio regularmente, eso es beneficioso; pero si lo deja de hacer, se transforma en veneno.
Los carbohidratos son sustancias que nos proporcionan el “combustible” para que nuestro cuerpo pueda funcionar las 24 horas del día.
Si faltan, harán que una vez que los agotemos, nuestro cuerpo, literalmente, comience a “comerse” a sí mismo. En consecuencia, nuestra masa corporal se reduce.
Pero, si vamos a la inversa (como el caso del profe), el efecto será un aumento gradual al punto que parezcamos globo inflado.
Una alimentación balanceada nos proporciona la justa cantidad de proteínas, vitaminas y minerales, de acuerdo a nuestro ritmo de vida. Esto quiere decir que no todas las recetas aplican para todas las personas, ya que cada caso es particular.
Como te hemos venido explicando en artículos anteriores (en especial “Cuerpo de gym”), no hay un factor único para saber cómo debes alimentarte; sin embargo, sí hay estrategias generales para controlar tu peso.
La clave está en nunca dejar de consumir proteínas (naturales, por favor), ya que sostienen todo nuestro cuerpo, ni vitaminas (también naturales), pues nos dan energía y defensas extra. Entonces, ¿dónde debemos intervenir?
Fíjate en lo siguiente: si quieres aumentar de peso, debes incrementar tu ingesta de alimentos ricos en carbohidratos. Ojo, no comer más en cantidad, sino elegir los alimentos que tengan mayor proporción de harinas o grasas de tal modo que tu cuerpo no practique una especie de canibalismo.
Si, por el contrario, quieres bajar de peso, entonces la idea es reducir el nivel de carbohidratos y grasas, sin que eso implique reducir la cantidad que comes, sino vigilar la calidad. Aquí es donde entran las frutas, hojas y verduras en reemplazo de las harinas.
Volviendo al profe, esta segunda opción sería la conveniente; pero ¿cuáles alimentos concretamente debe consumir? Insistimos en que el médico debe explicarle qué dieta debe seguir, e igual debes hacer tú.
Una cuestión final: no es lo mismo tu metabolismo a los 20 que a los 25 que a los 30. conforme aumentas la edad, tu metabolismo disminuye, y si eso pasa, podrías aumentar de peso.
Si decides controlar lo que comes, es probable que veas resultados completos en el transcurso de doce meses. Recuerda, el chiste no es matarte de hambre o comer como si mañana fuera el fin del mundo. Sé razonable, y serás feliz.

¿QUÉ ESPERAS PARA LEVANTAR EL CULO?
La combinación de ejercicio regular y alimentación saludable atacará la parte física; pero ¿es lo único?
Esto de nada servirá si no te conciencias que el cambio lo haces tú, es decir, que el estar en forma viene desde tu cabeza, y pasa por saber cómo anda tu autoestima, cómo lidias con tus problemas de diario y cómo manejas ciertos trastornos emocionales, especialmente si nadie sabe que estás en la nota y tienes miedo de que se enteren.
Curiosamente, el ejercicio te será de mucha ayuda, pues, a medida que veas resultados, te motivarás más.
Pero, no es el único beneficio. Un portal alternativo piurano reveló que el ejercicio libera hormonas que son como drogas saludables de nuestro organismo: dopaminas, oxitocinas y serotoninas. En combinación, las tres mejoran tu estado de ánimo, aumentan tus defensas y mejoran tu humor.
Si ya leíste “Estas proporciones nos interesan”, verás que sugerimos verte calato en un espejo. A decir verdad, no es una idea descabellada.
Mírate y concéntrate en aquellas partes de tu cuerpo que hagan falta mejorar. Repítete a ti mismo: “Yo lo puedo cambiar, yo lo puedo cambiar…” Entonces, métete a la ducha (o échate un baldazo de agua), vístete como mejor te sientas, y sal a caminar por media hora sin rumbo fijo.
Cuando regreses, verás las cosas con otra perspectiva.
Repite la experiencia todos los días. Y si alguien te mira raro, mándalo a la mierda, pues lo que importta es que te veas y te sientas, no mejor, sino más sano.
Y eso podría convenirle al profe, para que regrese a ser el mismo de antes, porque a los 30 aún está a tiempo; y entonces, podrátrabajar mejor, rendir mejor, descansar mejor, digerir mejor, relacionarse mejor… y cachar como los dioses.

© 2011 Hunks of Piura Entertainment. Escríbenos: hunks.piura@gmail.com o déjanos tu comentario.

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